VERACRUZ, México. Paulina esperaba a un lado de la fila donde iban cientos de personas. Atrás apenas había unas cuantas mujeres más, todas sonrientes, igual que ella. Su trámite era especial: convertirse legalmente en ella.
En sus manos, un sobre con un cúmulo de papeles que pensaba podía necesitar. Y en su cabeza una sola idea: en solo unas horas sería reconocida oficialmente como Paulina, en un trámite único, que hace mucho deseaba pero que las leyes no se lo permitían.
Las leyes de Veracruz siguen sin permitir el cambio de identidad de género autopercibida. Como ya existen algunos criterios del Poder Judicial, finalmente el Registro Civil y las autoridades estatales decidieron acatarlos y volverlo eso, un simple trámite administrativo.
Como cualquier trámite es difícil, es tardado, es cansado y muchas personas temen que no salga bien. Por eso, cuando anunciaron que harían unas jornadas gratuitas del Registro Civil, donde incluía el cambio de identidad y los documentos se entregaban el mismo día, Paulina no dudó: viajó cinco horas, desde la madrugada, para llegar al Puerto de Veracruz donde se haría.
Un triunfo personal
“¿Qué significa para mí? Para mí, significa un triunfo personal. Es algo que nos abre la posibilidad a todas las mujeres trans de ser tratadas como debemos de ser tratadas. Somos gente que pagamos impuestos, gente que tenemos derecho, gente que trabajamos y nos esforzamos día a día como cualquier persona”, asegura Paulina Castán Salas.
Ella no fue la única. Decenas de mujeres llegaron a las jornadas gratuitas del Registro Civil de Veracruz, que se diferenció de muchas otras que realizan por haber permitido el cambio de identidad sexogenérica para las personas trans, entregando la nueva acta en unas horas.
Hace 25 años cuando Paulina inició su transición no podía imaginar que podría hacer ese trámite. Su felicidad se ve a la distancia. Varias de sus amigas cuentan con un acta de nacimiento que corresponde a su nombre, pero la obtuvieron en Ciudad de México. Eso lo que genera que tengan dos actas de nacimiento: una de Veracruz y una de Ciudad de México. Además, esto implicaba viajes y en algunos casos, problemas legales.
“Varias amigas de mi ciudad lo hicieron en el DF (ahora Ciudad de México). La verdad es que las hicieron dar muchas vueltas y yo por mi trabajo, mi ocupación, mi familia, no lo había realizado. Aparte de que yo lo quería realizar en mi estado, yo soy de Veracruz muy orgullosamente y la verdad por eso el esperarme y esta gran oportunidad es algo muy padre”, señaló.
La ley que falta
La Ciudad de México fue el primer sitio de México donde se permitió la modificación en el acta de nacimiento para ser acorde a la identidad autopercibida. Actualmente hay un total de 19 estados del país donde se tiene leyes que lo permitan. Veracruz no está entre ellos.
Debido a la tardanza para hacer los trámites en sus estados, muchas mujeres como las amigas de Paulina y como Kimberly acudieron a Ciudad de México. El lugar, que está a unas cinco horas de Veracruz, tiene una legislación diferente, por lo que en esencia únicamente creaban una nueva acta.
Posteriormente tenían que hacer un trámite en el Registro Civil de Veracruz para que ésta fuera añadida a su acta original y resguardada, de forma que no hubiera problema de doble identidad. Sin embargo, algunas mujeres no lo han podido hacer dada la dificultad propia que implica la legislación veracruzana.
Por un trámite completo
Por eso Kimberly Martínez espera en la fila, se ve un poco nerviosa. El cubrebocas le tapa la mitad de la cara y habla bajito para contar su historia de cómo se decidió a realizar el proceso. En su bolsa rosa carga los papeles que espera le hagan que a partir de ahora tenga certeza sobre su nombre, sus documentos, su identidad.
Llegó desde temprano, antes de que las puertas abrieran y se encontró con cientos y cientos de personas que iban a hacer otros trámites, como el registro de niñes o actas certificadas. A ella la apartaron con un grupo pequeño, son las menos, pero a las que más felicidad les da estar ahí.
“Ya hice mi cambio sexogenérico en la Ciudad de México. Ahorita únicamente vengo para lo del resguardo del acta, para no tener problemas de ahí también. Vine a eso para que ya quede el resguardo y no vaya a tener problemas legales que estoy usando doble identidad”, contó.
Ese día iría con otras amigas que están en la misma situación. Finalmente, por cuestiones de tiempo, se decidió a acudir sola. A ella le han contado que ese trámite es muy caro, Que requiere alrededor de 50 mil pesos entre sacar copias, pedir actas certificadas, ingresar documentos, dar vueltas entre el municipio donde está asentada (Veracruz) y la capital del estado (Xalapa). Ella no cuenta con ese dinero por eso se ilusionó con que ese día fuese algo gratuito, en un solo sitio.
Esto sucede porque no hay una legislación que determine la forma en que el funcionariado debe proceder en estos casos. Lo hacen como mejor lo consideran.
Poder hacer el cambio de la identidad tampoco existe. Hasta el año pasado las personas trans que querían hacer la modificación debían presentar un amparo, lo que generaba múltiples gastos y tardanzas. Además de necesitar el acompañamiento de una persona experta.
Un pedido que se repite
El 1 de diciembre del 2021, después de tres años del primer amparo llevado por la Clínica de Litigio Estratégico de transformaciones jurídicas de la Universidad Veracruzana, el Poder Judicial llamó al Congreso del Estado a que en su agenda se incluyera la reforma al Código Civil en la materia.
“La Sala Constitucional dictó como garantía de no repetición de la discriminación indirecta y estructural que sufrieron las víctimas, que el Poder Legislativo debe adecuar en la próxima agenda legislativa las normas del proceso de identidad autopercibida en el Código Civil de nuestra entidad”, señalaron en un comunicado en su momento.
A partir de allí el Registro Civil de Veracruz emitió unos lineamientos para convertir el tema en algo administrativo. Por eso es que las personas que llegaron a las jornadas podrían obtener sus actas sin la necesidad de trámites judiciales.
Un largo viaje
Carhi Amelia Padilla fue una de las que llegó para hacerlo después de haber viajado cuatro horas desde Minatitlán donde vive. Conoce las disposiciones que el Registro Civil tiene. De hecho, las conoce bien porque en muchas ocasiones ha preguntado las opciones y vías que tiene para hacer el cambio. Sabe que debido a que se trata de un proceso que no es legal sino de buena voluntad del Registro Civil, puede demorar meses.
El diputade Gonzalo Durán Chincoya afirmó que el trámite de ese tipo se puede hacer en cualquier oficialía. Pero admitió que se requiere de la Ley de Identidad de Género, la cual aseguró que en próximas fechas se hará una propuesta ante el Congreso del Estado para su aprobación. Sin embargo, desde el mes de enero ya existe una iniciativa que sigue en análisis.
Carhi siente que no tiene esos meses que demoraría el cambio. Acaba de quedar en las listas para ingresar a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y quiere hacerlo ya con su nombre, con su identidad, siendo quien es ella. Para eso necesita rapidez.
Un grupo de activistas de su comunidad le dijo que estarían las jornadas y en menos de una semana arregló todo para ir con su mamá hasta el Puerto de Veracruz y regresar con la certeza jurídica que siempre ha querido.
“Si no se hace va a haber más cosas que voy a tener que cambiar y sería un problema mayor. Mejor hacer esto aparte de la transición sexual, la transición en mi vida por la universidad y para el resto digamos de la vida adulta”, sentenció.
Una a una van pasando ante la mesa especial que les habilitaron. Una a una va entregando los papeles que les piden y después de unas horas de espera en un calor que supera los 36 grados, logran irse siendo legalmente ellas. Logran irse felices, pero sabiendo que muchas otras personas trans tendrán pendiente acceder a ese derecho.
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