Ascensión
Vacíate de la preocupación. ¿Por qué te quedas en prisión cuando la puerta es tan amplia? Muévete fuera de la maraña del miedo (Rumi)
13 de mayo. Domingo VII de Pascua. Ascensión del Señor
Mc 16, 15-20
Y les dijo: Id por todo el mundo proclamando la Buena Noticia
Toda la Biblia, debe leerse siendo conscientes de que contiene muchas leyendas, símbolos, mitos y tradiciones del pueblo hebreo y otros pueblos. Y, en este caso, el hecho de la Ascensión. Además, es importante que todos sus textos los ubiquemos e interpretemos en los contextos culturales en que fueron escritos. El ascenso de Mahoma es también un hecho milagroso, ya que se le concede la posibilidad de ver todas las características del cielo y del infierno. También Jesús había bajado a los infiernos y subido al cielo: “¿Qué quiere decir subió sino que también bajo a las regiones inferiores de la tierra? Este que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo” (Efesios 4, 9-10).
Y dicho esto, fue llevado de su presencia. Una nube lo envolvió de modo que ya no lo vieron más; desapareció y ellos se quedaron mirando al cielo. Mientras miraban atónitos hacia el lugar por donde se había ocultado, aparecieron junto a ellos dos ángeles con blancas vestiduras, que les dijeron: “Hombres de Galilea, ¿qué hacéis asombrados mirando al cielo? Jesús ha sido llevado de aquí, según habéis visto. Y este mismo Señor, así como ha sido llevado al cielo ante vuestros ojos, así también volverá” (Hechos 1, 1-11).
El Museo del Prado nos permite contemplar un óleo sobre tabla –La Ascensión del Señor-del pintor belga Juan de Flandes (1460-1519). Oculto por una nube, Jesús asciende al cielo ante María y los Apóstoles, entre los que destaca Santiago con vara y sobrero de peregrino. La parte superior de su cuerpo aparece oculta para otorgar mayor protagonismo a las huellas de sus pies, impresas en la cima del Monte de los Olivos. Un ambiente de humanidad trascendida y una invitación a acompañarle, presiden todo el cuadro.
El célebre poeta místico musulmán persa conocido como Yalalad-Din Muhammad Rumi (1207-1273) nos explica cómo alcanzó la meta de lo trascendental por él tan soñada. En 1244 experimentó una profunda transformación, a raíz de su encuentro con un sufí errante llamado Shams-ol din Malekdad. Rumi abandonó toda ciencia, toda autoridad y toda posición social y religiosa, y, renacido en el Amor, se fue expandiendo hasta alcanzar la Unión con el Amado. El propio Rumi evocaba así aquel encuentro trascendental:
“Estaba muerto, volví a la vida; sólo lágrimas era,
me troqué en risa,
me llegó la fortuna del amor, y, por su gracia, me hice eterno”.
A partir de ahí aconsejaba a sus discípulos que hicieran lo mismo, y les decía: Vacíate de la preocupación. ¿Por qué te quedas en prisión cuando la puerta es tan amplia? Muévete fuera de la maraña del miedo.
Otro tanto había hecho Jesús doce siglos antes. Primero renaciendo personalmente en el amor con el Padre, y luego proponiendo a sus seguidores la misión de ayudar a los demás a hacer otro tanto: Y les dijo: Id por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a todos (Mc 16, 15).
El Calendario 2018 de SED, nos invita a abrir nuestra vida a la trascendencia y a comprometernos con el hermano.
DANZA DE LA FRATERNIDAD
“El ritmo de la solidaridad une corazones y nos fortalece en la emocionante danza de la fraternidad.
Actuando con justicia evitas sufrimientos y promueves la paz.
Permite a tu espíritu salvar la barrera de lo material, lo inmediato, lo caduco… Abre tu vida a la trascendencia. Ejercítate en la meditación y llegarás a sentir los fundamentos de tu ser.
Sumergirse en el mundo natural serena el espíritu y cautiva los sentidos, de tal manera, que su música, emociona; y la paleta de sus colores sugiere caminos nuevos.
Situar tu vida ante la presencia de Dios misericordioso, que Jesús nos reveló como Padre, es oración. Oración que transforma el corazón, oración que te compromete con el hermano.
Vicente Martínez
Fuente Fe Adulta
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