Búsqueda
Del blog Nova Bella:
Dices que no hay respuestas,
que no has hallado aquello que buscabas.
*
***
Del blog Nova Bella:
Dices que no hay respuestas,
que no has hallado aquello que buscabas.
*
***
De su blog Umbrales de Luz:
12/02/2024/en Reflexiones /
“Teísmo” es tan ambiguo como theos (dios en griego) del que se deriva, pero hoy se entiende en general como la creencia en un dios-ente metafísico supremo, creador omnipotente y extrínseco al mundo, que interviene en él cuando y como quiere. Un dios en el que una mayoría creciente de nuestra sociedad ya no puede creer, al que ya no puede rezar. Yo tampoco creo en ese dios ni le oro rezando plegarias [1].
Pero ¿qué es orar? ¿Qué es rezar? ¿Qué es plegaria? Los tres términos no carecen de relación, aunque distan mucho de ser sinónimos. El término plegaria (prière en francés) proviene del latino precari (rogar, suplicar, pedir) y éste se remonta a la raíz indoeuropea prek (rogar). De esta raíz se deriva igualmente precario, que en Derecho se utiliza para referirse a una facultad que solo se ejerce gracias a una autorización revocable y en el lenguaje ordinario es sinónimo de inestable, efímero, pasajero. El lenguaje no engaña. Somos y nos sentimos radicalmente precarios: inestables, pasajeros, necesitados de otro. Por eso pedimos, rogamos, rezamos preces o plegarias. Por eso oramos en sentido amplio (pero la oración en su sentido profundo excluye más que incluye la plegaria de ruego o de petición).
Todos los seres son precarios, contingentes, dependientes. Y los humanos tenemos una aguda conciencia de serlo. Dependemos del aire que respiramos, del agua que bebemos, del fuego que nos calienta, de la tierra que nos sustenta, de la mano que nos sostiene, de la mirada que nos afirma y consuela. Dependemos del universo entero, y todo en el universo depende de todo, desde la onda o partícula de lo infinitamente pequeño hasta las estrellas incontables de incontables galaxias en expansión del universo o multiverso. El universo es una fecunda red sin fin de mutua dependencia creadora. Cada ser es gracias a otro, pero ese mismo otro también es en alguna medida gracias a quien lo hace ser. Los hijos son gracias a los padres, pero también los padres son gracias a los hijos. En realidad, todos somos gracias a todo lo que es. La precariedad es un aspecto de la comunión universal de la gracia de ser.
Esta conciencia (en sentido amplio, universal, no exclusivamente humano) de precariedad dependiente se traduce en oración de súplica y gratitud, de reconocimiento y queja, de celebración y pesar. La oración es la múltiple expresión de la infinita red relacional de interdependencia que nos constituye. Cada ser se expresa en su propio lenguaje. Recuérdese que el término latino orare se deriva de la raíz or-, y su primer significado, sin connotación religiosa alguna, es hablar, decir, perorar… Orar es decir a fondo nuestra precariedad y nuestra relacionalidad universal constitutiva. La existencia se vuelve una cadena de oración universal.
Cuanto existe ora – o reza, o recita o dice, se podría también decir –, expresa la gracia de ser gracias a todos los seres y la necesidad de todos los seres para ser uno mismo. Ora el silencio del desierto y el susurro del viento en el bosque. Oran el sol de día y la luna de noche y todas las estrellas y planetas del universo. Oran la fuente que mana y el río que discurre en el valle. Oran los pájaros y todos los animales de la Tierra y de otros planetas habitados. Oran los hijos de Haití y las madres de Gaza. Oran las palabras, los gestos corporales, el silencio profundo. Y toda oración brota del silencio y a él conduce y en su hondura nos escuchamos y respondemos.
¿Oramos o rezamos a Dios? Depende de lo que entendamos por Dios. No oramos ni rezamos plegarias a un dios ente supremo para que suceda algo que de otro modo no sucederá o para que deje de suceder algo que de otro modo sucederá. Esa oración contradice nuestro ser profundo en comunión. Pero innumerables creyentes han rezado y siguen rezando a dios, y lo hacen pidiendo por causas opuestas: uno le pide que luzca el sol y otro a su lado que llueva, uno le ruega por la victoria de su ejército y otro por su derrota, uno le da gracias por haberle curado de una enfermedad por la que su prójimo acaba muriendo (¿abandonado por dios?). Así sin fin. Tal oración/plegaria no tiene sentido para quien no crea en un dios “teísta”, un dios omnipotente exterior de voluntad cambiante que a veces interviene y otras veces no. Muchas personas de oración profunda, aun compartiendo un imaginario cultural teísta, se sintieron empujadas a superar dicha oración o plegaria teísta. Por ejemplo, Jesús dijo: “Al orar, no os perdáis en palabras… Vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de que vosotros se lo pidáis” (Mt 6,7-8). Y el Maestro Eckhart (hacia 1262-1328) enseñó: “Cuando no rezo por nadie y no pido nada, es cuando rezo del modo más verdadero”. El silencio pleno es la experiencia más profunda y su expresión más plena.
Con palabras o sin ellas, lo sepamos o no, todo nuestro ser ora o reza a todo. Pero no solo eso. Todo cuanto es, lo sepa o no, es pura expresión de su ser relacional con todo. Todo ora a todo. Ser, en el fondo, es oración. Todos los seres nos están rezando: agradeciendo, suplicando, confiando, invocando, llamando. La comunidad viviente de la Tierra y el cosmos por entero es una interminable plegaria en todas sus formas. La Realidad ilimitada es, en el fondo, una liturgia cósmica que se extiende desde el corazón del átomo hasta el universo/multiverso sin fin. El universo entero es una oración, una eterna comunión intercesora universal. Nuestra oración profunda, más allá de todo rezo y plegaria estrecha de petición, consiste en unir nuestro ser precario y orante al ser precario y orante de la realidad universal. El universo, se podría decir también, es una plegaria poética o un poema litúrgico creador (poiein en griego significa “crear”), como el poema de la creación de Gn 1: “Dijo Dios: ‘Hágase’ Y se hizo”.
¿Y Dios? Dios en cuanto Fondo fontal, Aliento vital, Relación creativa o Creatividad relacional es la oración profunda de cuanto existe a todo cuanto existe. Dios nos ora en todo. En el fondo, nuestra oración consiste en unirnos a la voz y al silencio poético, creador, de la oración de Dios. Y así nuestra oración se vuelve creadora del Dios que nos crea.
Aizarna, 25 de enero de 2024
www.josearregi.com
(Publicado en francés en Témoignage Chrétien, n° 4045, 8 de febrero de 2024, p. 7)
[1] Este texto fue publicado originariamente en francés con el título “Prier Dieu sans croire à sa ‘toute-puissance’ ”. La traducción al español ha requerido una mínima adaptación de la derivación del término francés prier (suplicar, rogar, rezar, pero también orar) a partir de la raíz latina precari (rogar, suplicar) e indoeuropea prek (suplicar). Las líneas que siguen se atienen a la sinonimia parcial de los términos españoles orar, rezar, plegaria.
“En Francisco se está cumpliendo la profecía de Arrupe”
“La ocasión más obvia es que parece que finalmente ha llegado la hora del reconocimiento eclesial de este gran hombre, vetado por la cúpula de la Iglesia durante décadas, con la apertura del proceso de canonización el 5 de febrero de 2019”
“Era al mismo tiempo alegre y sobrio, delicado y cordial, magnético y cercano, sencillo y exquisito, asceta para sí mismo y cariñoso con los demás, provisto de un excelente sentido del humor”
“Fue en cierto modo un precursor del papa Francisco en su lucha a favor de los más pobres y olvidados de este mundo”
“Afortunadamente la causa de Arrupe no va meteórica, como otras que han causado recientemente ciertas perplejidades. No hay prisa. La hornacina no le viene mal, pero Arrupe ya es seguido y reconocido en todo el mundo sin ser oficialmente santo”
Se podría decir que Pedro Arrupe sedujo a Pedro Miguel Lamet desde aquel ya lejano mes de agosto de 1983, cuando el entonces periodista vivió una experiencia que le marcaría para siempre: “Entrevistarme durante quince días con un santo”. Desde entonces, Lamet ha publicado más de 50 libros y ha reeditado varias veces la biografía de Arrupe, que ahora, en ‘Amén y aleluya. Vida y mensaje de Pedro Arrupe’ (Editorial Mensajero) presenta por su lado ‘más espiritual’, de místico que “tenía conocimientos extrasensoriales de las personas y el don de la profecía”.
A juicio de Lamet, el padre Arrupe “era al mismo tiempo alegre y sobrio, delicado y cordial, magnético y cercano, sencillo y exquisito, asceta para sí mismo y cariñoso con los demás, provisto de un excelente sentido del humor”. Y cree, además, que “fue precursor de Francisco” y que “en Francisco se está cumpliendo la profecía de Arrupe”.
Por eso, el escritor está convencido de que “ha llegado la hora del reconocimiento eclesial de este gran hombre, vetado por la cúpula de la Iglesia durante décadas, con la apertura del proceso de canonización el 5 de febrero de 2019“. Y, aunque no haya todavía milagros reconocidos a su intercesión, Lamet cree que “no hay milagro mayor que el que un hombre de Dios siga convirtiendo, entusiasmando y provocando seguimiento de Cristo incluso heroico después de muerto, como si estuviera vivo“.
Eso sí, tampoco quiere que sea un santo exprés: “Afortunadamente la causa de Arrupe no va meteórica, como otras que han causado recientemente ciertas perplejidades. No hay prisa. La hornacina no le viene mal, pero Arrupe ya es seguido y reconocido en todo el mundo sin ser oficialmente santo”
Arrupe y Lamet en los años 80
– ¿Por qué otro libro sobre Arrupe? ¿Tenías cosas nuevas que contar o querías centrarte especialmente en su alma y en su espiritualidad?
– Mi trayectoria con esta obra ha sido larga. Mi sueño hace más de cuarenta años era escribir esta biografía. Pero cuando Arrupe era el general mediático y en la cresta de la ola, los superiores me lo negaron. Hasta que cayó enfermo de trombosis y en desgracia del Vaticano, como todo el mundo sabe, en 1981. Entonces fue el provincial de España, a la sazón Ignacio Iglesias, quien, por iniciativa propia, en 1982 me llamó y me pidió que comenzara a trabajar en la proyectada obra, subrayando que era urgente ir a entrevistarle en la enfermería de la curia generalicia de Roma antes de que perdiera la facultad del habla ya bastante mermada por un ictus cerebral al regresar de Tailandia y Filipinas.
A partir de entonces me dediqué a investigar su vida durante cinco años en Roma, Japón y el País Vasco para preparar su biografía. De este modo, en octubre de 1989, el libro estaba en la calle en una editorial laica, “Temas de hoy”, y en la misma colección en que salían las biografías de Felipe González, los Albertos, Mario Conde…, y lentamente, aunque de forma implacable y sobre todo por el sistema de “boca a boca”, más allá de las expectativas de los editores ante la “vida de un cura”, ha venido reeditándose, con varias actualizaciones y títulos, hasta quince veces en diversas editoriales, formatos y lenguas. Recibí y sigo recibiendo numerosas cartas sobre su contenido, entre ellas las de algunos obispos, como la que me envió en su día el famoso cardenal Vicente Enrique y Tarancón, gran defensor y amigo de Arrupe, que alababa el libro y la capacidad de evocación del personaje con estas palabras: “Lo he leído con placer y entusiasmo. Se ve que eres poeta”. Lo que sí puedo decir es que intenté desde la emoción y frescura del momento presentar su vida y personalidad con la mayor autenticidad posible, y es a él, a mi biografiado, a la fuerza de su figura humana y espiritual, a lo que atribuyo el éxito del libro.
¿Que por qué ahora esta nueva obra? La ocasión más obvia es que parece que finalmente ha llegado la hora del reconocimiento eclesial de este gran hombre, vetado por la cúpula de la Iglesia durante décadas, con la apertura del proceso de canonización el 5 de febrero de 2019. Era la ocasión para reescribir mi obra, aligerarla de aparato crítico con intención de acercarla más al pueblo, profundizar en su itinerario espiritual, centrarla en el proceso interior de este gran hombre de Dios. Con este fin he añadido después de cada capítulo sugerencias para la reflexión y oración, una especie de “repetición ignaciana” para interiorizar mejor su vida y mensaje.
Poema de Lamet a Arrupe
– ¿El haber conocido a Arrupe en una larga entrevista a fondo marcó tu vida?
– La primera vez que le vi fue cuando yo era novicio, en una conferencia que nos dio sobre su experiencia con la bomba de Hiroshima. No imaginaba que iba a ser llamado personalmente por él para hacerle “de negro” en la redacción de un programa radiofónico destinado a Latinoamérica que fue grabado bajo mi dirección por el propio Arrupe en Radio Vaticana sobre “Las siete palabras de Cristo en la cruz”. También trabajé en la Oficina de Prensa de su viaje a España, le entrevisté para “Vida Nueva” y tuve el privilegio de que presentara en Verdú mi biografía de san Pedro Claver. La fascinación por Arrupe era entonces algo frecuente entre sus súbditos. Tanto que le pedíamos fotos dedicadas, cosa insólita en un superior.
Pero en agosto de 1983 viví una experiencia única, inolvidable, que me marcaría en mi vida de hombre, de jesuita y escritor: entrevistarme durante quince días con un santo. No fue un momento fácil. La Compañía estaba bajo vigilancia, en “estado de excepción”, gobernada por dos delegados de Juan Pablo II y con su proceso constitucional interrumpido. Arrupe se hallaba desautorizado y enfermo del ictus cerebral. Sí, efectivamente, puedo confesar que aquel encuentro se convertiría una de las vivencias más cruciales e impresionantes de mi vida, en una enorme gracia, una certeza interior de estar junto a un hombre de Dios, un místico, como he narrado repetidas veces y vuelvo a hacer en este libro.
– ¡Te has convertido, sin duda, en el ‘arrupólogo‘ más experto del mundo!
– Eso, la verdad, me importa bien poco. Quizás sea cierto que soy la persona que más tiempo le ha dedicado y que ha conseguido que mejor se le conozca entre la gente. Pero solo me veo como un mediador entre Arrupe y los lectores. Es él quien sigue actuando de forma admirable, cambiando vidas. Al final de las conferencias que he dado sobre él o después de haber leído mi biografía, muchas personas se me acercan o me escriben cartas para contarme que Arrupe les ha transformado, les ha empujado a seguir una vocación o al compromiso cristiano con la fe y la justicia. Lo mismo ocurre con Amén y aleluya. Después de cuarenta años Arrupe parece seguir teniendo una gran acogida entre los nuevos lectores; según me llegan ecos, a la gente le llega dentro. Nuevas generaciones acceden a él, quizás por una razón, porque se adelantó a un tiempo que es el que precisamente ahora estamos viviendo
– ¿Cómo era Arrupe por dentro? ¿Lloraba, se quejaba, contaba chistes?
– Un ser humano muy completo, lo que en la vieja tipología de Hartman se denominaba “carácter apasionado” (emotivo, activo, secundario). Era al mismo tiempo alegre y sobrio, delicado y cordial, magnético y cercano, sencillo y exquisito, asceta para sí mismo y cariñoso con los demás, provisto de un excelente sentido del humor. Tanto, que su talante vital puede describirse por anécdotas. Baste citar la del viajero, que sin saber que era Arrupe, se sentó a su lado en el avión y, al enterarse de que era jesuita, puso a caldo al nuevo general por “estar destruyendo la Compañía”. “¿Qué opina usted de él?”, preguntó. A lo que don Pedro respondió con una sonrisa: “Arrupe y yo estamos íntimamente identificados”.
Con una trayectoria providencial, llevado de la mano de Dios desde niño, gracias a familia cristiana vasca tradicional, la orfandad temprana de madre y padre, el contacto con la pobreza del cinturón de Madrid cuando estudiaba Medicina, dos milagros en Lourdes, un noviciado ejemplar, la expulsión de España, su vocación al Japón, su inculturación, la bomba atómica, un provincialato internacional, el Concilio, su elección a general, un duro posconcilio e inspiraciones osadas y proféticas, su calvario, muerte y resurrección, Dios le preparó para ser un hito en la historia contemporánea de la Iglesia.
¿Por dentro? El hombre que entrevisté en Roma era transparente. Desde su piel fina emanaba presencia de Dios. Despojado de todo, – el que hablaba nueve lenguas solo podía hacerlo en español, y los nombres propios por señas-, era sin duda el hombre del amén y el aleluya. Sus últimas palabras: “Para el presente amén, para el futuro aleluya” dan título a mi libro. Con un “así sea al ahora”, aceptaba un calvario físico y espiritual, provocado por las medidas de san Juan Pablo II, y una alegría esperanzada para el futuro. Decía su enfermero, el hermano Rafael Bandera: “Cuando entraba en su cuarto, solo con mirarlo y estar unos minutos junto a él, todo mi interior entraba en paz. Dios le había dado ese carisma: dar paz, contagiarla por su gran fe y amor a Cristo y la Compañía”. No se quejaba. Lloraba sí, pero nunca se sabía si era de dolor o consolación
– ¿Qué hacía para salir de sus noches oscuras?
– En mis encuentros recorrí su vida con él: risas, miradas soñadoras, dolor. Recuerdo que un día lo encontré más alicaído. Se impresionaba mucho con el recuerdo de las personas concretas, afectadas por la bomba atómica. Y repetía una y otra vez: “¡Ha sido una cosa única! ¡Qué bonito, padre!”. Pero tenía mucho interés en hablar de los últimos años: “¡Aquí solo con Dios, solo, solo…, todo roto, todo inútil!”. Le dije cómo muchos lo consideraban un profeta de nuestro tiempo y le admiraban en todo el mundo. Entonces sonreía, entre desprendido y sufriente.
Sobre las ocasiones difíciles de su generalato me dijo de sí mismo: “Pobre hombre: Hay que sufrir y ofrecerlo. Es la vida. Dios está más allá de todo. Siempre alegría en el Señor. Mi vida es estar en Dios. Tenemos que ver a Dios en todo. Yo no entiendo esto. Pero debe ser de Dios, de su providencia… Es algo muy especial. Para mí muy bien. Pero ¿y para la Compañía? Tiene que ser cosa de Dios. De vez en cuando siento una fuerza muy especial”. Me confirmó la luz sentida en su enfermedad, cuando estaba en el hospital. Con los ojos cerrados, se dio la vuelta y cogió el rosario: “De esto: mucho, mucho, mucho. ¿Hasta cuándo? Yo no sé. Espero, espero. Para mí nada, nada, nada. (Lo decía muy expresivamente, con enorme sentido trágico). Arriba, Dios trino. Luego, el Corazón del Señor, y este pobre. El Señor me da su luz. Yo quiero darle todo al Señor. Todo es muy difícil. Es lo que Dios permite. Algo especial que nos ha enviado de una manera muy rápida. Bendito él, benditos sean los hombres”. (Utilizaba el término hombres para referirse a los jesuitas). “Pero es tremendo, tremendo”. Lo decía con fuerza, pronunciando mucho una erre muy vasca. “Más que nunca, en las manos de Dios”.
Tras el ictus cerebral Arrupe es trasladado del hospital a una habitación pobre y desnuda de la enfermería, no diferente de las de otros enfermos, de la Curia SJ. Comienza la larga noche oscura del padre General. Nombra vicario a Vicent O´Keefe. El 6 de octubre se presenta el Secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli. Pide entrevistarse a solas con el enfermo. Le entrega una carta del papa por la que interrumpía el curso institucional de la Compañía nombrando delegados suyos en la Orden a los padres Dezza y Pittau (el primero, octogenario confesor de dos papas; el segundo, conocido por sus atenciones al papa Wojtyla como provincial del Japón). El enfermero hermano Bandera no quiso dejarlo solo. Cuando O’Keefe entró, se lo encontró llorando. Según el enfermero, le pidió que le llevara al cuarto del anciano Dezza, pero el hermano le disuadió y le dijo que, siendo aún general, Dezza debía venir a verle a él. Según sus apuntes, Bandera oyó que Arrupe exclamó: “Dios así lo quiere, hágase su voluntad. Dios tiene sus caminos, es grande”. “Pasó treinta minutos (creo que sufrió mucho), cuando su rostro y sus ojos volvieron a ser los de siempre: sonrisa, serenidad, paz profunda”
– Dices, por ejemplo, que nunca se enfadaba. ¿Es posible algo así en un personaje con tanta responsabilidad?
– Hay un secreto para explicarlo: Después de su muerte se encontró en el reclinatorio de su cuarto una estampa del Corazón de Jesús. Detrás constaba algo insólito, que muy pocos santos han hecho en su vida: un voto de perfección realizado al parecer en Estados Unidos durante el año que hizo la Tercera Probación jesuítica y visitaba a presos en el Corredor de la Muerte. Consiste en, entre dos opciones de vida, elegir siempre la más perfecta. Y lo cumplía, incluso cuando sabía quién era su Judas: su secretario personal jesuita que le traicionaba revelando en la curia vaticana asuntos secretos de su cargo. Sin embargo, nunca lo relevó de su cargo.
– ¿Llegó a tener experiencias místicas: éxtasis, levitaciones…?
Por su modestia creo que no comunicó a nadie sus dones místicos, aunque muchos de sus compañeros estaban convencidos de ello. A mí, cuando le pregunté si su oración era occidental u oriental, me confió que su modo de oración era “total”. Varios testigos lo confirman, especialmente en los últimos tiempos. El hermano Bandera afirma que se transfiguraba en la oración y la misa como si no estuviera en este mundo.
Juan Pablo II y Arrupe. ¿Alguien se imagina un santo don esa mirada aviesa y cruel?
Pedro Arrupe, según me confesó él mismo, experimentó cuatro iluminaciones o ilustraciones en su vida, por las que vio todo claro:
De estudiante en Oña, cuando escuchó una voz que le dijo: “Tú serás el primero” (Profecía de su futuro generalato).
En Cleveland durante la “tercera probación”, posible fecha de su voto de perfección. “Comenzó para mí un mundo nuevo”.
En Hiroshima, cuando el reloj se paró tras la explosión de la bomba atómica y experimentó “el no tiempo“.
En la toma de decisiones de especial importancia: la opción por la justicia como una consecuencia de la fe. “Lo vi claro delante de Dios. Los jesuitas teníamos que dar ese paso. Fue algo precioso, bonitísimo” (Me lo comunicó con al rostro transportado).
Tenía conocimientos extrasensoriales de las personas. Casi todos los jesuitas se sentían percibidos y comprendidos antes de contarles nada. A mí, trabajando en Roma como periodista a la puerta del Sínodo, un día en que me sentía especialmente deprimido, me lo adivinó sin decirle yo nada, y en vez de darme la mano normalmente, me la cogió de lado y la apretó con cariño y firmemente.En la última entrevista en Roma me dijo: “Lo veo todo claro”. “Sí, todo claro. Veo un mundo nuevo. Servir a Dios. Todo por el Señor”. “¿Y antes, en las ocasiones difíciles, también?”-pregunté. “También”, me respondió. Leer más…
Sarcófago con retrato femenino. Siglo IV
El valor de anunciar a Cristo
La vida religiosa tal como la conocemos hoy -tanto la contemplativa como la activa- ha evolucionado a lo largo de dos milenios
En este último de cuatro artículos, Christine Schenk analiza qué pudo haber llevado a las mujeres del cristianismo primitivo a ser contribuyentes activas de la edificación de la Iglesia
| Christine Schenk CSJ
(Vatican News).- Como se relata en los tres artículos anteriores de esta serie, la evidencia que nos llega de la iconografía y las inscripciones en las tumbas sobre las mujeres del cristianismo primitivo, junto con los escritos contemporáneos sobre las “madres de la Iglesia”, todo esto demuestra que las mujeres han ejercido formas de gobierno en el servicio como viudas inscritas (en el catálogo de viudas), diaconisas, guías de iglesias domésticas y monasterios, evangelistas, maestras, misioneras y profetisas.
En muchos casos, las mujeres han gobernado a otras mujeres aunque hay excepciones relevantes como la de la diaconisa Marthana de Seleucia (Turquía), que gobernó un monasterio doble en el sitio del martirio de Santa Tecla. Estas mujeres del cristianismo primitivo testificaron y predicaron libremente a pesar de la fuerte oposición de los hombres del cristianismo primitivo.
Cómo las mujeres han superado a la oposición
Uno podría preguntarse con razón de dónde vino esa fuerza y autoridad interna que llevó a las mujeres de la Iglesia primitiva a ignorar los intentos de silenciarlas. Creo que lo que impulsó a las mujeres a hablar en lugar de permanecer en silencio fue su fe en el Cristo resucitado.
El sarcófago que vamos a examinar proporciona una pista de cómo al menos una mujer cristiana (a la que llamaremos Junia, ya que se desconoce su verdadero nombre) entendió cuál era la fuente de su autoridad interior.
En el centro de la figura 1, Junia tiene en la mano izquierda un código mientras la derecha se levanta en gestos de orador. A sus dos lados, escenas bíblicas que representan (de izquierda a derecha): Dios Padre con Caín y Abel; Cristo con Adán y Eva; la curación del paralítico; la curación del ciego de nacimiento; el milagro de Caná y la resurrección de Lázaro. Unos años antes de su muerte, Junia, o su familia, había encargado este sarcófago esculpido de forma única, para conmemorarla a ella y a los valores que habían plasmado su identidad.
Cuando Junia muriera, su sarcófago sería llevado a su casa donde ella estaría expuesta durante siete días para que familiares, clientes y amigos pudieran rendirle homenaje y admirar asombrados su memorial esculpido con tanta pericia: entrarían en un espacio liminal para meditar sobre su vida, sus valores, sus convicciones e, inevitablemente, sobre el significado de la vida y la muerte.
“Junia deseaba que sus seres queridos entraran en un espacio liminal para experimentar el poder de Cristo para revertir los efectos de la caída, con la curación del ciego y el lisiado, proporcionando vino en abundancia en el nuevo Reino de Dios y despertando a Lázaro (y Junia) de entre los muertos”
En un artículo publicado en 2004, la Dra. Janet Tulloch, especialista en artes figurativas del cristianismo primitivo, señaló que el arte antiguo podía considerarse como un discurso social destinado a “atraer al observador como si fuera un participante” y que el arte se entendía “para interpretar significados, no simplemente para incorporarlos”. Según el criterio de la Dra. Tulloch, por lo tanto, es razonable pensar que Junia deseaba que sus seres queridos entraran en un espacio liminal para experimentar el poder de Cristo para revertir los efectos de la caída, con la curación del ciego y el lisiado, proporcionando vino en abundancia en el nuevo Reino de Dios y despertando a Lázaro (y Junia) de entre los muertos.
¿Dónde había encontrado, Junia, la autoridad para dar testimonio y enseñar a Cristo? Una sugerencia puede darnos la expresión de su rostro, esculpido cerca del de Cristo que se inclina hacia ella, con la boca abierta, como si estuviera murmurando algo en su oído (fig. 2). Junia y su familia querían que fuera recordada como una persona que había enseñado con la autoridad de Cristo. Las personas que la lamentan no solo se comunican con la difunta Junia, sino también con el Cristo que sana y levanta a través del significado evocado y “realizado” por el arte en su sarcófago. Junia exhorta a los vivos a abrazar a Cristo que ha autorizado su ministerio y del que ella da testimonio incluso más allá de la muerte.
Los siguientes mujeres pioneras
Estas mujeres del IV son precursoras de las religiosas monásticas y apostólicas de las épocas posteriores, que confiaban en el poder de Cristo para traer curación y justicia, a pesar de la fuerte oposición a la que se enfrentaban. Por ejemplo, el nacimiento y el desarrollo de la educación pública y de los hospitales -en Occidente y en el Sur del mundo- puede atribuirse a órdenes de religiosas que se negaron a ser encerradas en un convento para ser libres de asistir a los enfermos, a los pobres y a los analfabetos.
Clara de Asís escribió la primera regla monástica para mujeres: nunca más su comunidad habría confiado en las dotes de los ricos. Y eso significaría que todas sus hermanas serían iguales. El obispo le opuso una tenaz resistencia y solo cedió cuando Chiara se encontró en su lecho de muerte. A pesar del miedo a la Inquisición, Teresa de Ávila indicó nuevos caminos para experimentar la presencia de Dios en el centro de nuestra existencia y en las instituciones y sacramentos de la Iglesia. Durante la epidemia de la Estrella de la Muerte, Juliana de Norwich proclamaba un Dios misericordioso que no condenaba a la condenación eterna a los que morían antes de haber recibido la absolución, como en cambio la Iglesia enseñaba en aquel tiempo. “Todo irá bien, todas las cosas irán bien“, les decía a sus conciudadanos desesperados. En general, los Doctores de la Iglesia-mujer, como Teresa de Ávila, Hildegard von Bingen, Teresa de Lisieux y Catalina de Siena, daban testimonio de un Dios de la misericordia más que del juicio.
“El nacimiento y el desarrollo de la educación pública y de los hospitales -en Occidente y en el Sur del mundo- puede atribuirse a órdenes de religiosas que se negaron a ser encerradas en un convento para ser libres de asistir a los enfermos, a los pobres y a los analfabetos”
“En general, los Doctores de la Iglesia-mujer, como Teresa de Ávila, Hildegard von Bingen, Teresa de Lisieux y Catalina de Siena, daban testimonio de un Dios de la misericordia más que del juicio”
Los relieves esculpidos en la tumba de nuestra antepasada “Junia” nos permiten intuir que su experiencia de comunión con Cristo resucitado fue fundamentalpara su predicación y enseñanza, a pesar de las advertencias de permanecer en silencio. En la larga historia del cristianismo -y quizás en particular en la historia de las órdenes religiosas femeninas- la cercanía de Cristo ha ayudado a los creyentes a superar obstáculos aparentemente imposibles, alentándolos a afrontar riesgos para nuestro Abba, Dios-Padre, cuyo amor -al final- reinará tanto en la tierra como en el cielo.
Fuente Religión Digital
¿Dónde está la indignación por las vidas de Chevy Hill y Black Trans?
Hoy quiero hablar sobre el Justo Torrence “Chevy” Hill. Como propietario de Evolusion, el primer y único salón de servicio completo dedicado a LGBT en Atlanta, Georgia, Hill era un pilar en su comunidad. Trágicamente, fue asesinado en Atlanta el 29 de febrero. Un amado hijo, hermano, socio y padre, su pérdida se siente profundamente en Atlanta. Su familia trans en todas partes también debería sentirlo profundamente. Desafortunadamente, los informes sobre su muerte son escasos y su historia prácticamente no ha sido contada en línea.
Un telón de fondo de pérdida
Parece que la pérdida se está convirtiendo en la norma. Cuando abrimos nuestros teléfonos, las personas queer y trans se preparan para la tragedia. Este año no ha sido menos devastador que los años anteriores. En febrero lamentamos colectivamente la pérdida de Nex Benedict, un adolescente indígena no binario de Oklahoma. Ahora vemos conmocionados cómo salen a la luz los detalles de la desaparición y muerte de James Moen.
Probablemente ya hayas oído hablar de la muerte de Nex. Su rostro fue ampliamente compartido en las redes sociales y las conversaciones sobre las circunstancias de su muerte continúan hoy. Este nivel de ira e indignación está totalmente justificado. La muerte de Nex subraya las muchas fallas del sistema escolar en lo que respecta a los jóvenes trans. Sin mencionar la cantidad desproporcionada de violencia a la que están sujetos los pueblos indígenas en los Estados Unidos.
A pesar de esto, no todas las muertes trans se reportan por igual. La muerte de Hill también subraya una falla sistémica, que merece tanta indignación como la de Nex. Hill es la tercera persona trans negra asesinada en Atlanta en un año. Ashley Burton y Rasheeda Williams fueron asesinadas en Atlanta el pasado mes de abril.
La muerte de Hill
Los detalles que rodearon el asesinato de Hill aún no se han revelado en su totalidad. Hill, conocido cariñosamente por sus amigos como “Chevy” y “TK”, fue el visionario detrás de Evolusion, un salón dedicado a transformar la experiencia tradicional de la barbería en un santuario de afirmación y seguridad para los jóvenes negros queer. Esta misión fue destacada por el grupo de derechos trans negros con sede en Atlanta, Solutions Not Punishment Collaborative (SnapCo), que reconoció los esfuerzos de Hill.
En un comunicado, la directora ejecutiva de SnapCo, Toni Michelle, les dijo: “A medida que los detalles de la muerte de Hill aún se están desarrollando, nuestro enfoque es apoyarnos mutuamente, a sus amigos y a la familia elegida aquí en Atlanta mientras procesamos nuestro dolor”.
¿Que pasa ahora?
Ante esta pérdida y falta de reconocimiento, desconectarse por completo es fácil. Momentos como estos nos llaman a solidarizarnos con quienes están de luto y tomar medidas para fomentar un cambio significativo. Hacemos esto en honor a personas como Chevy Hill.
Siga a los activistas y defensores negros trans y queer que informan sobre estas historias, incluso cuando los principales medios de comunicación no lo hacen. Devin-Norelle, Yves Mathieu, Qween Jean y Kayden X Coleman son un excelente punto de partida. Amplifique estas historias cuando las vea de cualquier forma que pueda. Done y apoye a organizaciones, como SnapCo, que trabajan para proteger a las personas negras queer.
Finalmente, puedes firmar el compromiso de SnapCo de proteger a las personas negras y trans. Toma nota de estas palabras y comprométete a proteger a los más vulnerables a la violencia anti-trans.
Tras la muerte de Hill, el salón expresó su dolor en Facebook y afirmó: “Las amables palabras y los recuerdos compartidos hacen sonreír a nuestros corazones y alivian el dolor. Sabemos la increíble persona que era Righteous, pero ver el lugar que ocupa en el corazón de ustedes trae algo de alegría a nuestros días difíciles”.
El modelo y activista Yves Mathieu recurrió a Instagram para reflexionar sobre la vida y el legado de Hill. Mathieu enfatizó: “Al crecer como jóvenes negros queer, la experiencia de la barbería a veces puede ser un espacio difícil de ocupar, esto fue algo que Chevy entendió y quería cultivar un espacio de seguridad donde también se pueda obtener la apariencia y el estilo afirmativos. quieres, y él hizo exactamente eso”.
Fuente GayVox.fr
Un hombre en Woodstock, Nueva York, fue sentenciado esta semana a dos a cuatro años de prisión por crímenes de odio contra LGBTQ+.
En diciembre, Shayne Wilber, de 31 años, se declaró culpable de amenaza en segundo grado y agresión en tercer grado. Los cargos por delitos menores fueron elevados a delitos graves de odio, según informes de la Middletown Times Herald- Record reports.
En abril de 2023, Wilbur gritó insultos homofóbicos a otro hombre en un bar del condado de Ulster después de enterarse de que era gay, según la oficina del fiscal de distrito del condado de Ulster. Wilbur arrojó un objeto a la víctima, hiriéndole el labio, antes de saltar sobre la barra y atacarlo físicamente mientras blandía un cúter.
Como parte de su declaración de culpabilidad, Wilber admitió que atacó a la víctima anónima debido a su orientación sexual.
El viernes, el juez del tribunal del condado Bryan Rounds condenó a Wilber a dos a cuatro años de prisión estatal. Wilber, que ya estaba bajo la supervisión del Departamento de Libertad Condicional del condado de Ulster en el momento del ataque, también tuvo que escribir una carta de disculpa a la víctima y a la comunidad.
En un comunicado, el fiscal de distrito adjunto Paul Derohannesian, quien procesó el caso, dijo que la víctima se había mudado a la comunidad de Hudson Valley “porque creía que sería aceptado por lo que es en base a nuestros valores”.
“Es profundamente preocupante que haya sido atacado de esta manera insidiosa en público, poniendo en peligro la seguridad de otros clientes y exponiéndolos a las odiosas creencias (de Wilber)”, dijo Derohannesian.
“El condado de Ulster se enriquece con la diversidad de su gente, sus ideas, sus orientaciones e ideologías religiosas, sociales y políticas”, añadió el fiscal de distrito del condado de Ulster, Emmanuel Nneji. “Cualquier persona que tenga alguna idea de cometer un delito de odio en este condado debe ser notificado de que será procesado en la mayor medida permitida por la ley”.
Fuente LGBTQNation
Recordatorio
Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.
Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.
El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.
Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada.
no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.
Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.
Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.
Comentarios recientes