Las traducciones de los libros sagrados
Del blog de Isabel Gómez-Acebo:
Las traducciones de libros, si usas la inteligencia artificial que suministran algunas aplicaciones actuales, pueden salir mal y harás el ridículo, pero en los libros sagrados es otra cosa porque los fieles se indignarán. En las religiones del libro, el Corán, se aconseja a los árabes que lean el texto como fue escrito, lo mismo que el Antiguo Testamento para los judíos. Pero hay fieles, de uno y otro credo, que pueden no conocer esos idiomas y tengan que acudir a traducciones
Los cristianos tenemos una larga tradición de traducir nuestros textos sagrados. Incluso los escritos del Nuevo Testamento en griego son ya traducciones puesto que Jesucristo y sus apóstoles hablaban arameo. Durante mucho tiempo se utilizó la Vulgata, una traducción al latín que hizo San Jerónimo para que los habitantes del Imperio Romano pudieran leer las escrituras. La reforma dio un paso más e introdujo el cambio de la traducción en las lenguas vernáculas
Siempre ha habido problemas con las traducciones empezando por un texto de Isaías en hebreo que dice que una almah dará a luz. Las traducciones modernas hablan de que una joven dará a luz, pero la traducción al griego precristiano lo tradujo por parthenos que tiene el significado de virgen
Un pastor anglicano, ha escrito un libro, The Word, en el que habla de los problemas que tienen las traducciones actuales de los textos sagrados. Debemos ser conscientes que datan del primer milenio los libros del NT y de muchos cientos de años atrás, los del AT. A los mejores traductores no les bastan los conocimientos de la lengua antigua, el entorno donde se escribió el libro y dominar el lenguaje actual ya que, aunque herramientas imprescindibles, al final se abren a múltiples interpretaciones. Se preguntan entre otras cosas si la traducción debe ser fiel a la forma o a la intención, un tema importantísimo ¿Qué quería decir el autor original y cómo lo hizo? La traducción alemana de Lutero se convirtió en un texto de referencia antes que el original lo mismo que se puede decir de la King James Version en inglés, dos libros que abrieron la Biblia a múltiples lectores a los que antes por su ignorancia latina les estaban vedados
Los traductores tienen que escoger entre varios caminos. Algunas personas tratan de llegar a los jóvenes o a la población menos culta y otros dudan tratando de ser neutrales si, por ejemplo, la historia del arca de Noé, se debe escribir como una leyenda, una novela, un relato de la persona que lo vivió o una historia, ya que cada modelo literario tiene un vocabulario específico
La Biblia consta de muchos libros, algunos se escribieron con varios cientos de años de diferencia ¿Se deben traducir todos como una unidad literaria? ¿Qué sentido se da a los dos primeros capítulos del Evangelio de Lucas, que parecen de otro autor y son más teológicos que históricos?
Barton aconseja acomodar el lenguaje del texto sagrado, sacrificando la exactitud, para dar acceso a los lectores modernos que de otra forma no entenderían lo que estaban leyendo, aunque es consciente del peligro de cambiar el lenguaje del propio Dios. Una decisión al final difícil pero que los traductores tienen que hacer
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