La sección de ciberodio de Madrid lleva a la polémica profesional ante el juez a instancias de la Asociación Española contra las Terapias de Conversión
Juan José Mateo
La sección de ciberodio de la Fiscalía Provincial de Madrid ha interpuesto una denuncia contra la coach Elena Lorenzo por la web en la que ofrece tratar un supuesto trastorno de orden compulsivo (TOC) homosexual, según documentación a la que accedió EL PAÍS. El caso ha recaído en el Juzgado de Instrucción número seis de Madrid, y se han incoado diligencias previas, lo que abrirá un nuevo capítulo en la polémica trayectoria de una profesional que lleva en el ojo del huracán desde 2019.
Hace casi cuatro años, la Comunidad le impuso a esta coach una multa calificada de “histórica” y “pionera” por ofrecer supuestas terapias contra la homosexualidad en internet. Era la primera sanción aprobada como resultado de la puesta en marcha de la Ley de Protección Integral contra la LGTBIfobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad en la Comunidad de Madrid. Dos años después, en 2021, un tribunal dejó sin efecto la sanción al considerar que la Administración había cometido “irregularidades procedimentales” que causaron indefensión en la afectada. Pero la polémica no acabó ahí. A finales de 2022, y con ese precedente, la Comunidad temió haber incurrido en un nuevo vicio procedimental y decidió arrancar de cero un segundo expediente sancionador contra la coach, pese a que ya había concluido que debía ser sancionada con 22.000 euros. Y ahora llega esta decisión de la Fiscalía, tomada a raíz de una denuncia registrada en septiembre de 2022 por la Asociación Española contra las Terapias de Conversión.
“Lo que denunciamos es que a nuestro juicio comete intrusismo profesional, publicidad fraudulenta, asociación ilícita y delito de odio, pues dice que puede diagnosticar una enfermedad (que no existe) y tratarla a través del coaching profesional”, explica Saúl Castro, abogado y presidente de esta asociación. “Eso son competencias que exclusivamente podrían ejercitar psicólogos o psiquiatras”, opina. Y recalca: “El TOC homosexual no es una enfermedad diagnosticable”.
Este periódico solicitó la versión de Lorenzo, sin obtener respuesta ni tampoco indicaciones sobre quién la representa legalmente.
En la web donde se ofrecen sus servicios define el supuesto TOC homosexual como “un problema” que puede nacer “de alguna herida afectiva”. “Es un trastorno obsesivo que se da con frecuencia entre hombres heterosexuales”, se abunda. “Muchas veces se diagnostica incorrectamente como una homosexualidad “reprimida”, lo que provoca más ansiedad en las personas que lo sufren”, se añade. “Otras veces se interpreta erróneamente como una parte inicial del proceso de salida del armario”, se continúa. Y se plantea una terapia para “vencer los miedos y reducir la ansiedad y, con ella, las obsesiones y compulsiones”.
A raíz de la denuncia de la Fiscalía, un juez decidirá si estudia si expresiones como esa atentan, o no, contra los derechos del colectivo LGTBI. Esto es lo que se lee en la denuncia.
“Los denunciados [Lorenzo y su marido] ofrecen información falsa”, argumenta la Asociación Española contra las Terapias de Conversión. “Se presentan a sí mismos como expertos en acompañamiento a personas con sentimientos homosexuales no deseados, a pesar de que esta formación no es oficial, ni está homologada ni reconocida por ningún organismo”, siguen los denunciantes. “Ofrecen servicios para tratar una supuesta modalidad de Trastorno Obsesivo Compulsivo (‘TOC’), a saber, el “TOC Homosexual”, a través del coaching de identidad”, se añaden. “La propia promoción de estos servicios ya constituiría en sí misma la promoción y fomento público directo de discriminación contra un grupo por motivos de orientación sexual”.
Nuevo expediente sancionador
Mientras la justicia decide si inicia la vía penal, la Administración madrileña ha empezado a incoar de nuevo un expediente sancionador contra Lorenzo. En noviembre, un defecto de forma en el expediente abierto para sancionar con 20.001 euros por falta “muy grave” el curso Camino a la heterosexualidad, de la misma coach, llevó a la Comunidad de Madrid a archivar sus actuaciones y comenzar desde cero la investigación de un caso de presunta “promoción de terapias de curación o aversión de la homosexualidad”.
¿Qué ocurrió? Que la Comisión Preparatoria del Consejo de Gobierno que preside Isabel Díaz Ayuso indicó que “cabe apreciar un vicio de procedimiento causante de indefensión, lo que podría dar lugar a la anulación de la resolución sancionadora”, ya que se permitió indebidamente la personación de asociaciones que así han conocido todos los detalles del caso, y pudieron alegar en el mismo. Apunta la comisión que “dado que aún no ha prescrito la infracción, por su carácter de muy grave, parece razonable dictar resolución de archivo e incoar un nuevo procedimiento”. Y, tras tres años de instrucción, todo ha empezado de nuevo desde cero.
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En Enero de este año, el gobierno de Irlanda prometía promulgar una ley que prohíba las terapias de conversión antes de 2024. En octubre de 2022, el Senado de México votó para prohibir todas las terapias de conversión. En agosto, la ya dimitida primera ministra del Reino Unido Liz Truss, se posicionaba en contra de prohibir las terapias de conversión. El Partido Conservador había estado prometiendo una prohibición de la terapia de conversión en el Reino Unido desde 2018, y el año pasado finalmente produjo un documento de consulta. Sin embargo, la consulta estuvo plagada de banderas rojas, comparando el tratamiento médico afirmativo para niños trans con la terapia de conversión, brindando exenciones religiosas e incluso afirmando que los adultos pueden dar su consentimiento libremente a la terapia de conversión.
Las propuestas de legislación del Reino Unido empeoraron este año cuando se anunció que la prohibición solo cubriría la orientación sexual y no la identidad de género. Por otro lado, Escocia se ha separado de la postura arcaica de los Tories, produciendo su propio informe de un grupo asesor de expertos del gobierno. El informe integral fue bien recibido por la comunidad LGBTQ+, centró a los sobrevivientes en todas las áreas y estableció principios clave para legislar en contra de la terapia de conversión.
Estos incluyeron una prohibición futura que debe cubrir cualquier tratamiento, práctica o esfuerzo que tenga como objetivo cambiar, suprimir o eliminar la orientación sexual, la expresión de la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género de una persona, y brindar orientación específica sobre las experiencias de las personas de color LGBTQ+. – y sobrevivientes de grupos religiosos étnicos minoritarios.
En mayo, los obispos y las obispas de la Iglesia Anglicana de Gales celebraban que el Gobierno galés prohíba las “terapias” de conversión antiLGTBI. El pasado febrero, Israel prohibía las terapias de conversión para miembros de la comunidad LGTBQ+. Al otro lado del Atlántico, la Cámara de los Comunes de Canadá le dio su visto bueno el pasado diciembre, por unanimidad, a un proyecto de ley para prohibir las pseudoterapias de conversión, y definitivamente el pasado enero de este año. Se trata de un veto total, no solo en menores de edad, y contempla penas de hasta cinco años de cárcel para quien inflija estas prácticas y hasta dos para quien se beneficie económicamente de las mismas o las publicite. El Senado aprobó el texto en una tramitación exprés apenas seis días más tarde y, tras recibir la firma de la gobernadora general, entró en vigor el pasado 7 de enero, y el pasado marzo les seguía Chile que prohíbe por ley las “terapias reparativas” de la homosexualidad o la transexualidad.
Sin embargo, hace unos meses conocíamos que Boris Johnson cedía a la presión del lobby transexcluyente y dejará fuera de la prohibición de las «terapias» de conversión la identidad de género. Y más recientemente, el Consejo General del Poder Judicial español criticaba en su informe no preceptivo, la prohibición de las mal llamadas terapias, en el proyecto de la ley Trans española. A esto se sumaban las desafortunadas palabras de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, gracias a los votos de la extrema derecha, Díaz Ayuso quien no sancionará al obispo homófobo Reig Plá por las terapias para ‘curar’ la homosexualidad’.
La situación en otros países
Canadá y Francia se unieron al reducido grupo de países que han prohibido las pseudoterapias de conversión, ya sea de manera general o en menores de edad el pasado mes de enero. Le siguió Nueva Zelanda el pasado 15 de febrero, y el pasado marzo les seguía Chile que prohíbe por ley las “terapias reparativas” de la homosexualidad o la transexualidad.
En EE.UU., California fue el primero en hacerlo en 2012, no sin controversia. Le siguieron el también estado de Nueva Jersey (varios meses después), Washington D.C. (cuyo Consejo legislativo aprobó la norma por unanimidad en 2014) y más tarde se sumaron los estados de Oregon, Illinois, Vermont, Nuevo México, Rhode Island, Nevada, Connecticut, Washington, Hawái, Maryland, Delaware y New Hampshire, Nueva York, Colorado y Massachusetts, cuyo texto entró en vigor en 2019 tras la firma del gobernador republicano Charlie Baker.
En abril del mismo año también se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Y en mayo, la Cámara de Representantes de Maine aprobó el proyecto de ley 1025 por 91 votos a favor (de demócratas, independientes y cinco republicanos) frente a 46 en contra (todos ellos republicanos). Su tramitación continuó en el Senado, donde salió adelante el día 21 de mayo por 25 votos afirmativos (de los demócratas y cinco republicanos), frente a 9 contrarios (todos republicanos).
Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo hemos aprobó por ejemplo en enero de 2019 por decisión unánime de sus concejales, así como el estado de Utah.
Y en julio, era Ciudad de México quien prohibía las «terapias» de conversión de la orientación sexual y la identidad de género. Y en octubre de 2020, en el Estado de México. y en julio de 2021 el Estado de Yucatán.
En Europa la pionera fue Malta, que aprobó una ley en 2016. Irlanda y el Reino Unido también están dando pasos en esta dirección. La siguió Alemania el año pasado, aunque con un texto limitado a los menores de edad y con ciertas ambigüedades que el próximo Gobierno de Olaf Scholz se ha comprometido a revisar. El próximo país en sumarse será posiblemente Francia, cuya Asamblea Nacional aprobó en octubre, también por unanimidad, el veto a las pseudoterapias de conversión. Irlanda ha dado pasos en la misma dirección, antes de la disolución del Parlamento con la convocatoria de elecciones en 2020, y también se debate sobre el asunto en Austria. En mayo de este año, el Gobierno británico de Boris Johnson anunció un proyecto de ley, mientras que en Albania existe un veto de facto, toda vez que el colegio de Psicología prohíbe a sus miembros la práctica de cualquier procedimiento encaminado a intentar cambiar la orientación sexual o la identidad de género, ya sea en menores de edad o en adultos.
En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y era una de las disposiciones que preveía la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI que se discutió en el Congreso de los Diputados (aunque el PP intentó «colar»una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto). Un proyecto que naufragó con la convocatoria de las elecciones de abril de 2019. Tras la repetición electoral, el acuerdo de Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos contempla «la aprobación de una Ley contra la Discriminación de las Personas LGTBI incluyendo la prohibición a nivel nacional de las llamadas terapias de reversión».
Y, por fin, El Gobierno de España presidido por Pedro Sánchez, presentó el pasado junio el proyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos LGTBI, que incluye la prohibición de las pseudoterapias de conversión aprobado por el Consejo de Ministros, iniciando ya su trámite para su debate y aprobación en el Congreso de los Diputados que culminó el pasad9 22 de diciembre con su aprobación por mayoría en el Congreso de los Diputados (188 votos a favor, 150 en contra y 7 abstenciones), el pleno del Congreso Diputados de España aprobó y que ha sido remitido al Senado para su ratificación.
En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre “ayudar a cambiar sentimientos homosexuales”. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…
Mientras tanto, el Parlamento Europeo ha exigido la prohibición de estas terapias.
«No» rotundo de los especialistas a las pseudoterapias reparadoras
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. A nivel internacional, ya en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las terribles «terapias»reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas (los riesgos incluyen depresión, ansiedad y comportamiento autodestructivo). Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
De hecho, en julio de 2021, nos enterábamos de que el Vaticano frenaba las “terapias de conversión” e instruía a los obispos españoles a desautorizar a un grupo de ex-gays. Sin embargo, con la dimisión del obispo Xavier Novell nos enterábamos de que éste, participó, y avaló, ‘terapias de conversión’ de homosexuales hasta que fue frenado por el Vaticano. otros prelados que avalaban dichas prácticas (según las víctimas) serían: José Ignacio Munilla, Javier Martínez, Arturo Ros y Juan Antonio Reig avalarían estas prácticas.
Hace unos meses conocíamos que funcionarios de escuelas cristianas acusados de intentar ‘exorcizar’ a un adolescente gay para expulsar ‘demonios’
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La historia de “X. X.”, un eclesiástico homosexual que pasó por las ‘terapias de conversión’ y “pensó que no tenía más opción que suicidarse”
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«Nada que Curar», la guía que ayuda a combatir con información científica las denominadas terapias de conversión
Fuente El País/Cristianos Gays
General, Homofobia/ Transfobia.
Asociación Española contra las Terapias de Conversión, Elena Lorenzo, Homofobia/Transfobia, Saúl Castro, TOC homosexual, Trastorno Obsesivo Compulsivo (‘TOC’)
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