Los mil nombres de la Divinidad
Del blog de Ángel Mesa Otro mundo es posible:
Ternura, Delicadeza, Cariño, Gentileza.
Pasión, Llama, Lumbre, Efusión.
Misericordia, Caridad, Indulgencia, Compasión.
Bondad, Gentileza, Cordialidad, Suavidad.
Hondura, Profundidad, Amiga, Intimidad.
Calma, Gracia, Motivación, Comunidad.
Madre, Matriz, Inmensidad, Acogida.
Brasa, Hoguera, Luz, Estrella.
Paz, Energía, Fogosidad, Brisa.
Serenidad, Respiración, Justicia, Ruah.
Esperanza, Fuerza, Relación, Bondad.
Solidaridad, Acogida, Confianza, Cordialidad.
Mar, Fuente, Brisa, Hontanar.
Resistencia, Audacia, Presencia, Vida.
Creo que mucho mejor que hablar de la Divinidad, es permanecer en silencio. Solo la experiencia nos puede llevar a expresar con veracidad lo que significa en nuestra existencia esa Realidad, mediante nuestras propias acciones, con nuestro testimonio vital.
Pero somos seres en relación y nos comunicamos mediante palabras. Para referirnos a la Divinidad, lo hemos hecho desde hace cientos, miles de años, siempre con términos masculinos, ya que nuestra sociedad es mayoritariamente machista y patriarcal.
Para cambiar de mentalidad el lenguaje es algo fundamental. Por eso abogo, para transformar nuestra forma de relacionarnos con la Divinidad, por empezar a utilizar términos en femenino en lugar de en masculino. Porque ya hemos nombrado durante demasiado tiempo a la Divinidad en masculino: Señor, Padre, Amo, Omnipotente, Pastor, Supremo…
Ha llegado el momento de modificar los términos para empezar a cambiar de mentalidad. Empezando, por ejemplo, en lugar de llamarle Dios, a decir: “Diosa mía, Madre nuestra, que estás en el universo y, sobre todo, en lo más íntimo de nuestros corazones, santificado sea este nuevo nombre con el nos dirigimos a ti…”.
Comentarios recientes