Transfigurado (Tabor), Desfigurado (Calvario), Resucitado
Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre:
1.- TEOFANÍAS. (TEO: DIOS / FANO: MOSTRAR)
El relato de la Transfiguración se sitúa en el ámbito de las Teofanías (manifestaciones de Dios) del Antiguo Testamento.
La transfiguración es un relato de revelación con semejanzas al del bautismo de Jesús en el trío Jordán en el que también se oye una voz que dice: “Este es mi hijo amado, escuchadle”.
Por otra parte el texto de Transfiguración es como un mosaico de símbolos y alusiones religiosas:
+ La montaña como lugar cercano a los cielos donde habita Dios).
+ La nube es el signo de la presencia y protección de Dios al pueblo. Cuando las tribus hebreas caminaban por el desierto, la nube de Dios les protegía del rigor del sol.
+ La luz: el rostro resplandeciente, los vestidos refulgentes es el ámbito de Dios.
+ Las “tiendas” hace alusión a la fiesta de las tiendas en las que los judíos se encontraban con Dios.
+ La voz: Este es mi Hijo, escuchadle.
2.- JESÚS SE TRANSFIGURÓ.
El relato de la Transfiguración no es un hecho espectacular, histórico, sino que es expresión de la experiencia del encuentro de aquellos tres discípulos con JesuCristo.
Jesús era hombre como cualquier otro. Humana e históricamente hablando Jesús era un judío del siglo I en el que no era fácil ver en él a Cristo como expresión, como hijo de Dios
¿No es éste el carpintero, el hijo de María, y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿No viven sus hermanas aquí con nosotros? (Mc 6,3).
De hecho la mayor parte de los contemporáneos y conciudadanos de Jesús no vieron, no creyeron en Jesús como Cristo, sino como el hijo de María…
Los discípulos para intuir en Jesús a Dios, al hijo de Dios, tuvieron que dar pasos y procesos de fe.
El relato de la Transfiguración está ubicado inmediatamente después del acto de fe de Pedro. «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»
La Transfiguración acontece únicamente en la fe, por tanto para quien es creyente.
Desde la experiencia de Jesús llegaron a creer en Cristo. Desde la materialidad de las palabras y acontecimientos de Jesús, llegaron a intuir y creer que aquel hombre, Jesús, era expresión de Dios: Este es mi Hijo amado, escuchadle.
03.- TRANSFIGURAR LA VIDA.
La vida es más amplia de lo que vemos o palpamos.
Jesús, -el encuentro con Jesús- les ayudó a ver la existencia humana abierta a toda la realidad, que es más amplia que la mera materialidad.
Como personas inteligentes (homo sapiens) y como creyentes, los seres humanos tenemos la capacidad, la noble capacidad de transfigurar la vida, las realidades de la vida. Los símbolos son “pequeñas o grandes” transfiguraciones.
Transfigurar es transcender las realidades de la vida.
El cristiano -y en gran medida el ser humano- vive las mismas realidades que todo el mundo, pero las vive de modo transfigurado desde la voz que resuena en el monte Tabor.
+ Un regalo: un libro, un DVD tiene más significado que la mera materialidad del regalo. Un regalo queda transfigurado y significa afecto, amistad, agradecimiento.
+ Los seres humanos comemos, pero las comidas humanas no son la mera ingestión de unos alimentos sino que quedan transfiguradas en encuentros, amistad, amor, fiesta, celebración.
+ La sexualidad humana no es mera genitalidad zoológica, sino que es encuentro, amistad, amor.
+ Es también el caso del arte, de la estética: en el fondo es una transfiguración del hierro, de la madera, de la piedra, del lenguaje, de los sonidos, que nos transportan un “paso más allá”.
+ Cuando escuchamos una misa de réquiem, quizás evocando la muerte de los seres queridos, nos transporta, nos transfigura, nos lleva a otras realidades que se llaman recuerdo, amor, esperanza, casa del Padre, cielo, etc.
+ Un atardecer, un encuentro, una oración pueden transfigurar nuestro ser, nuestra existencia hacia la verdad, la bondad o la belleza.
+ Nos llegará la noche, la noche de la transfiguración, que dijo Pablo VI en sus últimos momentos
Así pues, cuando alguien te enseñe las estrellas, no te quedes mirando el dedo: mira al cielo, al horizonte.
Transfiguremos la vida, los acontecimientos, las realidades de la vida
04.- ¿NOS HEMOS VUELTO INTRANSCENDENTES?
Una sociedad, una etapa cultural que no transfigura, una ideología y una iglesia que no transciende las realidades de la vida, se vuelve intranscendente y superficial.
¿No será este el caso del momento que estamos viviendo? Quizás hoy en día no se da ya el ateísmo, sino la intranscendencia.
Vivir es transfigurar la existencia, transcenderla.
Antonio Machado, Pío Baroja, M Unamuno, Juan R Jiménez, Gabriel Celaya, Jorge Oteiza, Joan Manuel Serrat, Paco Ibáñez y tantos otros, no han sido personas (poetas, cantantes, escultores etc.) o no son personas especialmente religiosas, pero sí personas capaces de transformar, de transfigurar, de sugerir una Palabra de verdad, de bondad, de estética, de ideales, valores, caminos…
05.- EL TRANSFIGURADO VA A SER DESFIGURADO.
Jesús está subiendo a Jerusalén en vísperas de ser crucificado.
Del monte Tabor Jesús subirá a otro monte: al Calvario, al sufrimiento de la vida, pero al final está la Transfiguración de la Resurrección.
El Viernes santo leeremos los cantos del Isaías sobre el siervo de Dios: no tiene aspecto humano, humillado, desfigurado …
El mismo desfigurado es quien se ha transfigurado.
¿Cómo dar respuesta y salida a lo que se avecinaba, a la cruz del Calvario y a todos nuestros “calvarios”, a nuestra muerte?.
La única forma que tiene Jesús de romper la barrera de la crucifixión y de la muerte es hacer ver a los suyos que tras la barrera de la muerte está la vida. Antes de “desfigurarse”, Jesús se transfigura. El relato de la Transfiguración tiene una función pedagógica. Es un relato de resurrección; la vida es la transfiguración de la muerte.
Entonces una luz les embargó y vivían en paz: se está bien aquí, en la fe.
Este es mi Hijo amado, escuchadle.
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