Santiago Agrelo: “No nos quedemos plantados mirando al cielo. Volvamos con Cristo Jesús a los caminos de la vida”
Contemplamos el destino. Aprendemos el camino
“Es siempre Pascua, Cristo resucitado está siempre con nosotros, pero hoy lo celebramos elevado más allá de nosotros, al cielo, a su Dios, a nuestro Dios”
“Hoy, la nube de la divinidad aparta a Jesús de nuestra vista, que no de nuestra vida. De ahí que no nos quedemos plantados mirando al cielo, sino que volvamos con Cristo Jesús a los caminos de la vida”
“Si quieres entender qué significa ‘ser levantado’, ‘ser enaltecido’, ‘subir’, has de aprender primero qué significa ‘bajar’, ‘descender’, ‘rebajarse a sí mismo’, ‘encarnarse'”
“Feliz ascensión desde la encarnación, Iglesia cuerpo de Cristo”
Es siempre Pascua, Cristo resucitado está siempre con nosotros, pero hoy lo celebramos elevado más allá de nosotros, al cielo, a su Dios, a nuestro Dios.
Hoy, la nube de la divinidad aparta a Jesús de nuestra vista, que no de nuestra vida. De ahí que no nos quedemos plantados mirando al cielo, sino que volvamos con Cristo Jesús a los caminos de la vida.
Si quieres entender qué significa “ser levantado”, “ser enaltecido”, “subir”, has de aprender primero qué significa “bajar”, “descender”, “rebajarse a sí mismo”, “encarnarse”.
Éste es el misterio de la fe: “Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz”.
Ese camino hacia lo hondo, hacia “lo profundo de la tierra”, ese “despojarse”, “rebajarse”, “someterse”, es el camino que lleva al “enaltecimiento”, como si no hubiese otro modo de acceder a él, como si el “vaciamiento de sí” fuese el seno natural donde se genera el señorío de Cristo Jesús.
El cántico de la fe lo expresa así: “Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el nombre sobre todo nombre, de modo que, al nombre de Jesús, toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre”.
Cristo Jesús “fue levantado” porque “se abajó”; se le dio “un nombre sobre todo nombre” porque a sí mismo se dio un nombre bajo todo nombre; fue constituido Señor porque asumió la condición de esclavo.
Hoy contemplas y celebras al que es primero porque se hizo último, al que es rico porque se hizo pobre, al que “es Señor” de todos porque se hizo “siervo” de todos.
Tú sabes y confiesas que el destino de Cristo Jesús es tu destino.
Y no olvidas que el camino de quien es cabeza nuestra, es también el camino de los miembros de su cuerpo; no olvidas que has de bajar con Cristo Jesús hasta los hambrientos de pan y de justicia, hasta el peregrino, el forastero y el emigrante, hasta el enfermo, hasta el encarcelado y el okupa, hasta el que no es como tú, el que no es de los tuyos, el que está en lo más hondo. No olvidas que has de bajar con Cristo Jesús hasta Cristo Jesús.
Si bajas, él te llevará consigo a lo alto, más allá de la nube que lo apartó de tu vista.
Él te llevará hasta Dios.
Feliz ascensión desde la encarnación, Iglesia cuerpo de Cristo.
Fuente Religión Digital
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