Alejandro Fernández Barrajón: “Ser homosexual no puede ser un obstáculo para ser sacerdote”
De su blog Teselas:
“Hay tantos sacerdotes homosexuales como personas de la misma condición en el resto de la sociedad“
“Creíamos que el Papa estaba en la línea de la acogida a todos sin excepción, todos, todos, como él mismo había dicho, pero esta expresión tan despectiva para hablar del mundo gay “mariconeo” está provocando en los medios conservadores un ataque sin cuartel para reafirmarse en su mentalidad obscena y en los progresistas unas burlas vergonzosas que producen una inmensa tristeza”
“La condición homosexual de las personas no es un delito y no puede ser objeto de burla, de violencia o de marginación . Y lo está siendo, fuera y dentro de la iglesia”
“Si fuera un obstáculo ser homosexual y sacerdote, la iglesia tendría un serio problema porque muchos lo son en silencio por miedo a represalias y hacen un trabajo pastoral muy digno y sacrificado, llevando a veces la pastoral de varios pueblos a la vez por la carencia de vocaciones”
Me acaba de escribir un amigo cristiano y gay para decirme que está profundamente triste porque no se esperaba del Papa lo que dicen que ha dicho sobre el “mariconeo “ en lo seminarios que produjo ciertas sonrisitas entre los obispos presentes. Y me ha hecho reír con su ocurrencia: “Quien esté libre de perder aceite que tire la primera lentejuela”.
Y me ha seguido diciendo: “El lobo se quitó la piel de cordero. Para él no somos más que “julandronas”. “Supremacismo cis hétero del peor” Y me sigue diciendo : “No contento con discriminar a las personas vulnerables, lo hace con uno de los términos más despectivos que hay en italiano para hablar de las personas LGBT”.
Os confieso que estas palabras de mi amigo me han herido y tocado el corazón. Ya me faltan argumentos para seguir defendiendo lo contrario. Mi amigo me anuncia que está escribiendo un libro para denunciar esta discriminación permanente en el seno de una iglesia que presume de madre. Y además no tardará demasiado en salir a la luz. Es un hombre muy preparado y escribe muy bien. Podemos esperarnos jugosos titulares. Me haré eco de él cuando vea la luz.
Creíamos que el Papa estaba en la línea de la acogida a todos sin excepción, todos, todos, como él mismo había dicho, pero esta expresión tan despectiva para hablar del mundo gay “mariconeo” está provocando en los medios conservadores un ataque sin cuartel para reafirmarse en su mentalidad obscena y en los progresistas unas burlas vergonzosas que producen una inmensa tristeza. Ayer mismo en el programa “Todo es mentira” que dirige el tertuliano y supuesto periodista sin serlo, Risto Mejide, los tertulianos se reían a carcadas mientras una de las colaboradoras vestida de obispa y otro de falso cura, repartían bendiciones y se burlaban, en versión cómica, de todos los signos sagrados, uniendo el tema con el vodevil de las monjas “clarisas“de Belorado que también han dado pie para llegar a donde hemos llegado. ¡Vaya semanita para la Iglesia!
Es verdad que enseguida, visto lo visto, el Papa se ha apresurado a pedir perdón por ese comentario tan desafortunado. Y esto es siempre es bien venido y valorado.
Pero a la vez indica dos cosas muy importantes:
1) Que el comentario es cierto
2) Que el Papa piensa eso en realidad.
Este escándalo mediático, y yo diría evangélico, me provocan algunas reflexiones:
–La condición homosexual de las personas no es un delito y no puede ser objeto de burla, de violencia o de marginación . Y lo está siendo, fuera y dentro de la iglesia. Otra cuestión distinta es ser pedófilo, que es un delito execrable y debe ser perseguido sin tregua. Pero ser homosexual no supone de ninguna manera ser pedófilo, aunque los poco informados, o más bien mal intencionados, aprovechan para atacar a la iglesia uniendo sacerdote homosexual y pedofilia. Algo que no hacen con otras profesiones donde también ha habido casos de pedofilia.
– Ser homosexual no puede ser un obstáculo para ser sacerdote. Lo dije en el comienzo de mi mandato como presidente de CONFER, en el año 2005 y el escándalo mediático que se originó en los medios de la iglesia fue sonoro. Puede consultarse la hemeroteca con solo poner mi nombre en Google. Lo dije y lo sigo diciendo en la actualidad. En el año 2021 escribí un libro donde abordo estos temas y una editorial católica no se atrevió a publicármelo por miedo a represalias: “¿Pueblo mío a donde vas?” Editorial “Terra Natio“. En asuntos de libertad aún andamos a medias en la iglesia.
– Si fuera un obstáculo ser homosexual y sacerdote, la iglesia tendría un serio problema porque muchos lo son en silencio por miedo a represalias y hacen un trabajo pastoral muy digno y sacrificado, llevando a veces la pastoral de varios pueblos a la vez por la carencia de vocaciones. Hay tantos sacerdotes homosexuales como personas de la misma condición en el resto de la sociedad, y tal vez en algún porcentaje mayor. Se habla de que al menos el 12 por ciento de la sociedad son homosexuales en sus diversas variantes.
– El Papa, como él mismo ha reconocido, no ha estado acertado, y además de pedir perdón, que ya lo ha hecho y le felicito por ello, tal vez debería pensar ya en seguir el ejemplo heroico de su antecesor Benedicto XVI que supo presentar a tiempo su renuncia, mucho más cuando su movilidad es limitada y su salud no es la mejor para la responsabilidad que conlleva. Yo he sido un defensor nato del Papa Francisco -mis blogs aquí en Religión Digital dan prueba de ello- pero en la vida todos somos limitados y reconocerlo es de grandes personalidades. Sería un bien para él, sobre todo, y para la Iglesia.
El día en que los sacerdotes homosexuales puedan serlo sin tener que ocultarlo por miedo a represalias de cualquier tipo, ese día podremos hablar de libertad en la Iglesia
– El día en que los sacerdotes homosexuales puedan serlo sin tener que ocultarlo por miedo a represalias de cualquier tipo, ese día podremos hablar de libertad en la Iglesia y yo confío en que será pronto porque el Espíritu Santo empuja para que sea realidad la plenitud del Reino que ya está entre nosotros y no hay quien pueda pararlo. Eso, me temo que no será posible aún en el pontificado del papa Francisco, pero él ya ha abierto algunos caminos para que pronto lo sea.
Si ser homosexual ya no es problema alguno en la mayoría de las estancias y trabajos de la sociedad, ¿por qué en la Iglesia ha de seguir siéndolo?
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