Hacer…
Para que triunfe el mal,
sólo es necesario que los buenos
no hagan nada.
*
Edmund Burke
***
Para que triunfe el mal,
sólo es necesario que los buenos
no hagan nada.
*
Edmund Burke
***
Ataques despiadados contra el Papa Francisco, “justo entre las naciones”
“Los conservadores europeos, con excepción de notables organizaciones católicas de cooperación solidaria, alimentan un soberano desdén por el Sur, especialmente por América Latina”
Si Jesús se apareciese al Papa en su paseo por los jardines del Vaticano, seguramente le diría: “Pedro, sobre estas piedras palaciegas jamás construiría mi Iglesia”. Esta contradicción es vivida por el Papa Francisco, pues renunció al estilo palaciego e imperial
Desde el principio de su pontificado hace nueve años, el Papa Francisco viene recibiendo furiosos ataques de cristianos tradicionalistas y supremacistas blancos casi todos del Norte del mundo, de Estados Unidos y de Europa. Hasta hicieron un complot, involucrando millones de dólares, para deponerlo, como si la Iglesia fuese una empresa y el Papa su CEO. Todo en vano. Él sigue su camino en el espíritu de las bienaventuranzas evangélicas de los perseguidos.
Las razones de esta persecución son varias: razones geopolíticas, disputa de poder, otra visión de Iglesia y el cuidado de la Casa Común.
Levanto mi voz en defensa del Papa Francisco desde la periferia del mundo, del Gran Sur. Comparemos los números: en Europa vive solo el 21,5% de los católicos, el 82% vive fuera de ella, el 48% en América. Somos, por lo tanto, amplia mayoría. Hasta mediados del siglo pasado la Iglesia Católica era del primer mundo. Ahora es una Iglesia del tercero y cuarto mundo, que, un día, tuvo origen en el primer mundo. Aquí surge una cuestión geopolítica. Los conservadores europeos, con excepción de notables organizaciones católicas de cooperación solidaria, alimentan un soberano desdén por el Sur, especialmente por América Latina.
La Iglesia-gran-institución fue aliada de la colonización, cómplice del genocidio indígena y participante en la esclavitud. Aquí fue implantada una Iglesia colonial, espejo de la Iglesia europea. Pero a lo largo de más de 500 años, no obstante la persistencia de la Iglesia espejo, ha habido una eclesiogénesis, la génesis de otro modo de ser iglesia, una iglesia, ya no espejo sino fuente: se encarnó en la cultura local indígena-negra-mestiza y de inmigrantes de pueblos venidos de 60 países diferentes. De esta amalgama, se gestó su estilo de adorar a Dios y de celebrar, de organizar su pastoral social al lado de los oprimidos que luchan por su liberación. Proyectó una teología adecuada a su práctica liberadora y popular. Tiene sus profetas, confesores, teólogos y teólogas, santos y santas, y muchos mártires, entre ellos el arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero.
Este tipo de Iglesia está compuesta fundamentalmente de comunidades eclesiales de base, donde se vive la dimensión de comunión de iguales, todos hermanos y hermanas, con sus coordinadores laicos, hombres y mujeres, con sacerdotes insertados en medio del pueblo y obispos, nunca de espaldas al pueblo como autoridades eclesiásticas, sino como pastores a su lado, con “olor a ovejas”, con la misión de ser los “defensores et advocati pauperum” como se decía en la Iglesia primitiva. Papas y autoridades doctrinarias del Vaticano intentaron cercenar y hasta condenar tal modo de ser-Iglesia, no pocas veces con el argumento de que no son Iglesia por el hecho de no ver en ellas el carácter jerárquico y el estilo romano. Esa amenaza perduró durante muchos años hasta que, por fin, irrumpió la figura del Papa Francisco. Él vino del caldo de esta nueva cultura eclesial, bien expresada por la opción preferencial, no excluyente, por los pobres y por las distintas vertientes de la teología de la liberación que la acompaña. Él dio legitimidad a este modo de vivir la fe cristiana, especialmente en situaciones de gran opresión.
Pero lo que más está escandalizando a los cristianos tradicionalistas es su estilo de ejercer el ministerio de unidad de la Iglesia. Ya no se presenta como el pontífice clásico, vestido con los símbolos paganos, tomados de los emperadores romanos, especialmente la famosa “mozzeta”, aquella capita banca llena de símbolos del poder absoluto del emperador y del papa. Francisco se libró rápidamente de ella y vistió una “mozzeta” blanca sencilla, como la del gran profeta de Brasil, dom Helder Câmara, y su cruz de hierro sin ninguna joya. Se negó a vivir en un palacio pontificio, lo cual habría hecho a san Francisco levantarse de la tumba para llevarlo adonde él escogió: en una simple casa de huéspedes, Santa Marta. Allí entra en la fila para servirse y come junto con todos. Con humor podemos decir que así es más difícil envenenarlo. No calza Prada, sino sus zapatones viejos y gastados. En el anuario pontificio en el que se usa una página entera con los títulos honoríficos de los Papas, él simplemente renunció a todos y escribió solamente Franciscus, pontifex. En uno de sus primeros pronunciamientos dijo claramente que no iba a presidir la Iglesia con el derecho canónico sino con el amor y la ternura. Un sinnúmero de veces ha repetido que quería una Iglesia pobre y de pobres.
Todo el gran problema de la Iglesia-gran-institución reside, desde los emperadores Constantino y Teodosio, en la asunción del poder político, transformado en poder sagrado (sacra potestas). Ese proceso llegó a su culminación con el Papa Gregorio VII (1075) con su bula Dictatus Papae, que bien traducida es la “Dictadura del Papa”. Como dice el gran eclesiólogo Jean-Yves Congar, con este Papa se consolidó el cambio más decisivo de la Iglesia que tantos problemas creó y del cual ya nunca se ha liberado: el ejercicio centralizado, autoritario y hasta despótico del poder. En las 27 proposiciones de la bula, el Papa es considerado el señor absoluto de la Iglesia, el señor único y supremo del mundo, volviéndose la autoridad suprema en el campo espiritual y temporal. Esto nunca ha sido desdicho.
Basta leer el Canon 331 en el cual se dice que “el Pastor de la Iglesia universal tiene el poder ordinario, supremo, pleno, inmediato y universal”. Cosa inaudita: si tachamos el término Pastor de la Iglesia universal y ponemos Dios, funciona perfectamente. ¿Quién de los humanos sino Dios, puede atribuirse tal concentración de poder?No deja de ser significativo que en la historia de los Papas haya habido un crescendo en el faraonismo del poder: de sucesor de Pedro, los Papas pasaron a considerarse representantes de Cristo. Y como si no bastase, representantes de Dios, siendo incluso llamados deus minor in terra. Aquí se realiza la hybris griega y aquello que Thomas Hobbes constata en su Leviatán: «Señalo, como tendencia general de todos los hombres, un perpetuo e inquieto deseo de poder y más poder, que sólo cesa con la muerte. La razón de esto radica en el hecho de que no se puede garantizar el poder si no es buscando todavía más poder». Esta ha sido, pues, la trayectoria de la Iglesia Católica en relación con el poder, que persiste hasta el día de hoy, fuente de polémicas con las demás Iglesias cristianas y de extrema dificultad para asumir los valores humanísticos de la modernidad. Dista años luz de la visión de Jesús que quería un poder-servicio (hierodulia) y no un poder-jerárquico (hierarquia).
De todo eso se aleja el Papa Francisco, lo que causa indignación a los conservadores y reaccionarios, claramente expresado en el libro de 45 autores de octubre de 2021: De la paz de Benedicto a la guerra de Francisco (From Benedict’s Peace to Francis’s War) organizado por Peter A. Kwasniewski. Nosotros le daríamos la vuelta así: De la paz de los pedófilos de Benedicto (encubiertos por él) a la guerra a los pedófilos de Francisco (condenados por él). Es sabido que un tribunal de Múnich encontró indicios para incriminar al Papa Benedicto XVI por su lenidad con curas pedófilos.
Existe un problema de geopolítica eclesiástica: los tradicionalistas rechazan a un Papa que viene “del fin del mundo”, que trae al centro de poder del Vaticano otro estilo, más próximo a la gruta de Belén que a los palacios de los emperadores. Si Jesús se apareciese al Papa en su paseo por los jardines del Vaticano, seguramente le diría: “Pedro, sobre estas piedras palaciegas jamás construiría mi Iglesia”. Esta contradicción es vivida por el Papa Francisco, pues renunció al estilo palaciego e imperial.
Hay, en efecto, un choque de geopolítica religiosa, entre el Centro, que perdió la hegemonía en número y en irradiación pero que conserva los hábitos de ejercicio autoritario del poder, y la Periferia, numéricamente mayoritaria de católicos, con iglesias nuevas, con nuevos estilos de vivencia de la fe y en permanente diálogo con el mundo
Hay, en efecto, un choque de geopolítica religiosa, entre el Centro, que perdió la hegemonía en número y en irradiación pero que conserva los hábitos de ejercicio autoritario del poder, y la Periferia, numéricamente mayoritaria de católicos, con iglesias nuevas, con nuevos estilos de vivencia de la fe y en permanente diálogo con el mundo, especialmente con los condenados de la Tierra, que tiene siempre una palabra que decir sobre las llagas que sangran en el cuerpo del Crucificado, presente en los empobrecidos y oprimidos.
Tal vez lo que más molesta a los cristianos anclados en el pasado es la visión de Iglesia vivida por el Papa. No una Iglesia-castillo, cerrada en sí misma, en sus valores y doctrinas, sino una Iglesia “hospital de campaña” siempre “en salida rumbo a las periferias existenciales”. Ella acoge a todos sin preguntar su credo o su situación moral. Basta que sean seres humanos en busca de sentido de la vida y sufridores de las adversidades de este mundo globalizado, injusto, cruel y sin piedad. Condena de forma directa el sistema que da centralidad al dinero a costa de vidas humanas y a costa de la naturaleza. Ha realizado varios encuentros mundiales con movimientos populares. En el último, el cuarto, dijo explícitamente: «Este sistema (capitalista), con su lógica implacable, escapa al dominio humano; es preciso trabajar por más justicia y cancelar este sistema de muerte». En la Fratelli tutti lo condena de forma contundente.
Se orienta por aquello que es una de las grandes aportaciones de la teología latinoamericana: la centralidad del Jesús histórico, pobre, lleno de ternura con los que sufren, siempre al lado de los pobres y marginalizados. El Papa respeta los dogmas y las doctrinas, pero no es por ellas por donde llega al corazón de la gente. Para él, Jesús vino a enseñar a vivir: la confianza total en Dios-Abbá, a vivir el amor incondicional, la solidaridad, la compasión con los caídos en los caminos, el cuidado con lo Creado, bienes que constituyen el contenido del mensaje central de Jesús: el Reino de Dios. Predica incansablemente la misericordia ilimitada por la cual Dios salva a sus hijos e hijas, pues Él no puede perder a ninguno de ellos, frutos de su amor, “pues es el apasionado amante de la vida” (Sab 11,26). Por eso afirma que «por más que alguien esté herido por el mal, nunca está condenado sobre esta tierra a quedar para siempre separado de Dios». En otras palabras: la condenación es solo para este tiempo.
Convoca a todos los pastores a ejercer la pastoral de la ternura y del amor incondicional, formulada resumidamente por un líder popular de una comunidad de base: “el alma no tiene frontera, ninguna vida es extranjera”. Como pocos en el mundo, se ha comprometido con los emigrantes venidos de África y de Oriente Medio y ahora de Ucrania. Lamenta que los modernos hayamos perdido la capacidad de llorar, de sentir el dolor del otro y, como buen samaritano, de socorrerlo en su abandono.
Su obra más importante muestra la preocupación por el futuro de la vida de la Madre Tierra. La Laudato Sì expresa su verdadero sentido en el subtítulo: “sobre el cuidado de la Casa Común”. Elabora no una ecología verde, sino una ecología integral que abarca el ambiente, la sociedad, la política, la cultura, lo cotidiano y el mundo del espíritu. Asume las contribuciones más seguras de las ciencias de la Tierra y de la vida, especialmente de la física cuántica y de la nueva cosmología el hecho de que «todo está relacionado con todo y nos une con afecto al hermano Sol, a la hermana Luna, al hermano río y a la Madre Tierra» como dice poéticamente en la Laudato Sì. La categoría cuidado y corresponsabilidad colectiva adquieren completa centralidad hasta el punto de decir en la Fratelli tutti que «estamos en el mismo barco: o todos nos salvamos o nadie se salva».
Nosotros latinoamericanos le estamos profundamente agradecidos por haber convocado el Sínodo Querida Amazonia para defender ese inmenso bioma de interés para toda la Tierra y cómo la Iglesia se encarna en aquella vasta región que cubre nueve países.
Grandes nombres de la ecología mundial afirmaron: con esta contribución el Papa Francisco se pone a la cabeza de la discusión ecológica contemporánea.
Casi desesperado, pero aun así lleno de esperanza, propone un camino de salvación: la fraternidad universal y el amor social como los ejes estructuradores de una biosociedad en función de la cual están la política, la economía y todos los esfuerzos humanos. No tenemos mucho tiempo ni sabiduría suficientemente acumulada, pero este es el sueño y la alternativa real para evitar un camino sin retorno.
El Papa caminando solo por la plaza de San Pedro bajo una lluvia fina, en tiempos de la pandemia, quedará como una imagen indeleble y un símbolo de su misión de Pastor que se preocupa y reza por el destino de la humanidad
El Papa caminando solo por la plaza de San Pedro bajo una lluvia fina, en tiempos de la pandemia, quedará como una imagen indeleble y un símbolo de su misión de Pastor que se preocupa y reza por el destino de la humanidad.
Tal vez una de las frases finales de la Laudato Sì revela todo su optimismo y esperanza contra toda esperanza: «Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten la alegría de la esperanza».
Tienen que ser enemigos de su propia humanidad quienes condenan inmisericordemente las actitudes tan humanitarias del Papa Francisco, en nombre de un cristianismo estéril, convertido en un fósil del pasado, en un recipiente de aguas muertas. Los ataques feroces que le hacen pueden ser todo menos cristianos y evangélicos. El Papa Francisco lo soporta imbuido de la humildad de San Francisco de Asís y de los valores del Jesús histórico. Por eso él bien merece el título de “justo entre las naciones”.
Fuente Religión Digital
«Si no se habla de ello, no existe».
Y así, en el silencio, viven infinitud de historias que esperan una oportunidad para ser contadas. Como ocurre con las terapias de conversión hacia las personas LGTBIQ+. Pero ¿existen en nuestro país? Y, sobre todo, ¿qué es lo que sucede en esas sesiones? ¿Es un mero acompañamiento, como sostiene la Iglesia Católica, o se trata de algo más? ¿Cómo se afronta una vida después de tanto tormento emocional?
Esta historia, sincera y cercana, recoge un testimonio de lo sucedido en aquellas supuestas sesiones de acompañamiento, presentando las experiencias y el desarrollo vital de uno de sus participantes, y, lo más importante, su posterior adaptación a un mundo nuevo, diferente a todo lo que había conocido antes.
«El miedo obliga al ocultamiento, persuade de guardar la historia en un cajón, a modificar la voz, la persona y el texto. […] Oh, ¡feliz culpa! es una reflexión honesta sobre la relación con los fantasmas, sobre cuánto puede llegar a determinar el daño y qué podemos hacer con él». Del prólogo de Víctor Mora.
***
Ficha Técnica
Editorial: Egales
ISBN: 978-84-18501-63-0
Fecha de edición: 2022
Idioma: Castellano
Encuadernación: Rústica
Dimensiones: 14 cm x 20 cm
Nº páginas: 158
Precio: 17,95€
Materias: Autoayuda / Biografía/Memorias/Diarios/Cartas/ Ensayo / Narrativa Masculina / Religiones /
***
Entrevista con Iván León, autor de ‘Oh, feliz culpa!’
Por Victor Mora (@Victor_Mora_G )
Oh, feliz culpa! es la primera novela de Iván León, y es también el primer testimonio sobre las llamadas “terapias de conversión” que, dentro de la Iglesia Católica, se realizan a personas del colectivo LGTBI+. Este libro es una experiencia novelada, un relato del presente que expone hechos, situaciones y consecuencias que, erróneamente, muchos creen que forman parte únicamente del pasado. Hablamos con su autor.
– ¿Qué nos vamos a encontrar los lectores en ¡Oh, feliz culpa!?
Creo que una de las notas principales de este relato sería su normalidad. Y ese, precisamente, es su punto fuerte. Me explico. Cuando se habla de estos temas (terapias de conversión y cosas por el estilo) solemos pensar en cosas terriblemente obscenas: campamentos al estilo norteamericano, terapias de aversión de los años cincuenta y cosas así. Y es un error. A día de hoy estas cosas suceden entre bambalinas, discretamente. Son, en la mayoría de casos, machaques constantes, discursos funestos y una fuerte presión social. Por eso, creo que cualquiera que se acerque a este relato podrá comprobar como, sin apenas darse cuenta, ha ido introduciéndose en un bucle del que es difícil salir. Otra característica es que, partiendo de esa misma normalidad, genera una gran intimidad. ¿Quién no ha experimentado la incertidumbre en sus propias carnes? ¿O quién no se ha enfrentado a un cierto cuestionamiento? En ese sentido, creo que es fácil que haya una cierta empatía entre narrador y lector, lo que facilita mucho la tarea de inmersión. Y, por supuesto, eso mismo permite definir imágenes mucho más vivas para que también sea posible disfrutar del relato.
– ¿Qué te llevó a decidirte a escribir tu historia?
Supongo que el independizarme, en sentido amplio. El salir de casa me exponía a grandes preguntas. Ya no era un yo metido en una estructura, sino que me enfrentaba en soledad a un montón de experiencias nuevas.Necesitaba construir un relato que respondiese a quién era. Un relato que me permitiese tomar posesión de mí mismo y presentarme ante el mundo. Un relato sobre el cual poder edificar. Y eso pasaba por integrar algunas experiencias complejas. El escribir sobre esta etapa fue, por decirlo así, algo providencial. Durante una visita a la UCM, donde me formé, estuve charlando con un profesor y le comenté lo que me rondaba por la cabeza, las dudas sobre ese proceso de construcción de la identidad. Y su respuesta fue sencilla: “Escribe. Somos filólogos, ¿no? La formación que os proporcionamos no es únicamente académica, sino que podéis aprovecharla para vuestra vida.” Y realmente aquella conversación fue lo que, durante el confinamiento, me animó a escribir toda esta historia.
– ¿Cómo fue el proceso de escritura?
Terrible. Algo más en serio, diría que ha sido un proceso complejo, lleno de baches. Uno de los primeros problemas fue encontrar el tono adecuado. ¿Desafiante? ¿Lastimero? ¿Algo más neutro? Sin embargo, una tarde, durante una charla, se me ocurrió una idea sencilla: presentar mi experiencia subjetiva como una suerte monólogo interno. Algo así como permitir al lector acceder a mis vivencias, aunque con la distancia que proporciona la retórica. En términos algo más mundanos, hubo días y días. Algunos días fueron una auténtica catarsis y otros, simplemente, rellenar el espacio literario. Supongo que, para entendernos, debe ser similar al proceso de creación de una pintura: hay días que das vida a la figura principal y otros, te limitas a iluminar el fondo. En resumen, ha sido un proceso largo, aunque he contado siempre con ayuda y referentes.
– Hablas en varias ocasiones de la tentación de ceder al olvido, ¿crees que eso es posible? Creo que en tu novela hay un enlace muy bonito entre la historia personal y la memoria colectiva, sobre todo para quienes entendemos que la memoria es algo vivo, es decir, que afronta problemas y situaciones que aún están lejos de haber quedado atrás. ¿Qué piensas sobre este tema?
Olvidar. En cierto sentido, olvidar sería algo similar a negar. Negar un hecho o una experiencia concreta. Y negar no es más que una forma, respetable, de gestionar algún aspecto concreto de la realidad. Aquí que cada uno gestione como pueda, que bastante tenemos con lo que tenemos. Aunque creo que, en la medida de lo posible, hay que afrontar las experiencias vitales con cierta osadía. Tratando de hacerlas nuestras para poder sacar algún partido de ellas, si es que fuese posible. Y si no, para, al menos, poder revisitar aquellos lugares sin aquel terrible estrés que provoca el trauma. Por otra parte, creo que la relación entre el individuo y la colectividad es muy estrecha. Uno no puede ser si los demás no le ayudan a ser. Y, por supuesto, la colectividad no puede constituirse si cada uno de los individuos no se integran en ella. Hay que acabar con el mito del self-made-man, porque nos aísla y nos impide establecer vínculos de confianza y apoyo. Y, precisamente, sin estos vínculos, sin esta confianza, creo que nos veríamos abocados al desastre porque una de las principales estrategias de supervivencia siempre ha sido la comunicación de saberes. Algún humano comunicaba a otro tal o cual saber, o amenaza, y así el grupo podía valerse de ese conocimiento para sobrevivir. Creo que aquí ocurre algo similar: la experiencia personal de cada uno puede ayudarnos no sólo a constituirnos como colectividad, como sociedad, sino que además puede ayudarnos a desarrollar estrategias adaptadas a la realidad que se nos presenta.
– “Yo tampoco sé ser un hombre, pero ¿a quién le importa?” Cuánto pesan los estándares del género, cuánta violencia pueden crear… algunas ideas presentes en tu novela. ¿Es que lo hacemos mal, es que no lo somos, o es que nadie tiene la potestad de decir quién es qué salvo uno mismo?
Creo que habría que empezar por el principio y preguntarse qué es eso de ser un hombre. Porque dependiendo de quién plantee la pregunta, fijará un estándar u otro. Y, en cualquier caso, creo que ese estándar seguiría sin ser universalmente válido. Porque definir un ideal así resulta extremadamente complejo Algunos podrían apelar a los cánones y cosas así, pero, ¿a qué cánones nos apegamos? Porque hay tantos hombres como momentos históricos y grupos culturales, cada uno de los cuales tiene una pretensión de verdad y universalidad que resultan soeces en conjunto. Así que, ¿con qué hombre nos quedamos? En cualquier caso, creo que muchas veces es una obsesión social más que un problema real. Si uno es funcional y consigue articular un relato que le sirve para encarar la realidad, ¿cuál es el problema? Creo que la verdadera preocupación debería ser el poder construir relatos cercanos y prácticos y que tengan un gran potencial explicativo para la propia persona. Tratar de definir una masculinidad y una feminidad hegemónicas e inmutables me parece un burdo intento de categorizar y cauterizar la realidad para poder etiquetarla y hacerla manejable.
– “Aquel pasillo parecía no tener fin. Avanzaba penosamente, sin tener aún claro qué sucedería a continuación. Y, sobre todo, seguía sin tener la completa certeza de que aquello fuese a funcionar.” Así comienza “Vorágine”, la primera parte de tu libro, unas líneas que marcan el inicio de aquellos encuentros… desde el ahora, ¿qué te gustaría decirle a tu yo de ese entonces?
Creo que no sabría bien qué decirle. Seguramente lo mirase en silencio con cierta simpatía y lo dejase marchar. Aunque es probable que le viniese bien saber que, en realidad, todo va mucho menos en serio y mucho más en serio de lo que aparenta. Sería, simplemente, una cuestión de afinar la comprensión. Pero claro, eso es algo que te da el tiempo. Así que es normal que cometamos ciertos errores de ese tipo.
***
Oh, feliz culpa! de Iván León, editada por Egales y con prólogo de Víctor Mora, ya disponible en librerías y en la web de la editorial.
Fuente: Blog Uno de cada 10, 20Minutos
Diversas instituciones españolas de que trabajan por los Derechos LGTBIQ+ como parte fundamental en las políticas de Cooperación para el Desarrollo, han participado el pasado viernes 18 de marzo en el I Encuentro de Actorías Clave en Cooperación LGTBI donde han recibido el reconocimiento de la cooperación española por su trayectoria en la defensa de los derechos de las personas LGBTI en el mundo.
El acto, que ha tenido lugar en el Senado, ha servido para compartir la experiencia de la puesta en marcha de la Declaración de Mérida en varias comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos del país.
En la actualidad, una decena de comunidades autónomas y ayuntamientos han asumido la defensa de los derechos de las personas LGBTI en las políticas públicas de cooperación, así como la AECID del Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación del Gobierno de España y se espera que en los próximos meses se sumen una veintena más de instituciones de cooperación descentralizada.
Durante el encuentro, Ángel Calle, director de la AEXCID, (impulsora junto con la Fundación Triángulo de la Declaración de Mérida) defendió la necesidad de que las políticas públicas y particularmente, las de cooperación, tengan entre sus objetivos la protección y defensa de los derechos de las personas LGBTI, “todavía hay personas criminalizadas por su diversidad sexual en muchos países del mundo, ésta tiene que ser una prioridad” ha destacado el director.
Junto al director de la AEXCID, han participado en la mesa ‘El compromiso de las instituciones públicas en materia de Derechos Humanos LGBTI en el mundo. La Declaración de Mérida’ la presidenta de la Comisión de Cooperación del Senado, Elena Diego, el director de la AECID, Antón Leis y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Durante su intervención, el expresidente del Gobierno ha felicitado a Dichas instituciones por incorporar los derechos humanos de las personas LGBTI en las políticas de cooperación, mejorando la vida de muchas personas a lo largo y ancho del planeta. Zapatero reiteró su permanente compromiso personal a favor de los Derechos de las personas LGTBI+, recordando lo que supuso, entre otros logros, la aprobación del Matrimonio Igualitario en España, un punto de inflexión tras el que diversos países replicaron lo mismo… También recordó su implicación personal y el grupo que él creó para luchar contra la Pena de Muerte y su desaparición en el mundo, una medida que en 7 países aún se aplica a las personas LGTBIQ+…
Una intensa jornada de trabajo que, seguro, dará grandes frutos…
Muchas menciones al importante trabajo realizado con #DeclaraciónMérida [https://t.co/VsookQiXtX] en la última sesión del I Encuentro de Actorías Clave en Cooperación LGBTI del Estado Español, @Senadoesp 18/03 #somosCooperaciónLGBTI #CooperaciónLGBTI pic.twitter.com/NsTgiVrDZN
— Fundación Triángulo (@FTriangulo) March 18, 2022
Fuente Agencias/Twitter Fundación Triángulo
La diputada “provida” Amalia Granata
Se recibieron 750 reclamos en los últimos días contra los dichos de la diputada Amalia Granata, la actriz Carmen Barbieri y la conductora Viviana Canosa.
La Defensoría del Público de Argentina recibió 750 reclamos en los últimos días contra opiniones realizadas en programas de televisión vinculadas a los feminismos, la violencia de género y los derechos de la población LGTBIQ+.
Las denuncias repudian los dichos al aire de la conductora de televisión, Viviana Canosa; la diputada por la provincia de Santa Fe, Amalia Granata; y la actriz Carmen Barbieri sobre el colectivo travesti trans y feminista.
“Ya no nos posicionamos como víctimas, sino que tomamos una parte activa en el pedido de justicia y reparación por este tipo de ataques”, afirmó a Presentes la comunicadora travesti Victoria Stéfano.
Entre los ataques, la legisladora provincial sostuvo en una entrevista en el programa “Mañanísima” (Ciudad Magazine) y “LAM” (América TV) una serie de opiniones que “promueven o incitan el trato discriminatorio», remarcaron las denuncias en la Defensoría del Público.
“Hay chicos que no comen, que están en la pobreza absoluta, hay prioridades. El trans no está incapacitado para trabajar, tiene pies, manos, cerebro. Los trans tienen privilegios», había dicho Granata durante el programa conducido por Ángel de Brito el 16 de marzo.
Además, apuntó: “sos trans, no tenés ninguna incapacidad para ir a trabajar y pagarte por tus propios medios tu tratamiento de hormonización. Nosotros desde el Estado no podemos pagarles cuando ellos pueden ir a trabajar tranquilamente».
“Como mamá le digo que no es un privilegio ser trans”
Graciela Puchetta es la mamá de Tiziana, una niña trans de 14 años, y secretaria de familias e infancias de la Liga LGBTIQ+ de las Provincias. Cuando escuchó los comentarios de la diputada quiso repudiarlos.
“Ella (Tiziana) es beneficiaria -si se puede decir así- no de las hormonas, pero sí de los inhibidores. A pesar de que ella tiene todo nuestro apoyo, nosotros como papás no podríamos pagarle ese tratamiento como pretende Granata. Soy una simple ama de casa y su papá es un trabajador independiente. Para nosotros es imposible de costear”, dijo a Presentes.
Y quiso dirigirse a la legisladora: “Como mamá le digo que no es un privilegio ser trans. Lo que sufren las identidades trans usted parece que no tiene conocimiento de lo que luchamos y lo que sufrimos. Es para que las próximas generaciones de identidades trans no lo sufran como lo hizo mi hija, que no fue nada en comparación con las generaciones anteriores”.
En “Mañanísima”, Carmen Barbieri tuvo una conversación con la diputada por la que luego pidió disculpas. En ella dijo que el colectivo travesti trans “cobra sueldos” por ser trans y les dan “pasajes”. Granata sumó que reciben “viviendas gratis”.
Viviana Canosa, pionera del odio
Estos discursos se sumaron a los que la conductora de A24, Viviana Canosa, emitió en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. “Empiecen por darse un baño, depilarse e ir a laburar”, les dijo a quienes fueron a marchar.
Ante estos dichos, cientos de usuarios convirtieron a Viviana Canosa tendencia en Twitter con críticas a la conductora. Además, la Defensoría del Público recibió 750 reclamos contra los discursos de Granata, Berbieri y Canosa.
La cifra es muy significativa. El organismo creado por la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual para recibir y canalizar las consultas recibe alrededor de 1600 reclamos por año.
Para la comunicadora Stefano, “hemos evolucionado en reconocer ciertos tipos de violencia, como en este caso la violencia mediática.
En este sentido, resaltó que se vive un proceso en el cual hay un nuevo posicionamiento ante las agresiones: “ya no van a ser ni gratuitas ni olvidadas. Ya no nos posicionamos como víctimas, sino que tomamos una parte activa en el pedido de justicia y reparación por este tipo de ataques”.
Las denuncias subrayan que las opiniones de las conductoras y conductores televisivos «promueven o incitan el trato discriminatorio», así como el odio y la violencia contra el colectivo LGTB.
Por esto, les reclamantes consideraron que los programas de televisión deberían no sólo pedir disculpas a las mujeres y a las personas travestis y trans, sino también fomentar la participación de esos colectivos, para fomentar el diálogo y erradicar estereotipos.
De forma pública también se pronunciaron en contra de estos discursos Tani “Dihzy” Fernández Luchetti; la actriz y comediante, Flor de la V; y el periodista Franco Torchia, entre otres.
“Que alguien les avise a las dos (Granata y Barbieri) que todavía les trans se mueren a menos de la edad de ellas y muchos trabajos se les niegan solo por no ser cis”, respondió Dyhzy.
En tanto, Flor de la V hizo pública su devolución durante “Intrusos”, el programa que conduce en América TV y dijo que se trata de “discursos de odio”.
“Cuando hablan de privilegios es no tener conciencia de que nuestro colectivo tiene un promedio de vida de 35 años”, sostuvo la conductora, y agregó que “el 80% de las personas trans son expulsadas de su casa a muy corta edad” y luego del sistema educativo.
“El Estado no nos está haciendo un favor, el Estado lo que está haciendo por primera vez, en más de 40 años, es una reparación histórica”, agregó.
Afrenta a la libertad de expresión
Por su parte, el periodista Franco Torchia dirigió sus críticas a la conversación entre la legisladora de la provincia de Santa Fe y Carmen Barbieri.
«Todo lo que se esgrimió allí es totalmente falso. Y esto corre por mi estricta cuenta: es totalmente adrede”, afirmó en declaraciones a “Todas las tardes”, de Canal 9. Además, reconoció que los dichos violan la Ley de Identidad de Género y la Ley Antidiscriminatoria y “los pactos preexistentes en la constitución nacional y los pactos internacionales que rigen el respeto a los derechos humanos”.
Frente a este atropello de la la legisladora santafecina, los invito a escuchar la argumentación de @francotorchia_. Al odio y la ignorancia respondemos con ideas y lucha https://t.co/yZ2tjaWOAc pic.twitter.com/zqnHUm3QAU
— Tomás Balmaceda (@capitanintriga) March 22, 2022
“Ninguna mujer trans percibe un sueldo por el mero hecho de ser una persona trans. Ninguna identidad trans de la Argentina tiene una casa gratis», agregó.
Y detalló: «En su abrumadora mayoría son completamente despedidas de sus casas desde el día que nacen o algunos años después, o cuando están entrando en la adolescencia y comienzan a transicionar. Automáticamente quedan afuera de todas las casas, aún todavía hoy en Argentina”.
Ante su respuesta, la legisladora publicó este lunes a través de Twitter que inició acciones legales por “calumnias e injurias” contra el periodista.
“Se trata de una funcionaria pública amedrentando a un periodista y silenciando a un ciudadano”, replicó Torchia, en diálogo con Presentes.
Viejas narrativa, nuevas plataformas
Para Stefano, “estamos frente a un fenómeno comunicacional muy propio de esta época, donde este tipo de discursos reaparecen con una fuerza bastante interesante en términos de la virulencia que provocan en redes sociales”.
“Es una narrativa bastante vieja -agregó-, que poco tiene que ver con el momento histórico en el que nos encontramos”. Sin embargo también reconoció que no se trata de un hecho aislado.
“Ya venimos lidiando con este tipo de personajes. Hago referencia puntualmente a Agustín Laje, a Viviana Canosa, a distintos personajes que mediante traer discursos bastante viejos y reaccionarios vuelven a posicionarse públicamente, logran una presencia social muy fuerte y luego van por carreras políticas”, concluyó.
Fuente Agencia Presentes
Presentación del estudio. / M. H. (MÁLAGA)
Málaga es la tercera provincia en la que se registran más incidentes
Según los datos del tercer informe del Observatorio andaluz contra la homofobia, bifobia y tranfobia, cerca del 70% de las víctimas no denuncia
Mª José Díaz Alcalá
El 2021 no ha sido un año fácil para el colectivo LGTBI andaluz. En las entidades se han recogido un total de 367 casos de agresiones y delitos de odio, lo que supone uno cada día. Acoso, discursos homófobos, agresiones verbales o físicas simplemente por la condición sexual o de identidad de género de la persona agredida son los principales.
El tercer informe del Observatorio Andaluz Contra la Homofobia, Bifobia y Tranfobia revela que el 66% de las agresiones las sufren hombres por su condición homosexual (en un 46% de los casos). Este tipo de incidentes se producen, sobre todo, en espacios públicos (29%), seguido de las redes sociales y otras plataformas virtuales (27%), los centros educativos (15%) y el ámbito familiar (10%).
El 42% de las víctimas que sufren agresiones homófobas son menores de 30 años y solo el 11% son mayores de 50, y los tipos de incidentes son los relativos al discurso de odio en un 31%; agresión verbal y psíquica, un 26%; acoso y bullying, 20%; agresión física un 19%, y negación de un servicio en un 3%.
Es reseñable que el 69,30% de víctimas no denuncia por miedo a las represalias o la desconfianza en las instituciones, entre otros motivos. El presidente de la Federación Andalucía Diversidad LGTBI y director del Observatorio Andaluz contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia,
Antonio Ferre, quien ha presentado el estudio, ha apuntado que muchos de ellos lo cuentan en redes sociales, pero no quieren someterse al proceso judicial “largo y tedioso”.
Por ello, Ferre ha informado de que se ha puesto en marcha una aplicación móvil para denunciar este tipo de incidencias. Una herramienta con la que esperan disminuir al menos un 2% las infradenuncias el próximo año.
En cuanto a los agresores, se observa que un 12% son menores de edad y, al menos, siete de cada diez son hombres. El porcentaje de mujeres que realizan una acción violenta contra el colectivo LGTBI asciende al 21%. Aunque aún predomina la agresión individual, la grupal está en aumento con el 26%.
Cádiz es la provincia andaluz donde se producen un mayor número de incidentes de está índole (21%), seguida de Sevilla (20%) y Málaga (19%). Las agresiones en el resto de regiones oscilan entre el 6 y el 11%.
El 17 de mayo es el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia y los colectivos demandan la importancia de implementar planes transversales entre consejerías de la Junta de Andalucía, promover estudios sobre la situación de los adolescentes y jóvenes LGTBI en las escuelas para prevenir el acoso escolar y que se apruebe la Ley Integral de Igualdad de Trato y No Discriminación LGTBI y la Ley Trans Estatal.
También piden mayor formación en este tipo de delitos para el mundo jurista y funcionario, así como para el mundo periodístico, evitando la información inexacta o discriminatoria.
A la presentación del estudio también han asistido el director general de Violencia de Género, Igualdad de Trato y Diversidad de la Junta de Andalucía, Ángel Mora, y la delegada territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, María Dolores Fernández.
La transfobia aumenta un 11% en el último año en Andalucía
El colectivo trans es en el que más se ha dejado notar el aumento de las agresiones físicas o verbales, simplemente por su identidad de género. La violencia hacia este grupo ha aumentado un 11%, alcanzando un 32% frente al 21 que constataba en el estudio del del año anterior. Asimismo, casi se triplican los casos en los que la transfobia es la motivación del incidente, un 28%; mientras que, en 2020, un 10%. El director del Observatorio Andaluz contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, Antonio Ferre, ha señalado que estas cifras están en aumento por el discurso de la extrema derecha y del feminismo transexcluyente.
Fuente Málaga Hoy
Recordatorio
Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.
Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.
El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.
Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada.
no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.
Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.
Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.
Comentarios recientes