Asunción: Dios nos libre de quien crea que su patria última es donde ha nacido
Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre:
01.- NOTA PREVIA. EL DOGMA DE LA ASUNCIÓN.
La tradición de venerar a la Virgen proviene de la Iglesia primitiva. El Concilio de Éfeso (año 431) dijo que María era theo-tokos: madre de Dios (la que ha dado a luz a Dios). Sin embargo la definición del dogma de la Asunción es muy reciente. Fue el papa Pío XII, quien el 1 de noviembre de 1950, María, proclamó la madre del Señor fue llevada a los cielos en cuerpo y alma.
Aun puliendo la antropología y cosmología que subyace a esta definición: ¿Cuerpo? ¿Alma? ¿Subir? ¿Cielos espaciales? ¡Cómo no vamos a creer que María terminó con su Hijo, Jesús, en la casa del Padre, en el cielo!
Quizás sea una mera coincidencia, pero la definición de la Asunción la hizo Pío XII el 1 de noviembre, fiesta de Todos los Santos: toda la humanidad estamos llamados con JesuCristo y María a la plenitud del cielo.
La Asunción es, pues, una fiesta de honda esperanza.
02.- UNA FIESTA LLENA de VIDA y alegría.
El relato evangélico de hoy está lleno de vida y alegría:
Isabel dice: “En cuanto vi que me visitabas, me llené de alegría”…
María canta: “se alegra mi espíritu en Dios mi salvador”…
- El encuentro de dos familias, dos mujeres que están gestando “enigmáticamente” dos nuevas vidas: (Isabel es anciana y María es madre de un modo espiritual).
- Bendita entre las mujeres
- La criatura salta de alegría en el seno materno de Isabel
- María canta a Dios: Proclama mi alma
- Se alegra mi espíritu en Dios.
- Le felicitarán todas las generaciones.
Sabemos que la vida tiene dificultades, pero la existencia humana es encuentro, es crear vida, es bendición, es alegría, es felicitarse por las pequeñas -y las grandes- cosas que el ser humano hace. La existencia humana es esperanza.
03.- FIESTA DE ESPERANZA. Esperanza y progreso
La fiesta de la Asunción nos habla de esperanza. Nuestro futuro absoluto es el cielo.
Pensando en voz alta: nuestra civilización ha sustituido la esperanza por el progreso. Confiamos en el progreso pero no tenemos esperanza. Sin embargo el progreso, siendo bueno, no termina de dar razón a nuestras vidas y, menos, a nuestra muerte. El progreso es lo que es y da lo que da de sí. Pero no se puede decir que, porque un caníbal utilice microondas, plato, cuchillo, tenedor y servilleta haya progresado mucho la humanidad.
El futuro absoluto está Dios, o si no, no hay un futuro dotado de sentido.
La idea de progreso de la Ilustración “no llega” a la plenitud. El cielo, el sentido, la realización es un don que no se logra en el “más acá”, sino que es un don, un regalo que nos llega del “más allá”, de Dios.
La existencia dotada de esperanza absoluta vive no fácil, pero sí serenamente las cuestiones de la vida: la libertad, la culpa, la familia, el pueblo, el futuro.
Nuestra meta está en el cielo de la Ascensión de Cristo y de la Asunción de María.
Podríamos decir que la Asunción es como la resurrección de María.
04.- Fiestas de muchas ciudades y pueblos.
Muchos pueblos y ciudades celebramos en este día la fiesta central de la vida comunitaria.
Celebramos los contenidos de la vida: el cumpleaños, un aniversario, un éxito, quizás una guerra. Se celebran contenidos
El mes de agosto es un mes de vacaciones [1], pero no es lo mismo estar de vacaciones –necesarias, por otra parte- que celebrar una fiesta, un contenido. Celebrar, lo que se dice celebrar, celebramos poco o nada. Tenemos más días libres que nunca, pero celebramos menos que nunca.
La fiesta de la Asunción es el contenido de nuestras fiestas de la ciudad, aunque sean más importantes los fuegos y los piratas que la Asunción. Los cristianos disfrutamos de la vida y de las fiestas como todo ser humano, pero con un plus de contenido, de esperanza y de futuro.
05.- UN APUNTE COLATERAL
Se encuentran y se visitan dos mujeres: Isabel y María.
La mujer, la madre, ha desempeñado y desempeña un papel fundamental en la vida familiar, en la educación de los hijos, en la transmisión de la fe. ¿Cómo será la comunicación del Evangelio cuando la mujer, la madre ya no lo haga?
¿Están suficientemente planteadas y pensadas estas cosas en los movimientos feministas, en las leyes sobre la homosexualidad, en el mundo científico, en la misma Iglesia, etc.?
Algunos obispos dicen “tonterías pontificales” cuando, en torno a estas cuestiones, dicen cosas como que “Dios no se equivoca de cuerpo”.
06.- La Asunción.
La Virgen María, Jesús culminaron su existencia en Dios. Algo de eso es lo que significan las fiestas de la Ascensión (Jesús) y la Asunción (María). Habremos de acallar nuestra curiosidad de cómo sea ese final, el cielo. Podemos tener dificultades sobre el cómo será, dónde, cuándo, etc., pero mantengamos firme la esperanza de que “será”. Confiemos en que será.
Nuestro final es el mismo de Jesús y de María: el cielo. También para nosotros se abrió en el cielo la casa de Dios.
[1] La palabra “vacaciones” bien del latín: vacuo: vacío.
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