A la intemperie.
Del blog Amigos de Thomas Merton:
Uno quisiera crecer sensatamente, poco a poco, sin accidentes… Quisiéramos crecer sin tener que tropezarnos ni darnos de bruces. Sin sentirnos perdidos. Sin protestar. Sin mirar hacia atrás con nostalgia. Sin arrepentirse por haberse fiado de una voz de la que tantos te habían aconsejado no fiarte. Pero no. Definitivamente no es posible crecer sin error, aunque sí vivir ese error sin drama. O al menos sin enamorarse del drama, sin instalarse en él.
Sólo a la intemperie hacemos la experiencia del ser. Cuando no se puede regresar ni avanzar, sencillamente eres. Pero antes de todo eso hay, como no podía ser de otra forma, desconcierto, llanto, protesta, agotamiento, rendición y abandono al fin… Todo lo que sucede cuando ya no sabes qué más puede suceder es lo espiritualmente interesante“.
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Pablo d’Ors,
Biografía de la luz
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