El Parlamento de Finlandia ha aprobado la reforma de su muy restrictiva ley de identidad de género para permitir la autodeterminación en lo que respecta al cambio de sexo registral. Un paso de gigante en una situación de partida en la que se exigía, entre otros requisitos, que se probase la esterilidad. Sin embargo, incluso desde la misma coalición de Gobierno ha habido votos contrarios a la reforma, que solo puede aplicarse a los mayores de 18 años. Tampoco se ha modificado el estricto protocolo sanitario a seguir en los procesos de reasignación de género.
El Parlamento finlandés ha aprobado una nueva ley de reconocimiento de género que suprime las prácticas arcaicas que exigían a las personas trans demostrar que eran estériles.
El pasado 1 de febrero el Parlamento de Finlandia aprobaba la modificación de la Ley Trans vigente desde 2003, por una mayoría de 113 votos a favor y 69 en contra. La propuesta de enmiendas partía de la coalición de Gobierno, aunque había sido precedida por una petición popular, que finalmente fue rechazada.
Con la reforma de la Ley Trans, que tomará efectos el próximo 1 de marzo, bastará una declaración de las personas interesadas para que se proceda a la modificación del género registral. Sin embargo, sigue siendo solo aplicable a mayores de 18 años y no afecta al estricto protocolo sanitario en los procesos de reasignación de género, que no se ha reformado.
La legislación llega apenas unas semanas después de que el gobierno del Reino Unido bloqueara las históricas reformas escocesas de reconocimiento de género en un movimiento político sin precedentes, utilizando para ello la Sección 35 de la Ley de Escocia de 1998.
El proyecto de ley de reconocimiento de género de Escocia habría introducido la autoidentificación de género de forma similar a la de la nueva ley de Finlandia, y a la legislación que ya existe en otros 18 países.
La nueva ley finlandesa –aprobada por 113 votos a favor y 69 en contra– elimina el requisito de que las personas trans sean esterilizadas y obtengan un diagnóstico psiquiátrico para que se les reconozca legalmente su género.
Según la legislación vigente en Finlandia, que según Amnistía Internacional vulnera el Convenio Europeo de Derechos Humanos, una persona tiene que aportar pruebas de infertilidad antes de que se le conceda el reconocimiento legal de su género.
La nueva ley permite el reconocimiento a los adultos que lo soliciten por escrito tras un “periodo de reflexión” obligatorio de 30 días.
El proceso:
En septiembre de 2021, se presentó al Parlamento una iniciativa popular llamada «Derecho a ser», que consiguió reunir más de las 50.000 firmas necesarias. La propuesta de reforma de la modificación del género registral era más ambiciosa, incluyendo a los menores de edad, pero fue finalmente rechazada en las comisiones parlamentarias y el pleno.
La reforma fue aprobada en primera lectura el 24 de enero, en segunda lectura el 31 de enero y en una definitiva tercera lectura el 1 de febrero, con el apoyo de 113 votos a favor y 69 en contra. Todos los diputados de los partidos de la coalición de Gobierno votaron a favor, excepto los del Partido del Centro, que podían votar en conciencia y que lo hicieron mayoritariamente en contra (13 votos contrarios y 12 a favor). En cuanto a los partidos de la oposición, todos sus representantes votaron en contra excepto los del Partido de la Coalición Nacional (26 votos favorables y 10 contrarios).
La Primera Ministra Sanna Marin
La socialdemócrata Primera Ministra Sanna Marin -que se describe a sí misma como una “familia arco iris”, ya que creció criada por dos madres– ha declarado anteriormente que la cuestión de los derechos de los transexuales es un “asunto muy importante” para ella y que estaba deseando que la legislación se aprobara en el Parlamento.
Según denuncia Kerttu Tarjamo, secretaria general de SETA, la más importante asociación LGTBI finlandesa, durante el proceso de aprobación de la reforma tuvo lugar una fuerte campaña contra la ley llena de retórica tránsfoba. «Dijeron que esto abriría las puertas para que los hombres cisgénero acosaran a las mujeres en los vestuarios o argumentaron sobre las prisiones», afirmó Tarjamo. Han seguido, pues, la tónica habitual para enfrentarse a los derechos de las personas trans en todo el mundo, desde la extrema derecha estadounidense al pseudofeminismo transexcluyente en España.
Matti Pihlajamaa, asesor de Amnistía Internacional Finlandia en materia de derechos de las personas LGBTI, ha declarado: “Con la aprobación de esta ley, Finlandia ha dado un gran paso hacia la protección de los derechos de las personas trans y la mejora de sus vidas y de su derecho a la autodeterminación.
“La votación es el resultado de más de una década de campaña de los grupos de la sociedad civil y es un testimonio del compromiso de los activistas que han luchado largo y tendido -a menudo frente a una retórica tóxica- para ver este día.”
“Aunque esta nueva ley tendrá una repercusión enorme y positiva y constituirá un pilar importante para la no discriminación, todavía hay que hacer más”, continuó Pihlajamaa. “Excluir a los niños del reconocimiento legal de su sexo viola la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño.
“Seguiremos pidiendo al gobierno que modifique la legislación en consecuencia para garantizar que hace avanzar los derechos de los niños”.
En un comunicado, la organización finlandesa de derechos LGBTQ+ Seta declaró: “¡Victoria para los derechos humanos! #Translaki refuerza los derechos humanos en Finlandia. Ahora hay que proteger los derechos de los niños y los jóvenes”.
“¡Muchas gracias a todas las organizaciones y socios que han votado a favor de la ley y han influido!“.
Sasha Misra, directora asociada de comunicación de Stonewall, elogió la medida y declaró: “Es maravilloso ver que el gobierno y el parlamento finlandeses introducen un proyecto de ley de reforma del reconocimiento de género que garantiza un proceso seguro, respetuoso y digno de reconocimiento legal del género de una persona trans.
“Finlandia fue uno de los últimos países de Europa que exigía que las personas trans fueran esterilizadas antes de cambiar legalmente de género, pero ahora se ha unido a más de 30 países que ya han adoptado una legislación similar, aplicando prácticas internacionales de vanguardia respaldadas por las Naciones Unidas.
“El Gobierno del Reino Unido también debería reconocer la importancia de proteger y mejorar la vida de todas las personas LGBTQ+ y revocar su decisión de invocar la S.35 de la Ley de Escocia”.
Situación de partida
La normativa que estaba en vigor hasta la reforma era la Ley Trans de junio de 2002, que entró en vigor el 1 de enero de 2003, y que exigía lo siguiente para modificar el género registral:
- Proporcionar evidencia médica de que él o ella siente permanentemente que él o ella pertenece al género opuesto y que él o ella está viviendo en el rol sexual correspondiente y que él o ella ha sido esterilizado o es infértil de otra manera.
- Ser mayor de edad.
- Ser ciudadano finlandés o tener permiso de residencia en Finlandia.
Reformas legislativas posteriores, de carácter puntual, aclararon que el tipo de pruebas médicas que se consideraban necesarias consistían en una evaluación y un diagnóstico psiquiátricos. La infertilidad causada por la terapia hormonal podía considerarse esterilización suficiente. Sin embargo, dentro del protocolo sanitario se exigía la recomendación de un psiquiatra del sistema público de salud para autorizar el tratamiento hormonal. Algunas personas trans que no consiguieron esa recomendación se vieron obligadas a someterse a esterilizaciones quirúrgicas en la medicina privada para que se les permitiera cambiar el género registral.
En el texto original, no se permitía el cambio de género registral a las personas casadas. Posteriormente, se permitió, pero con la autorización del cónyuge, dado que implicaría la disolución del matrimonio porque en aquellas fechas aún no se había aprobado el matrimonio igualitario. Cuando se aprobó, se eliminó ese requisito y solo se estableció que el cónyuge debía ser informado oficialmente del cambio registral.
Situación actual
Tras la reforma, los requisitos y protocolo a seguir para el cambio de género en la Agencia de Servicios de Datos Digitales y de Población son los siguientes:
- Ser mayor de edad.
- Ser ciudadano finlandés o tener un permiso de residencia.
- Dirigir una solicitud de modificación del género registrado a la Agencia de Servicios de Datos Digitales y de Población, acompañada de una declaración del género al que se siente perteneciente permanentemente.
- Trascurridos 30 días y antes de que pasen 6 meses, confirmar la solicitud.
Cumplidos esos requisitos, la Agencia de Servicios de Datos Digitales y de Población resolverá favorablemente, procediendo a cambiar el dato del género e informando a las personas solicitantes de los cambios que se producirán, como la emisión de un nuevo documento de identidad.
La reforma también ha establecido que se cambie la condición de padre o madre en los libros de familia, pero solo podrá hacerse a partir del 1 de marzo de 2024.
Sin embargo, la reforma solo ha afectado al cambio del género registral, sin que se haya modificado el protocolo a seguir para los tratamientos médicos que las personas trans requieran, aprobado en 2020. Esos protocolos dan prioridad a las terapias psicosociales, y no permiten el tratamiento hormonal o las cirugías de reasignación a menos que «la disforia asociada a la identidad de género sea persistente (mayor de 2 años), que la persona pueda describir de forma coherente cómo la disforia le perjudica en situaciones cotidianas y que pueda establecerse de forma fiable que la disforia perjudica su vida social o su carrera profesional o le causa un sufrimiento significativo». Hasta los 25 años, la terapia psicosocial será la opción casi exclusiva, permitiéndose algún tipo de tratamiento médico de manera excepcional y «caso por caso».
Aún con todas sus limitaciones, la apertura a la autodeterminación de género es un paso de gigante para los derechos trans en Finlandia.
El Parlamento escocés aprobó el mes pasado, por 86 votos a favor y 39 en contra, la histórica ley escocesa de reforma de la legislación de género, anunciada como un momento clave para los derechos LGBTQ+ en el Reino Unido.
El proyecto de ley habría facilitado a las personas trans la obtención de un Certificado de Reconocimiento de Género (CRG).
Sin embargo, el gobierno británico bloqueó la ley por temor a los espacios “para un solo sexo” y a la protección de la “igualdad salarial”.
El 17 de enero, el secretario para Escocia, Alister Jack, declaró ante la Cámara de los Comunes que no se había tomado la decisión “a la ligera”, pero que el Gobierno insistía en que el proyecto de ley tendría un “grave impacto adverso, entre otras cosas, en el funcionamiento de la Ley de Igualdad de 2010”.
Fuente Pink News
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