Lo que Dios quiere
“Éste es el trabajo que Dios quiere, que prestéis adhesión al que él ha enviado. Conocer lo que Dios espera de nosotros parecería el verdadero camino, pero ese interés es solo aparente. En realidad, no nos interesa demasiado lo que Dios quiere. Lo que de verdad nos interesa es lo que nosotros queremos. Para garantizar seguridades, hemos fabricado un Dios a medida. De todas formas, Jesús les dice lo que Dios espera de ellos: que le presten su adhesión. La discusión entre fe y obras queda superada drásticamente: confiar en Jesús.
Pero inmediatamente viene la institución y nos dice: lo que Dios quiere es esto y aquello; que no es más que lo que les interesa a los dirigentes de turno. Jesús no vino a dar nuevas normas morales sino a enseñarnos el camino de la verdadera Vida. Lo que tengo que “hacer”, lo tengo que descubrir yo, no me tiene que llegar de fuera como programación, no tengo que ser un robot al que le han introducido un programa. Lo que Dios quiere es que lleguemos a nuestra plenitud, y el “mapa de ruta” está en nuestro interior, no fuera.
A Dios le importa más lo que somos que lo que hacemos. Mostramos nuestra ceguera cuando estamos preocupados por lo que Dios quiere que hagamos o dejemos de hacer. Solo una cosa es fundamental: confiar. Creer no es aceptar una serie de verdades teóricas y quedar tan tranquilos. Esto es lo que pide Jesús a sus oyentes. Tergiversamos esa confianza cuando la convertimos en esperanza de que Dios cumpla nuestros deseos. Confiar es aceptar la voluntad de Dios, no venida de fuera, sino como inserta en la raíz de nuestro ser”.
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Fray Marcos
(Fe Adulta)
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