“¿El desfile de París? ¡Ya vale de llorar con tan pobre cristianismo!”, por José Ignacio Calleja
Demasiada ideología social seudocatólica en toda esta reacción de escandalizados cristianos
“Entiendo perfectamente el malestar y la protesta del mundo cristiano ante lo visto en el desfile olímpico de París, en un momento del mismo que todos interpretamos en clave de irreverencia, fuese o no referido al cuadro de Da Vinci”
“PERO (con mayúscula) no entiendo que los cristianos reaccionemos con este sentimiento absoluto sobre qué y cuál es la blasfemia y el desprecio de nuestra fe eucarística y cristológica”
“¿De verdad tenemos clara la relación de blasfemias contra nuestro Cristo y su Dios, en nuestra Fe, cuando hay un ir tirando convencional del cristianismo occidental sobre mil muertes de hambre, sed y vida física entre los más pobres del mundo, y lo reducimos a unas modestas peticiones en la Oración de los Fieles, una Colecta ocasional, y una Comida de hermandad el mismo día porque es la Fiesta del Santo fundador?”
“No estoy de acuerdo en que este ‘menosprecio’ parisino tenga comparación con el escándalo de un catolicismo cristiano sin Encarnación, es decir, donde los ‘los que no cuentan’, nos Evangelizan”
Entiendo perfectamente el malestar y la protesta del mundo cristiano ante lo visto en el desfile olímpico de París, en un momento del mismo que todos interpretamos en clave de irreverencia, fuese o no referido al cuadro de Da Vinci. Ese no es el problema, lo sabe y lo sabía su director de escena. (Podía ponerme exquisito sobre libertad y estética. No lo haré para nos despistar a nadie). PERO (con mayúscula) no entiendo que los cristianos reaccionemos con este sentimiento absoluto sobre qué y cuál es la blasfemia y el desprecio de nuestra fe eucarística y cristológica.
¿De verdad tenemos clara la relación de blasfemias contra nuestro Cristo y su Dios, en nuestra Fe, cuando hay un ir tirando convencional del cristianismo occidental sobre mil muertes de hambre, sed y vida física entre los más pobres del mundo, y lo reducimos a unas modestas peticiones en la Oración de los Fieles, una Colecta ocasional, y una Comida de hermandad el mismo día porque es la Fiesta del Santo fundador?
De verdad, no, no estoy de acuerdo. Hay demasiada ideología social seudo-católica en toda esta reacción de escandalizados cristianos -por un imaginario muy discutible, lo acepto- y hay poco cristianismo de Encarnación; o al menos, difícil de referir a Jesús de Nazaret y de qué se escandalizaba.
YA ESTÁ BIEN de este lloriqueo para dejar de cuestionarnos si el ideario cultural católico tiene carencias y silencios que lo vacían de Encarnación. Es como si Jesús hubiese nacido la víspera de la Pasión y la Muerte Expiatoria en la Cruz.
No estoy de acuerdo en que este “menosprecio” parisino tenga comparación con el escándalo de un catolicismo cristiano sin Encarnación, es decir, donde los “los que no cuentan“, nos Evangelizan. No acepto regalar mi malestar estético ocasional, como puede ser hoy París, a un catolicismo social y cultural que, honestamente, no asume la Encarnación samaritana y justa que el Evangelio exige. Se calla y me utiliza. No. Paz y bien.
Fuente Religión Digital
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