Comentarios desactivados en Un predicador, expulsado de una tienda Lego tras enfrentarse a los dependientes por llevar banderas LGTB: “Es para niños, es asqueroso”
Uno de los empleados de Lego, el predicador John K. Amanchukwu y el guardia de seguridad.Uno de los empleados de Lego, el predicador John K. Amanchukwu y el guardia. Twitter/Fox News
El equipo de seguridad terminó echando al estadounidense, John K. Amanchukwu, del local.
“¿¡Que el grupo Lego apoya qué!?”, fue lo que preguntó un predicador estadounidense al entrar a una tienda de la marca de juguetes y ver no solo que había sets con la bandera arcoíris, sino que los empleados llevaban la bandera LGTBI. Pero, tras su discusión y los gritos que dio en mitad del local, el equipo de seguridad intervino para pedirle que se marchara.
John K. Amanchukwu Sr. es un predicador cristiano de Carolina del Norte que colabora con la organización conservadora Turning Point USA y que, según su página web, “alza la voz para denunciar las ideologías racistas del aborto y la teoría crítica de la raza”. Sin embargo, también parece estar en contra del colectivo LGTBI y la visibilidad que se le da le parece “adoctrinamiento“.
Así lo demostró al entrar junto a su hijo en una tienda de Lego y ver que vendían distintos packs del colectivo que representan a personas trans, no binarias, de género fluido, asexuales y homosexuales. Simplemente, muñecos con distintos aspectos y colores para apoyar la diversidad, algo que, en ningún caso, está relacionado con el acto sexual, tal y como se puede comprobar en la tienda oficial de la compañía donde se comercializan estos sets.
THE TRESPASSES OF DEI
My six year old son goes into @LEGO_Group to find a LEGO set for me to purchase. While being in the store, we notice that 4 store clerks are marketing PRIDE FLAGS on their aprons, in a store that caters to KIDS! That’s disgusting .
This is another form… pic.twitter.com/AIoF2OeNwG
— John K. Amanchukwu Sr. (@REVWUTRUTH) April 12, 2023
Sin embargo, a este estadounidense conservador no le pareció correcta esta práctica y, por ello, se acercó a los trabajadores para quejarse. Y, al hacerlo, se dio cuenta de que llevaban en sus uniformes una bandera LGTBI que incluye también los colores de las personas trans y las no binarias. Ni corto ni perezoso, empezó a increparles y, además, lo grabó todo para luego publicarlo en redes y denunciar lo que estaba viviendo.
“Mi hijo de seis años entra en Lego para comprar un juguete. Mientras estamos en la tienda, notamos que cuatro empleados de la tienda llevan banderas del Orgullo en sus delantales, ¡en una tienda que atiende a niños! Es asqueroso”, tuiteó este miércoles. “Esta es una forma de adoctrinamiento. ¿Qué tiene que ver tu preferencia sexual con los juguetes de plástico baratos hechos para niños?“.
“¿Por qué? ¿Cuándo parará? ¿Quedan lugares seguros para los niños?”, se preguntó el predicador. “DEI (Diversidad, igualdad e inclusión) está arruinando América. La izquierda glorifica la inclusión, pero me pidieron que me fuera del centro comercial porque me opuse a la locura de los groomers (término que utilizan para la captación de menores). Eso no es inclusión, eso es exclusión”.
“La administración de Biden apoya a la comunidad LGTBI, pero ¿quién apoya a los niños inocentes impresionables?”, añadió y, después, citó un versículo de la Biblia.
Este extenso texto conservador acompañaba al vídeo que grabó el hombre al entrar en la tienda con su hijo. “¿El grupo Lego apoya qué?”, le preguntó el hombre a un dependiente. Entonces, se acercó otro y le confirmó que sí, que apoyan a la comunidad LGTBI.
“La pregunta es: ¿por qué estáis aquí dentro con esos pins? ¿Creéis que a los niños les importa que un hombre chupe un pene en su casa y que una mujer se coma una vagina en casa?”, dijo el predicador, a gritos, en mitad de la tienda, relacionando erróneamente la orientación y la identidad de género solo con el sexo.
Lamborghini Sián by Lego.
Así es la espectacular réplica del Lamborghini Sián a tamaño natural hecha con piezas de Lego
“Personalmente, creo que ellos no piensan en eso”, le contestó el trabajador. “¡Lo piensan cuando ven tu pin, sí, lo hacen! Es desagradable. Eso se llama captación de menores”, continuó gritando el hombre.
Entonces, el empleado le dijo que iba a llamar a seguridad y John K. Amanchukwu Sr. le dijo que lo hiciera, pero que le contara que ellos estaban llevando una bandera LGTBI en su uniforme. “Por supuesto que lo haré”, le respondió el dependiente, completamente tranquilo.
“Esta captación de menores roza la pedofilia y el abuso de menores porque estos bichos raros vienen aquí y se ponen ese pin, y aquí entran niños a comprar. ¿Cuándo va a acabar esto? Me pone enfermo y estoy cansado de esto“, continuó exclamando el predicador. “¡En algún momento se tiene que parar la imposición de este desastre a los niños!”.
El guardia de seguridad, con un tono calmado y educado, le pidió que se marchara, algo a lo que el hombre accedió: “¡Me voy a ir y no gastaré más dinero en Lego!”. “Fantástico”, le contestó el agente.
Entonces, antes de marcharse, volvió a gritar para que le oyeran todos los clientes. “Por si estás aquí ahora y te importan los valores: esta tienda está, intencionadamente, promocionando el comportamiento LGTBI en los niños. ¡Gastad dinero en un sitio que no haga eso a los niños!”, concluyó.
Su tuit, que acumula en solo un día más de 615.000 reproducciones, recibió muchas respuestas que le apoyaban y estaban de acuerdo con sus afirmaciones, pero también hubo muchos tuiteros que, en su publicación o en otras, criticaron el espectáculo que dio.
“La persona que grita ‘chupar penes’ y ‘comer vaginas’ en una juguetería es la persona que está siendo inapropiada frente a los niños. Esto es simple. Este padre es un peligro para los niños. No me gustaría que mi hijo (que tiene dos mamás) escuchase esa basura“, defendió una usuaria. “Es muy sencillo: un hombre y una mujer pueden decir que están casados y eso no es inapropiado. Si hablan explícitamente sobre sus actos sexuales frente a los niños, eso es malo. Funciona exactamente de la misma manera cuando dos mujeres están casadas o dos hombres. Es increíblemente fácil de entender”.
Comentarios desactivados en Cinco personas LGBTIQ+ bajo amenaza tras discurso racista y de odio de alcalde en Honduras
Amenazas, persecución y campañas de desprestigio tras las declaraciones del alcalde de San Pedro Sula.
SAN PEDRO SULA, Honduras. En medio de cordones policiales, unas cincuenta personas de los colectivos LGBTIQ+ y afrodescendientes realizaron un plantón el viernes 14 de abril frente a la alcaldía de San Pedro Sula, en el norte de Honduras. Su objetivo era denunciar la actitud racista y discriminatoria de Roberto Contreras, alcalde de esta ciudad considerada la más industrializada y rica del país. La indignación de los colectivos se debe a que el 12 de abril, en el parque central, Contreras dio un discurso de odio contra la diversidad sexual y la población afrodescendiente.
“Prefiero cien mil veces portar esta bandera garífuna que una bandera de la diversidad sexual. Me siento bien entre mis negros bellos de Power Chicken”, dijo ese día Contreras. El alcalde llegó al poder tras ser candidato del Partido Libertad y Refundación (Libre). Además de funcionario, Contreras es propietario de la próspera cadena de restaurantes Power Chicken, donde emplea a personas afro.
📌El alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras, expresó un discurso de odio, discriminativo, racista y patriarcal contra la población LGTBIQ+ y afrohondureña durante la conmemoración de los 226 años de presencia garífuna en el país, denuncian organizaciones.
Debido a la gravedad de la situación, Javier Carrington, director de la Asociación Iguales, se presentó el 13 de abril en las oficinas del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos para poner la denuncia contra Contreras por su “discurso de odio y discriminación”.
Parte del equipo del Colectivo Unidad Color Rosa durante el plantón en el parque central de San Pedro Sula.
Entre la intimidación y los cordones policiales
Bajo el calor ardiente típico de esta época, el grupo de manifestantes ondeó banderas LGBTIQ+ y del orgullo garífuna en la parte baja de las astas que se encuentran en medio del Parque Central, frente a la alcaldía. Lo hicieron así porque la policía les impidió colocarlas en la parte superior.
Los colectivos se instalaron hombro con hombro frente al edificio de la municipalidad, portando la bandera del arcoíris, la trans, la bisexual, la lésbica y la incluyente. Habían acudido al lugar con el objetivo de reclamar por lo que consideran un atentado cometido por el alcalde contra las poblaciones más violentadas del país.
A pesar de que el plantón fue en todo momento pacífico, la policía desplegó un cordón de al menos 20 agentes policiales. Se dispersaron por la zona y se apostaron frente a las puertas del edificio para tapar la entrada. Su actitud fue considerada intimidante por el Comité LGBTIQ+ del Valle de Sula, encabezado por su presidente Osman Lara.
Policías municipales y nacionales acordonan la alcaldía para evitar el plantón.
“Estas son órdenes de Roberto Contreras donde no permite una manifestación pacífica y jamás permitirá izar una bandera LGBTI+. Lo hemos pedido con permiso y nos lo ha negado”, expresó Lara. Además, enfatizó que en otras manifestaciones no había tantos agentes resguardando el lugar.
Esta veloz acción policial motivó las críticas del Comité. Sus integrantes la calificaron como una medida intimidatoria con el propósito de impedirles llevar a cabo el plantón pacífico.
El diputado @grajedavictor90, denunció que después del discurso de #RobertoContreras, ha recibido amenazas a muerte a través de sus redes sociales, además señaló, “Señor alcalde, no sea irresponsable y piense dos veces antes de referirse no solamente a la Comunidad LGBTIQ+, sino… pic.twitter.com/hEGdLps6lm
“No gozamos de un Estado laico. Lo hemos venido acarreando desde años. Siempre la Iglesia ha estado incluida en las decisiones del pueblo”, dijo en esa ocasión el presidente del Comité LGBTIQ+ del Valle de Sula, Osman Lara.
La mala experiencia entre el alcalde y las poblaciones diversas se repitió el viernes 14. Los policías impidieron nuevamente que los colectivos izaran la bandera del orgullo diverso. Alexa Solórzano, gobernadora del departamento de Cortés, donde está situada San Pedro Sula, asistió al plantón.
Osman Lara, presidente del Comité LGBTIQ+ del Valle de Sula
“No fuimos electos para generar odio. Los pueblos originarios y la comunidad garífuna son diversos también y por eso se deben respetar sus derechos. Aunque él (Roberto Contreras) no comparta, tiene que respetar. Sus mensajes no pueden motivar el odio y también la diversidad lo tiene en el puesto de poder. El pensamiento del señor alcalde no es el mismo de la presidenta”.
Contreras pertenece a Libre, el mismo partido de la actual mandataria de Honduras, Xiomara Castro. Por otra parte, la secretaria de Derechos Humanos Nathalie Roque escribió en sus redes respecto al discurso del alcalde que la libertad de opinión “tiene límites”.
“La libertad de expresión y opinión tiene límites y el discurso discriminatorio está penado en Honduras. El hecho se agrava cuando el acto es cometido por un funcionario en el ejercicio de sus funciones. La opinión consultiva 24/17 de la Corte IDH expresa que la violación del derecho a la igualdad de las personas LGBTI se produce a consecuencia del discurso discriminatorio, el cual ocasiona homofobia, lesbofobia y transfobia”.
1/2 Libertad de Expresión y Opinión tienen límites y el discurso discriminatorio está penado en Honduras: se prohíbe incitar a la discriminación contra grupos vulnerables, el hecho se agrava cuando el acto es cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones
Después del plantón frente al edificio de la municipalidad, los colectivos se dirigieron a la zona donde se encuentran las astas para las banderas en el parque central de San Pedro Sula.
Su objetivo era izar las banderas del arcoíris, trans, bisexual y de la inclusiva. Sin embargo, de nuevo los policías municipales reaccionaron con una velocidad inaudita e impidieron que los colectivos elevaran sus símbolos para hacerlos flamear en el cielo de la ciudad.
Es la segunda vez que las autoridades impiden con violencia que las poblaciones diversas utilicen los lugares públicos para mostrar sus banderas. La acción policial del viernes 14 de abril repite lo sucedido hace cerca de un año, cuando el alcalde Roberto Contreras también impidió que los grupos diversos las hicieran ondear.
Víctor Grajeda razona con policías durante el plantón del 14 de abril en el parque central de San Pedro Sula.
Tras la petición del diputado estalló un enfrentamiento de un minuto entre policías y miembros de los colectivos.
Los agentes seguían empecinados en impedir que la población usara el espacio público.
Al final, tras una nueva discusión, la policía permitió que los colectivos elevaran las banderas hasta la parte más baja de las astas situadas en el corazón del parque central.
Después de elevar las banderas hasta la cuarta parte de las astas, las personas LGTBIQ+ pronunciaron discursos contra la actitud del alcalde Contreras.
Además, denunciaron que varias personas de la diversidad sexual han recibido amenazas y sufrido violencia tras las palabras del funcionario municipal.
Gabriela Rendondo, directora del Colectivo Unidad Color Rosa.
“Cualquier muerte, crimen o violencia contra las personas LGBTIQ+, hacemos público que responsabilizaremos a Roberto Contreras por emitir esos discursos de odio”. Además, Vienna Ávila, directora de la Asociación Feminista Trans (AFET), señaló que varias mujeres trans habían sufrido amenazas por estos discursos.
Vienna Ávila (centro), de la Asociación Feminista Trans.
Reportar sin Miedo documentó al menos 100 cuentas en Twitter, Instagram y Facebook creadas por bots o manejadas por perfiles falsos. Todas buscaban incidir en la opinión a favor del alcalde Roberto Contreras. Muchas de estas cuentas apenas tienen seguidores, tienen fotos falsas o hechas con inteligencia artificial y son de reciente creación.
Javier Carrington solicitó a Josué Cover, director de comunicaciones del alcalde Roberto Contreras, que deje de ser “partícipe de estas humillaciones y violaciones de derechos humanos porque él siempre que estamos en un lugar público asesora al alcalde para que nos invisibilice”.
Javier Carrington, de la Asociación Iguales
Cuatro casos de persecución
Reportar sin Miedo documentó al menos cuatro casos de personas que tras participar en el plantón sufrieron persecución física, acoso, intimidación y amenazas directas contra sus vidas por grupos que se hacen llamar “organizaciones más grandes de Honduras”.
Al mismo tiempo, Reportar sin Miedo ha sufrido una campaña digital contra integrantes de su equipo de trabajo. También, varios hackers han intentado ingresar a nuestras cuentas en redes sociales por medio de links engañosos y otras tácticas que atentan contra la libertad de expresión y prensa.
Los seguidores de Roberto Contreras justifican el discurso de odio y racismo de su alcalde basándose en la libertad de expresión.
Voces diversas
Para Jensy Ávila, militante del Movimiento Diversidad en Resistencia (MDR), el discurso de Roberto Contreras es una herramienta para vulnerar a las otras minorías. Por estas formas las mujeres seguimos siendo instrumentalizadas “seguiremos peleando nuestros derechos”.
Gabriela Rendondo, directora del Colectivo Unidad Color Rosa, aprovechó la oportunidad para recordarle al Estado de Honduras que cumpla con la sentencia de Vicky Hernández. “No vamos a permitir discursos de odio contra nuestras poblaciones, seguiremos luchando por una ley de identidad de género”.
También los colectivos de LGBTIQ+ de Ofraneh condenaron el discurso de Roberto Contreras, alcalde de San Pedro Sula.
“Solicitamos a todas las entidades de derechos humanos nacionales e internacionales y a la presidenta Xiomara Castro que le exijan (a Roberto Contreras) una disculpa pública y que se le aplique el marco normativo vigente de protección para las personas LGBTI contenido en el actual código penal, Articulo 321, en el cual se tipifica el delito de discriminación”.
Colectivos LGBTIQ+ de @ofraneh condenan discurso racista y de odio de Roberto Contreras alcalde De San Pedro Sula:
“Solicitamos todas las entidades de DDHH nacionales e internacionales y a la presidenta @XiomaraCastroZ que le exijan (Roberto Contreras) una disculpa publica y… pic.twitter.com/OPnbDRdRCf
Por otra parte, German Aguirre, joven afrodescendiente LGBTIQ+, expresó que el discurso de Contreras lo ofendió y vulneró. “La cultura garífuna no sólo se necesita para la política ni para difundir discursos de odio. Actualmente, la comunidad LGBTIQ+ garífuna es invisibilizada por las autoridades políticas del país”.
El joven afrodescendiente LGBTIQ+ German Aguirre.
Exigen no normalizar el odio
Para el académico, asesor internacional de Ofraneh y defensor de derechos de las personas garífunas, Rony Castillo, las palabras de Roberto Contreras son “racistas” y manifiestan odio a las poblaciones LGBTIQ+. “Es peligroso normalizar los discursos de odio racistas porque pervierten el acto mismo del pensar”, escribió en Twitter.
Castillo tiene un doctorado en Ciencias Administrativas en Honduras y otro por la Universidad de Texas, Estados Unidos, en educación, sociolingüística e indigenidad y negritud.
Mientras tanto, O’Bryan Robinson, del Negritudes Trans de Honduras, dijo que en el Estado de Honduras hay prácticas racistas institucionales. Las palabras de Contreras, señaló Obrayan, son un ejemplo claro de lo que los funcionarios hacen en público y en privado.
Para él, el discurso del alcalde de San Pedro Sula no solo va contra las poblaciones de la disidencia sexual. También va contra las poblaciones afrohondureñas. “Sus palabras, ‘me siento bien entre mis negros bellos de Power Chicken’, se pueden interpretar como que las personas que trabajan en la organización que él preside son de ‘su propiedad’. Las coloca en un estado de subordinación”, explicó O’Bryan.
Las frases del alcalde Contreras, según el activista, recuerdan el pasado esclavista de millones de afrodescendientes, cuyos antepasados vinieron a América como esclavos desde África. “Su segunda palabra es ‘bellos’, lo que interpretaría como que las negritudes siguen siendo un objeto de exotización”, señaló O’Bryan.
Además, “es claro cómo el racismo se manifiesta en las autoridades de nuestro país”, indicó. Contreras “expresó lo que a diario les sucede a las personas negras en Honduras. No puedo decir que me sorprende porque sabemos que muchas de nuestras autoridades son racistas y LGBTIQ+ odiantes”.
En entrevista para Reportar sin Miedo, Josué Cover lamentó las declaraciones de Carrington. Enfatizó que Roberto Contreras es el único relacionista público de la Municipalidad de San Pedro Sula.
Cuando se le preguntó si el presupuesto de la alcaldía es usado para pagar campañas digitales en contra de sus adversarios, lo negó rotundamente. “Tenemos un presupuesto de nueve millones al año y está distribuido en pago de planillas, campañas sociales y publicaciones como licitaciones y plan de arbitrios”.
Javier Carrington frente a la alcaldía de San Pedro Sula junto a integrantes de la Asociación LGBTIQ+ Iguales.
“Contreras utilizó la bandera de una población violentada para violentar a otra”
Para la defensora de derechos humanos Massay Crisanto, el alcalde Contreras está ejerciendo un discurso de odio porque usa la bandera del pueblo garífuna que enfrenta violaciones de sus derechos humanos.
Crisanto afirma que las y los garífunas sufren violencia desde el momento en que son personas negras en un Estado que a nivel estructural y sistemático es racista. “Roberto Contreras utilizó la bandera de una población históricamente violentada para violentar a otra, sabiendo que dentro de la comunidad garífuna hay personas LGBTIQ+”, dijo Crisanto.
La activista enfatizó que Contreras ejerce violencia desde su posición como funcionario, desde el hecho de que, siendo persona blanca, profesional y funcionario, diga “mis negros en mis restaurantes” porque desde ahí está ejerciendo un discurso violento y racista.
Otra causal mencionada por la activista es que en el discurso del alcalde sampedrano está el adultocentrismo como un hombre que ejerce una política conservadora desfasada. También hay una necesidad de ver cómo la población está votando por este tipo de personas y bajo qué criterio.
“No debemos olvidar que dentro de la comunidad garífuna hay colectivos y organizaciones que trabajan por los derechos LGBTQI+”, finalizó Crisanto.
Comentarios desactivados en El encuentro con la esperanza en la historia de Emaús
Sr. Jane Aseltyne
La publicación de hoy es de la colaboradora invitada Sr. Jane Aseltyne. La Hna. Jane está en primeros votos con las Hermanas IHM de Monroe, MI. Antes de ingresar, se desempeñó como gerente de comunicaciones en A Nun’s Life Ministry, una organización en línea enfocada en conectar a los discernidores con las Hermanas Católicas, además de proporcionar recursos para el crecimiento y la exploración espiritual. En ministerios anteriores, el trabajo de la Hna. Jane se centró en las poblaciones marginadas, incluidos los adolescentes y los ancianos. Actualmente, es estudiante de posgrado en la Unión Teológica Católica.
Las lecturas litúrgicas de hoy para el tercer domingo de Pascua se pueden encontrar aquí.
Mientras leía y oraba sobre la lectura del evangelio de hoy, la historia del Camino a Emaús, pensando en la relación de la iglesia con la comunidad LGBTQ+, la palabra que me vino fue “encuentro”.
La historia de Emaús nos es familiar. Dos discípulos caminan por el camino a un pueblo en las afueras de Jerusalén llamado Emaús después de la crucifixión de Jesús. Están “conversando y debatiendo” sobre los hechos que rodearon su muerte. Están confundidos y heridos, tratando de juntar las piezas de lo que acaban de pasar. Mientras camina, Jesús se acerca a ellos, pero no lo reconocen. Jesús pregunta: “¿De qué están discutiendo?” Imagino que se quedan con la boca abierta, los ojos muy abiertos y hablan con un poco de filo en la voz, respondiendo: “¿Eres el único visitante de Jerusalén que no sabe de las cosas que han sucedido en estos días?” Me imagino a los discípulos respirando hondo, sintiendo todas las sensaciones mientras relatan los últimos días: la inseguridad, la frustración y la sensación de desesperanza porque han perdido a Aquel a quien creían que redimiría a Israel.
Pero Jesús los empuja más allá, cuando comienza a interpretar las escrituras. Cuando están juntos a la mesa, Jesús dice la bendición, parte el pan y se lo da, y reconocen a Jesús por lo que era.
Quizás a veces nos hemos sentido como los discípulos en el camino a Emaús, cansados y abrumados con los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor. El ciclo de noticias de 24 horas nos recuerda constantemente que no somos ajenos a la lucha y los disturbios políticos, y que la comunidad LGBTQ+ continúa estando en el centro de algunas de las reacciones violentas más violentas en nuestro país.
Se siguen aprobando proyectos de ley que prohíben el acceso a la atención médica para personas transgénero, y una encuesta reciente realizada por Trevor Project mostró que casi la mitad de los jóvenes LGBTQ+ contemplaron el suicidio en el último año. Es difícil conciliar esta realidad en nuestro país, y aún más difícil leer sobre el apoyo de la jerarquía de la iglesia a las prohibiciones de atención médica y la legislación anti-LGBTQ. Nos deja preguntándonos cuánto tiempo tendremos que luchar por la inclusión y la aceptación, ¿cuánto tiempo debemos esperar para que las personas queer sean celebradas en la iglesia y la sociedad?
Creo que parte del odio es alimentado por la falta de encuentro, la falta de narración de historias y de compartir la verdad de quiénes somos unos con otros. El Papa Francisco es muy consciente de que el mundo necesita más comprensión, más escucha y más tolerancia. Él nos llama a crear una cultura de encuentro, un espacio donde podamos escuchar las historias de los demás y vernos como hijos amados de Dios. Pero Francisco señala que construir este tipo de cultura no es simplemente quedarse atrás y mirar a la distancia. Debemos acercarnos, caminar con, aprender y escuchar con el corazón para ofrecernos unos a otros “una gota de vida”.
El encuentro con Jesús en el camino y en la mesa cambia la percepción de los discípulos sobre lo que ha sucedido en sus vidas. Mientras Jesús les hablaba, sus corazones ardían dentro de ellos, pero al principio, no podían entender la conexión entre su experiencia y este extraño en el camino. Solo reconocieron a Jesús cuando ofrecieron hospitalidad y compartieron una comida juntos. Este encuentro personal con Jesús les permitió verlo como realmente era.
¿Cómo sería si el pueblo de Dios buscara un encuentro genuino con la comunidad LGBTQ+? ¿Estamos dispuestos a dejar que las personas se nos revelen en lugar de decirles quiénes deberían ser?
La historia de Emaús es un ejemplo de verdadero encuentro, y no termina con los dos discípulos en el camino. Después de reconocer a Jesús, inmediatamente regresan a Jerusalén para compartir su experiencia de Cristo resucitado con la comunidad. Recuerdan su experiencia que pasó de la confusión a la euforia, del anonimato al reconocimiento, del extraño al amigo. Me imagino que cuando la comunidad se enteró de su experiencia, fue un bálsamo para sus corazones doloridos por la violencia que habían presenciado. Era esperanza inyectada en sus almas cansadas. A medida que buscamos encuentros con personas de la comunidad LGBTQ+, traemos historias a las personas de nuestras otras comunidades. Estas historias son mensajeras de esperanza. Al compartir, construimos comunidad, nos entendemos unos a otros en un nivel más profundo y vivimos el llamado a darnos la bienvenida unos a otros. Es en estos momentos que recordamos que no estamos solos. Estamos llamados a la comunidad ya llevar las cargas los unos de los otros. No estamos solos en nuestro cansancio.
Comentarios desactivados en James Martin. sj.: “En demasiados sectores de la Iglesia los fieles LGBTQ+ son tratados como leprosos, como plaga”
“Solo deseo que los oponentes del Papa Francisco traten al Papa con un poco más de respeto”
“Como Jesús, el Papa enseña tanto con palabras como con gestos concretos”, añade el jesuita, quien se mostró gratamente sorprendido por “su acercamiento a las personas LGBTQ+, que ha sido una inmensa bendición no solo para esa comunidad, sino también para sus familias y amigos”
Sobre el Sínodo: “Lo que se plantea es la necesidad de escuchar a las personas que están en los márgenes de la Iglesia, no solo las personas LGBTQ, sino también los pobres, las mujeres, los divorciados vueltos a casar y, en general, aquellos que pueden estar en desacuerdo con algún aspecto de la enseñanza de la Iglesia”
“Los obispos que parecen oponerse al Santo Padre (…). Para mí, esto es simplemente asombroso e increíble. No recuerdo que San Juan Pablo II o Benedicto XVI hayan sido tratados de esta manera por sus críticos”
“En demasiado sectores de la Iglesia los fieles LGTBQ+ todavía son tratados como leprosos, como una plaga. Se les demoniza con un lenguaje deshumanizante, que solo aumenta el acoso, la intimidación y la violencia. Es lo último que un grupo marginado necesita de su Iglesia”. El jesuita James Martin, sj., hace tiempo que no tiene pelos en la lengua. Estandarte de los derechos de los gays en la Iglesia, y respaldado por el Papa Francisco, acaba de conceder una entrevista a Familia Cristiana en la que, entre otras cosas, defiende las polémicas palabras del Papa sobre la homosexualidad: “Su reciente llamamiento para que la Iglesia se oponga a la criminalización de la homosexualidad es muy importante”.
“Creo que el Papado de Bergoglio ha sido un éxito rotundo”, constata Martin, quien admite ser “un poco parcial, siendo jesuita y admirador suyo”. “Como Jesús, el Papa enseña tanto con palabras como con gestos concretos”, añade el jesuita, quien se mostró gratamente sorprendido por “su acercamiento a las personas LGBTQ+, que ha sido una inmensa bendición no solo para esa comunidad, sino también para sus familias y amigos”.
“Algunos católicos tienden a olvidar que cuando el Papa se dirige a estas personas, no solo les da la bienvenida, que son un porcentaje relativamente pequeño de católicos, sino también a sus familias y amigos”, añade Martin, quien admite que “algunos de sus comentarios sobre la ‘complementariedad’ de los roles de hombres y mujeres pueden llevar a algunas personas a pensar, por ejemplo, que las mujeres son amorosas, cariñosas, maternales y que los hombres son jefes y líderes, cuando en realidad conocemos a hombres que son amorosos. y mujeres líderes”.
«Papa Francesco ha ridato dignità alle persone LGBTQ e questa una benedizione per tutti» https://t.co/F1dNzkHBl7
Respecto a los retos del Sínodo, Martin subraya que “lo que se plantea es la necesidad de escuchar a las personas que están en los márgenes de la Iglesia, no solo las personas LGBTQ, sino también los pobres, las mujeres, los divorciados vueltos a casar y, en general, aquellos que pueden estar en desacuerdo con algún aspecto de la enseñanza de la Iglesia”.
“¿Podemos escuchar sus experiencias de Dios? ¿Podemos permitir que el Espíritu nos desafíe, nos desafíe y nos pruebe?”, se pregunta el sacerdote norteamericano, que lamenta la “división muy clara” entre conservadores y progresistas entre los católicos estadounidenses, y se muestra más preocupado por “los obispos que parecen oponerse al Santo Padre“.
“Para mí, esto es simplemente asombroso e increíble. No recuerdo que San Juan Pablo II o Benedicto XVI hayan sido tratados de esta manera por sus críticos”, denuncia Martin quien, no obstante, no cree que haya riesgo de cisma. “Solo deseo que los oponentes del Papa Francisco traten al Papa con un poco más de respeto”.
Comentarios desactivados en Con mirada decolonial: Cientos de activistas LGBTI+ se reúnen en La Paz en una conferencia regional
Unxs trescientos activistas LGBTI+ de América Latina se reúnen del 24 al 29 de abril en La Paz (Bolivia) en la IX Conferencia regional de ILGALAC.
BUENOS AIRES, Argentina. Unxs trescientos activistas LGBTI+ de América Latina se reúnen del 24 al 29 de abril en La Paz (Bolivia) para intercambiar experiencias, contar sus realidades locales y compartir conocimiento sobre incidencia en derechos humanos. El punto de encuentro: la IX Conferencia Regional de ILGA LAC (Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex de Latinoamérica y el Caribe) en la Paz, Bolivia. El lugar fue elegido por votación en la Conferencia anterior, en 2019.
“Se iba a hacer el año pasado pero, por los tiempos de la pandemia, no llegamos. Se votó Bolivia por una voluntad de discutir las herencias coloniales y Bolivia es un estado plurinacional. También porque el país fue foco de un golpe de Estado en 2019 y queríamos apoyar la resistencia a ese golpe que atentó contra todos los derechos”, dijo a Presentes Darío Arias, co-fundador y coordinador de Conurbanos Por La Diversidad (Argentina) y cosecretario regional de ILGA LAC.
Descolonizar nuestras luchas
Con el lema “Descolonizando nuestras luchas, despatriarcalizando nuestros cuerpos”, la novena edición de esta conferencia pondrá el foco en la intersección de de una agenda transfeminista y antirracista, en un contexto de avanzada antiderechos en todo el mundo, en particular con los discursos y proyectos de ley anti-trans.
Además de activistas, irán integrantes de la academia, de organismos multilaterales y funcionarixs públicos de los distintos países de América Latina. De Bolivia, se espera a la ministra de la Presidencia, María Nela Prada.
La agenda diversa de América Latina
La conferencia tendrá nueve plenarias divididas en tres días, donde las organizaciones y funcionarixs estatales expondrán sobre la respuestas de los estados. También sobre a cooperación internacional frente a la pandemia de coronavirus; la situación de los derechos LGBTI+ y las violencias en distintos puntos de América Latina.
Habrá además 21 talleres para profundizar sobre las experiencias del activismo en litigio estratégico; liderazgo político; personas LGBTI+ privadas de libertad; personas LGBTI+ de la Vía Campesina; políticas de apoyo a juventudes y adultxs mayores, entre otros.
Si bien la organización convocante es ILGA LAC, dos organizaciones locales ofician de co-anfitrionas: Comunidad diversidad y Colectivo Tlgb de Bolivia.
Foto: Conferencia ILGA Mundo, Los Ángeles, mayo de 2022.
ILGA LAC es una asociación no gubernamental de base comunitaria centrada en la lucha contra la discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género como asunto global. Es una red regional de grupos, colectivas, colectivos y organizaciones de América Latina y el Caribe, dedicadas a lograr la igualdad de derechos para las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (LGBTI). Forma parte de ILGA Mundo, que nuclea a más de 1.700 asociaciones de la diversidad sexual en más de 160 países.
Entre sus trabajos está interpelar a organismos mundiales como Naciones Unidas, gobiernos e instituciones locales para que se garanticen los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex.
El pedido, mediante el planteo de inconstitucionalidad de la ley 17.032 (que reconoce desde el Estado a la Iglesia Católica como autoridad de culto y espiritual), había llegado a la Justicia tras el rechazo de la iglesia salteña de adecuarse a la ley de identidad de género.
La Corte confirmó lo apelado y respondió amparándose en el principio de neutralidad religiosa del Estado que figura en la Constitución. En esta línea, considera que la práctica religiosa es un hecho de índole privada y que esos registros sólo se rigen por las leyes canónicas.
“La forma y el contenido de los registros sacramentales, como así también lo atinente a su modificación o alteración, son temas exclusivamente vinculados con la realización de los fines específicos de la Iglesia Católica”.
En diálogo con Presentes, Rueda dijo: «No estoy sola. Hay miles de personas LGBT en América Latina que somos personas católicas en la institución y en la Corte Suprema nos hemos presentado más de 40 organizaciones de Argentina y América Latina solicitando una audiencia pública para poder contar y expresar nuestra posición como personas LGTB dentro de las instituciones católicas. Eso lo ha silenciado la Corte Suprema. El procedimiento ha desconocido nuestro pedido de audiencia y ha generado una sentencia violenta, que vulnera nuestros derechos más fundamentales como el derecho a la identidad y a la libertad religiosa, y además nos niega el carácter discriminatorio de la institución».
“Es un fallo que ratifica el heterosexismo”
En 2019, tras el pedido de Rueda, la respuesta del obispo de Salta fue que el derecho canónico es ajeno a “ficciones jurídicas”. Entonces la activista presentó su denuncia en el Juzgado nro. 58 de Salta. Desde allí se rechazó el pedido. En noviembre de 2019 La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil también rechazó la solicitud.
“Muches compañeres trans son católiques. Fueron bautizades, hicieron la catequesis, tomaron la comunión, se confirmaron. Y luego fueron expulsades de sus comunidades religiosas por su identidad de género”, -explica Rueda-. “Tenemos derecho a participar de la vida religiosa de nuestras iglesias en condiciones de igualdad y respeto. No deberían negarnos los sacramentos por nuestra identidad de género”, dijo Rueda a Presentes en 2019.
Rueda tiene un largo recorrido de activismo por los derechos de las personas LGBTIQ+. Nació en Salta y de chica se instaló en Buenos Aires junto a su familia. Militó la Ley de Identidad de Género y el matrimonio igualitario junto a históricas como Lohana Berkins y Diana Sacayán. Fue la presidenta y una de las fundadoras de Mujeres Trans Argentina, organización que continúa integrando.
«Hay una voz colectiva silenciada por la Iglesia Católica y por la Corte Suprema que niega la oportunidad de hablar de este tema. En términos históricos hemos perdido la oportunidad de debatir públicamente con organizaciones de derechos humanos, basándose en una ley de Onganía que homologa a los católicos a decidir quiénes y cómo podemos profesar nuestra fe. Es un fallo que ratifica la heterosexualidad compulsiva,, el heterosexismo y el cisbinarismo dentro de las instituciones católicas. La dimensión de daño que ha generado la Corte es enorme y me obliga a denunciar a nuestro país en las instancias internacionales para poder pedir justicia y reconocimiento de mi identidad de género en el ejercicio de mi libertad religiosa», agregó Rueda a Presentes.
Alba Rueda la Catedral de Salta. Crédito: Luli Leiras
Vulneración de la identidad y de la libertad de culto
Luego de esto, Rueda decidió interponer un recurso extraordinario federal. En este recurso se argumenta que: “los efectos civiles de la regulación estatal del sexo según la Ley de Identidad de Género abarcan todos los aspectos de la vida de las personas, incluso el religioso.Y que “la demandada incurre en un trato discriminatorio hacia su persona que desconoce su pleno derecho a la identidad de género, obstruye su participación igualitaria en la vida religiosa comunitaria y vulnera su derecho a la libertad de culto en su faz individual y colectiva. Concluye que la sentencia desconoció el artículo 75, inciso 22, de la Constitución Nacional al otorgar al ordenamiento canónico mayor jerarquía que a las normas constitucionales”, según se desprende del reciente fallo de la Corte Suprema.
Comentarios desactivados en Se dispara de forma preocupante la LGTBI-fobia en Cataluña
Verónica Gómez
La LGTBI-fobia se ha disparado “de forma preocupante”, según los datos presentados este trimestre por el Observatori Contra l’Homofòbia (OCH) de Cataluña.
Con un total de 85 incidencias registradas en los tres primeros meses del año, el informe alerta de un incremento del 19,8% de casos. Especialmente, indica Eugeni Rodríguez, presidente del Observatorio, se ha detectado un aumento sostenido de la lesbofóbia en un 11%, y una de cada cuatro incidencias afecta a una persona trans.
El colectivo gay es el más atacado
Aunque las incidencias registradas con el colectivo gay han incrementado de forma más leve, con un 3%, este sigue siendo el que se lleva la peor parte de la homofobia en Cataluña, con un 49,5% de los caso, mientras que las personas trans han sufrido el 23,2% de los episodios recopilados por el OCH.
En el caso de las mujeres lesbianas, ha habido un repunte mayor de incidencias que el resto de colectivos. No obstante, representan un total del 7,4% de casos de homofobia registrados durante el primer trimestre de 2023, mientras que las personas bisexuales acumulan el 1% de las incidencias.
“Odio y exaltación” en las escuelas
Desde la entidad alertan de las cifras en las incidencias registradas en elámbito educativo, a raíz de la alarma social provocada pel suicidio de un joven trans en Sallent.
Por otra parte, destaca el estudio, que más que agresiones físicasy verbales, predominan las muestras de odio y exaltación hacia el colectivo LGTBI. Especialmente, hacia las personas trans.
Falta de voluntad política
El OCH achaca parte de este fracaso social a la “falta de voluntad política”, ya que los poderes públicos deben elaborar políticas eficaces efectivas contra el odio. Sin embargo, falta iniciativa. De hecho, sostienen desde el OCH, que “por primera vez, y a instancias del OCH, el Parlament de Cataluña ha creado un grupo de trabajo sobre la LGTBI-fobia.
“La Lei 11/2014 no se ha desplegado ni se ha dotado de recursos, ha explicado Rodríguez. Susanna Segovia, presidenta de la comisión de igualdad ha advertido que “para combatir el odio se necesita prevención, detección e intervención, además de reparación a la víctima, porque la LGTBI-fobia es estructural, y la respuesta debe ser transversal“.
Comentarios desactivados en Emaús: la experiencia de una toma de distancia.
¿Y si el texto (Lc 13, 35) quería presentar justamente este alejamiento de Jerusalén, esta toma de distancia con relación a la Iglesia naciente (representada por los Once) y con relación a la muerte-resurección de Jesús como necesario para el progreso de la fe de estos dos discípulos? ¡En efecto, los discípulos son presentados como dando la espalda a Jerusalén, y a la fe de los Once (eh sí! Ya habían oído hablar del testimonio de las mujeres, pero sin poder compartir su fe). Observamos en seguida que este alejamiento no es que sea pasivo. El texto afirma que se interrogan por el camino. Procuran comprender. ¡ Podemos ver allí una toma de distancia, una reflexión, un tiempo de duda y de interrogación que es presentado por el texto como necesario para ellos!
¿Cuántos de nosotros no han vivido la misma experiencia? ¿Los discípulos de Emaús serían un ejemplo que hay que seguir, por lo menos para algunos de nosotros? Toda una enseñanza que hay que retener para los y las que temen tanto a los “distantes” y los “descolgamientos” …
Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo:
–“¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?”
Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replico:
–“¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos días?”
Él les pregunto:
–“¿Qué?”
Ellos le contestaron:
–“Lo de Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron.“
Entonces Jesús les dijo:
–“¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?”
Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.
Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo:
-“Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída.”
Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció. Ellos comentaron:
–“¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?”
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:
–“Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.”
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
*
Lucas 24,13-35
***
Mientras los dos viajeros se encuentran de camino hacia su casa llorando lo que han perdido, Jesús se acerca y camina con ellos, pero sus ojos son incapaces de reconocerlo. De improviso, ya no son dos, sino tres las personas que caminan, y todo se vuelve distinto. El desconocido empieza a hablar, y sus palabras requieren una seria atención. Lo que había empezado a confundir hasta hace un momento, comenzaba a presentar horizontes nuevos; lo que había parecido tan oprimente, comenzaba a hacerse sentir como liberador; lo que había parecido tan triste, empezaba a tomar el aspecto de la alegría. Poco a poco empezaban a comprender que su pequeña vida no era después de todo tan pequeña como pensaban, sino parte de un gran misterio que no sólo abarcaba varias generaciones, sino que se extendía de eternidad en eternidad.
El desconocido no ha dicho que no hubiera motivo de tristeza, sino que su tristeza formaba parte de una tristeza más amplia, en la que estaba escondida la alegría. El desconocido no ha dicho que la muerte que estaban llorando no fuera real, sino que se trataba de una muerte que inauguraba una vida verdadera. El desconocido no ha dicho que no hubieran perdido a un amigo que les había dado nuevo valor y nueva esperanza, sino que esta pérdida había creado un camino para una relación que habría ido mucho más allá que cualquier amistad. El desconocido no tenía el más mínimo miedo de derribar sus defensas y de llevarlos más allá de su estrechez de mente y de corazón. El desconocido tuvo que llamarlos tontos para hacerles ver.
¿Y en qué consiste el desafío? En tener confianza. Alguien tiene que abrirnos los ojos y los oídos para ayudarnos a descubrir qué hay más allá de nuestra percepción. Alguien debe hacer arder nuestros corazones.
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H. J. M. Nouwen, La fuerza de su presencia, Brescia 1997, pp. 31-35, passim
Comentarios desactivados en “No huír a Emaús”. 26 de abril de 2020. 3 Pascua (A). Lucas 24, 13-35.
No son pocos los que miran hoy a la Iglesia con pesimismo y desencanto. No es la que ellos desearían. Una Iglesia viva y dinámica, fiel a Jesucristo, comprometida de verdad en construir una sociedad más humana.
La ven inmóvil y desfasada, excesivamente ocupada en defender una moral obsoleta que ya a pocos interesa, haciendo penosos esfuerzos por recuperar una credibilidad que parece encontrarse «bajo mínimos». La perciben como una institución que está ahí casi siempre para acusar y condenar, pocas veces para ayudar e infundir esperanza en el corazón humano. La sienten con frecuencia triste y aburrida, y de alguna manera intuyen –con el escritor francés Georges Bernanos– que «lo contrario de un pueblo cristiano es un pueblo triste».
La tentación fácil es el abandono y la huida. Algunos hace tiempo que lo hicieron, incluso de manera ruidosa: hoy afirman casi con orgullo creer en Dios, pero no en la Iglesia. Otros se van distanciando de ella poco a poco, «de puntillas y sin hacer ruido»: sin advertirlo apenas nadie se va apagando en su corazón el afecto y la adhesión de otros tiempos.
Ciertamente sería un error alimentar en estos momentos un optimismo ingenuo, pensando que llegarán tiempos mejores. Más grave aún sería cerrar los ojos e ignorar la mediocridad y el pecado de la Iglesia. Pero nuestro mayor pecado sería «huir hacia Emaús», abandonar la comunidad y dispersarnos cada uno por su camino, hundidos en la decepción y el desencanto.
Hemos de aprender la «lección de Emaús». La solución no está en abandonar la Iglesia, sino en rehacer nuestra vinculación con algún grupo cristiano, comunidad, movimiento o parroquia donde poder compartir y reavivar nuestra esperanza en Jesús.
Donde unos hombres y mujeres caminan preguntándose por él y ahondando en su mensaje, allí se hace presente el Resucitado. Es fácil que un día, al escuchar el Evangelio, sientan de nuevo «arder su corazón». Donde unos creyentes se encuentran para celebrar juntos la eucaristía, allí está el Resucitado alimentando sus vidas. Es fácil que un día «se abran sus ojos» y lo vean.
Por muy muerta que aparezca ante nuestros ojos, en esta Iglesia habita el Resucitado. Por eso también aquí tienen sentido los versos de Antonio Machado: «Creí mi hogar apagado, revolví las cenizas… me quemé la mano».
Comentarios desactivados en “Lo reconocieron al partir el pan”. Domingo 23 de abril de 2023. 3º Domingo de Pascua
Leído en Koinonia:
Hch 2,14.22-33: No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio Salmo responsorial 15: señor, me enseñarás el sendero de la vida 1Pe 1,17-21: Los rescataron a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto Lc 24,13-35: Lo reconocieron al partir el pan
En la primera lectura, de los Hechos de los Apóstoles, encontramos a Pedro pronunciando su primera predicación pospascual, dirigida tanto a los judíos presentes como a todos los habitantes de Jerusalén. El sermón es de tipo kerigmático, con la presentación de tres aspectos de la vida de Jesús, que componen el credo de fe más antiguo del cristianismo: un Jesús histórico, acreditado por Dios con milagros, prodigios y señales; su muerte a mano de las autoridades judías, y finalmente, su resurrección obrada por Dios para salvación de toda la humanidad. Pedro termina su discurso con un sello de autenticidad: de todo esto, «nosotros somos testigos» (Hch 2,32). Creer en Jesús resucitado era reconocerlo como Mesías, lo que según las Escrituras, abría las puertas para su segunda venida y el fin del mundo. Esto explica las actitudes de recogimiento y miedo que llevan a los discípulos a encerrarse bajo llave. Sin embargo, Pentecostés cambia para siempre las cosas, pues antes que miedo por el fin del mundo, el Espíritu les indica que el mundo apenas comienza, y que la iglesia que acaba de nacer tiene el compromiso de contribuir en la reconstrucción de este mundo con la clave del amor. Así comenzó la Iglesia su misión, cambiando los miedos del fin del mundo, por la alegría, el optimismo y el compromiso de hacer que cada mañana el mundo nazca con más amor, justicia y paz.
La referencia a la primitiva comunidad cristiana nos hace descubrir la importancia que la praxis del amor y de la solidaridad tuvo en el surgimiento del cristianismo. No fue sin más una teoría, sino un cambio de vida, una praxis, una transformación social, lo que estaba en juego. Importante tenerlo presente, cuando tantos piensan que el cristianismo es cuestión de aceptar intelectualmente un paquete de verdades, teorías o dogmas.
En la segunda lectura, el apóstol Pedro hace un llamado a mantener la fidelidad a Dios aún en situaciones de destierro, desplazamiento, marginación o exclusión, porque Dios, en un nuevo Exodo, nos libera de una sociedad sometida a leyes injustas e inhumanas, que protegen sólo al que paga con oro o plata. Esta liberación fue asumida por Jesús con el sello de su propia sangre, como una opción de amor, consciente y voluntaria, por los hombres y mujeres del mundo entero. El precio que debemos pagar a Jesús por tanta generosidad, no es con oro ni plata, sino, dando vida a los hermanos que siguen muriendo, víctimas de la injusticia y la deshumanización. Eso será realmente «devolver con la misma moneda».
En el evangelio, dos discípulos, que no eran del grupo de los once (v.33) se dirigen a Emaús. Probablemente se trata de un hombre y una mujer, casados, (también había mujeres discípulas), que regresaban a su pueblo natal frustrados por los últimos acontecimientos de la capital. Mientras conversaban, Jesús se acerca y comienza a caminar con ellos, al fin y al cabo es el Emmanuel. Pero ellos no pueden reconocerlo, sus ojos están cerrados. ¿Por qué? Porque en el fondo todavía tenían la idea de un mesías profeta-nacionalista, que conquistaría el mundo entero para ser dominado por las autoridades de Israel, un mesías necesariamente triunfador… Por eso, estaban viendo en la cruz y en la muerte del maestro, el fracaso de un proyecto en el cual habían puesto sus esperanzas.
Serán las Escrituras las primeras gotas que Jesús echa en los ojos del corazón de estos discípulos, para que puedan ver y entender que no es con el triunfalismo mesiánico, sino con el sufrimiento del siervo de Yavé, como se conquista el Reino de Dios; un sufrimiento que no es masoquismo, sino un cargar conscientemente con las consecuencias de la opción de amar a la humanidad, actitud difícil de entender en una sociedad dominada por un poder de dominio que mata a quien se interpone en su camino. Por la vida, hasta dar la misma vida, es el testimonio de Jesús ante sus dos compañeros.
El relato de los discípulos de Emaús es una pieza bellísima, evidentemente teológica, literaria. No es, en absoluto, una narración ingenua directa de un hecho tal como sucedió. Es una composición elaborada, simbólica, que quiere dar un mensaje. Y como todo símbolo, que no lleva adjunto un manual de explicación, permanece «abierto», es decir, es susceptible de múltiples interpretaciones. Y desde cada nuevo contexto social, en cada nueva hora de la historia, los creyentes se confrontarán con ese símbolo y extraerán nuevas lecciones… Leer más…
Comentarios desactivados en Dom 3, Pascua de Emaús: Jesús resucita en el pan compartido (23.4.23)
Del blog de Xabier Pikaza:
Se vacían en occidente las iglesias; muchos parecen cansados y se van, nos vamos, como estos dos de Emaús.
Pero en les sale al encuentro un “peregrino” (mendigo, emigrante, sin techo, expulsado, excluído…) y, tras escucharles, les cuenta la historia de las víctimas del mundo, sin tierra ni casa ni pan nifuturo. Se hace tarde, caen las sombres… y los dos fugitivos miedosos sacan fuerza de su miedo y piden al peregrino que se quede esa noche con ellos para contarlas el fin de esa historia.
| X.Pikaza
El peregrino acepta la invitación.
Entra en casa, se sienta, y, como maestro de la vida, toma el pan que le ofrecen y lo parte para compartirlo con ellos.Y entonces, solo entonces, los fugitivos entienden.
Esa historia son ellos, somos nosotros,es Jesús resucitado que camina en (con) todos los peregrinos, se sienta y comparte con ellos (nosotros) el pan de la vida: A la caida de la tarde nos examinarán en el amor.(en su amor) (Juan de la Cruz).
¿Qué hacer en un tiempo como éste en que parece que muchos abandonan su antigua iglesia? Ell evangelio de este domingo, la gran catequesis pascual (largo camino de Jerusalén a Emaús) nos da la respuesta: Sólo compartiendo el pan podremos descubrir y y recrear caminos de resurrección, la nueva pascua de Emaús.
Fugitivos de Jerusalén, mesianismo fracasado (Lc 24, 13-21).
En la raíz de este pasaje late el recuerdo histórico de unos personajes bien concretos que han quedado desilusionados de Jesús y marchan (huyen) nuevamente a casa. Sobre la base del fracaso pascual, ha construido Lucas (quizá con tradiciones anteriores, reflejadas en Mc 16, 12) una bellísima parábola que evoca aspectos hondos del encuentro eucarístico y/o pascual de los cristianos. Comencemos leyendo el texto, fijemos su estructura dramática, marcando los diversos momentos de la trama, la acción de los agentes.
Al principio hallamos dos fugitivos de Jerusalén (que para Lucas es principio y centro de la nueva comunidad). Son dos, como los varones de la tumba vacía, pues sólo así pueden ser testigos oficiales de aquello que han visto y oído. Escapan de la comunidad incrédula (que no ha escuchado el testimonio de las mujeres), pero Jesús les sale al paso y ellos, tras haberle descubierto en la fracción del pan, vuelven a Jerusalén, hallando a la comunidad reunida en confesión creyente: ¡ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón! (Lc 24, 34). Pero estos de Emaús responde: Ha resucitado y resucita cuando compartimos el pan.
No han ido con las mujeres al sepulcro, para ungir al cuerpo muerto, ni quedan en Jerusalén, como los otros; huyen. Es como si tuvieran más dolor; como si la aventura de Jesús hubiera terminado, como un bello y mentiroso engaño. Cuanto antes pudieran olvidarla mejor: parecen suponer que la vida no se puede edificar sobre recuerdos vacíos, palabras vanas, como las que dicen las mujeres del sepulcro (cf Lc 24, 11-22).
Escapan por los caminos del olvido imposible, y para que Cristo les haga retornar a su mensaje y vida necesitan más razones que la catequesis pascual de las mujeres:a ellas les bastaba el recuerdo de aquello que Jesús había dicho, al borde de su tumba vacía. Estos necesitan en pan partido y compartido con todos los pobres del mundo. Estos necesitan toda la Escritura y la fracción del pan: tendrán que ver a Jesús para creer, aunque no necesitarán fijarse de un modo detallado en sus manos y pies (como la iglesia pascual de Jn 20, 20 y Lc 24, 40). De esa manera, su misma incredulidad se hará motivo de una más honda y larga catequesis.
Empecemos leyendo el texto, saquemos nuestra Biblia, Lc 23. Ésta será nuestra catequesis de pascua. Son muchos los motivos que podemos destacar en esta catequesis de la pascua. Ningún comentario suple su lectura directa del texto.
[Fugitivos, Emaús]
Y dos de ellos (del grupo de los Once y los otros: cf. Lc 24, 9) caminaban aquel mismo día hacia una aldea llamada maús…
[Presencia de Jesús] Y ellos dialogaban entre sí sobre todas estas cosas que habían acontecido.Y sucedió que mientras dialogaban y hablaban el mismo Jesús se acercó y caminaba con ellos.
[Ojos cerrados] Y sus ojos estaban cerrados, para no reconocerle. Y él les dijo:– ¿Qué son esas palabras que decís entre vosotros, mientras camináis? Y ellos se pararon tristes. Y uno, llamado Cleofás, le dijo:
– ¿Eres tú el único habitante de Jerusalén que ignoras las cosas que han pasado en ella en estos días? Y les preguntó: ¿Cuáles?Y ellos le dijeron:
[Las cosas de Jesús] – Las referentes a Jesús de Nazaret, que fue varón profeta,poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo, cómo le entregaron nuestros sacerdotes y jefes, juzgándole a muerte y le crucificaron .Nosotros esperábamos que él fuera quien debía redimir a Israel,pero con todas estas cosas, han pasado ya tres días desde que esto ha sucedido.
[Mujeres] Ciertamente, algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado,pues han ido muy temprano al monumento y, no encontrando su cuerpo,han venido diciendo que han visto una visión de ángeles,que les han dicho que está vivo.
[Sepulcro vacío] ero algunos de los nuestros han ido al monumentoy han encontrado que es cierto lo que decían las mujeres,pero a él no le han visto (Lc 24, 13-21).
Huyen de Jerusalén, que les vacía del Cristo, buscan un refugio en Emaús. Ellos representan a todos los que han hecho camino de evangelio, pero después se decepcionan. No pueden entender la Cruz que dura hasta el tercer día, no saben situar la muerte del pretendiente mesiánico en el esquema salvador del reino. El signo del pan ha terminado; Jesús no tiene “pan” de reino (el que ellos quieren)… Ellos son el signo de los decepcionados de la humanidad, de los vencidos de Israel de lo que querían un reino de poder y de dominio… y lo han perdido, porque Jesús ha muerto.
No han podido resistir el fracaso de Jesús. Son los que querian coronas, millonrd de dinero. Han estado con Jesús por interésd, pero se marchna… Su historia es un relatode de perdedores mesiánicos orgullosos, hombres (¿un hombre y una mujer?) que van de retirada, envueltos en tristeza. Desde aquí se entienden las dos palabras principales de su discurso:
– ¡Pensábamos que tenía que redimir a Israel! Se han situado ante Jesús, le han visto y oído, han recibido el impacto de sus signos. Por eso, le definen como varón profeta, poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante el pueblo. En aquel duro tiempo de dolores y esperanzas, muchos actuaron como profetas de Dios, ofreciendo al pueblo un mensaje de salvación. Conforme a la terminología del tiempo, redimir a Israel significa liberar al pueblo del yugo de los enemigos, estableciendo desde Jerusalén un reino mesiánico de paz y concordia universal.
Las perspectivas de ese reino podían variar, según los textos proféticos (Isaías, Ezequiel) y apocalípticos (Daniel, 1 Henoc etc). Es evidente que Jesús ha suscitado una esperanza de ese tipo, como han entendido no sólo aquellos que le han condenado a muerte (sacerdotes de Jerusalén, procurador romano), sino sus mismos discípulos. Esto significa que, humanamente hablando, su vida y mensaje había quedado, en este plano, abierto.
– Cómo le entregaron nuestros sacerdotes y jefes, en juicio de muerte, y (los romanos) le crucificaron.Todo judío sabía que el mesianismo era objeto de disputa y recelos entre los diversos grupos del pueblo, especialmente para las autoridades. Algunos esenios, como los de Qumrán, habían tenido que establecerse en el desierto para mantener su mesianismo, opuesto al de los sacerdotes de Jerusalén; también Juan Bautista, que anunciaba el juicio de Dios había sido asesinado por Herodes, rey semi-judío de Galilea y Perea. Otros pretendientes mesiánicos fueron también asesinados, según Flavio Josefo. Por eso, en algún sentido, la muerte de Jesús forma parte de las disputas mesiánicas judías de aquel tiempo; los sacerdotes y jefes de Jerusalén, defensores del orden sacral establecido, pensaron que era necesario entregarlo a los romanos, para bien del pueblo. Los romanos le crucificaron. Hasta aquí todo es duro pero, de alguna forma, cabe en las expectativas judías del tiempo, al menos según nuestro pasaje. Estos fugitivos de Jerusalén contaban con la posibilidad de la muerte del Mesías, aunque esperaban su vuelta inmediata.
– Pero con todas estas cosas, han pasado ya tres días desde que esto ha sucedido. Tres días son el tiempo de la culminación, signo de plenitud escatológica. Estos discípulos no se han escapado al ver la cruz alzada en el Calvario, tampoco en el momento del entierro, ni el día siguiente…, ni siquiera al comienzo del tercero. Han resistido tres días en Jerusalén, aunque al final les ha entrado el desencanto. Parece que el milagro debía suceder al comienzo de este tercer día, cuando las mujeres fueron al sepulcro, queriendo ungir el cuerpo. Pero no ha pasado nada: simples visiones, fantasía femenina en torno a un cenotafio. Los hombres han ido y han chocado ante ese monumento, hecho para recordar a Jesús y que no sirve absolutamente para nada, pues está vacío. Eso es lo que queda de Jesús: ¡Una tumba abierta! Evidentemente, estos dos hombres razonables, sin esperar que acabe el tercer día, día de la plenitud, escapan.
Viven una muerte sin pascua, un recuerdo de Jesús sin eucaristía, es decir, sin comida compartida, sin gozo ni esperanza escatológica. Por eso, estos discípulos escapan. No les hemos llamado fugitivos de Emaús, sino de Jerusalén, pues de Jerusalén y de su entorno escapan: huyen, sin duda, de los sacerdotes que han matado a Jesús y de Dios que no le ha respondido. Rechazan la visión de las mujeres, que parecen empeñadas en tejer una red de fantasías en torno al pretendiente asesinado.Evidentemente, escapan sin escaparse, como indica su mismo lenguaje: por eso siguen hablando de unas mujeres de nuestro grupo (que han visto visiones y nos han sobresaltado) y de unos hombres de los nuestros (que no han visto nada…).
Escapan, pero se sienten vinculados a la historia de Jesús. Huyen de Jerusalén, pero (al menos en el recuerdo y desencanto) siguen siendo del grupo que Jesús ha reunido, en torno a su mensaje y su persona. Hasta entonces, la misma cercanía sorprendente de Jesús (hombre poderoso en obras y palabras) les mantenía protegidos. Ahora, sólo ahora, en el hueco de su muerte, deben mirar y buscar de verdad lo que buscaban. Este es el día tercero, tiempo de la verdad: cada uno de los actores del drama mesiánico de Jesús debe reaccionar, con la ayuda de Dios.
Fugitivos de Emaús, iglesia actual
Estos varones (¿varón y mujer?) representan a todos los cristianos, tentados de escapar, dejando a las mujeres con sus “ilusiones” y al resto de la comunidad con su falta de fe, ante la tumba vacía. Resulta sintomático que un Documento básico del CELAM, de la Conferencia Eclesial Latino-americaca (Santo Domingo, 1992) haya situado al conjunto de la iglesia ante este icono pascual. Ciertamente, este relato es un espejo de nuestra eucaristía. Estamos como en aquellos tiempos. Unas mujeres lloran ante la tumba vacío, otros huyen. Esto es la iglesia. Las mujeres creyentes (cf. Lc 24, 1-8)toman en serio el recuerdo y palabra de Jesús; ellas mantienen viva la fe de la iglesia y sobresaltan a los apóstoles oficiales. Pero estos fugitivos piensan que ellas siguen atadas a la tumba.
Los jerarcas (apóstoles) están en Jerusalén, en un tipo de gran curia eclesia miedosa. Parecen indecisos: van al sepulcro en busca de confirmaciones exteriores, son incapaces de escuchar la auténtica palabra y de asumir un liderazgo creador en la comunidad cristiana.
También los fugitivos, parecen formar parte del grupo dirigente, pero escapan,huyendo de su propia historia, del pasado de su encuentro con Jesús. Con un podo de humor diría que son cardenales fracasados de la gran iglesia…
. Escapan y sin embargo siguen hablando de Jesús, como si tuvieran necesidad de recrear su recuerdo, de recuperar su figura. Uno se llama Cleofás (24, 18). El otro, que puede ser varón o mujer (quizá mejor mujer) permanece innominado. Huyen de Jesús y de la eucaristía y, sin embargo, serán comienzo de una nueva eucaristía pascual.
La experiencia fundante de pascua sigue siendo un enigma. Pero Lucas nos ayuda a penetrar en algunos de sus motivos principales, distinguiendo entre los grupos de la iglesia. Muchos investigadores han elevado preguntas a su texto. ¿Por qué sitúa la meta de la huida en Emaús, que está en Judea, y no en Galilea, como suponía Mc 14, 28? ¿Por qué presenta como fugitivos a estos dos, y no al conjunto de los apóstoles? ¿Por qué ha centrado la experiencia pascual en Jerusalén y no en Galilea, como Mc 16, Mt 28 y Jn 21? Nadie ha escrito, que yo sepa, un relato histórico fiable sobre el desarrollo de los acontecimientos pascuales.
Recuperar el pasado: la “homilía” del peregrino desconocido (Lc 24, 25-27).
Estos fugitivos han abandonado la comunidad donde parecen reunidos otros discípulos incrédulos con las mujeres creyentes (cf. Lc 24, 9-10.33-35). Este sería el comienzo del fin: empieza a disgregarse el grupo que Jesús había formado. Escapan de él, pero le llevan en su mente y conversación (cf. 24, 14). Pues bien, su mismo alejamiento será principio de nuevo encuentro. Muchas veces resulta necesaria la distancia: separarse del lugar de la experiencia inmediata, tomar tiempo para revivir lo que ha pasado.
Para comprender el relato de los discípulos de Emaús hay que olvidar todo lo leído en los días pasados, desde la Vigilia del Sábado Santo, a propósito de las apariciones de Jesús. Porque Lucas ofrece una versión peculiar de los acontecimientos. Al final de su evangelio cuenta solo tres apariciones:
1) A todas las mujeres, no a dos ni tres, se aparecen dos ángeles cuando van al sepulcro a ungir el cuerpo de Jesús.
2) A dos discípulos que marchan a Emaús se les aparece Jesús, pero con tal aspecto que no pueden reconocerlo, y desaparece cuando van a comer.
3) A todos los discípulos, no sólo a los Once, se aparece Jesús en carne y hueso y come ante ellos pan y pescado.
Dos cosas llaman la atención comparadas con los otros evangelios: 1) las apariciones son para todas y para todos, no para un grupo selecto de mujeres ni para sólo los once. 2) La progresión creciente: ángeles – Jesús irreconocible – Jesús en carne y hueso.
Jesús, Moisés, los profetas y los salmos
Un elemento común a los tres relatos de Lucas son las catequesis. Los ángeles hablan a las mujeres, Jesús habla a los de Emaús, y más tarde a todos los demás. En los tres casos el argumento es el mismo: el Mesías tenía que padecer y morir para entrar en su gloria. Un mensaje tan escandaloso y difícil de aceptar requiere ser tratado con insistencia. Pero, ¿cómo se demuestra que el Mesías tenía que padecer y morir? Los ángeles aducen que Jesús ya lo había anunciado. Jesús, a los de Emaús, se basa en lo dicho por Moisés y los profetas. Y el mismo Jesús, a todos los discípulos, les abre la mente para comprender lo que de él han dicho Moisés, los profetas y los salmos. La palabra de Jesús y todo el Antiguo Testamento quedan al servicio del gran mensaje de la muerte y resurrección.
La trampa política que tiende Lucas
Para comprender a los discípulos de Emaús hay que recordar el comienzo del evangelio de Lucas, donde distintos personajes formulan las más grandes esperanzas políticas y sociales depositadas en la persona de Jesús. Comienza Gabriel, que repite cinco veces a María que su hijo será rey de Israel. Sigue la misma María, alabando a Dios porque ha depuesto del trono a los poderosos y ensalzado a los humildes, porque a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Los ángeles vuelven a hablar a los pastores del nacimiento del Mesías. Zacarías, el padre de Juan Bautista, también alaba a Dios porque ha suscitado en la casa de David un personaje que librará al pueblo de Israel de la opresión de los enemigos. Finalmente, Ana, la beata revolucionaria de ochenta y cuatro años, habla del niño Jesús a todos los que esperan la liberación de Jerusalén. Parece como si Lucas alentase este tipo de esperanza político-social-económica.
Del desencanto al entusiasmo
El tema lo recoge en el capítulo final de su evangelio, encarnándolo en los dos de Emaús, que también esperaban que Jesús fuera el libertador de Israel. No son galileos, no forman parte del grupo inicial, pero han alentado las mismas ilusiones que ellos con respecto a Jesús. Están convencidos de que el poder de sus obras y de su palabra va a ponerlos al servicio de la gran causa religiosa y política: la liberación de Israel. Sin embargo, lo único que consiguió fue su propia condena a muerte. Ahora sólo quedan unas mujeres lunáticas y un grupo se seguidores indecisos y miedosos, que ni siquiera se atreven a salir a la calle o volver a Galilea. A ellos no los domina la indecisión ni el miedo, sino el desencanto. Cortan su relación con los discípulos, se van de Jerusalén.
En este momento tan inadecuado es cuando les sale al encuentro Jesús y les tiene una catequesis que los transforma por completo. Lo curioso es que Jesús no se les revela como el resucitado, ni les dirige palabras de consuelo. Se limita a darles una clase de exégesis, a recorrer la Ley y los Profetas, espigando, explicando y comentando los textos adecuados. Pero no es una clase aburrida. Más tarde comentarán que, al escucharlo, les ardía el corazón.
El misterioso encuentro termina con un misterio más. Un gesto tan habitual como partir el pan les abre los ojos para reconocer a Jesús. Y en ese mismo momento desaparece. Pero su corazón y su vida han cambiado.
Los relatos de apariciones, tanto en Lucas como en los otros evangelios, pretenden confirmar en la fe de la resurrección de Jesús. Los argumentos que se usan son muy distintos. Lo típico de este relato es que a la certeza se llega por los dos elementos que terminarán siendo esenciales en las reuniones litúrgicas: la palabra y la eucaristía.
Del entusiasmo al aburrimiento
Por desgracia, la inmensa mayoría de los católicos ha decidido escapar a Emaús y casi ninguno ha vuelto. «La misa no me dice nada». Es el argumento que utilizan muchos, jóvenes y no tan jóvenes, para justificar su ausencia de la celebración eucarística. «De las lecturas no me entero, la homilía es un rollo, y no puedo comulgar porque no me he confesado». En gran parte, quien piensa y dice esto, lleva razón. Y es una pena. Porque lo que podríamos calificar de primera misa, con sus dos partes principales (lectura de la palabra y comunión) fue una experiencia que entusiasmó y reavivó la fe de sus dos únicos participantes: los discípulos de Emaús. Pero hay una grande diferencia: a ellos se les apareció Jesús. La palabra y el rito, sin el contacto personal con el Señor, nunca servirán para suscitar el entusiasmo y hacer que arda el corazón.
Los discípulos de Emaús
Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo:
― ¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?
Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó:
― ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos días?
Él les preguntó:
― ¿Qué?
Ellos le contestaron:
― Lo de Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron.
Entonces Jesús les dijo:
― ¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?
Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.
Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo:
― Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída.
Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció. Ellos comentaron:
― ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:
― Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Comentarios desactivados en III Domingo de Pascua. 23 de abril, 2023.
“Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron.”
Nos ponemos en marcha, en camino, como los dos discípulos que iban a Emaus.
Y es que esto de la resurrección es un proceso.
La Vigilia Pascual tiene un día señalado en el calendario pero el encuentro de cada una con el resucitado no tiene por qué coincidir. Tampoco las primeras discípulas de Jesús se encontraron con el resucitado en el mismo momento ni de la misma manera.
Dios es mucho más original, mucho más sorprendente y, sobre todo, mucho más delicado. Nos conduce y sabe lo que necesitamos.
Sabe que hay personas que no pueden esperar a que amanezca y que llegarán al sepulcro al despuntar la aurora, como María Magdalena, sabe que otras correrán y creerán, al mismo tiempo que otras tomarán el camino contrario alejándose de Jerusalén, de Jesús.
Los dos de Emaus se marchan abrumados por una realidad que a sus ojos tiene un único nombre: FRACASO. Mientras caminan comparten sus esperanzas rotas. Conversan y discuten. Se hacen preguntas. Pero andan enredados en un torbellino sin salida.
Así el resucitado se hace presente sin ser reconocido y lo primero que hace es escucharles. Dejar que desahoguen el corazón.
¡Cuánta ternura y delicadeza en este gesto del resucitado! Él, que conoce mejor que nadie lo que ha sucedido, se deja contar la historia por dos discípulos que van abandonando el seguimiento…
Jesús sigue empeñado en que no se pierda ni uno solo y hace con cada una de nosotras el camino. Aun cuando el camino sea equivocado.
Sabe que lo mejor para nosotras es que Le sigamos, pero cuando la vida nos llena de dudas y decidimos caminar otro camino, nos acompaña. Pierde el tiempo con nosotras. Nos escucha, nos habla. Se toma tiempo para transformarnos.
Hace arder nuestros corazones.
Oración
Nuestra oración de hoy puede ser la misma súplica de los dos de Emaus: “-¡Quédate con nosotras porque atardece y el día va de caída! ¡Quédate!
Comentarios desactivados en A Jesús vivo debo encontrarlo en el otro.
DOMINGO 3º DE PASCUA(A)
Lc 24,13-35
Por tercer domingo consecutivo se nos propone un relato enmarcado en el “primer día de la semana”. Estos dos discípulos pasan de creer en un Jesús profeta, pero condenado a una muerte destructora, a descubrirlo vivo y dándoles Vida. De la desesperanza pasan a vivir la presencia de Jesús. Se alejaban de Jerusalén tristes y decepcionados; vuelven a toda prisa, contentos e ilusionados. El pesimismo les hace abandonar el grupo, el optimismo les obliga a volver para contar la gran noticia (todo según el relato).
El encuentro de los dos discípulos de Emaús con Jesús es un prodigio de teología narrativa. En ella podemos descubrir el verdadero sentido de los relatos de apariciones. El objetivo de todos ellos es llevarnos a participar de la experiencia pascual que los primeros seguidores de Jesús vivieron. En ningún caso intentan dar noticias de acontecimientos puntuales. Los discípulos de Emaús no son personas concretas, sino personajes. Lucas no quiere informarnos de lo que pasó una vez, sino de lo que está pasando cada día.
Es Jesús quien toma la iniciativa, como sucede siempre en los relatos de apariciones. Los dos discípulos se alejaban de Jerusalén decepcionados por lo que había pasado a Jesús. Solo querían apartar de su cabeza aquella pesadilla. Pero a pesar del desengaño sufrido por su muerte y muy a pesar suyo, llevan a Jesús en su corazón y van hablando de él. Lo primero que hace es invitarles a desahogarse, les pide que manifiesten su amargura. La utopía que les había arrastrado a seguirlo, había dado paso a la más absoluta desesperanza. Pero su mente todavía estaba con él, a pesar de su horrible muerte.
En este sutil matiz podemos descubrir una pista para explicar lo que sucedió a los primeros seguidores. La muerte les destrozó, y pensaron que todo había terminado; pero a nivel subconsciente, permaneció un rescoldo que terminó siendo más fuerte que las terribles evidencias tangibles. En el relato de la conversión de Pablo podemos descubrir algo parecido. Perseguía con ahínco a los cristianos, pero sin darse cuenta, estaba subyugado por la figura de Jesús y en un momento determinado, cayó del burro.
La manera en que el relato describe el reconocimiento (después de haber caminado y discutido con él durante tres kilómetros) y la instantánea desaparición, nos indican claramente que la presencia de Jesús, después de su muerte, no es la de una persona normal. Algo ha cambiado tan profundamente, que los sentidos ya no sirven para reconocer a Jesús. Estos detalles nos vacunan contra la tentación de interpretar de manera física los relatos que nos hablan de Jesús después de su muerte.
Nosotros esperábamos… Esperaban que se cumplieran sus expectativas. No podían sospechar que ya se habían cumplido. Fijaos bien cómo refleja esa frase nuestras propias decepciones. Esperamos que la Iglesia… Esperamos que el Obispo… esperamos que el concilio… Esperamos que el Papa… Esperamos lo que nadie puede darnos desde fuera y surge la desilusión. Lo que Dios puede darnos ya lo tenemos. El desengaño es fruto de una falsa esperanza. Por seguir esperando lo que Jesús ya nos está dando, llega la desilusión.
Según el relato, no es Jesús el que cambia para que le reconozcan, son los ojos de los discípulos los que se abren y se capacitan para reconocerle. No se trata de ver algo nuevo, sino de ver con ojos nuevos lo que tenían delante. No es la realidad la que debe cambiar para que nosotros la veamos. Somos nosotros los que tenemos que descubrir la realidad de Jesús Vivo, que tenemos delante de los ojos, pero que no apreciamos. Hay momentos y lugares donde se hace presente Jesús de manera especial, si sabemos mirar.
1) En el camino de la vida. Después de su muerte, Jesús va siempre con nosotros en nuestro caminar. Pero el episodio nos advierte que es posible caminar junto a él y no reconocerlo. Habrá que estar más atento si, de verdad, queremos entrar en contacto con él. Es una crítica a nuestra religiosidad demasiado apoyada en lo externo. A Jesús no lo vamos a encontrar en el templo ni en los rezos ni en los ritos sino en la vida real, en el contacto con los demás. Si no lo encontramos ahí, cualquier otra presencia será engañosa.
La concepción dualista que tenemos del mundo y de Dios nos impide descubrirlo. Con la idea de un Dios creador que se queda fuera del mundo, no hay manera de verle en nuestra realidad cotidiana. Pero Dios no es lo contrario del mundo, ni el Espíritu es lo contrario de la materia. La realidad es sensible, pero en la realidad podemos distinguir otro aspecto. Desde el deísmo que considera a Dios como un ser separado y paralelo de los otros seres, será imposible descubrir en las criaturas la presencia de la divinidad.
2) En la Escritura. Si queremos encontrarnos con el Jesús que da Vida, tenemos en las Escrituras un eficaz instrumento. Pero el mensaje de la Escritura no está en la letra sino en la vivencia espiritual que hizo posible el relato. La letra, los conceptos no son más que el soporte en el que se ha querido expresar la experiencia de Dios. Dios habla únicamente desde el interior de cada persona, porque el único Dios que existe es el que fundamenta cada ser. Dios solo habla desde lo hondo del ser. Esa experiencia, expresada, es palabra humana, pero volverá a ser palabra de Dios si nos lleva a la vivencia.
3) Al partir el pan: No se trata de una eucaristía, sino de una manera muy personal de partir y repartir el pan. Referencia a tantas comidas en común, a la multiplicación de los panes, etc. Sin duda el gesto narrado hace también referencia a la eucaristía. Cuando se escribió este relato ya había una larga tradición de su celebración. Los cristianos tenían ya ese sacramento como el rito fundamental de la fe. Al ver los signos, se les abren los ojos y le reconocen. Fijaos, un gesto es más eficaz que toda una perorata sobre la Escritura.
4) En la comunidad reunida. Cristo resucitado solo se hace presente en la experiencia de cada uno, pero solo la experiencia compartida me da la seguridad de que es auténtica. Por eso él se hace presente en la comunidad. La comunidad (aunque sean dos) es el marco adecuado para provocar la vivencia. La experiencia compartida empuja al otro en la misma dirección. El ser humano solo desarrolla sus posibilidades de ser, en la relación con los demás. Jesús hizo presente a Dios amando, es decir, dándose a los demás. Esto es imposible si el ser humano se encuentra aislado y sin contacto alguno con el otro.
El mayor obstáculo para encontrar a Cristo hoy es creer que ya lo tenemos. Los discípulos creían haber conocido a Jesús cuando vivieron con él; pero aquel Jesús, que creían ver, no era el auténtico. Solo cuando el falso Jesús desaparece, se ven obligados a buscar al verdadero. A nosotros nos pasa lo mismo. Conocemos a Jesús desde la primera comunión, por eso no necesitamos buscarle. El verdadero Jesús es nuestro compañero de viaje, aunque es muy difícil reconocerlo en todo aquel que se cruza en nuestro camino.
«Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel»
El seguimiento de Jesús había quedado hecho añicos, y el relato de los dos de Emaús es un excelente testimonio de la desbandada que se produjo tras su muerte. Habían creído en él como el futuro libertador de Israel; como el restaurador de la estirpe de David, pero su fe había muerto al pié de la cruz: «Creíamos que era éste… pero han pasado dos días…». Todo había terminado y era hora de volver a la rutina diaria.
Peor lo tuvieron sus discípulos más cercanos; los que le habían acompañado desde el principio convirtiéndose en sus amigos. En la cena de despedida habían quedado confusos y desconcertados por las palabras y los signos de Jesús. Ya en Getsemaní, huyeron despavoridos cuando un pelotón de guardias y criados lo prendió. Llegados en su huida al cenáculo, se atrancaron por miedo a los judíos, y allí permanecieron angustiados por la suerte de su maestro y posiblemente avergonzados de su cobardía. Pedro tuvo un arranque de valor, pero cuando se vio en peligro negó conocerle.
Al miedo y a la vergüenza se unieron las dudas. La cruz demostraba que Dios no estaba con él, sino con los sacerdotes que lo habían vencido, y esa evidencia tuvo que haber supuesto un golpe brutal para su fe.
Probablemente permanecieron encerrados en Jerusalén hasta que finalizó la Pascua, y probablemente también, salieron de Jerusalén mezclados con los peregrinos que volvían a sus lugares de origen tras su celebración. Mateo nos habla de una cita en Galilea, y Juan sitúa allí al núcleo más íntimo del grupo, que había retomado las ocupaciones previas a la increíble aventura que acababan de vivir.
Todo parecía haber acabado, pero el Espíritu se cruzó en sus vidas haciendo resucitar la fe en el crucificado. Pero ya no era la fe en el mesías davídico que ellos habían albergado en el pasado, sino la fe en “Jesús Señor”; tan cercano a la divinidad que no eran capaces de ponerse de acuerdo para formularla. Para Pedro, «Dios estaba con él», pero Juan se atrevió a mucho más, y en el prólogo de su evangelio dejó plasmada su nueva fe de manera explícita: «La Palabra era Dios».
No sabemos cuál pudo haber sido la experiencia que provocó este salto trascendental en su fe y les movió a creer en él, no ya como un enviado, sino como “El Señor”. Lo que sí sabemos es que provocó un vuelco radical en sus vidas. Porque un tiempo después de haber salido de Jerusalén aterrorizados por miedo a las autoridades, desmoralizados por la muerte de su maestro y sumidos en angustiosas dudas de fe, aquellos hombres se presentaron de nuevo en el Templo afirmando, y empeñando su vida en ello, que lo habían visto vivo después de su muerte:
«Varones israelitas —es Pedro quien les habla— escuchad estas palabras: Jesús de Nazaret, varón probado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales, fue entregado y muerto en la cruz por vosotros por medio de hombres sin Ley. Pero Dios lo resucitó después de soltar las ataduras de la muerte, por cuanto no era posible que fuera dominado por ella; y nosotros somos testigos de ello».
Miguel Ángel Munárriz Casajús
Para leer el comentario que José E. Galarreta hizo en su momento, pinche aquí
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Lc. 24, 13-35
Estamos de nuevo en el tiempo pascual. El tiempo de recordar y experimentar que Jesús VIVE entre nosotros, con nosotros, ahora y ya para siempre. Es el tiempo del Espíritu que nunca abandonará a su pueblo. Antes de nada vamos a tratar de respondernos con sinceridad: vitalmente ¿en qué tiempo vivimos, en que tiempo vivo yo? O dicho en clave del evangelio de este domingo, ¿seguimos caminando hacia Emaús o estamos volviendo a Jerusalén?
Nos encontramos hoy con la aparición a los discípulos de Emaús. Un texto precioso de Lucas, una de las grandes catequesis pospascuales del NT. Una catequesis que resuena con fuerza en nosotros y que nos puede ayudar a descubrir si estamos realmente viviendo como discípulos y discípulas de Jesús Resucitado o simplemente seguimos llorando y añorando al crucificado.
Porque, como todo el evangelio, este texto tan conocido e impresionante, habla de nosotros. Quizá por eso uno de sus personajes no tiene nombre. ¿No podemos ser nosotros/as el discípulo o discípula sin nombre que acompaña a Cleofés? Pongámosle nuestro nombre y sintámonos protagonistas de esta escena. Sin duda lo somos y lo hemos sido en muchas ocasiones.
Varios rasgos definen al discípulo que acompaña a Cleofés, a ese que lleva nuestro nombre. Parece una persona:
– Que camina cabizbaja y desanimada, conversa y discute, que esperaba, pero que ahora parece que ya no espera “Creíamos…”
¿No caminamos así alguna vez? ¿No nos hemos ido del grupo, alejado de todo? ¿No seguimos “tirando” porque esto es lo que hay y no más? Y a veces, ¿no discutimos y damos vueltas pero seguimos viviendo nuestra fe y nuestra vida, con ese andar cansino de quien no espera que las cosas cambien?
– Que sus ojos son incapaces de reconocerlo a pesar de que camina a su lado, de que los escucha sin reproches, de que les explica el sentido de los acontecimientos…
¿Qué nos impide reconocer a Jesús? ¿Qué cataratas difuminan u ocultan tantos signos de vida que suceden cada día a nuestro lado? ¿Qué cierra los ojos de nuestro corazón cuando leemos las escrituras?
– Que en el fondo sigue buscando pero duda, le cuesta confiar en el testimonio de los demás y, a pesar de sus deseos, sigue diciéndose: “Si, vale, hay rasgos positivos, algo parece que va a cambiar, pero “A Él no lo vieron”
¿Cuándo fue la última vez que afirmamos algo así? ¿Cómo buscamos a Jesús, en qué se ha convertido Él para nosotros? ¿Cuándo dijimos de alguien que generosamente sirve o se sacrifica por los demás, “Sí, a saber lo que busca detrás de eso”? ¿O lo desautorizamos diciendo “son mujeres, son curas, son… qué van a decir?
– Una persona que a pesar de todo se siente atraída por este caminante, que de alguna forma ha conectado con el deseo profundo de su corazón, aunque ni él /ella misma es consciente, y le pide: “Quédate con nosotros”. No porque te haya reconocido… simplemente porque algo me hace desear tu presencia, aunque lo exprese tan pobremente: va a anochecer, falta mucho camino, aquí tenemos nuestra casa…
¿Cuándo hemos vivido algo parecido? ¿A quién hemos invitado a nuestra vida que nos ha abierto los ojos y el corazón? El desanimo no suele ser proactivo, no suele llevarnos a dar el primer paso, pero la compañía, el sacar de nosotros lo que nos va doliendo y la escucha atenta del otro nos ayuda a romper el cerco en la que la tristeza nos ha encerrado. Y por ese resquicio entra el Resucitado y se sienta a la mesa, nos mira a los ojos y nos da su pan. Y ese gesto que, ahora sí, nos recuerda al Maestro a quien queremos, en quien habíamos puesto nuestra esperanza, abre por fin nuestros ojos y nuestro corazón.
Y a partir de este momento los rasgos que definen a este discípulo o discípula que lleva nuestro nombre, que somos nosotros son totalmente distintos:
– Es la persona que reconoce con sus ojos a Jesús en un gesto sencillo y un objeto común, el pan que se bendice y se reparte.
– La que es consciente de que su corazón ardía mientras le escuchaba por el camino aunque no se hubiera dado cuenta, y ahora ya no lo duda a pesar de que es de noche y de que Jesús ha desaparecido.
– Es la que levantándose se pone a caminar hacia Jerusalén, a desandar el camino, ahora con ánimo alegre y deseoso de encontrarse con los demás.
– Es la que comparte con los demás su experiencia de encuentro con el Resucitado y goza con las experiencias expresadas por los Once, por los amigos, por los compañeros….
Y lo mejor es que sin duda también podemos reconocernos en estos rasgos. Somos la persona que acompaña a Cleofés camino de Emaús, la que regresa con él a Jerusalén en plena noche y la que anuncia con valentía que Jesús vive y los ha acompañado por el camino. Porque a Jerusalén no se va, según Lucas “se vuelve”.
Solo volvemos a Jerusalén si nos hemos encontrado con el maestro en cualquier camino a Emaús, solo nos experimentamos como personas nuevas si hemos sido conscientes de nuestra realidad de caminantes a Emaús. Y este camino no se recorre de una vez para siempre, es una buena imagen de toda nuestra vida, siempre amenazada por el desanimo y el cansancio, por una fe raquítica y circunstancias externas que la ponen a prueba; pero una vida animada y sostenida por el Espíritu y la presencia de Jesús Resucitado que siempre camina con nosotros y se nos hace presente en tantos signos de vida y esperanza que se dan en nuestro mundo si dejamos que El mismo nos abra los ojos para reconocerlos.
Comentarios desactivados en Una nueva forma de presencia.
Domingo III de Pascua
26 abril 2020
Lc 24, 15-35
En gran medida, los llamados “relatos de apariciones del resucitado” son catequesis elaboradas, que buscan suscitar la fe en Jesús y promover determinadas actitudes, como la paz, la confianza, la alegría, la misión…
Hablan, para ello, de la presencia de Jesús, pero generalmente con el añadido de que no era fácilmente “reconocible”. Afirman la realidad de su presencia, pero subrayando que esta no es equiparable a su estado anterior.
En el relato que nos ocupa, parece destacar un doble interés catequético: por un lado, ofrecer una interpretación del hecho -para ellos escandaloso- de la cruz y la muerte del Maestro. ¿Cómo Dios pudo “abandonar” a su elegido, permitiendo que muriera a manos de paganos? La respuesta se sitúa en la línea de lo que era la argumentación rabínica: “Estaba escrito», es decir, había un sentido oculto. Por tanto, no ha habido abandono, ni hay motivo para el escándalo: todo entraba dentro de los planes de Dios.
Por otro, invita a “hacer camino” con Jesús, destacando tres lugares donde encontrar su presencia: caminar al lado de la gente, releer la sagrada Escritura y celebrar la eucaristía (“partir el pan”). Constituían, sin duda, los lugares privilegiados donde los discípulos de aquellas primeras comunidades fortalecían y compartían su fe.
El relato muestra que es precisamente ahí donde “reconocen” a Jesús, a la vez que insiste en una cuestión que considera prioritaria: la proclamación de que el Maestro sigue caminando con ellos en todo momento.
Desde una perspectiva genuinamente espiritual, respetando, pero trascendiendo las creencias religiosas y catequéticas, podemos preguntarnos: ¿qué es eso que nos “acompaña” en todo momento y “camina” siempre con nosotros? La respuesta es simple: aquello que somos en profundidad, lo que constituye nuestra identidad profunda.
Solo nos hace falta reconocerlo, o lo que es lo mismo, comprender lo que somos. Es esa comprensión profunda la que, liberándonos de engaños y de sufrimientos inútiles, nos permite estar en casa en todo momento. No es una presencia ajena la que nos sostiene; es sencillamente la presencia que es.
¿Vivo en conexión con la presencia consciente que somos?
Comentarios desactivados en Sinodalidad es caminar hacia Emaús
Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre:
01.- v 13 Dos discípulos se van caminando de Jerusalén.
Los dos de Emaús representan la Iglesia naciente y la nuestra: el camino hacia la fe en el Señor resucitado.
Un discípulo se llamaba Cleofás el otro es anónimo. Podemos poner nuestro nombre.
Es un texto de gran belleza literaria y teológica, que siempre podemos hacer nuestra. Todos somos caminantes, todos entramos caemos en desesperanzas, en ocasiones el atardecer embarga nuestra vida.
Por otra parte, ¡Cuánta gente se “ha ido de Jerusalén”, ha abandonado la fe, la Iglesia!
02.- v 14. iban conversando, se hacían preguntas.
No habían entendido ni lo que había pasado en Jerusalén, ni la Escritura. Sin embargo no pueden olvidar a Jesús, por ello iban “dando vueltas” a lo que había pasado con Jesús. Caminan pensando y discutiendo los problemas de la vida, lo que había supuesto Jesús para ellos.
También nosotros vamos por la vida con muchas preguntas y cuestiones. Tenemos más problemas que respuestas. No entendemos, no acertamos a explicarnos la vida, el mal, la muerte…
03.- Nosotros esperábamos, pero todo ha terminado…
La situación de aquellos dos discípulos era de decepción, de tristeza y desesperanza.
Muchos de los discípulos de Jesús esperaban un Mesías nacional poderoso, triunfante que restaurara la soberanía de Israel frente al Imperio romano. Pero todo ha terminado en el fracaso de la cruz. Por eso se van de Jerusalén, del grupo.
En gran medida esta es también nuestra situación.
Muchos de los que formamos las generaciones adultas del siglo del XXI nos embarga la decepción. Esperábamos tantas cosas…
Esperábamos que la democracia iba a crear una sociedad perfecta y nos iba a liberar de los males de la dictadura.
Esperábamos que el Concilio iba a suponer un Pentecostés para la Iglesia y una oxigenación, pero hemos vivido un largo post-concilio de involución y el papa Francisco a duras penas puede con la sinodalidad.
Probablemente muchos proyectos personales, matrimoniales, familiares se han derrumbado o no se han realizado.
La cuestión radical es ¿qué esperamos de la vida? y ¿de dónde o de quién esperamos la realización de tal esperanza? Ser adultos es amontonar desilusiones y decepciones, pero mantener la esperanza y seguir caminando.
04.- v 27. Jesús les explica las Escrituras.
Jesús se acerca. El Señor siempre se acerca aunque tampoco nosotros no acertemos a reconocerle…
Jesús no se hace presente en forma de “visiones o apariciones iluminadas”, sino en el prójimo, en los acontecimientos de la vida.
Les explica las Escrituras. Explicar el Evangelio no es lo mismo que explicar el catecismo. Uno puede conocer todo el catecismo y ser increyente. Hemos llegado a una situación en la que el Evangelio necesitara del filtro del catecismo para ser auténtico. El Evangelio está liberadoramente por encima del catecismo.
Estos días se presentaba un libro de JM Castillo: “Declive de la Religión y futuro del Evangelio”. Y decía JM Castillo que Evangelio y Religión son incompatibles, pero la Iglesia las ha fundido y confundido”.
Conocer las Escrituras no es saberse de memoria la Biblia, sino creer.
Explicar y entender las Escrituras es amar el Evangelio, la razón, la cultura, el misterio de la vida.
05.- v 29. Quédate con nosotros, que atardece…
Es una hermosa, una gran oración. El camino de Emaús son vísperas de un acto de fe profundo y ardiente
La vida tiene muchos atardeceres en los que no vemos la luz ni el camino, porque quedamos bloqueados por una mala situación personal por una ruptura, por un mal momento de salud, por una situación eclesiástica que nos deja el corazón helado… No faltan atardeceres y “noches oscuras” del alma y del cuerpo, incluida la noche final.
En muchas situaciones nos será más que suficiente esta nostalgia de que el Señor se quede con nosotros.
06.- vv 30-31 Se les abrieron los ojos y le reconocieron al partir el pan. La Eucaristía.
Este relato de los dos de Emaús es una Eucaristía. Le reconocieron al partir el pan.
A Cristo se le reconoce al partir el pan, al compartir el pan.
La Eucaristía no consiste en la perfección de los ritos, cuanto en una vida que comparte el pan.
Reconocemos a Cristo cuando hay Eucaristía y hay Eucaristía cuando compartimos el pan: misiones, pobres, Aterpe, entrega a nuestras tareas, cuando compartimos la cultura, cuando guiamos a quienes la vida puesto en nuestras manos, la solidaridad.
07.- v 32 ¿No ardía nuestro corazón? Las brasas de Emaús
Las ideas mueven el mundo, y es verdad porque las ideas mueven el corazón. San Agustín decía que solamente se conoce lo que se ama.
Jesús no fue un ideólogo, sino que se pasó la vida haciendo el bien: curando enfermos, sanando al que sufre…
El cristianismo no es solamente cuestión de ideas super-precisas, de teologías y doctrinas, mucho menos de leyes. Creer en la resurrección es dejarse tocar por la misericordia de Dios”, sino que ha de arder el corazón.
El momento político-cultural-eclesiástico que vivimos no es precisamente cálido, amable. Nietzsche –a mediados el siglo XIX- ya nos había condenado a vivir en un gran frío, en el vacío, en la nada:
¿No vamos errantes a través de una nada infinita? ¿No nos absorbe el espacio vacío? ¿No hace más frío? ¿No viene la noche para siempre jamás más y más noche? ¿No olemos todavía la nada de la corrupción divina? [1]
08.- v 33 Se volvieron a Jerusalén y dijeron: ¡es verdad ha resucitado!
El testimonio y la misión, el grupo, los Once, están presentes en los relatos de la resurrección. Siempre hay alguien: Magdalena, el Discípulo Amado, Pedro. Hoy los dos de Emaús, que terminan dando testimonio y anunciando la Vida, al resucitado.
¿Cómo anunciar hoy la Vida de modo que salgamos de esta noche? No es una cuestión simple, mucho menos una cuestión legal. ¿Quién nos explicará las Escrituras? Ciertamente la ciencia y la cultura, nos pueden explicar algunas cosas, pero solamente el Señor nos hará comprender la vida.
Sinodalidad es “caminar juntos” como los dos de Emaús.
Quédate con nosotros, que atardece…
[1] NIETZSCHE, F. La ciencia gaya, Obras III, 125 (74.141).
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