Lo más importante en la vida no es lo que tenemos, sino lo que esperamos.
Del blog de Tomás Muro La Verdad es Libre:
01.- Pablo VI. Una evocación: la noche transfigurada.
Todavía la tarde – noche del 5 de agosto de 1978, Pablo VI, ya acostado, escuchó la lectura realizada por su secretario, Don Macchi, de unas líneas sobre JesuCristo de “Mi pequeño catecismo para niños” escrito por un amigo íntimo de Pablo VI, Jean Guitton. Terminada la lectura de aquellas páginas, Pablo VI dijo: ahora llega la noche (adesso viene la notte, la notte transfigurata). Fueron las últimas palabras de Pablo VI, que fallecía al alba del 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración: la noche, la muerte, quedó transfigurada en vida.
02.- La transfiguración: un mundo de símbolos
El relato de la Transfiguración es un entramado de símbolos del AT.
Una montaña alta. Los montes son –eran- el lugar más cercano al cielo, casi tocan el cielo donde vive de Dios. Jesús está con Dios. [1]
¿Y yo, trato de estar cerca de Dios?
La nube es la protección del rigor del sol con que Dios aliviaba a las tribus hebreas que caminaban por el desierto. Dios nos protege siempre en el desierto de nuestra vida.
¿Me siento protegido por Dios? ¿Dios me acompaña en la vida?
rostros resplandecientes, luz, vestidos luminosos (características que atribuían a Dios) Desde la luz, desde Dios las cosas y los problemas de la vida y de la muerte se ven de manera distinta.
¿Hay luz en mi vida?
Escuchadle: “Escucha Israel” reza la oración principal del pueblo judío. Es sensato y razonable escuchar, acoger la Palabra y las palabras que se nos dicen en la vida. ¿”Atiendo a razones” en mi vida?
El Padre, todo padre, se complace en sus hijos. Dios se complace en su Hijo y en nosotros que también lo somos.
¿Me siento querido y acogido por Dios?
Moisés y Elías. Se podría decir que el relato de la Transfiguración es la personificación del AT en las figuras de Moisés (la ley) y Elías (profetismo). Jesús en el monte Tabor está cerca de Dios, y es superior a las instituciones del viejo Testamento.
03.- La transfiguración es un acontecimiento de oración.[2]
El relato de la Transfiguración no fue un hecho mágico y espectacular, una frívola pasarela “Cibeles” religiosa, sino más bien es la experiencia de fe a la que llegaron los primeros cristianos, discípulos, que en Jesús terminaron por ver a Cristo y escuchar a Dios: lo que Dios y la vida nos quieren siempre decir.
¿”Veo” a Dios en JesuCristo, en el prójimo, especialmente en los más débiles?
04.- Transfigurar: salir de tu tierra. vivir humanamente es transfigurar la realidad.
Dios le dice a Abrám: Sal de tu tierra.
Cuántos emigrantes por razones de todo tipo han tenido que salir de su tierra: emigrantes por trabajo, de exilio, de guerra, emigrantes por estudios, emigrantes también en la fe.
- Es la misma voz (en cierto sentido) que escucha una pareja que se casa: sal de la seguridad de tu familia, de tus padres y crea un “mundo nuevo”, una nueva familia con tu marido / mujer. Haré de ti una nueva familia, un gran pueblo y te bendeciré.
- Es la misma voz que escuchó el concilio Vaticano II: sal, salid de esas posiciones teológicas fosilizadas, morales represivas, litúrgico-“tutamkamónicas” que venían de la historia, especialmente del siglo XIX. Haré de ti un gran pueblo, una nueva Iglesia, pueblo de Dios y te bendeciré.
- Hoy en día las posiciones ideológicas de buena parte de la jerarquía católica y de laicos “anti-Francisco” son “anti-Transfiguración”; se encierran y arremeten contra el papa Francisco y no quieren salir de sus “cuarteles de invierno”, por lo que permanecen en posiciones ultramontanas, cuando ha despegado ya el avión de la libertad.
¿Sé salir de mi tierra, de mi ideología y posicionamiento en la vida
05.- Vivir es transfigurar las realidades de la vida,
- La comida no es un mero engullir proteínas o lo que fuere por muy ecológicas y científicas que sean. “Comer” es convivir, compartir, acoger, celebrar, despedir, disfrutar. Y eso es transfigurar el pan, el vino, el agua, la mesa, la palabra, etc.
- La sexualidad no es el simple ejercicio de unas funciones somático-genitales, sino que es amistad y amor, es encuentro, entrega, y acompañamiento en la vida, compartir, apoyarse y apoyar, procrear, educar, etc. Y eso es transfigurar lo meramente corpóreo en amor.
- La piedra y el cemento, la madera o el hierro, no son para el ser humano meramente granito, roble o materias primas, sino que son el pre-románico de Leyre Aranzazu, el Peine de los Vientos, hospitales y quirófanos, libros, que, a su vez, se transforman en salud, cultura, vida. Y esto es transfigurar.
Transfigurar es salir de uno mismo, transformar, transcender la materialidad para llegar a una tierra nueva, una comprensión nueva, una vivencia de la realidad llena de luz y sentido. Estamos llamados a transfigurar, transformar la vida y llegar a Dios
La Eucaristía es una transfiguración. [3] Es importante que la transfiguración se realice en el pan y vino, pero más importante que seamos nosotros los que quedemos transfigurados.
Este es mi hijo amado, escuchadle
[1] San Juan lo dice de otra manera: En el principio existía la Palabra, la Palabra estaba en Dios y la Palabra era Dios, (Jn 1,1). (Con el paso del tiempo y de la fe diremos que Jesús es Hijo de Dios)
[2] Ratzinger – Benedicto XVI, Jesús de Nazaret. Primera parte. Desde el Bautismo a la Transfiguración, Ciudad del Vaticano, Librería Editrice Vaticana, 2007, Madrid, Ed La Esfera de los Libros, 2007, p 361.
[3] Trento hablaba de transubstanciación, pero es la misma historia.
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