El obispo de Plasencia lamenta el “escándalo” por la bendición de una pareja gay en la parroquia de Miajadas
Tanto escándalo por esto y tanta inacción ante las vergüenzas eclesiales…Hablar de una boda, como ha hecho la fa chistera mediática, es quererlo sacar de contexto. Ha sido malintencionado. Ahí no se ha celebrado una boda”
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Los hechos han ocurrido en la parroquia de Nuestra Señora de Belén en la localidad de Miajadas (diócesis de Plasencia). Según ha publicado en sus redes sociales uno de los hombres que contrajo matrimonio civil, se dieron el “sí quiero después de 30 años de relación”.
La pareja llegó a la Iglesia después de haber pasado por el juzgado para casarse por lo civil y allí les recibió el sacerdote revestido para bendecir su relación,
«Hemos tenido la gran suerte de poderlo hacer en la iglesia, de ser la primera pareja gay de muchas que vendrán después. Un Iglesia, que da pasos pequeños, pero los da. GRACIAS infinitas Enrique por proponernos hacer la bendición dentro de la parroquia y en nuestra iglesia de Belén, algo que no dudamos ni un minuto en decir que sí. Fue una ceremonia preciosa» cuenta uno de los protagonistas.
En las fotografías publicadas por uno de los dos protagonistas, se les ve en el interior de la iglesia con una vela cada uno y el sacerdote Enrique Gómez Rodríguez detrás del altar revestido con el alba y la estola.
El párroco, que forma parte del Consejo Presbiterial de la diócesis de Plasencia por designación directa de su obispo Ernesto Brotóns, es conocido en la diócesis por ser un cura progresista. En una entrevista con un medio local en agosto del 2022, el cura recordaba haber sido multado en 1974 por desórdenes públicos. Enrique Gómez Rodríguez siempre ha estado a la vanguardia en opiniones avanzadas de la doctrina católica. En esa misma entrevista, año y medio antes de Fiducia supplicans, dijo que si se bendicen animales e incluso bancos, “¿por qué no a una pareja gay o lesbiana? Hay grupos cristianos gays que pertenecen a grupos de la Iglesia y lo están pidienddo” y continúa hablando del acceso de la mujer a ciertos ministerios de la Iglesia: “¿por qué no puede acceder la mujer al sacerdocio? ¿O a ser diaconisa?”.
Reacciones
Según explicaban el párroco, así como varios asistentes al acto, la ceremonia consistió únicamente en una bendición a dos feligreses. Isaac es amigo íntimo de la pareja, fue a él a quien se le ocurrió la idea de y estuvo presente en el acto religioso. Al saber de la polémica surgida en torno este asunto, aclaraba de forma contundente: “Ellos se habían casado en los juzgados, y a lo que fuimos a la iglesia fue a una bendición que se hizo en la parroquia. Sin más”.
José Beltrán, director de Vida Nueva de La Razón, respondía a las preguntas de este programa y comenzaba por aclarar que no se trataba de una boda “porque no ha habido sacramento”. Además citaba a fuentes oficiales del Vaticano, que invitan a “evitar que esto se ritualice”.
Para Beltrán la bendición no habría resultado tan extensa, pero sí observaba que todos “sentados, aparentemente como en una boda aunque no lo fuera“. Además detallaba que el atuendo del sacerdote no era el propio del sacramento del matrimonio.
El párroco que ofreció sus bendiciones ala pareja de hombres, Enrique Gómez, aseguraba que todo habría transcurrido con normalidad y que “la gente quedó contenta”, al mismo tiempo que declaraba: “Yo me acuso un poco de que quizás algunas normas que el Vaticano establece no las tuve en cuenta”. “Nosotros lo hicimos un poquito más largo y ahí fallé”
Enrique justificaba la bendición que ofició el pasado fin de semana como un “medio de evangelización y de dar una respuesta como Iglesia a las parejas homosexuales, lesbianas, etc”.
El religioso explicaba que el acto estaba exento de toda mala intención y sentenciaba:“Se dicen unas palabras, se hizo una bendición, se leyó una lectura de la Biblia y ya está”.
“En ningún momento se trató de una boda, ni hubo intención expresa de simular sacramento”
“Las formas contravinieron claramente” la declaración Fiduca Supplicans, “algo que no podemos aprobar”
“No negamos el valor de estas bendiciones (…); mas afirmamos la obligatoriedad de que se realicen en el contexto y forma marcados por ella”
La diócesis de Plasencia lamenta el “escándalo” provocado por una bendición de una pareja del mismo sexo celebrada en la parroquia de Miajadas, y anuncia “medidas canónicas pertinentes”, aunque matiza que “en ningún momento se trató de una boda, ni hubo intención expresa de simular sacramento”.
En un comunicado, la diócesis pastoreado por Ernesto Brotons admite que “las formas contravinieron claramente” la declaración Fiduca Supplicans, “algo que no podemos aprobar”.
“Lamentamos, profundamente, el escándalo y la confusión que la aplicación incorrecta de la declaración ha generado y pueda generar”, recalca la nota, que no obstante deja claro que “no negamos el valor de estas bendiciones (…); mas afirmamos la obligatoriedad de que se realicen en el contexto y forma marcados por ella”.
“Rogamos prudencia y respeto a todas las personas implicadas”, finaliza el comunicado.
Comunicado oficial de la Diócesis de Plasenciahttps://t.co/oQQ9Y2UNJ2 pic.twitter.com/d5Co7voyXB
— Diócesis Plasencia (@Diocesisplasen) May 13, 2024
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Fuente Religión Digital/Agencias/Antena3
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