Penetrar el misterio de Cristo
Del blog Amigos de Thomas Merton:
(Obra de Justo Arosamena Lacayo)
“Admito que los jóvenes no tienen hoy ni la mitad de los problemas con que yo me debatía cuando era escolar. Su calma hará que se acalle, finalmente, cuanto queda todavía en mi propia confusión. Acuden a mí con preguntas inteligentes, y a veces con una aún más inteligente ausencia de las mismas. Me reaniman con su simplicidad. De manera espontánea comparten conmigo mi amor hacia cualquier cosa que haya descubierto por estos lugares, pero ignoran mi persistente interés en complicaciones teológicas. Para mí, ello es al mismo tiempo confusión y educación; veo que pueden proseguir perfectamente sin aquello que solía considerar necesario, aunque cambiara de opinión cuando estaba perfectamente cuerdo.
He dicho complicaciones teológicas, no Teología, porque constantemente les predico, basándome en las encíclicas, que deben saber Teología. Por las tardes, después de cenar, leo y admiro a santo Tomás, sentado en un montón de troncos detrás del prado, allí donde nuestros vecinos vienen los domingos a cazar. En ese lugar he descubierto que, después de todo, lo que los monjes necesitan no son conferencias sobre el misticismo, sino más luz acerca de las virtudes ordinarias, ya sean fe o prudencia, caridad o templanza, justicia o fortaleza. Y, sobre todo, lo que más precisan y desean es penetrar en el misterio de Cristo“.
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Thomas Merton
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