Elliott Barnhill

La publicación de hoy es del colaborador invitado Elliott Barnhill (él/ellos). Elliott es estudiante del United Theological Seminary of the Twin Cities, donde sus estudios se centran en los temas queer y trans que se encuentran en la teología histórica cristiana, la espiritualidad y el arte devocional. Son católicos practicantes y les apasionan las resonancias entre la historia católica y los movimientos de liberación LGBTQ. Vive en Minneapolis, Minnesota.

Noviembre, para los católicos, es conocido como el mes en el que nuestras oraciones se centran en los muertos. Comenzamos con el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre, cuando recordamos a los muertos que rezan por nosotros. En el Día de los Difuntos, el 2 de noviembre, recordamos a todos los que han fallecido. Noviembre es el mejor mes para reconocer e interactuar con los difuntos.

El 20 de noviembre también es cuando muchos miembros de la comunidad LGBTQ celebran el Día del Recuerdo Transgénero. El Día del Recuerdo Trans fue declarado en 1999 y es un día en el que reconocemos, recordamos y lamentamos a los miembros de la comunidad trans que han desaparecido a causa de la violencia durante el año pasado. Puede que el día no sea religioso, pero su propósito y observancia son muy familiares para muchos católicos LGBTQ.

Como personas LGBTQ, sabemos la importancia política y personal de reconocer a las personas que perdimos debido a la violencia anti-trans. Es necesario nombrar a los miembros de nuestra comunidad que han muerto porque la ideología anti-trans está omnipresente en nuestra sociedad. Al recordar a nuestros muertos, podemos aprovechar la ira y el miedo que conlleva recordar la causa de sus muertes. Podemos honrar la memoria de estas personas, en su mayoría mujeres BIPOC y transfemeninas, luchando contra la intolerancia que causó sus muertes violentas. También sabemos lo fácil que es para algunos deshumanizar a las personas trans, especialmente a las mujeres trans. En el Día del Recuerdo Trans, afirmamos la dignidad, la humanidad y el valor de esas vidas que hemos perdido, y prometemos no permitir que sus vidas sean olvidadas.

Como católicos, conocemos la importancia espiritual de honrar a los difuntos. Sabemos que debemos recordar y honrar a las personas que hemos perdido, para que podamos seguir siendo nosotros mismos y seguir siendo humanos. Recordar a los muertos es una de esas prácticas católicas que nutre nuestra salud espiritual. Incluso veneramos a los muertos como honramos a los santos que creemos que nos protegen en el cielo. Los católicos también valoran la importancia espiritual y personal de orar por cualquier miembro de nuestra familia humana que haya muerto. Las personas siguen siendo importantes para nosotros después de su muerte y orar por ellas tiene valor para nuestras vidas presentes. Orar por los muertos nos recuerda que la muerte no es el fin de la existencia, sino un nuevo comienzo hacia la vida eterna.

Como católicos, las oraciones por quienes han fallecido nos ayudan a renovar nuestro compromiso de defender la dignidad humana de cada persona, especialmente aquellas personas que están marginadas por la sociedad. Jesús vino a ministrar a los marginados y, como seguidores de su camino, estamos llamados a amar y proteger a los marginados.

Como católicos LGBTQ, reconocemos la importancia vital del Día del Recuerdo Trans, especialmente en este momento de la historia, cuando los funcionarios de todos los niveles del gobierno (federal, estatal y local) proponen constantemente más leyes anti-trans.

Si bien el Día del Recuerdo Trans es un llamado a honrar a los muertos, también es un llamado a la acción; en los últimos años, también se lo ha denominado Día de la Resiliencia Trans, para resaltar que las personas transgénero y sus aliados deben enfrentar las amenazas tóxicas. y narrativas dañinas que impregnan nuestra cultura. También es un día para decirle al mundo que haremos todo lo posible para evitar futuras muertes de nuestros hermanos trans. Es un día en el que afirmamos el valor de los futuros trans y nos prometemos a nosotros mismos, a los demás y a aquellos que hemos perdido que siempre recordaremos que las vidas trans son preciosas y sagradas.

En este Día del Recuerdo Trans, oramos por el fin de la violencia anti-trans y tomamos medidas para hacer que nuestro mundo sea seguro para los niños transgénero de Dios.

—Elliott Barnhill, 20 de noviembre de 2023

Fuente New Ways Ministry

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