Tomar la Cruz
Rechazar en mí lo que me atesta de ilusiones
llegar a ser lo que soy, ser el (la) que puede seguirte.
Seguir contigo el despojo feliz de aquellos
que se conocen a sí mismos
y saben cuánto de su vida depende de sus encuentros.
Llevar mi cruz, renunciar al combate vano
que haría de mí un rey (una reina), un (una) inmortal .
Avanzar en tus pasos conociendo la ganancia
que a veces hay que perder.
Perder mi vida entre tus manos con el fin de que le des
su verdadera forma.
Renunciar contigo a mi único imaginario
que no sabe más que rumiar
lo conocido, lo deseado, el contenido, lo programable
Y zambullirse en el gran baño fresco de lo imprevisible
donde operas, cada día, asombrosas conversiones.
*
Marion Muller-Colard.
“Éclats d’Évangile”
***
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