Un destacado sacerdote y portavoz de la Conferencia Episcopal de Camerún, atacó a Brenda Biya, hija del presidente Paul Biya, después de que publicara en Instagram una foto en la que aparece besando a otra mujer. El sacerdote hablaba después de que apareciera en Instagram una publicación de la primera hija de Camerún, Brenda Biya, en la que se la ve besando a la modelo brasileña Layyons Valença.
La publicación, que desde entonces ha sido eliminada, iba acompañada de la leyenda: “Estoy loca por ti y quiero que el mundo lo sepa”. La leyenda iba acompañada de un emoji de corazón de amor. Brenda es hija del presidente de Camerún, Paul Biya, de 91 años, quien ha gobernado el país durante más de 40 años. El presidente, hijo de un catequista, también es ex seminarista. El hecho de que Brenda se declarara lesbiana se percibe ahora en el país como una traición a su fe católica.
El hermano Humphrey Tatah Mbuy dijo que a la homosexualidad “La moralidad no depende de la mayoría ni del estatus. Ya sea Brenda Biya o una entidad desconocida, la homosexualidad es una desviación y no se le puede dar la tarjeta verde”, dijo Mbuy a Crux. El sacerdote añadió: “Diga lo que diga el resto del mundo, para nosotros los africanos la homosexualidad es una abominación cultural. Y no nos andamos con rodeos en su condena en nuestro continente”. La homosexualidad sigue criminalizada en el país.
Si bien la publicación de Instagram con el beso fue eliminada, en una entrevista con el diario francés Le Parisien, la hija del presidente de Camerún dijo que se siente “aliviada” después de declararse lesbiana. Dijo que se enamoró por primera vez de una compañera cuando tenía 16 años, pero decidió mantenerlo en secreto porque en ese momento no parecía normal. En Camerún, la homosexualidad puede acarrear sanciones penales que incluyen penas de prisión de entre seis meses y cinco años y el pago de multas. Brenda conoce estas realidades. Y añade en Crux :
“’He recibido mucho apoyo de organizaciones camerunesas y occidentales. La gente me ha deseado coraje. Pero también he recibido reacciones negativas y homofóbicas”, afirmó Brenda Biya. “Dijo que publicó la foto porque sentía que había demasiadas personas como ella que estaban luchando con su sexualidad.’Podría perder mucho: romper mis lazos familiares, que ya no me permitan ir a mi país, que me encarcelen’”.
En contra de las acusaciones de que Biya traicionó no sólo a su familia, que es católica, sino a la fe misma, la defensora LGBTQ+, Kiki Bandy, que es de Camerún y residente en el Reino Unido, afirmó:
“’No veo a Brenda Biya publicando sobre una chica que le apasiona absolutamente como una traición a ella misma o a su familia religiosa… Brenda Biya, como cualquier otra persona LGBT+ en todo el mundo, sólo sigue los instintos naturales y así es como fueron creadas por Dios’”.
Bandy dijo que la religión no puede usarse hoy para justificar la oposición a la homosexualidad, porque “hay algunas leyes en la Biblia que hoy en día no serían aceptadas en absoluto. Por ejemplo, la pena capital, la esclavitud, etcétera… Y no podemos vivir según los estándares antiguos. Y creo que la Iglesia Católica se está dando cuenta de eso porque en los últimos tiempos hemos visto algunos cambios. Por ejemplo, recientemente el jefe de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, permitió que los sacerdotes bendijeran las relaciones entre personas del mismo sexo”, dijo.
Bandy se refería a la declaración “Fiducia Supplicans: Sobre el significado pastoral de las bendiciones”, que fue publicada el 18 de diciembre por el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, Cardenal Víctor Manuel Fernández. Posteriormente, el Vaticano aclaró que el documento permitía la bendición de personas que tuvieran relaciones homosexuales, no entre personas del mismo sexo. La mayoría de las conferencias católicas de África rechazaron el documento.
“La Iglesia Católica nunca cambiará su postura sobre el pecado de la homosexualidad”, dijo Mbuy a Crux.
El Cardenal Fridolin Ambongo de Kinshasa, quien dirigió a los obispos del continente en su enfático “no” a la directiva del Vaticano, dijo en una carta del 11 de enero que Fiducia Supplicans ha “sembrado conceptos erróneos y malestar en las mentes de muchos fieles laicos, personas consagradas y incluso pastores, y ha suscitado fuertes reacciones. Los obispos africanos no consideran apropiado que África bendiga las uniones homosexuales o las parejas del mismo sexo porque, en nuestro contexto, esto causaría confusión y estaría en directa contradicción con el espíritu cultural de las comunidades africanas”, dijo el cardenal.
Mbuy le dijo a Crux que aunque la Iglesia desaprueba las relaciones entre personas del mismo sexo, todavía apoya a las personas homosexuales. “La Iglesia continúa mostrando preocupación y amor hacia los involucrados, porque así como Cristo, al condenar el pecado, estuvo cerca de los pecadores que buscaban su conversión”, dijo el sacerdote.
Según el Manual de investigación sobre género, sexualidad y derecho de 2020, Camerún “actualmente procesa las conductas consensuales entre personas del mismo sexo de manera más agresiva que casi cualquier país del mundo”. Tanto la homosexualidad masculina como femenina es ilegal en el país.
La dura realidad de la comunidad LGTBI camerunesa
Camerún criminaliza la actividad LGBTQ+; un delito castigado con hasta cinco años de prisión y multa. Las personas LGBTQ+ en el país son frecuentemente objeto de discriminación. En 2022, un grupo de la sociedad civil siguió un aumento de la violencia y los abusos contra las personas LGBTQ+ en Camerún.
A finales de 2012, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresaba su preocupación por la complicada situación de las personas LGTB en Camerún, uno de los países con una LGTBIfobia social y de Estado más pujante. Y es que cada poco tiempo se producen noticias de detenciones y abusos policiales, algunas de las cuales hemos recogido a lo largo de los últimos años.
En noviembre de 2011 tres hombres fueron condenados a prisión acusados de mantener relaciones homosexuales en un coche (una de las “pruebas” que el juez tuvo en cuenta fue que los acusados habían estado bebiendo Baileys, una bebida poco masculina. Por fortuna este caso fue luego reconsiderado). En octubre de 2011 se condenó a tres años de cárcel a Jean-Claude Roger Mbédé por declararse a otro hombre por SMS, pena que fue confirmada en diciembre de 2012. Lamentablemente, en enero de 2014 Jean-Claude fallecía, abandonado por su familia, por las complicaciones derivadas del maltrato sufrido.
En julio de 2013 se conoció la sentencia a prisión de dos hombres detenidos dos años antes por mantener relaciones homosexuales. También en 2013, fue sentenciado a nueve años de cárcel Cornelius Fonya, acusado de mantener relaciones con un joven de 19 años, en un juicio plagado de irregularidades. Su abogado, Walter Atoh, ha debido huir del país tras ser amenazado de muerte, mientras se dilucida la apelación. Un año después, en junio de 2014, se dio a conocer la historia de una pareja homosexual que se vio obligada a huir de su localidad tras ser ataca por sus vecinos y detenida por la policía.
A finales de 2015, Joshua Mbarga, un activista LGTB, sufrió la invasión de su hogar por unos delincuentes que intentaron matarle tras robarle con total impunidad. Alertada por los vecinos, la Policía intervino hasta que los asaltantes decidieron acusar a Mbarga de pretender mantener relaciones sexuales con uno de ellos. En ese momento la víctima se convirtió en objeto de investigación.
En octubre de 2016, tuvo lugar una redada masiva en un local de ambiente LGTB de Yaundé, con un fuerte dispositivo policial que detuvo a todos los clientes y trabajadores presentes en el local. En diciembre del mismo año, fueron detenidos otros doce hombres por posesión de lubricantes y preservativos, algo considerado por las autoridades como prueba de comportamiento homosexual. A finales de 2017, tres jóvenes fueron detenidos tras caer en una trampa tendida por miembros del ejército, por lo que deberán ser juzgados por un tribunal militar. Y en enero de 2018, el asalto a un local de ambiente homosexual por un grupo de militares se saldaba con muerto y varios heridos graves.
En mayo de 2021, fueron condenadas a cinco años de cárcel dos mujeres trans acusadas de «tentativa de homosexualidad», y en noviembre,una persona intersexual era agredida en Camerún por un grupo de hombres: Una turba violenta agredió sexualmente, golpeó y humilló a una persona intersexual durante varias horas, todo ello mientras lo filmaba en Yaoundé, Camerún. En la capital, Sara (nombre ficticio) fue hospitalizada tras sufrir múltiples hematomas en todo el cuerpo. Sus lesiones fueron tan graves que, estuvo en observación entre 15 y 18 días. Según Human Rights Watch, el horrible ataque sembró el miedo en todo el país.
Como explicábamos más arriba, las relaciones homosexuales están penadas con hasta cinco años de cárcel en Camerún, pero según la activista LGTB Alice Nkom solo se puede detener a una persona si se la encuentra en situación de «flagrante delito». Desgraciadamente, tal y como corrobora Human Rights Watch, son cada vez más los casos en los que la policía ignora este requerimiento.
Fuente Crux/Cristianos Gays
General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Católica
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