Sofía Vera, Mujer trans asesinada en General Roca, Argentina.
Sofía Vera, una mujer trans de 42 años, fue asesinada en General Roca (Río Negro). Su asesino está prófugo.
El hecho causó conmoción la noche del pasado 12/8 en Roca. Conmoción y mucho dolor causó en General Roca el femicidio de Sofía Vera.
BUENOS AIRES, Argentina. Sofía Vera, una mujer trans de 42 años, fue asesinada a balazos el viernes 12 de agosto por la noche. Estaba en la puerta de su casa, en el barrio La Providencia de General Roca (en el norte de la Patagonia argentina), con su pareja, quien también recibió algunos disparos.
El autor fue identificado como Emanuel Kaigar y continúa prófugo, expresaron fuentes de la Fiscalía Nro. 7 de General Roca a los medios. Lo que se sabe hasta ahora es que el agresor discutía con su expareja, vecina de Sofía. Ante los gritos y la discusión, Sofía salió de su casa y fue allí cuando Kaigar disparó contra ella y su pareja.
Hasta ahora, desde la fiscalía tratan de dar con el paradero del agresor, que tiene antecedentes policiales. Y en 2015 cometió un homicidio mientras cumplía libertad condicional. También el fiscal Ricardo Romero afirmó a la prensa que existen pruebas suficientes. «El hecho está esclarecido en su metodología, es decir, qué fue lo que ocurrió y cuáles fueron los motivos”, expresó. Informó, además, que Kaigar desempeña algún tipo de actividad vinculada al narcotráfico.
El asesino, Emanuel Kaigar
En las redes crecen los pedidos de justicia. La referente de la Asociación de Trans y Trabajadoras Sexuales (ATTS), Georgina Colicheo, exigió justicia por el asesinato de Sofía Vera, “una mujer trans de 47 años, vuelve visible que las violencias no terminan con nuestro fallecimiento. ¿Qué pasa con nosotras? Cuando nos matan por crímenes de odio o morimos muy pocas veces por muerte natural”.
“Sofía era querida y reconocida en el barrio, una travesti que estuvo allí para sus compañeras cuando el Estado aún no reconocía los derechos de las personas trans”, sostuvo.
Desde el Ministerio Público Fiscal confirmaron además que “hay una mujer demorada que está en el marco del legajo fiscal, involucrada en el hecho” y se busca intensamente a un hombre que ya fue identificado.
“Fue un crimen de odio”
Amira Cerda es activista e integrante de la Asociación de Trans y Trabajadores Sexuales (ATTS) de Cipolleti, Río Negro. «Vemos este hecho como un crimen de odio. Y repudiamos la manera en que se difundió. En lo personal, a mí me sigue poniendo muy mal que sigan refiriéndose a nosotras como género masculino, desconociendo en absoluto la autopercepción”, dijo a Presentes. “Nos preocupa la manera en que los medios lo difundieron», agregó.
Para Aimara se trató de un travesticidio. Consideró, además, que los medios de comunicación no se adecuaron a la Ley de Identidad de Género (N° 26.743)“desconociendo en absoluto la autopercepción y expresión de género” de Sofía.
Más políticas públicas contra la discriminación
“La discriminación sigue sucediendo. Esto pasa porque no hay políticas públicas con respecto a nosotros y a nosotres. Veo que todo el tiempo se genera la violencia de la sociedad. En los medios lo podés ver claramente, tampoco colaboran”, dijo la activista.
Lo que más le duele es seguir “enterrando compañeras en estas situaciones”, sin la posibilidad de verlas envejecer. “No vemos una compañera trans adulta. Yo no he visto en mi vida morir una compañera de vejez. Me duele en el alma la manera en que murió porque fue un crimen de odio”, dijo.
Justicia para Sofía
Pamela Andrea Quezada es integrante de Conciencia VIHda de Neuquén y forma parte de ATTS, de Río Negro-Neuquén. Conoció a Sofía cuando llegó de Chile, hace 22 años. “Jugábamos a que éramos hermanas. Teníamos un cariño enorme, mucha afinidad. Como migrante y al no tener familia acá, éramos muy cercanas”, cuenta Pamela a Agencia Presentes.
Sofía creció en Juan José Gómez, una localidad de General Roca, en Río Negro. Con Pamela se conocieron en Neuquén, ciudad muy cercana, a 45 km. Ambas eran trabajadoras sexuales en la zona.
“Yo sabía quién era su familia, quién era su madre, quiénes eran sus hermanos. Siempre nos cuidábamos y siempre estábamos juntas. En los últimos tiempos y con mucho esfuerzo logró tener su casa propia y estaba ahí. No hablamos demasiado últimamente porque también ella era de perder los celulares”, recuerda Pamela con una sonrisa.
“A los 13 años, Sofía ya ‘una mariquita conocida’, como decimos nosotras. Su familia aceptó su transición, sobre todo su mamá. Con su familia estuvo bien, cuando me llevó a su casa por primera vez vi cuánto se querían. Tuvo una buena niñez, una buena transición. Fue aceptada con su familia” relata.
Respecto del trabajo sexual de ambas, Pamela destaca que en Neuquén hubo mas avances en materia de diversidad sexual e dentidad de genero, y no hay tantas situaciones de violencia, que hay un poco más de protección mientras que en Roca esa violencia es todavía habitual.
“Desde la experiencia lo que hacemos es tratar de no vincularnos con gente violenta para que no te ocurran cosas. Sofi para mí era un ángel, es difícil pensar que haya recibido tanta violencia. Ella no generaba violencia”, dice Pamela.
“Espero que se haga justicia con este tipo que la mató. Porque ya nos ha pasado de otras compañeras han sido asesinadas y no pasó nada”, concluye.
*Con información de GNR Noticias
Fuente VDMNoticias/Agencia Presentes
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