“Es una iglesia donde las personas pueden venir y ser ellas mismas”, afirma el reverendo Tommy Dillion

Los planes para hacer crecer la Iglesia Episcopal St. Margaret de Baton Rouge son bastante simples.

Está escrito allí mismo en la declaración de misión: “La Iglesia Episcopal de Santa Margarita es una comunidad alegre, basada en el amor de Cristo que da la bienvenida e incluye a TODOS con adoración significativa, servicio a la comunidad y compromiso de crecer como cristianos fieles. Es una iglesia donde las personas pueden venir y ser ellas mismas, especialmente las personas que han sido lastimadas por la iglesia”, dijo el Rev. Tommy Dillion, natural de Baton Rouge y rector de la iglesia desde 2016. “Pueden contar sus historias y ser honestos y también ver y darse cuenta de cómo Dios ha cambiado sus vidas”.

Dillion, de 51 años, dijo que la misión de la iglesia se refleja en las vidas de los miembros, que provienen de una miríada de antecedentes económicos, experiencias y opiniones políticas. Se han unido en amor el uno por el otro y por Dios. “Si no se trata de amor, no se trata de Dios”, dijo Dillion, compartiendo una de sus citas de vida.

Dillion, que es gay, enfatizó la autenticidad e inclusión de la iglesia. “Muchas iglesias te dan la bienvenida. Pero esta iglesia realmente les da la bienvenida a todos”, dijo. “Damos la bienvenida a las personas que son transgénero. Damos la bienvenida a las personas que son demócratas. Damos la bienvenida a las personas que son republicanas. Y damos la bienvenida a las personas que están buscando su camino de fe, buscando un lugar para decir: ‘Oye, estoy luchando con mi viaje ‘, y se sienten seguros y sienten que pueden caminar dentro de nuestra comunidad. Y eso es algo hermoso … Todos estamos hechos a imagen de Dios “.

Otra cosa hermosa para Dillion es ver cómo los miembros se unen para el ministerio dentro y fuera de la iglesia.

A la luz de la pandemia de COVID-10, St. Margaret’s sigue fomentando los estudios en grupos pequeños a través de la tecnología. Dillion dijo que la iglesia también ha contratado a un consultor para promover familias, jóvenes y adultos jóvenes. “Tenemos tantas familias ahora con bebés y niños pequeños, y estos padres quieren que sus hijos crezcan en una auténtica comunidad cristiana”, dijo.

La iglesia, ubicada en 12663 Perkins Road, se ha hecho conocida por sus ministerios, como la recuperación de adicciones; Laundry Love, que se asocia con personas, grupos y lavanderías en los vecindarios para cuidar a los pobres y vulnerables ayudándolos a lavar su ropa y ropa de cama; y St. Nicholas Giving Tree, que trabaja con Greenoaks Funeral Home para proporcionar regalos de Navidad a familias y personas necesitadas a través del Proyecto Árbol de la Esperanza de Volunteers of America. Los miembros de la iglesia también trabajan con inmigrantes y están involucrados con la Federación Interreligiosa de Greater Baton Rouge y Together Baton Rouge.

Dillion también se enorgullece de que St. Margaret haya sido votada como la “iglesia / centro de adoración familiar favorito” de una revista local para 2020. “Nuestro objetivo es estar presentes en la comunidad y cómo podemos realmente ayudar a cambiar el mundo para mejor”, dijo.

Antes de COVID-19, St. Margaret’s ayudaba a alimentar a las personas sin hogar una vez al mes debajo del puente del río Mississippi en Baton Rouge. La iglesia entrega cajas de alimentos saludables a las áreas necesitadas, dijo Dillion. “Nuestro objetivo principal es traer el reino de Dios a la Tierra ahora, en lugar de esperar hasta que Jesús regrese”, dijo Dillion, quien también trabaja en la Iglesia de la Natividad en Rosedale y es decano del Decanato de Baton Rouge para la Diócesis Episcopal de Louisiana. “Estamos haciendo la obra de Jesús ahora. Jesús dijo que la iglesia puede hacer más después de su muerte y resurrección”.

La preparación de Dillion para el ministerio comenzó a una edad temprana. “Las viejitas” de la iglesia en la que creció en el norte de Baton Rouge dijeron que Dillion se convertiría en sacerdote desde el principio. “Mi madre decía que yo jugaría como un sacerdote. Cuando estaba en primaria, jugaba con títeres, luego celebraba la Misa con pan Sunbeam y jugo de naranja”, dijo.

Dillion se involucró más en la iglesia después de que una monja en St. Gerard Catholic le enseñó a tocar la guitarra. “Nunca pensé que sería sacerdote, pero a medida que crecía comencé a participar más en la vida de la iglesia y comencé a profundizar cada vez más en mi fe”, dijo. “Así que empecé a discernir, y me quedó bastante claro que probablemente algún día sería sacerdote. Hay muchos obstáculos que superar para ser sacerdote, así que eso sería un proceso”.

Dillion se graduó de Redentorist High School y LSU antes de mudarse para asistir a Berkeley Divinity School en la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut, y al Seminario Teológico General de la Iglesia Episcopal en la ciudad de Nueva York, especializándose en liturgia anglicana.

Fue durante esos años que Dillion se convirtió en un hombre diferente, incluso cuando se declaró abiertamente gay a mediados de los 20. “Antes de mudarme a Nueva York, era bastante conservador”, dijo. “No apoyé a las mujeres del clero. No apoyé la ordenación de la comunidad LGBT. Cuando regresé, era una persona diferente“.

La decisión de salir del armario fue un proceso, dijo Dillion. “Hay mucho escondite”, dijo. “Nunca mentí al respecto durante el proceso. Siempre fui honesto. Luché con eso teológicamente … Tenía padres que me apoyaban”.

Una vez que Dillion regresó a Louisiana, se retrasó en ser ordenado debido a su orientación sexual. “Me tomó un tiempo ser ordenado porque tenía una mentalidad un poco más abierta. La congregación tiene una forma antigua de pensar”, dijo. “En ese momento, me consideraban demasiado progresista”.

Mientras se preparaba para el sacerdocio, Dillion aceptó un trabajo con los Voluntarios de América en Baton Rouge, y se abrió camino hasta convertirse en el primer director de servicios de postratamiento para prisioneros de los Voluntarios Nacionales de América.

Pero siete años después de graduarse del seminario, Dillon se convirtió en la primera persona abiertamente homosexual en ser ordenada en la Diócesis Episcopal de Louisiana. Se desempeñó como diácono y sacerdote en St. Luke’s Baton Rouge y también como vicario de St. Augustine en Central durante cinco años. Luego se mudó para dirigir iglesias en el estado de San Francisco y Washington.

Después de 11 años en la costa oeste, regresó hace cinco años para dirigir St. Margaret’s. “Ha sido una bendición. Podemos unirnos en el amor y amarnos unos a otros y compartir la comunión. No tenemos que barrer nada debajo de la alfombra”, dijo. “Es una comunidad cristiana de personas que pueden ser quienes son, y es un lugar de sanación”.

Para obtener más información sobre St. Margaret’s, visita saintmargarets.com.

Fuente The Advocate

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