Ser LGTBIQ+ en la tercera edad y la problemática de las residencias de ancianos
Que España no es país para viejos es algo que tristemente hemos podido comprobar en estos meses de pandemia. Pero si además eres una persona LGTBIQ de la tercera edad, tu panorama es un poco más gris si cabe. ¿Cómo vivir tu identidad y/o tu sexualidad en una residencia de ancianos?
Personalmente nunca me he imaginado de vieja en esta situación, pero sí que he ido a visitar a mi abuela a una residencia y he visto cómo es la vida allí, las comidas, lo de compartir habitación, los guateques… y bueno, tal y como están concebidas, presentan numerosos retos y barreras para las personas LGTBIQ+.
Porque como comunidad y sociedad hemos de pensar en el trato que les damos a nuestros mayores y la problemática extra que se presenta a las personas LGBT+ y su casuística/necesidades particulares. Y eso sin hablar de las personas con HIV/SIDA, que como sabéis aunque no tiene que ver con ser LGTBIQ+, sí que golpeó con fuerza especialmente entre hombres homosexuales en la década de los 80 – 90. Afortunadamente, alguien ya ha pensado en esto y se ha puesto a trabajar en ello.
Allí, cuestiones como ir al aseo sin que te pregunten si estás yendo al que te corresponde, ligotear en las habituales actividades de bailes, que te miren raro por coger de la mano a alguien, o compartir habitación con tu pareja, que casualmente es también una mujer, no sería visto como algo anómalo, incluso como una aberración. Aunque claro, estas residencias también presentan sus retos a la convivencia.
Pero ¿es verdaderamente una solución o es un «ghetto»? (perdón por la expresión). Quiero decir, estamos en pleno siglo XXI, ¿es mucho pedir que una persona pase sus últimos días en un centro cuidado con respecto y dignidad? ¿Que tenga miedo a decir lo que es y siente?
Los avances y la realidad de hoy en día – aunque todavía lejos de una igualdad real – están muy lejos de la vida de hace décadas, de épocas de represión, de leyes de vagos y maleantes… aunque esos ancianos y ancianas LGTBIQ+ han nacido, crecido y vivido en sus carnes esa crudeza social e institucional, ese estigma.
Qué menos que exigir que el personal de las residencias esté preparado, no solo a nivel sanitario, sino a nivel humano para . Pero claro, también convivirían con personas «de aquella época». Y aquí hay de todo. ¿Es una quimera vivir tu vida con tranquilidad y respeto si no eres una persona hetero y cis?
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Fuente AmbienteG
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