Nada procede de la nada
De ECLESALIA:
Las gemas brotan después de que la savia haya fecundado la invernal rama.
La incandescente estrella surgió de extensas nubes de gases y promesas.
Una mirada es la réplica apremiante a la intangible señal de otra mirada.
El beso responde delicado o ardiente a la demanda de la ternura o el deseo.
La ola conlleva el ferviente anhelo del mar por reposar sobre la playa.
Tu sutil, cotidiana presencia en mi vida, es fruto de una ofrenda compartida.
Cuando mis días regresen al manantial, se revelará el fulgor de nuestro inicial, breve e indeleble encuentro.
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Miguel Ángel Mesa
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(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
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