Para que ustedes crean.
En la celebración litúrgica del viernes santo se lee la pasión del Señor y este año corresponde la versión del cuarto evangelio. Quiero prestar atención a una frase del texto, que suele pasar desapercibida, que está ubicada justo entre la muerte de Jesús en la cruz y antes de que comience el descenso de la cruz (esto es justo después de que broten la sangre y el agua del costado de Jesús).
El relato hace una especie de tiempo intermedio al acabar de relatar la pasión para hacer referencia a los testigos, a los lectores y a los creyentes en Jesús. El texto dice que quien vio esto, es decir quien está siendo testigo de la pasión de Jesús, da testimonio “para que ustedes crean”. Están los que ven, que son los testigos, y los que leen o escuchan el texto que son los creyentes. El escritor o escritora de este evangelio se dirige directamente al lector con esas palabras “para que ustedes crean”, justo en el momento culminante y central de todo el evangelio: la muerte de Jesús y el intermedio hacia otra realidad totalmente nueva.
El texto se dirige así al lector para recordarle que es necesario ponerse en primera persona y volver al centro de este suceso y solo puede hacerlo de una manera, esto es, creyendo. No solo leer, escuchar, entender, sino entrar con todo lo que uno es y participar en este acontecimiento salvífico.
Estas frases son una interrupción importantísima en el relato de la pasión. No se puede continuar la lectura sin hacer esta parada y tomar posición, porque “esto fue escrito para que ustedes crean”. El objetivo es transformar al lector en creyente.
Y sigue el texto explicando que así se cumple la Escritura que dice: “Mirarán al que traspasaron”. De esta manera, entran en juego tanto la fe y el mirar como la misma acción de haber traspasado a Jesús. Y estas acciones se dicen en plural, son acciones colectivas. ¿A quién se refiere? ¿A los testigos? ¿A toda la humanidad? ¿Al cosmos?
Nosotros en la celebración litúrgica del viernes santo leemos o escuchamos este relato. Y hemos de ser conscientes de que la fe comunitaria -que contempla al que ha sido traspasado- se vuelve aquí y ahora gozne de la salvación. No se trata de un recuerdo sin más. Solo pueden seguir leyendo o escuchando quienes se incorporan como creyentes en este momento central de la historia de la salvación. Una manera distinta de vivir y celebrar la pasión del Señor.
Paula Depalma
Fuente Fe Adulta
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