Un político de Uzbekistán quiere deportar a todas las personas LGBT +: “Tenemos que resolver este problema”
Un político en Uzbekistán ha dicho que el país debería despojar a las personas LGBT + de la ciudadanía y deportarlas como una solución a los debates sobre los derechos LGBT +.
Alisher Kadyrov, líder del Uzbekistan’s National Revival party (partido Renacimiento Nacional de Uzbekistán), afirmó en una entrevista con Alter Ego que retirar los derechos de ciudadanía a las personas LGTBI obligaría a otros países a ofrecerles refugio.
El político reconoció que Uzbekistán está atravesando un proceso de cambio social, pero insistió en que el público nunca cambiará de opinión sobre los derechos LGBT + “incluso después de 1.000 años”.
Kadyrov continuó sugiriendo que despojar a las personas LGTBI de la ciudadanía y deportarlas sería un enfoque más empático que el encarcelamiento.
“Cuando presenté esta propuesta en las redes sociales, hasta 100 personas LGBT se pusieron en contacto conmigo y estuvieron de acuerdo con lo que había dicho”, dijo Kadyrov, según una traducción publicada por EurasiaNet.
“Dijeron que no pueden obtener visas de aquellos países que condenan a Uzbekistán por su actitud hacia las personas LGBT. Las personas LGBT son blanco de violencia, pero no apoyo eso. Creo que esto es una provocación. Tenemos que solucionar este problema y mi solución es la práctica internacional. Hay 26 países que practican la deportación. En Irán y Arabia Saudita, imaginan la pena de muerte ”.
Kadyrov no ofreció detalles sobre cómo funcionaría su programa de deportación, o cómo se podría identificar a las personas queer y ordenarles que abandonen el país.
La homosexualidad sigue siendo ilegal en Uzbekistán. El sexo entre hombres sigue siendo ilegal en Uzbekistán y se castiga con hasta tres años de prisión.
Las personas LGBT + en el país enfrentan persecución y niveles alarmantes de violencia, según un informe publicado por Human Rights Watch en marzo.
El grupo descubrió que los hombres LGTBI enfrentan detención arbitraria, enjuiciamiento y encarcelamiento en Uzbekistán, mientras que otros enfrentan homofobia, amenazas y extorsión debido a su sexualidad.
Si bien los enjuiciamientos son raros bajo la prohibición del sexo gay del país, los hombres LGTBI a menudo son blanco de las autoridades policiales y, a veces, son acusados de otros delitos, como la prostitución.
La prohibición del sexo gay en el país es un asecuela de cuando Uzbekistán era parte de la Unión Soviética. Sigue siendo el único territorio de la ex Unión Soviética, junto con Turkmenistán, que sigue criminalizando las relaciones sexuales entre hombres.
La LGTBfobia de Estado en Uzbekistán se mantiene de Karimov a Mirziyoyev
En febrero de 2016, Islom Karimov, entonces presidente de Uzbekistán, realizaba unas declaraciones cargadas de odio homófobo: “la homosexualidad es repugnante para los uzbekos”. Karimov también dijo que la homosexualidad es una manifestación “vulgar” de la cultura occidental, en un nuevo ataque contra las personas LGTB en este país de Asia Central. Otra de sus perlas fue asegurar que “cuando los hombres viven con hombres y mujeres viven con mujeres, creo que debe haber algo mal aquí”, una opinión que trataba de justificar con un dicho uzbeko: “cuando Dios quiere revelar la vulgaridad de alguien, primero le quita la razón”.
El caso es que, seis meses después de esta ristra de declaraciones homófobas, Karimov moría, víctima de una hemorragia cerebral. Karimov presidía Uzbekistán desde 1989 (cuando fue elegido primer secretario del Partido Comunista) y en las distintas elecciones celebradas tras la caída de la Unión Soviética ha sido reelegido con victorias aplastantes. Eso sí, todas ellas han sido cuestionadas por la comunidad internacional, que ha llegado a denunciar parcialidad e incluso fraude electoral. Su última elección fue en 2015 con un supuesto 90% de los sufragios a su favor (una vez más, criticado por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, OSCE).Shavkat Mirziyoyev, actual presidente de Uzbekistán
Con la muerte de Karimov, siguiendo con los trámites que marca la legislación uzbeka, el presidente del Senado asumía la presidencia del país de forma interina. Le correspondió a Nigmatilla Yuldashev, que previamente había ejercido el cargo de ministro de Justicia entre 2011 y 2015. Pero su escaso peso político no le ayudaría a mantener la presidencia, que finalmente recaía en Shavkat Mirziyoyev en diciembre de 2016. Mirziyoyev fue el primer ministro de Islom Karimov.
El respeto a los derechos humanos del colectivo LGTB fue inexistente durante la presidencia de Karimov, al que varias organizaciones y medios han tildado durante años de “dictador”, pero los dos sucesores (Yuldashev y Mirziyoyev, este último en el cargo) estaban en puestos de responsabilidad durante sus últimos mandatos y participaron en la persecución LGTBfóbica de Estado o, cuanto menos, no la combatieron. Del mismo modo que no lo han hecho al asumir la presidencia, legitimando la discriminación y poniendo a Uzbekistán en el mapa de la vergüenza (al ser uno de los más de setenta países que siguen criminalizando la homosexualidad).
Fuente Pink News/Cristianos Gays
Comentarios recientes