Aprobada en segunda lectura la ley rusa que prohíbe la cirugía de cambio de sexo
13 de julio (Reuters) – La Cámara Baja del Parlamento ruso aprobó el jueves por unanimidad en la segunda de tres lecturas un proyecto de ley que prohibiría las cirugías de reafirmación de género para personas transexuales.
El proyecto de ley prohibiría a los trabajadores médicos “realizar intervenciones médicas destinadas a cambiar el sexo de una persona”, aunque exime la cirugía para tratar anomalías congénitas en niños.
También prohibiría a las personas cambiar su sexo en los documentos oficiales de identidad y prohibiría a los transexuales adoptar niños. Anularía los matrimonios en los que uno de los cónyuges cambiara posteriormente de sexo.
Los defensores de los derechos de los transexuales en Rusia se han manifestado en contra de la legislación, afirmando que dará lugar a un mercado clandestino de medicamentos hormonales y a un aumento de los intentos de suicidio entre los adolescentes transexuales.
“Se trata de una continuación lógica de las políticas represivas del gobierno ruso, no sólo contra las personas LGBTQI, sino también contra los derechos humanos, la libertad de expresión y la democracia“, declaró a Reuters Nef Cellarius, del grupo de defensa de los derechos LGBT Vykhod (“Salir del armario”).
El pasado diciembre, el Presidente Vladimir Putin firmó una ley que ampliaba las restricciones a la promoción de la “propaganda LGBT“, prohibiendo de hecho cualquier expresión pública de su estilo de vida por parte de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales en Rusia.
Putin ha presentado los derechos LGBT como prueba de la decadencia moral de los países occidentales.
La tercera y última lectura del proyecto de ley que prohíbe la cirugía de género está prevista para el viernes, según el canal Telegram de la Cámara Baja, la Duma Estatal.
El proyecto debe ser aprobado por la Cámara Alta del Parlamento y convertido en ley por el Presidente.
En Rusia, la violencia contra las personas LGBT+ es relativamente común y está alimentada por los conservadores y los círculos religiosos. En marzo pasado, el discurso pronunciado por el Patriarca de Moscú, Kirill, con motivo del Domingo del Perdón, que en Rusia abre la Cuaresma. Kirill dijo que la guerra en Ucrania es una especie de cruzada contra los países que apoyan los derechos de los homosexuales. A continuación, centró toda su argumentación en la necesidad de luchar contra los modelos de vida que promueven los desfiles gay. “Si la humanidad reconoce que el pecado no es una violación de la ley de Dios“, señaló, “si la humanidad acepta que el pecado es una de las opciones de comportamiento humano, entonces la civilización humana terminará ahí“. Y los desfiles de homosexuales “están pensados para mostrar que el pecado es una de las variantes del comportamiento humano”.
“Por eso, para entrar en el club de esos países es necesario organizar un desfile del orgullo gay”,continuó, “y sabemos cómo la gente se resiste a estas exigencias y cómo esta resistencia es reprimida por la fuerza”. Esto significa que se trata de imponer por la fuerza un pecado condenado por la ley de Dios”.
A fines de octubre de 2021, Vladimir Putin volvió a atacar el liberalismo occidental en un encendido discurso, arremetiendo contra los avances en los derechos de los homosexuales y transexuales.
Putin ha defendido enérgicamente lo que considera valores familiares tradicionales. En sus declaraciones, dijo que la noción de que a los niños “se les enseña que un niño puede convertirse en una niña y viceversa” es monstruosa y “al borde de un crimen contra la humanidad”.
También sugirió que los partidarios de los derechos de los transexuales exigían el fin de “cosas básicas como la madre, el padre, la familia o las diferencias de género”.
Putin ha tratado de presentarse como un símbolo de masculinidad viril -por ejemplo, fotografiándose sin camisa a caballo-, al tiempo que ha intensificado una campaña de presión dirigida por el Estado contra las minorías sexuales en Rusia.
Está al mando de un país en el que ha habido numerosos informes creíbles sobre la tortura y el encarcelamiento de hombres homosexuales. En 2013, firmó una ley contra la “propaganda gay”que, según Human Rights Watch, provocó un aumento de la hostilidad hacia las comunidades LGBTQ y dificultó el acceso de los niños a la información sobre relaciones no tradicionales.
El efecto ha sido particularmente profundo en las escuelas, donde algunos profesores rusos caracterizan a las personas LGBTQ “como un síntoma de perversión importado de Europa Occidental o Norteamérica”, dijo el organismo de vigilancia de los derechos.
Fuente Agencias/Cristianos Gays
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