Agresión homófoba a una pareja de chicas besándose en Salamanca al grito de “que hay niños delante”
El arrestado, que ha reconocido los hechos, les dijo que “era una vergüenza” y que “había niños delante”
La diversidad está en juego cada día. Al que no es hetero. A la mujer. A quien no nació aquí (o nació, pero sus progenitores no). Por eso es tan importante seguir saliendo a la calle, seguir quejándose y sobre todo, seguir haciendo vida normal. Aunque duela, ni un paso atrás. Porque aquí estamos y aquí vamos a seguir. Porque hay gente que tiene que darse cuenta que la violencia es lo que no debería ver la infancia y no una muestra de amor normal y corriente.
Un hombre de origen magrebí ha sido detenido en las últimas horas en Salamanca después de que el miércoles por la noche protagonizara una agresión homófoba en el paseo de Carmelitas. El arrestado dio un bofetón a la agredida por el simple hecho de que se estaba besando con otra mujer. Además, le tiró al suelo y le dio al menos una patada en la cabeza.
Según fuentes del caso, los hechos tuvieron lugar alrededor de las 22.00 horas cuando las dos chicas se encontraban en la parada de autobús besándose. En ese momento este individuo, que no tiene antecedentes previos, se dirigió a ellas y, tal y como él mismo ha reconocido ante el juez, comenzó a decirles que “eso era una vergüenza”, que “no se podía hacer” y que “había niños delante”.
Acto seguido, presuntamente el hombre propinó un fuerte bofetón a una de ellas que le hizo caer al suelo, momento en el que le dio al menos una patada en la cabeza. Además, según las víctimas, el susodicho llegó a sacar un cuchillo, un extremo que no ha sido confirmado.
Por todo ello, el hombre fue arrestado y está siendo investigado como presunto autor de un delito de lesiones y otro de odio. Ha sido esta misma mañana cuando ha pasado a disposición judicial y ha reconocido los hechos, a excepción del hecho que portara un arma blanca.
En cualquier caso, terrorífico y un atentado contra la normalidad y la diversidad, una piedra más en la mochila que invita no solo a no darnos un beso con la persona a la que amamos, sino también a cortarnos incluso con muestras de cariño y complicidad como darse la mano.
Y si algo no se ve, no existe. Me explico: si ese niño o esa niña no ve que también hay otro tipo de familias y personas que no son hetero, ¿cómo va a saber que lo que siente es total y absolutamente normal? ¿Cómo va a no sentirse un bicho raro? Y esto sirve también para heteros: ¿cómo van a normalizar algo que vive oculto?
Deseamos la pronta recuperación de las agredidas y que caiga todo el peso de la ley sobre el agresor.
Fuente Gaceta de Salamanca/AmbienteG
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