Brutal agresión en A Coruña. Rogerio, migrante gay: “Fue por homofobia, no me robaron nada y llevaba 70 euros”
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Rogerio Fernándes, de Brasil, lleva pocos meses viviendo en A Coruña. Por desgracia, sus comienzos están siendo duros, ya que recibió una brutal paliza en la madrugada del sábado 13. “Salió con unos amigos y sobre las cuatro de la mañana le acompañaron a casa. Una vez dentro del portal, oyó que un chico le llamaba desde la puerta. Se pusieron a hablar y aceptó ir a dar un paseo con él”, cuenta su amiga y compañera de piso Elaine Santos.
La víctima, todavía aturdida por lo ocurrido, relata al medio “La Voz de Galicia” la brutal agresión de la que fue víctima, la cual, según afirma, estuvo motivada por su orientación sexual.
Poco más recuerda el hombre de 30 años, que apenas habla español. “Solo sabe que le dieron puñetazos en la cara y que horas después, sobre las 10.00 horas, una ambulancia lo llevó al Chuac. Yo estaba en Madrid y como no me cogía el teléfono, el domingo le dije a unos amigos que fueran a casa. Entonces lo acompañaron a poner la denuncia”, señala Elaine, que lamenta que la demanda recoja que su amigo estaba borracho. “Eso no le da derecho a nadie a destrozarte la cara”. El parte médico también señala que presentaba hematomas en la cabeza y el cuello, que no era capaz de abrir el ojo derecho y que tenía el tabique nasal desviado. “Este martes fuimos de nuevo a urgencias y le detectaron una fractura lumbar”.
Ante lo ocurrido, Rogério tiene miedo. “Llora todos los días y pide perdón. Dice que creía que estaba ligando y que nunca pensó que le iba a pasar algo así”. Sobre la agresión tiene claro que fue por homofobia: “No me robaron nada y llevaba 70 euros, el pasaporte y las llaves”, apunta la víctima mientras que Elaine añade: “El problema es que no lo podemos demostrar”.
Condenamos enérgicamente esta agresión. En un clima creciente de odio anti-LGTBI, las personas migrantes LGTBI son especialmente vulnerables. A nivel jurídico, muchos no se atreven a denunciar porque se encuentran en situación administrativa irregular o están a la espera de solicitar protección internacional, quedando hasta entonces en un impasse administrativo.
KifKif se ha puesto al servicio de la víctima para todo lo que pueda necesitar.
Fuente KifKif/La Voz de Galicia
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