El cardenal Müller tilda de “blasfemia” las bendiciones de parejas gay en Alemania y exige a Roma una “declaración clara”
Pues que espere sentada su Ilustrísima Monse…
El ex prefecto de Doctrina de la Fe clama por “consecuencias prácticas” contra los sacerdotes que llevaron a cabo la bendición
“Esta puesta en escena de pseudo bendiciones de parejas de hombres o mujeres homosexualmente activos es, hablando teológicamente, una blasfemia: una cínica contradicción de la santidad de Dios” asegura el cardenal
Müller, a quien algunas fuentes señalan como uno de los inductores de las ‘Dubia’ que dieron lugar al polémico documento de su sucesor Ladaria prohibiendo las bendiciones a parejas no matrimoniales, se despachó a gusto en un artículo publicado en la revista estadounidense First Things, titulado “Bendición y blasfemia”
La declaración de Roma es necesaria, opina, para que “después de 500 años de división, el remanente de la Iglesia Católica en Alemania no se desintegre, con devastadoras consecuencias para la Iglesia universal”
“Esta puesta en escena de pseudo bendiciones de parejas de hombres o mujeres homosexualmente activos es, hablando teológicamente, una blasfemia: una cínica contradicción de la santidad de Dios”. El ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller, ha exigido a la Santa Sede “una declaración clara” con “consecuencias prácticas” contra los sacerdotes alemanes que, el pasado 10 de mayo, bendijeron a decenas de parejas homosexuales, en respuesta al ‘Responsum’ de Doctrina de la Fe.
Müller, a quien algunas fuentes señalan como uno de los inductores de las ‘Dubia’ que dieron lugar al polémico documento de su sucesor Ladaria prohibiendo las bendiciones a parejas no matrimoniales, se despachó a gusto en un artículo publicado en la revista estadounidense First Things, titulado “Bendición y blasfemia”.
Para Müller, dicha declaración es especialmente urgente en la Alemania que este año conmemora el V Centenario de la excomunión de Lutero, y lograr, así, que “después de 500 años de división, el remanente de la Iglesia Católica en Alemania no se desintegre, con devastadoras consecuencias para la Iglesia universal”.
“La primacía la tiene la Iglesia en Roma no solo por las prerrogativas de la Sede de Pedro, cuyo ocupante puede obrar como le parezca, sino más por el grave deber del Papa, que Cristo le confirió, de custodiar la unidad de la Iglesia universal revelada en la fe”, proclama el clérigo alemán.
Fuente Religión Digital
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