Gerardo Villar: Navidad sin internet.
Pensamos que hemos avanzado mucho con todos los medios de comunicación. Pero eso ya se había superado cuando nació Jesús. Y si no, vamos a mirarlo en los evangelios de Mateo y Lucas.
Entonces había una comunicación más profunda. Lo hacían los ángeles a través de los anuncios a José, a María y a los pastores. Les transmitían la Buena Noticia de que iba a nacer o que ya había NACIDO el Mesías.
Cuando no funcionaban esos medios divinos, se servían de la información de los carteles y de lo que iba diciendo los edictos del Emperador, que iban acompañados de la voz interior del Espíritu.
Con una ventaja, además; que esa transmisión divina no se colgaba ni se estropeaba. Solo necesitaban tener buen oído, buen olfato, para escuchar lo que Dios les quería anunciar.
Pero las noticias malas que daba Herodes no funcionaban. Pues, para cuando llegaban esas leyes crueles, ya se había adelantado el ángel y habían librado a Jesús de todo daño y mal.
Todo gracias a la conexión celestial por medio de los ángeles que anunciaban a María que iba a ser madre, a José que el hijo de María venía del Espíritu, a los pastores que había nacido Jesús y a los tres que se fuesen a Egipto para librarse de la muerte del niño.
Ya había funcionado su particular YouTube en Zacarías y en María cuando recitaron esos dos himnos maravillosos del “Bendito sea el Señor, Dios de Israel” y el de “Engrandece mi alma al Señor”. Porque ellos no estaban tan inspirados como para elaborar de repente esa maravilla de cantos. Lo tenía grabado Dios y se lo iba dictando.
Alguna que otra vez, sobre todo José, no se acababa de enterar y de entender; en esas ocasiones funcionaban los sueños. Un poco le costaba enterarse, pero soplaba el viento del Espíritu y así quedaba informado y alentado.
Se ve que este medio de anunciar las buenas noticias, también funcionaba para los pastores: sin cables, sin enchufes, sin programas. Hablaba la Palabra Hecha Carne. Y esa Palabra, hecha carne, se había instalado en una tienda de campaña entre los hombres. Ese era el wifi que conectaba a la familia y a Jesús con el Verbo eterno: Dios hecho hombre.
Gerardo Villar
Fuente Fe Adulta
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