De Jerusalén a Roma
“Lo que hace a la Iglesia ser Iglesia es el Evangelio”
El coordinador del libro “De Jerusalén a Roma”, con sus 264 páginas, es Rafael Aguirre, y en su redacción participan Carmen Bernabé Ubieza, Carlos Gil Arbiol, Estela Aldave Medrano, Sergio Rosell Nebreda, David Álvarez Cineira, Fernando Ribas Rebaque, Elisa Estévez López, y además y por supuesto, el mismo Rafael Aguirre Monasterio
La formación-información que se dice religiosa y se imparte en la actualidad, es poca. Muy poca. Y además, una buena parte de la misma, es sesgada, espuria, “al gusto del consumidor” y, en reciente y certera expresión jerárquica, que reclama “menos memorizar y más convivir”, por aquello de “por los frutos lo conoceréis” y “obras son amores que no buenas razones”.
El panorama de la educación llamada religiosa es preocupante y decisivo a la hora de tomarle el pulso a ”Nuestra Santa Madre la Iglesia”, con el fin de descubrir su justificación y razón de ser en la historia de la humanidad, dándose además por supuesto que no son los ritos, ni las ceremonias, ni el mismísimo culto litúrgica, ni el Código de Derecho Canónico, lo que hace ser Iglesia a la Iglesia, sino el EVANGELIO.
Y en tal tarea y ministerio es un deber destacar la labor efectuada por la Editorial “Verbo Divino”, en este caso concreto , por el “Grupo de Investigación sobre los Orígenes del Cristianismo”, en el caso concreto de obras como “Así vivían los primeros cristianos”, “Así empezó el Cristianismo” y más recientemente “De Jerusalén a Roma”. Y es que aquí, y siempre, hay que comenzar por el principio, como condición indispensable para afrontar cualquier problema de renovación y reforma dentro de la Iglesia. Ser fiel a la misma y a sus orígenes, es -será- punto de referencia inexcusable. Lo demás es literatura interesada y barata.
El coordinador del libro “De Jerusalén a Roma”, con sus 264 páginas, es Rafael Aguirre, y en su redacción participan Carmen Bernabé Ubieza, Carlos Gil Arbiol, Estela Aldave Medrano, Sergio Rosell Nebreda, David Álvarez Cineira, Fernando Ribas Rebaque, Elisa Estévez López, y además y por supuesto, el mismo Rafael Aguirre Monasterio.
Síntesis del libro es la idea de que “la obra se adentra en el estudio de la actitud que los primeros cristianos adoptaron ante la sociedad…, con proposición de variadas reflexiones de relevancia que para el cristianismo actual puede tener redescubrir que la creatividad y fuerza de atracción en sus orígenes nacía de su carácter minoritario…”
Mención sagrada y relevante demanda, por ejemplo, el apartado “La insostenible situación de las mujeres en la Iglesia”, de las páginas 255 y ss., en las que se refiere que “La Iglesia católica se enfrenta a un gran problema porque la situación de las mujeres en su seno es insostenible en una sociedad democrática. En esta coyuntura el recurso al estudio crítico de los orígenes del cristianismo plantea interrogantes y arroja una luz muy valiosa…Las mujeres siguen siendo consideradas menores de edad, incapaces de representarse a sí mismas, incapaces de representar a otros, y menos a los varones… La equiparación de varones y mujeres en derechos y posibilidades de desarrollo personal es realidad, a veces más teórica que práctica en las sociedades privilegiadas del planeta, estando sometidas a estructuras machistas con sus secuelas de pobreza , violencia y sufrimientos
Fuente Religión Digital
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