Dos activistas LGBTQ+ Kurdas, condenadas a muerte en Irán por “promover la homosexualidad” y “el Cristianismo”
Sareh (Zahra) Sediqi Hamedani, hablando con la BBC Persa en mayo de 2021
Dos activistas LGBTQ+ han sido condenados a muerte en Irán por “promover la homosexualidad”.
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, describió el pasado marzo la homosexualidad como una “depravación moral” muy extendida en Occidente.
Por primera vez, dos mujeres conocidas por ser lesbianas han sido condenadas a muerte en Irán. Esto marca una nueva etapa en la persecución de la república islámica a las personas LGBT.
“Mi mayor esperanza en la vida es izar la bandera del arco iris en Irán y gritar que existimos”. Así lo dijo Zahra Sadiqi Hamedani, también conocida como Sareh, al hablar con la BBC Persa en mayo de 2021.
Cinco meses después Sareh (Zahra) Sediqi Hamedani fue arrestada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica por “promover la homosexualidad” en octubre de 2021.
Ahora ha sido juzgada y condenada a muerte, a la edad de 31 años, junto con otra mujer, Elham Choubdar, de 24 años. Las dos mujeres eran amigas y tenían una relación comercial, ya que ambas vendían productos de belleza.
Originaria de la pequeña ciudad de Naqadeh, en el noroeste de Irán, Sareh se casó joven y tuvo dos hijos, un niño y una niña, antes de divorciarse de su marido y abandonar Irán para vivir en el Kurdistán iraquí. Según algunos informes, Elham Choubdar viajaba regularmente entre ambos países.
Según la organización kurda de derechos humanos Hengaw, Zahra Sediqi Hamedani, también conocida como “Sareh“, 31, y Elham Chubdar, de 24, fueron sentenciados a la muerte por “corrupción en la tierra” a través de la promoción de la homosexualidad.
Su caso conjunto fue decidido por el Tribunal Revolucionario en Urmia, Irán, parte de un sistema especial de la corte islámica en el país.
Actualmente están detenidas en la prisión central de Urmia.
Elham Choubdar era propietaria de una tienda de ropa de mujer en Urmia, en el noroeste de Irán
Las dos mujeres fueron condenadas por “promover la homosexualidad”, así como “promover el cristianismo” y “comunicarse con los medios de comunicación que se oponen a la República Islámica“, en enero de este año. Se dice que la acusación sobre la promoción del cristianismo se ha hecho en parte porque Sareh ha llevado un collar con una cruz.
Sareh no era una activista LGBT conocida, pero tenía una cuenta de Instagram que era popular entre las minorías azerí y kurda de Irán. También habló ocasionalmente con equipos de televisión extranjeros sobre la situación de las comunidades LGBT tanto en Irán como en el Kurdistán iraquí.
“¿Por qué hablo en público? Porque no quiero que otros amigos LGBT pasen por lo que yo pasé. No quiero que otras mujeres como yo pasen por un matrimonio forzado”, dijo a la BBC. “No somos corruptos; somos como ustedes, como cualquier otra persona. Intento concienciar a los demás, incluidos mis hijos, para que sepan lo que significa la libertad. Quiero empoderar a otros para que tengan la opción [de salir del armario]”.
Según las autoridades iraníes, Sareh fue detenida cerca de la frontera entre Irán y Turquía, donde pensaba pedir asilo. Es ciertamente posible que Sareh estuviera planeando trasladarse a Turquía, que cuenta con una gran comunidad de exiliados LGBT iraníes. Pero, de ser así, podría haber viajado directamente desde el Kurdistán iraquí -no era necesario entrar en Irán-, por lo que no está claro si fue allí voluntariamente.
Un amigo de Sareh en la ciudad de Urmia, también en el noroeste de Irán, sugiere que podría haber ido a Irán para ver a sus hijos. “No paraba de hablar de sus hijos. Echaba de menos a su familia, especialmente a su hermano. Tal vez quería reunirse con ellos y luego llevarse a los niños”, dijo a la BBC, admitiendo que se trataba de una suposición.
Sareh declaró a la BBC en 2021 que sus hijos eran su “mayor preocupación”. “He pasado por muchas experiencias terribles y tortuosas en mi vida. No quiero que le ocurran a mi hijo o hija. Haría lo que fuera necesario para proteger a mis hijos, aunque tuviera que sacrificar mi vida”.
A continuación podéis ver un vídeo realizado por Hamedani antes de su arresto:
https://twitter.com/sebastientuller/status/1566730120802586624?s=21&t=vMB4zhR2gjMiI0niQhWC4g
En el momento del arresto de Hamedani cuando intentó huir del país en octubre de 2021, la rama iraní de Amnistía Internacional dijo que fue arrestada por su orientación sexual y por sus publicaciones en redes sociales en defensa de los derechos LGTB, según Amnistía Internacional.: “La criminalización de la gente LGBTI perpetúa la violencia y la discriminación contra ellos.
“Renovamos nuestros llamados a las autoridades de Irán a despenalizar la conducta sexual del mismo sexo; Libere inmediatamente a todos los detenidos sobre la base de su identidad o para defender los derechos LGBTI; y adoptar legislación para respetar y proteger los derechos humanos de la gente LGBTI “.
“Durante su detención, ella denunció que agentes de inteligencia y de las agencias de seguridad la torturaron, con palizas, shocks eléctricos y prolongados periodos de confinamiento solitario”, afirmó AI.
We renew our calls on Iran's authorities to decriminalize same-sex sexual conduct; immediately release all those detained on the basis of their identity or for defending LGBTI rights; and adopt legislation to respect and protect the human rights of LGBTI people. pic.twitter.com/otkxsBIhe8
— Amnesty Iran (@AmnestyIran) December 9, 2021
Amnistía Internacional luego exigió la liberación del activista LGBTQ+ en una carta al Presidente del Tribunal Supremo de Irán, pero fue en vano.
En declaraciones al The Jerusalem Post, el activista británico de derechos LGBTQ+ Peter Tatchell dijo: “Zahra Sediqi Hamedani y Elham Chubdar están acusados de ser activistas LGBTQ+ y han sido condenados a muerte por el cargo de” corrupción en la tierra “a través de la promoción de la homosexualidad.
“Este cargo muy grave a menudo se usa contra los críticos del régimen y aquellos que expresan opiniones que no cumplen con la ortodoxia islámica. Normalmente resulta en la ejecución “.
Tatchell señaló que Hamedani “supuestamente no tenía acceso a un abogado durante su detención de 10 meses” y describió a Irán como “notorio para los juicios injustos”.
Agregó: “Probablemente serán colgados usando el método bárbaro de estrangulamiento largo y lento; muy favorecido por el régimen iraní para maximizar el sufrimiento de la víctima “.
Bajo el Código Penal Islámico de Irán de 2013, las relaciones del mismo sexo entre hombres y mujeres, se criminaliza y se castiga con la flagelación o la pena de muerte.
Incluso donde no ha tenido lugar sexo, las personas LGBTQ+ también pueden ser arrestadas por comportamiento afectuoso “como besos o toques lujuriosos”.
Por su parte, las autoridades judiciales iraníes negaron este lunes que dos jóvenes hayan sido condenadas a muerte por homosexualidad y afirmaron que fueron sentenciadas a la horca por tráfico de mujeres.
“Al contrario de las noticias publicadas, estas personas estaban acusadas de tráfico de mujeres a un país de la región con la promesa de trabajo y educación”, informó la agencia de noticias Mizan, del Poder Judicial.
La acusación de tráfico de personas se hizo por primera vez en la televisión estatal iraní en noviembre. Un informe de noticias decía que Sareh había estado promocionando la oferta de educación superior, puestos de trabajo y una vida mejor a las jóvenes iraníes en el Kurdistán iraquí, pero que en cambio las había vendido como esclavas. También se decía que había estado promoviendo el juego ilegal y organizando fiestas LGBT.
Sin embargo, no se presentaron pruebas de estas acusaciones, y el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional las ha rechazado.
El desmentido de la agencia del Poder Judicial es una respuesta a la denuncia que realizó la organización de derechos humanos Hengaw, que se centra en la región del Kurdistán en Irán y con sede en Oslo, que informó que las dos mujeres habían sido condenadas a muerte por “promover la homosexualidad”.
Es bastante normal que las autoridades iraníes procesen a los hombres homosexuales bajo cargos falsos. Según la legislación iraní, las relaciones sexuales entre dos hombres están castigadas con la muerte, pero las autoridades suelen acusar a las personas de delitos como violación, incesto o tráfico de drogas.
Según los activistas iraníes, al menos otras cuatro personas han sido ejecutadas por ser homosexuales en los últimos 12 meses, dos de ellas en junio.
El uso de la misma táctica con dos mujeres LGBT supone una novedad. El sexo entre mujeres no se castiga con la pena de muerte, sino con hasta 100 azotes.
“Irán no siempre fue así. Sabemos que antes de la revolución islámica de 1979, muchas figuras internacionales del colectivo LGBT, como Andy Warhol, viajaban a Irán. Había rumores de que el primer ministro favorito del Sha era un hombre gay”, dice una lesbiana de la capital, Teherán.
“Pero mi generación ha sufrido mucho bajo el gobierno de la República Islámica. Desde que salieron las noticias sobre Sareh, desactivé todas mis cuentas en las redes sociales. No quiero que me detengan y me ejecuten”.
Andy Warhol en 1977 con la emperatriz iraní Farah Diba en el Museo de Arte Contemporáneo de Teherán
Otros que han permanecido en línea han publicado una foto de Sareh y han tratado de conseguir que un hashtag contra la sentencia de muerte sea tendencia.
En los últimos años, se ha formado un vibrante movimiento LGBT clandestino dentro de Irán, pero esto parece haber aumentado la hostilidad de las autoridades. Se han incendiado banderas del arco iris junto a las de Estados Unidos e Israel, y se ha informado de la detención de personas por utilizar aplicaciones de citas LGBT.
Hace sólo unos días, el presidente de línea dura del país, Ebrahim Raissi, se refirió a los homosexuales utilizando la palabra altamente ofensiva y calificó la homosexualidad de “comportamiento sucio” y “barbarie moderna”.
En marzo, el líder supremo Alí Jamenei describió la homosexualidad como parte de la “depravación moral” extendida en la civilización occidental.
Según la legislación iraní, tanto Zahra Sadiqi Hamedani como Elham Choubdar tienen derecho a apelar ante el Tribunal Supremo, pero las perspectivas de anular la sentencia son escasas. El tribunal tiene fama de aprobar las sentencias más duras cuando se trata de cargos considerados como ley anti-Sharia.
Sareh declaró a la BBC que tenía fe en que vería el día en que la bandera del arco iris dejara de quemarse en Irán. Pero esto, al igual que su esperanza de mantener la bandera en alto y gritar sobre la existencia de las personas LGBT, ahora parece destinado a no cumplirse.
Fuente BBC/Pink News/Agencias
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