«Cuando los signos de la edad marquen mi cuerpo, y más aún cuando afecten a mi mente, cuando la enfermedad que vaya a disminuirme
o a causarme la muerte
me golpee desde fuera o nazca en mi interior; cuando llegue el doloroso momento
de tomar conciencia de pronto
de que estoy enfermo o envejeciendo; y sobre todo en ese último momento
en que sienta que pierdo el control de mí mismo
y que estoy absolutamente inerte en manos
de las grandes fuerzas desconocidas
que me han formado; en todos esos oscuros momentos, oh Dios,
concédeme comprender que eres tú
-supuesto que mi fe sea lo bastante fuerte-
quien está separando dolorosamente
todas y cada uno de las fibras de mi ser
para penetrar hasta la médula misma
de mi esencia y llevarme contigo».
Estos días suena, de todas las formas posibles “feliz navidad”, “feliz año nuevo”. Perdonad, pero encuentro que decir estas frases es muy sencillo, pero suenan a hueco. Mi pregunta es ¿qué voy a hacer yo para que la vida le sea más feliz a los demás, a quienes se lo deseo, a mí mismo?
Yo diría más bien “que hagas feliz a tal persona.” Me ha gustado la postura del obispo Cañizares. En otras ocasiones me ha disgustado verle con sus ropajes y su capa de cola larga como cardenal. Hoy me alegro y le felicito: porque en su felicitación a los feligreses anuncia que va a dedicar parte de los bienes del patrimonio de su diócesis a los pobres. Obras son amores. Y además invita a los religiosos y religiosas a hacer lo mismo.
Ya es hora de pasar de las palabras a los hechos. Si deseo la paz, la felicidad a otras personas, ¿qué menos puedo hacer que colaborar a ella?
En principio felicitar a una persona es invitarle a reconocer que ya es feliz y por lo tanto a vivirlo. En el fondo, nos ocurre igual que en nuestro saludo litúrgico “el Señor esté con vosotros” ¿Cuándo vamos a cambiar y reconocer que ya está?
Me suena hueco muchas veces el hablar de la navidad y los pobres. Podemos contentarnos con expresiones huecas. Una invitación al realismo… Me resuena aquella norma de “pagar diezmos y primicias”. Ante la Covid y las consecuencias tremendas que va a traer a los pobres, bueno será si retomamos esa vieja y sabia costumbre de entregar los diezmos a obras de justicia y caridad.
Partiendo de la clase media, creo que ese mensaje ya lo cumplimos en la realidad o lo podemos cumplir sin gran extorsión. Puede ser el diezmo de nuestro sueldo, de nuestras posesiones, de nuestros ingresos. Y fenomenal si esos ingresos ayudan a crear fuentes de trabajo.
Me encantaría que en lo sucesivo, la iglesia y los cristianos, cuando hablemos de los pobres sea siempre con hechos reales, no solamente con palabras.
Y por supuesto, podemos empezar por quitar aquello que es una muestra de poderío y que no sirve sino para otorgar honores a las personas: mitras, báculos, traje de cardenal capas elegantes, palios… Tenemos ahí un manantial enorme del que sacar fondos para resolver la miseria de los descartados.
Si nos convencemos y empezamos a realizar alguna de estas acciones, vamos a ser felices nosotros mismos con la bienaventuranza que nos anuncia Jesús: “cuánto más felices seríamos si nos contentáramos con poco”.
Comparto mi alegría, que siento estos días, porque alguno de mis “antiguos hijos que vivieron unas temporadas conmigo”, me felicitan y se acuerdan de llamarme y ofrecerme su ayuda.
Comentarios desactivados en Taizé grita junto al Papa por los descartados del coronavirus: “Más que nunca, nos necesitamos unos a otros”
“Evitemos reducir a Dios a nuestros conceptos”, sostiene el hermano Alois
“Sí, en medio de las difíciles realidades del período actual, es posible percibir razones para la esperanza, e incluso a veces para esperar contra toda esperanza”
“Cuando nos acercamos a los más desprovistos: personas sin hogar, ancianas, enfermas, o solas, niños en dificultad, personas con discapacidades, migrantes… Las circunstancias de la vida pueden hacernos a todos vulnerables. Y la pandemia está exponiendo las fragilidades de nuestra humanidad”
“Ante la llegada de tantos migrantes y refugiados, acoger a una persona o a una familia exiliada puede dar un impulso a nuestras parroquias y comunidades”
Vivimos tiempos de muerte, miedos, encierros. El coronavirus ha puesto negro sobre blanco la desnudez del rey-ser humano, nuestra fragilidad. Y, sin embargo, “en medio de las difíciles realidades del período actual, es posible percibir razones para la esperanza, e incluso a veces para esperar contra toda esperanza”. Éste es el mensaje lanzado por la comunidad de Taizé a través de su prior, el hermano Alois, al término de la peregrinación de confianza que este año debía celebrarse en Turín y que la pandemia convirtió en un masivo acto de oración interreligiosa virtual, con un mensaje claro: “Más que nunca, nos necesitamos unos a otros”.
En su mensaje, titulado ‘Esperar a tiempo y a destiempo’, el prior de Taizé anima a “estar atentos a los signos de esperanza” frente a “estos tiempos de convulsiones e incertidumbres” en los que avanza la precariedad en todo el mundo.
“Son necesarias decisiones políticas valientes”, reclama el hermano Alois, quien reivindica “la solidaridad y la amistad social” para “salvaguardar nuestra casa común, que es la tierra, “un don que Dios nos confía para que cuidemos de ella”.
Prayer for peace for the night of December 31, with the participation of young people from some 25 countries throughout the world.
“Nos hemos vuelto más conscientes de las estructuras de injusticia, a menudo heredadas de la historia. Y desafortunadamente, no siempre se ha ejercido el poder para servir al bien de todos. Ante tales abusos, la frustración y la ira son comprensibles. ¿Quién tendrá la audacia de ser artesano de justicia y paz, más allá de las divisiones que socavan nuestras sociedades?”, se pregunta Alois en su mensaje, en el que apuesta por “la transición ecológica” como eje de trabajo en Taizé.
“Sí, en medio de las difíciles realidades del período actual, es posible percibir razones para la esperanza, e incluso a veces para esperar contra toda esperanza”, constata el religioso, quien aboga, junto al Papa, a reunirse con “aquellos que han hecho opciones de vida diferentes, con cristianos de otras confesiones, con creyentes de otras religiones, con personas agnósticas o ateas que estén también comprometidas con la fraternidad y el compartir”.
Porque esta es otra de las palabras claves: fraternidad. “Cuando nos acercamos a los más desprovistos: personas sin hogar, ancianas, enfermas, o solas, niños en dificultad, personas con discapacidades, migrantes… Las circunstancias de la vida pueden hacernos a todos vulnerables. Y la pandemia está exponiendo las fragilidades de nuestra humanidad”.
“Más que nunca, nos necesitamos unos a otros”, destacó Alois, volviendo a echar mano de ‘Fratelli para reclamar que “hagamos todo lo posible para pasar de la competición a la cooperación”.
Avanzamos a ciegas
“Evitemos reducir a Dios a nuestros conceptos”, añade el prior de Taizé, que admite que “somos buscadores sedientos de amor y de verdad” pero que, a veces, “todos avanzamos a menudo a ciegas”. Una ceguera que se cura con la fe, “una confianza muy sencilla en Dios”, como solía decir el hermano Roger, fundador de la Comunidad.
Sencilla, pero que obliga a “cambiar la mirada” para “presentir que, secretamente, como por una atracción misteriosa, Cristo continúa hasta el fin de los tiempos reuniendo en el amor de Dios a toda la humanidad y al universo entero. Y nos asocia a su misión”.
Amar a nuestros enemigos
“Nos asocia a ella juntos, en Iglesia. Esto implica que estemos dispuestos a ensanchar nuestra amistad a todos. Cristo nos pide amar incluso a nuestros enemigos; su paz reconcilia incluso naciones enfrentadas”, insiste el religioso, quien ofrece tres sugerencias:
Para humanizar nuestras sociedades, necesitamos una escucha mutua que vaya al encuentro de los antagonismos y nos enseñe a caminar juntos con nuestras diferencias. La Iglesia está llamada a buscar el diálogo, a salir al encuentro de todos. Quienes viven sin referencia a una comunidad cristiana, ¿estarán dispuestos, también ellos y ellas, a entrar en diálogo con la Iglesia?
Ante la llegada de tantos migrantes y refugiados, acoger a una persona o a una familia exiliada puede dar un impulso a nuestras parroquias y comunidades. A menudo, personas que no frecuentan la Iglesia están dispuestas a participar en esta acogida. Esta es la experiencia que hemos tenido en Taizé durante los últimos años, al acoger a migrantes de varios países, junto con los habitantes de nuestra región inmediata.
Ser un lugar de acogida implica estar a la escucha de las personas más vulnerables. Y en muchos sitios, las Iglesias deben hacer progresos para proteger la integridad de todos. En ocasiones se han desarrollado en su seno estructuras de poder que han causado sufrimientos físicos, psíquicos y espirituales. En Taizé también, continuamos en este tema con nuestro trabajo por la verdad (www.taize.fr/protection).
“Dejemos que Cristo renueve nuestra mirada: por él reconocemos más claramente la dignidad de cada ser humano y la belleza de la creación; la esperanza, lejos de ser una confianza ingenua, nace y renace porque está enraizada en Cristo; una alegría serena nos llena y con ella el valor de asumir las responsabilidades que Dios nos confía sobre la tierra”, finaliza.
Comentarios desactivados en Pareja homosexual logra adopción de cuatro hermanos en Brasil
(Foto: Reproducción / Archivo Familiar)
Esto es sembrar el Reino de Dios…
Una pareja homosexual logró la adopción de cuatro hermanos justo a tiempo para las celebraciones navideñas
Los cuatro niños son hermanos y vivían en un sistema de albergues en la ciudad de Parintins, en el estado de Amazonas.
Nada como una nueva oportunidad de un hogar para celebrar en un año difícil para muchos. Esta es la historia de Rafael de Souza y Pedro Miguel de Souza, una pareja que está casada por el civil desde 2011. En 2017 entraron en el sistema de adopción de la ciudad brasileña Parintins, del estado de Amazonas.
Los padres Rafael de Souza y Pedro Miguel de Souza están casados desde 2011 y tenían el sueño de tener una familia numerosa “no solo en números, sino con amor, cariño y cariño”. Según declaraciones recogidas por el medio brasileño Acrítica, la pareja, que lleva nueve años junta y siete de casada, las intenciones de conformar una familia siempre estuvieron presentes en sus planes, por lo que el proceso de adopción se vivió de la manera más paciente posible, pese a que les tomó tres años concretarlo.
“Pedro viene de una familia pequeña y siempre ha querido formar una familia con muchos hijos. Yo vengo de una familia numerosa, con cuatro hermanos y conozco la satisfacción de tener una familia numerosa“, relatan. “Hoy, no podemos pensar en nuestras vidas antes de que lleguen los niños. Llegaron, nos cambiaron la vida a mejor y ¡serán nuestros hijos para siempre! ”, Declaró Rafael Souza.
Rafael es profesor universitario y ve la adopción como la culminación de un ciclo de 9 años después de que la pareja formaliza el matrimonio civil. Se unieron a la cola de adopción hace tres años y se sometieron a un proceso de calificación con cursos y actividades. Tras un riguroso proceso de selección con psicólogos y asistentes sociales, Rafael y Pedro fueron considerados aptos para formar una familia mediante la adopción. Además recibieron capacitación y consejos específicos sobre cómo abordar la paternidad de niños que han sufrido abandono y que por ende tienen heridas que necesitan mucho amor para sanar.
“Después de la decisión que tomamos, intentamos averiguar las formas de adopción y fuimos muy bien recibidos e instruidos por los profesionales del Distrito de Parintins. Nos capacitaron y, luego del debido proceso, nos calificaron para la posibilidad de adopción ”, explicó Pedro Miguel en entrevista con A Crítica.
En el albergue conocieron a los cuatro hermanos, quedaron completamente enamorados de ellos y la paternidad les llegó al corazón: “Desde el principio, cuando visitamos el albergue, quedamos encantados y cautivados por los cuatro hermanos, que ahora son nuestros hijos”.
Pese a los retos parentales que la adopción de estos cuatro hermanos representó para la pareja, el apoyo familiar se ha convertido en otra oportunidad para sortearlos, pues la madre de Pedro, Judite Castanheira, se mudó de la comunidad de Florianópolis, en el sur de Brasil, a la casa de su hijo y esposo para colaborar en la crianza y otras actividades hogareñas.
A día de hoy la familia ya está reunida en su casa. ¡Enhorabuena!
Comentarios desactivados en Un arzobispo brasileño, acusado de abusar de seminaristas al intentar “curar” su homosexualidad
(Foto: Divulgación / Arquidiócesis de Belém)
Un espanto… se mezcla el uso de las perversas “terapias” como excusa para perpetrar los abusos sexuales. No se pierden una.
La diócesis reconoce que Alberto Taveira está siendo investigado por la Policía y el Vaticano.
El prelado, que sigue al mando de la diócesis, niega la mayor y asegura que se trata de “la acción del diablo”
Los abusos tenían lugar en tres estancias de casa del arzobispo: la capilla, donde el prelado conversaba sobre la vocación religiosa de los chicos; la sala de estar, lugar elegido para hablar de la familia o los estudios; y el dormitorio, donde el prelado les pedía hablar de sus intimidades y deseos y donde, según las acusacioes, tuvieron lugar los abusos sexuales
“Curaba” la homosexualidad de los seminaristas… abusando de ellos. Al menos esta es la denuncia de cuatro antiguos aspirantes al sacerdocio contra el arzobispo de Belem (Brasil), Alberto Taveira, que está siendo investigado por el Vaticano y la Policía de Brasil. El prelado, que sigue al mando de la diócesis, niega la mayor y asegura que se trata de “la acción del diablo”.
Tras una investigación del portal de noticias G1, la diócesis emitió un comunicado oficial en el que “reitera al pueblo de Dios, con transparencia y serenidad, que están siguiendo las investigaciones en curso, con la certeza y confianza de que, al final, prevalecerá la verdad“. Desde la Santa Sede no se ha dado más información, toda vez que la comisión vaticana aún no ha presentado oficialmente el informe.
Del mismo modo, se informa que,“por el secreto impuesto y en cumplimiento de las leyes, no puede revelar más información”, y reclama “renovar nuestro sentido de comunión y solidaridad, porque, como dijo el Apóstol refiriéndose a la Iglesia, “cuando un miembro sufre, todos los miembros comparten su sufrimiento; si un miembro es honrado, todos los miembros comparten su alegría ”(1Cor 12, 26).
Pero, ¿de qué se acusa exactamente al arzobispo? Tal y como apunta la publicación, cuatro exseminaristas acusan a Taveira de utilizar su poder para abusar sexualmente de ellos.
Los testimonios recogidos por la investigación señalan que el arzobispo tiene la costumbre de acoger a los jóvenes en su propia casa. De hecho, los denunciantes tenían entre 15 y 18 años cuando sufrieron los abusos, entre 2010 y 2014.
Dichos abusos tenían lugar en tres estancias de casa del arzobispo: la capilla, donde el prelado conversaba sobre la vocación religiosa de los chicos; la sala de estar, lugar elegido para hablar de la familia o los estudios; y el dormitorio, donde el prelado les pedía hablar de sus intimidades y deseos y donde, según las acusacioes, tuvieron lugar los abusos sexuales.
Cada tres meses, durante dos años
Uno de los denunciantes aseguró que los abusos se sucedían cada tres meses, y duraron dos años. Tres de las víctimas abandonaron el seminario, mientras que el cuarto fue expulsado por motivos disciplinarios.
Los cuatro denunciantes afirman que aceptaron participar en sesiones privadas de orientación espiritual en casa del prelado en diferentes momentos y por diferentes razones, pero que eso era muy común entre los seminaristas.
Las historias que cuentan los cuatro denunciantes describen un comportamiento metódico del arzobispo, que identificaba a los jóvenes que consideraba homosexuales (con o sin razón), se ganaba su confianza como figura paterna, los atraía a su casa con el pretexto de ayudarlos a deshacerse de su homosexualidad, los acosaba y finalmente cometía los abusos.
Por su parte, el prelado se ha defendido desde el púlpito. “Dios me ha dado la valentía para avanzarme al ojo del escándalo, el escándalo que se estaba montando y Dios nos dio la gracia de adelantarnos”, señaló al término de una misa en diciembre, entre los aplausos de la feligresía. “Si alguien, por casualidad, por la acción del diablo, pensó que iba a acabar con la Iglesia católica y la Iglesia de Belém, se equivocaba de lleno”.
En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre “ayudar a cambiar sentimientos homosexuales”. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…
En abril se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Y el pasado 8 de mayo, la Cámara de Representantes de Maine aprobó el proyecto de ley 1025 por 91 votos a favor (de demócratas, independientes y cinco republicanos) frente a 46 en contra (todos ellos republicanos). Su tramitación continuó en el Senado, donde salió adelante el día 21 de mayo por 25 votos afirmativos (de los demócratas y cinco republicanos), frente a 9 contrarios (todos republicanos).
En abril se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo aprobó por ejemplo el pasado enero por decisión unánime de sus concejales, así como el estado de Utah.
No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras.
“Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
Comentarios desactivados en Transfobia: SML lanza protocolo para practicar procedimientos médicos y psicológicos a personas trans que soliciten cambiar su nombre y sexo legal
“Una situación que es totalmente ilegal desde la entrada en vigencia de la Ley de Identidad de Género. Hemos solicitado el Servicio Médico Legal (SML) eliminar al instante ese protocolo y crear otro que garantice el pleno respeto a la ley”, señaló el Movilh
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció hoy que el pasado 29 de diciembre el Servicio Médico Legal (SML) generó un protocolo que determina cómo efectuar procedimientos físicos o psicológicos a personas que soliciten cambiar su nombre y sezo legal, “todo lo cual está expresamente prohibido por la Ley de Identidad de Género por constituir un atentado a los derechos humanos”
En carta dirigida al directora nacional del SML, Gabriel Zamora Salinas. el Movilh expresó “nuestra máxima preocupación por el “Protocolo de atención pericial a usuarios/as trans” (resolución exenta 3128 del 29 de diciembre del 2020), pues si bien se desprende que hubo una buena intención, sus contradicciones son alarmantes, en tanto patologizan a las personas trans y explicitan un total desconocimiento o falta de comprensión de la ley que Reconoce y da Protección al Derecho a la Identidad de Genero”.
“Se entiende, que el fin expreso del protocolo es garantizar la dignidad de las personas que no han cambiado su nombre sexo y legal, respetando en el trato su identidad, así como en los registros internos del S.M.L, pero sus contenidos apuntan a todo lo contrario”, señaló el vocero del Movilh, Óscar Rementería.
En efecto “el protocolo se genera sobre el supuesto de que un tribunal pida al S.M.L periciar a una persona trans que ha solicitado rectificar su partida de nacimiento en virtud de una norma previa a la de Identidad de Género, como es la “Ley N.° 17.344 que autoriza cambio de nombres y apellidos y modifica Ley N° 4.808, sobre registro civil”.
Así el protocolo habla que las personas trans serán sometidas un “examen físico que será de carácter segmentario y de exploración visual. No es necesario indicar a la persona periciada que se desnude completamente, ni es preciso inspeccionarla en camilla en posición ginecológica y/o genupectoral, tampoco se requiere efectuarle palpaciones corporales ni es necesaria la utilización instrumental o equipamiento para la revisión de la zona torácica y/o zona genito-urinaria de la persona”, con lo que “se valida ilegalmente la pericia, sea del tipo que sea, para el cambio de nombre y sexo legal”, explicó Rementería
El protocolo añade que “se priorizará la revisión de antecedentes médicos respecto a procedimientos médicos; operaciones de reasignación de sexo y/o tratamientos hormonales si la persona hubiese incurrido en ellos, los cuales habrán de sustituir la realización del examen físico si procediese”, lo que para el Movilh es “algo alarmante pues por ley las cirugías o tratamientos hormonales no pueden ser requisito para el cambio de nombre y sexo legal, ni tampoco un punto a favor o en contra o una característica de ser o no trans”.
En relación a las eventuales pericias mentales que podría pedir un tribunal, el protocolo añade, en una abierta contradicción que “en estricta sujeción, protección y respeto a los derechos humanos concernientes al principio de no patologización de Ia identidad de género de las personas, se privilegiará en la medida de lo posible, salvo requerimiento expreso del Tribunal requirente, que la pericia sea practicada por profesional psicólogo(a) y no por psiquiatra, en el entendido que la identidad de género discordante con el sexo biológico no constituye una condición medica en sí”.
“Pues bien, ninguna pericia psicológica o médica para el cambio de nombre y sexo puede ser legal desde la entrada en vigencia de la ley de identidad de género, pues justamente la identidad de género no es una condición médica”, recordó el Movilh
Es importante resaltar que desde la entrada en vigencia la ley que “Reconoce y da Protección al Derecho a la Identidad de Genero”, “en ningún caso alguna institución o tribunal puede solicitar ningún tipo de pericia a las personas para cambiar su nombre y sexo legal, menos pedirles exámenes médicos o psiquiátricos, pues ello vulnera su dignidad, violenta sus derechos humanos, además de ser ilegal. Incluso, en el supuesto de que una persona hiciera el trámite para cambiar su nombre y sexo legal mediante la Ley N.° 17.344, ningún juez o jueza podría pedir ahora pericias para tramitar la rectificación de partida de nacimiento, pues con ello volvería letra muerta a la Ley de Identidad de Género. De aceptar el Registro Civil, efectuar tal pericia, incurriría en ilegalidad”, apuntó el Movilh.
“Frente a cualquier pericia que solicite un tribunal a una persona trans para cambiar su nombre y sexo legal, la obligación el S.M.L es negarse a tal procedimiento”, añadió Movilh.
Por tanto, puntualizó el Movilh al S.M.L, “solicitamos la derogación inmediata de dicho protocolo. Por el contrario, pedimos generar un protocolo que mantenga aquellos elementos de respeto al nombre y sexo de las personas trans que no han rectificado su partida de nacimiento, pero en aquellos casos donde las pericias solicitadas tenga otra motivación o razón, no la relacionada con trámites para cambiar el nombre y sexo legal o para acreditar cuál es o no la identidad de género de una persona”.
Una vez publicada esta nota el S.M.L llegó al extremo de faltar a señalar, y señalar que en ningún caso el protocolo estaba pensado para el cambio de nombre y sexo legal. “¿“Transfóbicos”? Importante leer bien. El protocolo busca el trato digno y no discriminatorio hacia usuarios Trans que deban asistir al SML para recibir CUALQUIERA de nuestras prestaciones, NO como requisito para sexo registral como acusan. Ojalá rectifiquen. Saludos.”, indicaron por Twitter.
Comentarios desactivados en Dios nos ha tomado la delantera.
Hay que tener confianza en Dios, hermano/a,
pues Él ha confiado en nosotros.
Hay que tener fe en Dios,
pues Él ha creído en nosotros.
Hay que dar crédito a Dios,
que nos ha dado crédito a nosotros.
¡Y qué crédito! ¡Todo el crédito!
Hay que poner nuestra esperanza en Dios
puesto que Él la ha puesto en nosotros.
Singular misterio, el más misterioso:
¡Dios nos ha cogido la delantera!
Así es Él, hermano/a, así es Él.
Se le desborda la ternura por los poros,
nos alza hasta sus ojos, nos besa,
nos hace mimos, cosquillas y guiños,
y sueña utopías para nosotros
más que las madres más buenas y apasionadas.
Dios ha puesto su esperanza en nosotros.
Él comenzó, ya en los orígenes, y no se cansa.
Él espera que el más pecador de nosotros
trabaje, al menos un poco, por sus hermanos.
Él espera en nosotros más que nosotros mismos,
¿y nosotros no vamos a esperar en Él?
Dios nos dio su Palabra,
nos confió a su Hijo amado
que vino a nuestro mundo y casa;
nos confió su hacienda,
su Buena Noticia,
y aún su esperanza misma,
¿y no vamos a poner nosotros
nuestra esperanza en Él?
Hay que tener confianza en la vida
a pesar de lo mal que dicen que está todo.
Hay que tener esperanza en las personas, ¡en todas!
Sólo en algunas hasta los fariseos y necios la tienen…
Hay que confiar más en Dios
y echarnos en sus brazos y descansar en su regazo.
Hay que esperar en Dios.
Mejor: hay que esperar a Dios.
Y si todo esto ya lo hacemos,
una cosa nos falta todavía:
Hay que esperar con Dios
a que su Palabra se haga buena nueva
en nuestras entrañas,
en su casa, que es nuestra casa.
Comentarios desactivados en La Navidad de Jesús y nuestra Navidad bajo la COVID-19.
La Navidad del año 2020 tal vez sea la más parecida al verdadero nacimiento de Jesús bajo el emperador romano César Augusto.
Este emperador había mandado hacer un censo de todo el imperio. La intención no era sólo, como entre nosotros, contabilizar cuantos habitantes había. Era esto, pero con el propósito de cobrar un impuesto a cada habitante, que sumado al de todas las provincias se destinaba a mantener encendida la pira de fuego permanentemente y a sustentar los sacrificios de animales al emperador, que se presentaba y así era venerado, como dios. Tal imposición a todos los habitantes del imperio provocó revueltas entre los judíos.
Este hecho fue usado más tarde por los fariseos para tender una trampa Jesús: ¿debía pagar o no el impuesto al César? No se trataba del impuesto común, sino de aquel que cada persona del imperio debía pagar para alimentar los sacrificios al emperador-dios.
Para los judíos esto significaba un escándalo pues adoraban a un único Dios, Yavé; ¿cómo iban a poder pagar un impuesto para venerar a un falso dios, el emperador de Roma? Jesús se dio cuenta de la celada. Si aceptaba pagar el impuesto sería cómplice de adoración a un dios humano y falso, el emperador. Si se negaba, se indispondría con las autoridades imperiales al negarse a pagar el tributo en homenaje al emperador-dios.
Jesús dio una respuesta sabia: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. En otras palabras, dad al César –un hombre mortal y un falso dios– lo que es de César: el impuesto para los sacrificios; y a Dios –el único verdadero– lo que es de Dios: la adoración. No se trata de la separación entre la Iglesia y el Estado, como comúnmente se interpreta. La cuestión es otra: ¿cuál es el Dios verdadero? Denle a él lo que le corresponde, la adoración. Y al Cesar, el falso dios, lo que es del César: la moneda del impuesto. No mezclen a dios con Dios.
Pero volvamos al tema: La Navidad de 2020 se asemeja a la navidad de Jesús, como nunca antes en la historia. La familia de José y María encinta, es hija de la pobreza como la mayoría de nuestro pueblo. Las hospederías estaban llenas, como aquí los hospitales están llenos de gente contaminada por el virus. Como pobres, José y María tal vez no eran capaces de pagar los gastos, así como entre nosotros quien no es atendido por el SUS (Sistema Único de Saúde) no tiene cómo pagar los costes de un hospital particular. María estaba a punto de dar a luz. A la pareja no le quedó otra solución que refugiarse en un establo de animales, como hacen hoy tantos pobres que no tienen dónde dormir y se acuestan bajo las marquesinas o en un rincón de cualquier ciudad. Jesús nació fuera de la comunidad humana, entre animales, como tantos de nuestros hermanos y hermanas menores nacen en las periferias de las ciudades, fuera de los hospitales, en sus pobres casas.
Después de su nacimiento, el Niño fue amenazado muy pronto de muerte. Un genocida, el rey Herodes, mandó matar a todos los niños menores de dos años. ¿Cuántos niños en nuestro contexto son muertos por los nuevos Herodes vestidos de policías que matan a niños sentados a la puerta de sus casas? El llanto de las madres es el eco del llanto de Raquel en uno de los textos más conmovedores de todas las Escrituras: “En la Baixada (en Ramá) se oyó una voz, mucho llanto y muchos gemidos: es la madre llora a sus hijos muertos y no quiere ser consolada porque los perdió para siempre” (cf.Mt 2,18).
Por temor a ser descubierto y muerto, José tomó a María y al niño, atravesaron el desierto y se refugiaron en Egipto. Cuántos hoy, bajo amenaza de muerte por las guerras y por el hambre, tratan de entrar en Europa y en Estados Unidos. Muchos mueren ahogados, la mayoría es rechazada, como en la catoliquísima Polonia, y son discriminados; se llega a arrancar a los niños de sus padres, y se los encierra en jaulas, como pequeños animales. ¿Quién les enjugará las lágrimas? ¿Quién les quitará la saudade de sus padres queridos? Nuestra cultura se muestra cruel con los inocentes y con los inmigrantes forzados.
Después que murió el genocida Herodes, José tomó a María y al Niño y fueron a esconderse en un pueblecito, Nazaret, tan insignificante que ni siquiera consta en la Biblia. Allí el Niño “crecía y se fortalecía lleno de sabiduría” (Lc 2,40). Aprendió la profesión del padre, José, un fac-totum constructor de tejados y cosas de la casa, un carpintero. Era también un campesino que trabajaba el campo y aprendía a observar la naturaleza. Allí estuvo escondido hasta cumplir treinta años, cuando sintió el impulso de salir de casa y empezar la predicación de una revolución absoluta: “El tiempo de espera acabó. El gran cambio (Reino) está llegando. Cambien de vida y crean en la buena noticia” (cf.Mc 1,14): una transformación total de todas las relaciones entre los humanos y con la propia naturaleza.
Conocemos su fin trágico. Pasó por el mundo haciendo el bien (Mc 7,37; Hechos 10,39), curando a unos, devolviendo la vista a los ciegos, dando de comer a las multitudes y compadeciéndose siempre del pueblo pobre y sin rumbo en la vida. Los religiosos, confabulados con los políticos, lo prendieron, lo torturaron y lo asesinaron, crucificándolo.
Salgamos de estas “densas sombras” como dice el Papa Francisco en la Fratelli tutti. Volvamos la mirada clara al nacimiento de Jesús. Él nos muestra la forma como Dios quiso entrar en nuestra historia: anónimo y escondido. La presencia de Jesús no apareció en la crónica de Jerusalén ni mucho menos en la de Roma. Debemos aceptar esta forma escogida por Dios. Se realizó la lógica inversa a la nuestra: “todo niño quiere ser hombre; todo hombre quiere ser grande; todo grande quiere ser rey. Solo Dios quiso ser niño”. Y así sucedió.
Aquí resuenan los bellos versos del poeta portugués Fernando Pessoa:
Él es el Eterno Niño, el Dios que faltaba.
Él es tan humano que es natural,
Él es lo divino que ríe y juega. Es un niño tan humano que es divino
Tales pensamientos traen a mi memoria a una persona de excepcional calidad espiritual. Fue ateo, marxista, de la Legión Extranjera. De repente sintió una conmoción profunda y se convirtió. Escogió el camino de Jesús, en medio de los pobres. Se hizo Hermanito de Jesús. Llegó a una profunda intimidad con Dios y lo llamaba siempre “el Amigo”. Vivía la fe según el código de la encarnación y decía: “Si Dios se hizo gente en Jesús, gente como nosotros, entonces hacía pipí… lloriqueaba pidiendo el pecho, hacía pucheros si tenía el pañal mojado”… Al principio le habría gustado más María, y después, crecidito, más José, cosa que los psicólogos explican en el proceso de la realización humana.
Fue creciendo como nuestros niños, observaba a las hormigas, tiraba piedras a los burros y, travieso, levantaba el vestidito a las niñas para molestarles, como imaginó irreverentemente Fernando Pessoa en su bello poema sobre Jesús Niño.
Ese hombre, amigo del Amigo, “imaginaba a María acunando a Jesús para que durmiera porque de tanto jugar fuera se excitaba mucho y le costaba cerrar los ojos; lavaba los pañales en el balde; cocinaba la papa para el Niño y comidas más fuertes para el trabajador, el buen José”.
Ese hombre espiritual italiano que vivió, muchas veces amenazado de muerte, en tantos países de América Latina y varios años en Brasil, Arturo Paoli, se alegraba interiormente con tales cavilaciones, porque las sentía y vivía como conmoción del corazón, de pura espiritualidad. Y lloraba con frecuencia de alegría interior. Era amigo del Papa que lo mandó a buscar con un coche a su pequeña ciudad a unos 70 km de Roma para pasar la tarde juntos y hablar de la liberación de los pobres y de la misericordia divina. Murió a los 103 años como un sabio y un santo.
No olvidemos el mensaje principal de Navidad: Dios está entre nosotros, asumiendo nuestra condition humaine, alegre y triste. Es un niño quien nos va a juzgar, no un juez severo. Y este niño sólo quiere jugar con nosotros y no rechazarnos nunca. Finalmente, el sentido más profundo de la Navidad es éste: nuestra humanidad, un día asumida por el Verbo de la vida, pertenece a Dios. Y Dios, por malos que seamos, sabe que venimos del polvo, y tiene con nosotros una misericordia infinita. Él nunca puede perder, ni va a permitir, que un hijo o una hija suya se pierdan. Así que a pesar de la Covid-19 podemos vivir una discreta alegría en la celebración familiar. Que la Navidad nos dé un poco de felicidad y mantenga en nosotros la esperanza del triunfo de la vida sobre la Covid-19.
Comentarios desactivados en El reverendo Lance Hurst, de 30 años, de Brooklyn, se convirtió en pastor de la Primera Iglesia Presbiteriana de Glen Cove
El reverendo Lance Hurst (Cortesía de la Primera Iglesia Presbiteriana de Glen Cove)
El reverendo Lance Hurst, de 30 años, de Brooklyn, se convirtió en pastor de la Primera Iglesia Presbiteriana de Glen Cove (condado de Nassau, estado de Nueva York) el 1 de noviembre. Su primera entrevista de trabajo con el comité de búsqueda tuvo lugar en Zoom.
“Se estaban riendo y pasándolo bien en la entrevista”, dijo Hurst. “No se podían tomar a sí mismos demasiado en serio, pero se tomaban el trabajo en serio y eso me hizo sentir a gusto. Sentí que me divertí mucho entrevistando con ellos y me sentí conectado con ellos “.
El élder Gaitley Stevenson-Mathews de la Primera Iglesia Presbiteriana de Glen Cove, quien también se desempeña como concejal de la ciudad, dijo que la iglesia está encantada de tener a Hurst como pastor. “Siento que, en gran medida, aunque es relativamente joven, aporta no solo una base teológica, sino que también tiene una amplia experiencia en su camino de fe en muchas denominaciones”, dijo Stevenson-Mathews.
Con respecto a la Primera Iglesia Presbiteriana, establecida desde hace mucho tiempo, Hurst dijo que cada generación de liderazgo ha tenido que cuestionar lo que la iglesia iba a ser como comunidad. “Una de las grandes cosas con las que ha luchado la Iglesia Presbiteriana es si podemos o no afirmar a las personas LGBTQ”, dijo Hurst. “[Primera Iglesia Presbiteriana de Glen Cove] decidió esto durante más de media década, pero soy una persona queer y obviamente estoy sirviendo en esa iglesia como pastor”.
Como nuevo pastor, Hurst dijo que espera que la iglesia continúe haciendo preguntas que recuerden las tradiciones, los valores y la adoración y a quién sirve. “¿Cómo discernimos cómo Dios está obrando en el mundo y si ese trabajo es uno que invita a la gente, uno que da la bienvenida a la gente, uno que celebra a la gente como es o es uno que obliga a la gente a volverse como nosotros?” Dijo Hurst. “Porque creo que si es uno que obliga a las personas a volverse como nosotros, entonces realmente no creo que Dios sea así”.
Hurst dijo que está agradecido con sus predecesores por hacer de la Primera Iglesia Presbiteriana un lugar de afirmación. “Ni siquiera tengo que pestañear para hablar sobre mi orientación sexual”, dijo Hurst. “No tengo que pensarlo dos veces antes de llevar a mi socio a la iglesia. Es una obviedad, lo cual es refrescante “.
Hurst creció con un trasfondo bautista del sur en Jasper, Florida, que era “muy conservador”, dijo. “Mis padres no iban a la iglesia. Solo fui con mis abuelos”.
Durante los primeros años de la escuela secundaria de Hurst, había comenzado a asistir a una iglesia no denominacional con un amigo. “Esa fue la primera vez que sentí esta sensación de algo más grande que yo, algo más grande que yo que realmente me amaba”, dijo Hurst, y agregó que fue la primera vez que comenzó a amar su reflejo en el espejo. “Pero también tenía este otro mensaje que lo hacía sentir como si el amor fuera tan condicional basado en si vivíamos o no, entre comillas, pecado. Y, por supuesto, uno de esos pecados fue la homosexualidad “.
En ese momento, dijo Hurst, no estaba al tanto de su orientación sexual, pero sí de su sueño de convertirse en pastor. Su sueño se hizo realidad cuando comenzó a estudiar teología práctica en Southeastern University, una universidad cristiana de artes liberales. “Luego hice una maestría allí y haciendo mi maestría me di cuenta de que era gay“, dijo, “y ese fue un gran momento para mí porque toda mi tradición de fe que heredé me decía que no podía ser gay“.
Hurst tendría que decidir cómo su orientación sexual afectaría su viaje de fe. En ese momento, había estado sirviendo como pastor y comenzó a cuestionarse si ser pastor era incluso para él, continuar sus estudios de educación superior en el Seminario Teológico de Princeton en Nueva Jersey. “Trabajé en la Iglesia Presbiteriana de Westminster en Trenton, Nueva Jersey y mientras estuve allí me enamoré de esa comunidad y me volví a enamorar del trabajo de pastoreo”, dijo Hurst. “Me sentí tan conectado con este trabajo de crear una comunidad, crear un espacio al que la gente pudiera venir y recordarles semana tras semana que son amados. Que son suficientes “.
Hurst ha servido en una variedad de funciones en la iglesia en Florida, Nueva Jersey y la ciudad de Nueva York. Antes de unirse a la Primera Iglesia Presbiteriana de Glen Cove como pastor, trabajaba en la Iglesia Presbiteriana de la Quinta Avenida en Manhattan como coordinador de atención y alcance congregacional. También se desempeñó como pastor de discipulado en Common Ground Church.
Sabía que ser pastor era su vocación, pero no sabía que servir durante una pandemia sería parte de su viaje, un desafío al entrar en una iglesia con sus tradiciones antiguas, como los almuerzos de Acción de Gracias a los que tenía que decir “no ” .
Planeando mudarse a Glen Cove en un mes, Hurst viaja de un lado a otro entre Brooklyn y Glen Cove, celebrando reuniones y otros eventos especiales en Zoom. Dijo que está agradecido por las pautas estatales sobre las casas de culto cuando se trata de proteger a la congregación y la comunidad circundante del Covid-19. “La gente quiere estar junta”, dijo Hurst. “Hay mucho peso sobre los hombros de los líderes religiosos en este momento para determinar qué es seguro y qué no para su comunidad”.
En este momento, la Primera Iglesia Presbiteriana de Glen Cove está observando servicios en persona los domingos, ya que el santuario es lo suficientemente grande para que los feligreses se distancien adecuadamente. Por ahora, los feligreses deben renunciar a la adoración a través del canto. “Definitivamente es un desafío y muy diferente de lo que sería normalmente”, dijo Hurt.
Comentarios desactivados en Cruz Roja española incluye a “Nicolás tiene dos papás” en catálogo de 75 libros para niñas y niños
El fin es entregar herramientas educativas y de entretención a las familias en tiempos de pandemia
La Cruz Roja española lanzó una guía con 75 libros para niños y niñas con el fin de que las familias puedan educarse y entretenerse en momentos de la pandemia Covid-19, siendo incluido en el listado el cuento “Nicolás tiene dos papás” del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
La representante de la Cruz Roja, Angela Soto, explicó que los libros seleccionados están destinados a la educación sexual para niños y niñas.
“Editamos la guía con la intención de ayudar a las familias y ofrecerles recursos en un momento vital. Hoy las familias pasan juntas más tiempo que nunca y aprovechamos el momento para contribuir a una educación sexual de manera consciente e integral. Este material va dirigido a familias y es igualmente útil para agentes educadores y otros profesionales que intervienen con menores”, señaló Soto.
En carta dirigida al Movilh, Soto añadió que “en la guía contamos con una de vuestras publicaciones: Nicolás tiene dos papás. No podía faltar ¡Muchas gracias por vuestro trabajo!”
Por su parte el Movilh llamó “a revisar y conocer esta guía. Más de un cuento o libro seguro será de interés de las familias en Chile para educar en sexualidad integral y respeto a la diversidad a sus hijos/as”.
Comentarios desactivados en Transfeminicidio en Veracruz: a Nelly García la mutilaron y la fiscalía no investiga
Por Georgina González
Nelly García, mujer trans que ejercía el trabajo sexual, fue brutalmente asesinada la madrugada del lunes 28 de diciembre en Poza Rica, municipio al norte del estado mexicano de Veracruz.
“Todo el mundo la conocía como La Bimbo, casi por su nombre no. Nelly era como un niño, era una persona tan inofensiva. Es muy aberrante saber lo que le hicieron”, comentó a Presentes, Dayana Mendoza, quien conoció “de lejos” a Nelly años atrás.
De acuerdo a la información proporcionada por la defensora de derechos humanos, Jazz Bustamante, Nelly fue “torturada, mutilada y recibió múltiples puñaladas por todo el cuerpo”. Además, refiere que fue personal de un hotel conocido como “la pensión de la Bamba”, ubicado en el callejón de la calle Nicolás Bravo en la colonia Ricardo Flores Magón, quienes informaron a las autoridades de que Nelly “se encontraba sin vida” en una habitación del establecimiento.
Hasta el momento la Fiscalía General del Estado de Veracruz no ha emitido información sobre este hecho. Presentes intentó en repetidas ocasiones entrar en comunicación con la Unidad Integral de Procuración de Justicia de Poza Rica y la Fiscalía General del Estado, pero no hubo éxito.
De acuerdo a datos recabados por Soy Humano AC, de enero a noviembre de 2020, al menos 25 personas de la diversidad sexual fueron asesinadas en Veracruz, lugar donde se registran más del 50% de los crímenes de odio contra personas LGBT en México en los últimos seis años.
La Bimbo
En notas de prensa local se dio cuenta de cómo y dónde fue asesinada Nelly y sin respetar su identidad de género. Jazz Bustamante comentó a Presentes que fue gracias a trabajadoras sexuales que se supo cuál era su nombre.
Sin embargo, de Nelly se sabe poco. Era originaria de Tamiahua, municipio costero de Veracruz, ubicado a 92 kilómetros de Poza Rica, y, como muchas otras mujeres trans, ejerció el trabajo sexual como consecuencia de la violencia estructural y falta de acceso a sus derechos como la educación y el trabajo.
“No sabemos por ahora nada de su familia. Casi nunca dan seguimiento a los casos. En todo el país ocurre lo mismo, la familia casi siempre no les interesa involucrarse. Muy probablemente la compañera termine en la fosa común pero seguimos investigando si alguien reclama su cuerpo”, comentó Bustamente en entrevista con Presentes.
“Cada transfeminicidio genera un ambiente de miedo”
La activista Silvia Susana Jácome, responsable del Programa de Integración y Desarrollo Social de Personas LGBTTTIQ del DIF de Xalapa, explicó en entrevista que los transfeminicidios son resultado de diversos factores pero que, en su percepción, se agrava por los discursos de odio.
“En Veracruz, desgraciadamente tenemos un sector de la población de ultraderecha, algunos de ellos vinculados a iglesias que de alguna manera han logrado generar una respuesta ante los poderes, particularmente el legislativo, para que no pasen iniciativas como la ley de identidad de género y mandan un mensaje y es que, al no haber protección legal, cualquiera se siente con el derecho de no respetar el derecho fundamental de la dignidad de la vida. Eso hace mucho daño, cada transfeminicidio genera un ambiente de miedo, incertidumbre y vulnerabilidad en las que estamos vivas”, explicó Silvia Jácome en entrevista con Presentes.
Agregó que estos discursos de odio también se ejercen en el seno familiar y es ahí donde, particularmente mujeres trans, viven las primeras exclusiones y rechazos que, “finalmente sin acceso a protección de la familia y al derecho a la educación están más expuestas a situaciones de alta vulnerabilidad para poder subsistir ”.
Justamente el transfeminicidio de Nelly dejó un sentimiento de incertidumbre en Dayana. “Es terrible. Me hace sentir impotente, rabia y sin saber qué hacer. Aquí en Veracruz no te ven como mujer trans, aquí te ven como maricón; marica; joto; puto, con esos ojos te ven, son bastantes discriminatorios, agresivos y violentos”, comentó en entrevista.
Jazz Bustamente, de quien se conoce su fortaleza por documentar y visibilizar estos crímenes, también se siente vulnerable. “Cuando yo recibo una noticia de este tipo de casos por supuesto que me causa demasiado dolor. Porque no necesita ser mi hermana consanguínea o familiar para tener empatía (…) Pero frente a mi familia consanguínea pongo un montón de posibilidades de que yo también puedo ser la próxima porque ya he sido atacada también”, mencionó desde redes.
Sin acceso a la justicia
Si bien desde 2018 el Código Penal de Veracruz tipifica el homicidio por motivos de odio derivados de la orientación sexual o identidad de género de la víctima”, ningún crimen ha sido investigado con tales agravantes.
Activistas y organizaciones han demandado y exigido a la Fiscalía General del Estas de Veracruz la creación y aplicación de un protocolo que permita determinar estos crímenes de odio y se investiguen con perspectiva de género.
Pese a la existencia de una serie de observaciones que involucran a personas LGBT dentro del protocolo de diligencias básicas de la Fiscalía de Veracruz y de la creación en 2017 del protocolo nacional de actuación para el personal de las instancias de procuración de justicia en casos que involucren la orientación sexual, la identidad y expresión de género; las organizaciones y colectivos advierten que no ss aplican.
En octubre de 2020 la titular de la Fiscalía General del Estado, de la Unidad de Género y de Asuntos de Derechos Humanos del Estado de Veracruz se comprometieron a agilizar la investigación de, al menos 10 crímenes de odio, de 100 carpetas rezagadas desde 2019. A la fecha no se han girado órdenes de aprehensión en cinco de las diez carpetas que cuentan con los elementos para ejecutar las detenciones. Jazz Bustamante señaló lo anterior como “inaudito” y le parece “terrible que jueguen así con el tiempo y las emociones de los familiares de las víctimas”.
“No hay resultados favorables con la Fiscalía. No hay voluntad, solo son charlas de café. La Fiscalía en Veracruz y el país quieren solucionar todo capacitando a su personal cuando la problemática va más allá. Se necesita una estrategia con indicadores de medición a mediano, largo plazo entre los tres poderes de gobierno”, sostiene Jazz Bustamente en entrevista.
“El que esté tipificado un crimen de odio por homofobia o transfobia no resuelve la violencia. Es necesario y urgente que existan lineamientos para identificar estos crímenes, eso dará por lo menos, ciertas herramientas para visibilizar y evitar, de alguna manera, la impunidad. Además es necesario que los asesinatos de mujeres trans también se apeguen a los lineamientos de feminicidios aún cuando las víctimas no tengan su cambio de identidad legal”, advirtió Silvia Jácome en entrevista con Presentes.
En el principio
–antes del espacio-tiempo–
era la Palabra
Todo lo que es pues es verdad.
Poema.
Las cosas existen en forma de palabra.
Todo era noche, etc.
No había sol, ni luna, ni gente, ni animales, ni plantas.
Era la palabra. (Palabra amorosa.)
Misterio y a la vez expresión de ese misterio.
El que es y a la vez expresa lo que es. «Cuando en el principio no había todavía nadie él creó las palabras (naikino) y nos las dio, así como la yuca»
en aquella traducción amarillenta anónima del alemán
de una parte del gran librón de Presuss
que yo encontré en el Museo Etnográfico de Bogotá
traducción al español de Presuss traduciendo del uitoto al alemán:
La palabra de sus cantos, que él les dio, dicen ellos,
es la misma con que hizo la lluvia
(hizo llover con su palabra y un tambor),
los muertos van a una región donde «hablan bien las palabras»;
río abajo: el río es muy grande
(lo que han oído del Amazonas según Presuss)
allí no han muerto de nuevo
y se encuentran bien río abajo sin morir.
Día llegará en que iremos río abajo nosotros.
En el principio pues era la palabra.
El que es y comunica lo que es.
Esto es:
el que totalmente se expresa.
Secreto que se da. Un sí.
Él en sí mismo es un sí.
Realidad revelada.
Realidad eterna que eternamente se revela.
Al principio…
Antes del espacio-tiempo,
antes que hubiera antes,
al principio, cuando ni siquiera había principio,
al principio,
era la realidad de la palabra.
Cuando todo era noche, cuando
todos los seres estaban aún oscuros, antes de ser seres,
existía una voz, una palabra clara,
un canto en la noche.
En el principio era el Canto.
Al cosmos él lo creó cantando.
Y por eso todas las cosas cantan.
No danzan sino por las palabras (por las que fue creado el mundo)
dicen los uitotos. «Sin razón no danzamos».
Y nacieron los grandes árboles de la selva,
la palma canaguche, con sus frutos para que bebiéramos,
además el mono-choruco para que comiera los árboles,
el tapir que come en el suelo los frutos,
el guara, el borugo para comer la selva,
él creó a todos los animales como la nutria, que come pescado,
y a la nutria pequeña,
él hizo todos los animales como el ciervo y el chonta-ciervo,
en el aire al águila real que come a los chorucos,
creó al sidyi, al picón, al papagayo kuyodo,
los pavos eifoke y forebeke, al bakital, al chilanga, el hokomaike,
el patilico, el papagayo sarok,
el kuikudyo, el fuikango, el siva y el tudyagi,
el pato hediondo, la mariana que ahora sabe comer peces,
el dyivuise, el siada, el hirina y los himegisinyos
y sigue el poema uitoto
en la anónima traducción al español de
la de Presuss del uitoto al alemán
engavetada en el Museo. «Aunque digan: ellos danzan sin motivo. Nosotros en nuestras fiestas narramos las narraciones.»
Que Presuss recogió pacientemente en un gramófono hace años
y tradujo al alemán.
Los muertos: ellos han retomado a la palabra creadora
de la que brotaron con la lluvia, los frutos y los cantos. «Si nuestras tradiciones fueran solamente absurdas, estaríamos tristes en nuestras fiestas.»
Y la lluvia una palabra de su boca.
Él creó el mundo mediante un sueño.
y él mismo es algo así como un sueño. Un sueño que sueña.
Le llaman Nainuema, según Presuss: «El que es (o tiene) algo no existente.»
O como un sueño que se hizo real sin perder su misterio de sueño.
Nainuema: «El que es ALGO muy real no-existente.»
Y la tierra es Nicarani, «lo soñado», o «la visión soñada»:
lo nacido de la nada como un sueño del Padre.
El Génesis según los Witotos o Huitotos o Uitotos.
En el principio
antes del Big Bang
era la Palabra.
No había luz
la luz estaba dentro de las tinieblas
y sacó la luz de las tinieblas
las apartó a las dos
y ese fue el Big Bang
o la primera Revolución.
Palabra que nunca pasa
(«el cielo y la tierra pasarán…»)
Ha quedado un lejano rumor en el universo
de aquella explosión
como estática de radio.
Y empezó la danza dialéctica celeste.
«El yang llama; el yin responde.»
Él es en el que toda cosa es.
Y en el que toda cosa goza.
Toda cosa coito.
Todo el cosmos cópula.
Todas las cosas aman, y él es el amor con que aman. «El yang llama; el yin responde.»
Son los dos coros.
Son los dos coros que se alternan cantando.
Y Pitágoras descubrió la armonía del universo
oyendo el martillar de un herrero.
Esto es: el movimiento isotrópico –uniforme y armonioso–
del universo.
La Creación es poema.
Poema, que es «creación» en griego y así
llama S. Pablo a la Creación de Dios, POIEMA,
como un poema de Homero decía el Padre Ángel.
Cada cosa es como un «como».
Como un «como» en un poema de Huidobro.
Todo el cosmos cópula.
Y toda cosa es palabra,
palabra de amor.
Sólo el amor revela
pero vela lo que revela,
a solas revela,
a solas la amada y el amado
en soledad iluminada,
la noche de los amantes,
palabra que nunca pasa
mientras el agua pasa bajo los puentes
y la luna despacio sobre las casas pasa.
El cosmos
palabra secreta en la cámara nupcial.
Toda cosa que es verbal.
Mentira es lo que no es.
Y toda cosa es secreto.
Oye el susurro de las cosas…
Lo dicen, pero dicen en secreto.
Sólo a solas se revela.
Sólo de noche en lugar secreto se desnuda.
El cósmico rubor.
La naturaleza: tímida, vergonzosa.
Toda cosa te baja los ojos.
-Mi secreto es sólo para mi amado.
Y no es el espacio, mudo.
Quien tiene oídos para oír oiga.
Estamos rodeados de sonido.
Todo lo existente unido por el ritmo.
Jazz cósmico no caótico o cacofónico.
Armónico. Todo lo hizo cantando y el cosmos canta.
Cosmos como un disco oscuro que gira y canta
en la alta noche
o radio romántico que nos viene en el viento.
Toda cosa canta.
Las cosas, no creadas por cálculo
sino por la poesía.
Por el Poeta («Creador» =POIÊTÉS)
Creador del POIEMA.
Con palabras finitas un sentido infinito.
Las cosas son palabras para quien las entienda.
Como si todo fuera teléfono o radio o t.v.
Palabras a un oído.
¿Oís esas ranas?
¿y sabés qué quieren decirnos?
¿Oís esas estrellas? Algo tienen que decirnos.
El coro de las cosas.
Melodía secreta de la noche.
Arpa eolia que suena sola al sólo roce del aire.
El cosmos canta.
Los dos coros. «El yang llama; el yin responde.»
Dialécticamente.
¿Oís esas estrellas? Es el amor que canta.
La música callada.
La soledad sonora. «La música en silencio de la luna», loco Cortés.
La materia son ondas.
¿Y las ondas? Preguntas.
Un yo hacia un tú.
Que busca un tú.
Y esto es por ser palabra todo ser.
Por haber hecho al mundo la palabra
podemos comunicarnos en el mundo.
–Su palabra y un tambor…
Somos palabra
en un mundo nacido de la palabra
y que existe sólo como hablado.
Un secreto de dos amantes en la noche.
El firmamento lo anuncia como con letras de neón.
Cada noche secreteándose con otra noche.
Las personas son palabras.
Y así uno no es si no es diálogo.
Y así pues todo uno es dos
o no es.
Toda persona es para otra persona.
¡Yo no soy yo sino tú eres yo!
Uno es el yo de un tú
o no es nada.
¡Yo no soy sino tú o si no no soy!
Soy Sí. Soy Sí a un tú, a un tú para mí,
a un tú para mí.
Las personas son diálogo, digo,
si no sus palabras no tocarían nada
como ondas en el cosmos no captadas por ningún radio,
como comunicaciones a planetas deshabitados,
o gritar en el vacío lunar
o llamar por teléfono a una casa sin nadie.
(La persona sola no existe.)
Te repito, mi amor:
Yo soy tú y tú eres yo.
Yo soy: amor.
*
Ernesto Cardenal Cántico cósmico, 1992 Editorial Trotta, Madrid 1992
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz, sino testigo de la luz.
La palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
-“Este es de quien dije: el que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo”.
Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia: porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
*
Jn 1, 1-18
***
Amad sobre todo a los pobres, los pequeños, los pecadores, los despreciados que son a su vez la más viva encarnación de Cristo, las ovejas más amadas y predilectas de su grey. Amadlos como son, con su aspecto de miseria y de pecado. Este es su mayor título para vuestro amor. El Salvador no ha venido por los justos, sino por los pecadores. “Hacerse uno de ellos” es enriquecerse con su contacto, despojándose de la ilusión de deber llevarles siempre alguna cosa. Esto requiere un alma totalmente abierta y disponible.
El amor, el auténtico amor, es muy exigente: amar como ama Cristo Jesús; estar dispuestos a dar la propia vida como Jesús por los pequeños, los más miserables de nuestros hermanos. Es por esto, y sólo por esto, que seréis reconocidos como sus discípulos y sus amigos.
Preferid siempre a los más pequeños de entre los pobres, los que el mundo rechaza, los que no encuentran otro lugar donde refugiarse que bajo los arcos del acueducto o los fosos de las ruinas romanas (…). Id en busca del miserable, del condenado, del culpable que se esconde y tiene vergüenza, preguntándose quién podrá amarlo aún como amigo. Por esto buscamos aproximarnos a los encarcelados en la miseria moral de sus prisiones:
Comentarios desactivados en “Vivir sin acoger la Luz”. 2 Domingo de Navidad – B (Juan 1,1-18)
Todos vamos cometiendo a lo largo de la vida errores y desaciertos. Calculamos mal las cosas. No medimos bien las consecuencias de nuestros actos. Nos dejamos llevar por el apasionamiento o la insensatez. Somos así. Sin embargo, no son esos los errores más graves. Lo peor es tener planteada la vida de manera errónea. Pongamos un ejemplo.
Todos sabemos que la vida es un regalo. No soy yo quien he decidido nacer. No me he escogido a mí mismo. No he elegido a mis padres ni mi pueblo. Todo me ha sido dado. Vivir es ya, desde su origen, recibir. La única manera de vivir sensatamente es acoger de manera responsable lo que se me da.
Sin embargo, no siempre pensamos así. Nos creemos que la vida es algo que se nos debe. Nos sentimos propietarios de nosotros mismos. Pensamos que la manera más acertada de vivir es organizarlo todo en función de nosotros mismos. Yo soy lo único importante. ¿Qué importan los demás?
Algunos no saben vivir sino exigiendo. Exigen y exigen siempre más. Tienen la impresión de no recibir nunca lo que se les debe. Son como niños insaciables, que nunca están contentos con lo que tienen. No hacen sino pedir, reivindicar, lamentarse. Sin apenas darse cuenta se convierten poco a poco en el centro de todo. Ellos son la fuente y la norma. Todo lo han de subordinar a su ego. Todo ha de quedar instrumentalizado para su provecho.
La vida de la persona se cierra entonces sobre sí misma. Ya no se acoge el regalo de cada día. Desaparece el reconocimiento y la gratitud. No es posible vivir con el corazón dilatado. Se sigue hablando de amor, pero «amar» significa ahora poseer, desear al otro, ponerlo a mi servicio.
Esta manera de enfocar la vida conduce a vivir cerrados a Dios. La persona se incapacita para acoger. No cree en la gracia, no se abre a nada nuevo, no escucha ninguna voz, no sospecha en su vida presencia alguna. Es el individuo quien lo llena todo. Por eso es tan grave la advertencia del evangelio de Juan: «La Palabra era luz verdadera que alumbra a todo hombre. Vino al mundo… y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron». Nuestro gran pecado es vivir sin acoger la luz.
Comentarios desactivados en “La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros”. 2º Domingo después de Navidad. 03 de enero de 2021.
De Koinonia:
Eclesiástico 24. 1-4. 12-16:La sabiduría de Dios habitó en el pueblo escogido. Salmo Responsorial 147: La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros. Efesios 1, 3-6. 15-18: Nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos. Juan 1, 1-18: La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
(Jn.1,1-18) La Iglesia en este domingo en el que seguimos reviviendo el tiempo de la encarnación de Dios, nos ofrece la oportunidad de profundizar en el misterio del Niño nacido en Belén: “Hay mucho que ahondar en Cristo, –escribió san Juan de la Cruz– porque es como una abundante mina con muchos tesoros, que, por más que ahonden, nunca les hallan fin ni término”.
Por eso hoy oramos con el autor de la carta a los Efesios, que Dios nos “conceda un espíritu de sabiduría y una revelación que nos permita conocerlo plenamente”. El texto evangélico de hoy es un canto al misterio de la Palabra que está en el seno del Padre dirigiéndose a él desde toda la eternidad. Esta Palabra ha puesto su tienda en medio de nosotros, llevando a cumplimiento aquella misericordia de Dios, que existe ya en el Antiguo Testamento en las intervenciones de Dios en favor de su pueblo y en el don de su Palabra.
La Palabra se ha hecho carne; ha querido hacerse uno de nosotros; y a veces este hecho lo tomamos como algo tan natural que no llega a sorprendernos; ¡claro que es sorprendente que Dios haya querido hacerse uno de nosotros, que haya querido morar entre nosotros y vivir entre los hombres! Debe sobrecoger nuestro corazón el conocer que el Dios en el que creemos, el Creador de todo…quiso enviar a su Hijo, a su único Hijo para que pusiera su morada entre nosotros.
Ha acampado para siempre entre nosotros Jesucristo. Creyentes y no creyentes podemos redescubrir en Él valores perdidos, despertar sentimientos positivos, recuperar la alegría de vivir.
Dios está entre nosotros: Se ha hecho hombre, semejante en todo a nosotros menos en el pecado. Hagamos nuestras las palabras del profeta Isaías: Regocíjate, Jerusalem, rompe a cantar a coro, que el Señor consuela a su pueblo y viene a visitarnos.
Cómo no amar y seguir a Dios hecho hombre…si creemos lo que no vemos…cuánto más amar y decidir nuestra vida por el que ha vivido entre nosotros; la Palabra se ha hecho carne; el Verbo eterno de Dios, el que vivía antes de la creación del mundo…se ha bajado y se ha hecho uno de nosotros…para hacer de nosotros hijos de Dios.
Hemos de sorprendernos cada día con este hecho tan admirable…con la encarnación verdadera de Dios; por eso celebramos durante estos 8 días el mismo acontecimiento: Que Dios se ha hecho uno de nosotros, que Dios nos mira con ojos de niño, con la mirada tierna y dulce de un bebé recogido en los brazos de una Madre que nos lo ofrece con todo su amor.
Recibamos a la Palabra con mayúscula, vivamos de verdad su evangelio, su buena noticia y dejémonos amar por El.
Comentarios desactivados en 3 Enero 2021. Dom 2 después de Navidad. “El Principio es la Palabra, Luz de futuro sobre la cueva de la nada”
Del blog de Xabier Pikaza:
El 3 de enero 2021 (donde no se celebra la Fiesta de Reyes o Epifanía), la liturgia católica retoma y reelabora el motivo central de la Navidad, y lo hace con el Evangelio de Juan 1, 1-18, que no repito aquí por bien conocida.
Cada nacimiento es ya una “resurrección”, despliegue y presencia de Dios en forma humana. En un plano somos para “morir”, pero en otro nacemos para “resucitar”, empezando a recorrer el camino de Dios que es la Vida en cada uno y en todos. Somos Palabra encarnada, Llamada de eternidad, Luz de futuro sobre el vacío de la cueva de Nada, y así nos elevamos, para Ser en Plenitud, es decir, en Dios, siendo así nosotros mismos, en Amor.
En este contexto quiero ofrecer unas páginas finales de la Teología de la Biblia, donde he vinculado la Navidad con la Resurrección, según el evangelio. Son páginas algo técnicas, pero pueden ayudarnos a entender el contenido y meta de la novedad cristiana de la Vida.
| X. Pikaza
Primera y segunda humanización
La primera se dio cuando el proceso biológico, propio del despliegue de la vida, se abrió por dentro a fin de que surgieran seres conscientes de sí mismos, es decir, personas capaces de escuchar, responder y dialogar, acogiendo y dando vida. Los códigos genéticos siguieron actuando, con su pequeño campo de variantes, pero el genoma se estabilizó de un modo distinto, fuerte,y selectivo. Quedaron marginadas en la rueda de la historia otras formas de humanidad, quizá destruidas por nuestros antepasados. Triunfó el sapiens sapiens que nosotros somos: un animal abierto al pensamiento, enfermizo y genial, violento y capaz de abrirse en formas de comunicación gratuita, un ser cuya evolución no es ya genética sino cultural, pues se realiza a través de la Palabra.
La misma constitución biológica nos impulsó a vivir en un nivel de libertad y palabra personal, de manera que sin ella seríamos inviables como humanos. De aquella ruptura y de aquel nacimiento a la Palabra provenimos, en ella nos mantenemos, como habitantes de dos mundos: somos cuerpo-genoma y persona-libertad, biología y palabra, un haz de deseos violentos y una palabra abierta a la comunicación universal y a la vida compartida. De aquella ruptura provienen las sociedades de la historia, que ahora (año 2021) están en crisis, de manera que el ser humano corre el riesgo de expirar, a no ser que “resucitamos” de un modo distinto, en la Palabra, renaciendo a través del mensaje y camino personal de Dios, como se expresa en el bautismo de Jesús (de los cristianos).
Esta segunda hominización está fundada en la primera y debe conducirnos del plano biológico‒legal en que hemos vivido, superando los riesgos del sistema actual (bajo dominio de Mammón), para pasar a un nivel más alto de comunicación y libertad (en la línea de la pascua y nacimiento de Jesús, Hijo de Dios), a través de la palabra recibida, compartida, regalada[2]. En esa línea, los cristianos afirman que los hombres nuevos han comenzado a realizarse ya en la Pascua de Jesús, actualizada en el bautismo, que hace a los hombre hijos de Dios, presencia suya, portadores de su Gracia, capaces de poner los instrumentos y medios del sistema al servicio del amor personal, es decir, de la Palabra de comunicación en gratuidad, como resucitados.
La humanización mesiánica de Jesús podrá tener momentos traumáticos, como los tuvo la primera, pero el mismo Dios de Cristo la impulsa y sostiene. Ciertamente, la podemos y debemos preparar, pero no planificar técnicamente, pues ella sólo puede avanzar (expresarse, revelarse) por caminos de libertad gratuita, que no están dispuestos de antemano, en la línea de la resurrección de Cristo. Sin duda, esta segunda humanización, centrada en el «gen mesiánico» (que es Cristo), corre el riesgo de quedar aplastada por la opresión de un sistema de violencia económica, social y personal. Pero estamos convencidos de que ella avanzará y será más creadora que la anterior, bajo el impulso de unos hombres y mujeres que se descubren hijos de Dios, portadores de su vida, en Cristo[3].
La primera humanización se dio en forma de paso de la pura biología a la conciencia y pensamiento y de ella emergió lo que hemos sido y todavía somos. La segunda, que se apoya en la primera, pero que la desborda, nos ha de elevar sobre el nivel del pensamiento racional y del sistema económico‒social de violencia, que hemos ido creando en el tiempo, para así recuperar (acoger) el don de la Palabra gratuita de vida que se ofrece y comparte. Sin duda, los poderes culturales que el hombre ha desarrollado (en la línea de Belcebú y Mammón) son importantes. Pero si avanza sólo en esa línea de dominio y esclavitud del sistema económico‒social, el hombre acabará destruyéndose a sí mismo.El modo de vida actual ofrece al hombre grandes posibilidades, pero cerrado en sí, en un plano de ley de poder económico‒social (en línea Mammón), nos acabaría destruyendo[4].
Nuevo nacimiento, es decir: resurrección.
La misión cristiana, centrada en el Nacimiento y Resurrección de Jesús, no quiere convertir simplemente a los no cristianos en cristianos en su forma actual, ni imponer su credo (pues si lo impusiera dejaría de ser credo), sino abrir caminos de comunicación gratuita y donación de vida, en la línea de los hebreos del Éxodo y de los primeros cristianos, renacidos por la resurrección de Jesús. Ese modelo ofrece una propuesta de humanización pascual, fundada en el Cristo, que resucita y vive en los creyentes (formando con ellos un “cuerpo”).
Resurrección y encarnación cristiana. En un sentido, la muerte ha sido un momento esencial del proceso biológico, pues sólo a través del tanteo-error, vinculado a la destrucción de los individuos, ha podido avanzar la humanidad como especie. Ese aspecto de muerte a favor de la especie ha sido recogido en la experiencia sacrificial de muchas religiones en las que el grupo sacrifica y ofrece a Dios la vida de algunos de sus miembros (o unos animales sustitutivos) para expresar y fomentar el bien del conjunto (un tipo de paz dentro del grupo). En esa perspectiva, pero en un nivel más alto, podemos entender la muerte de Jesús, que ha entregado su vida al servicio del Reino, pero no como sacrificio fundado en la violencia de Dios, sino, al contrario, como expresión de la gracia de Dios, que libera a los hombres de la fatalidad del destino y de la muerte, haciéndoles capaces de vivir en amor, dando así vida a los otros.
Esta experiencia nos sitúa ante el Sermón de la Montaña, que interpretamos como mensaje para resucitados mesiánicos. Ciertamente, hay otros rasgos valiosos del evangelio, pero pueden quedar en un segundo plano. En el principio se encuentra la experiencia del amor gratuito que los cristianos han de ofrecer y compartir con todo los hombres y mujeres del mundo, antes de preguntarles por su religión, pues la Biblia no es un libro de imposición eclesial, sino de diálogo y comunicación para los cristianos, en apertura de gracia a todos los hombres y a todos los pueblos[6].
Sólo allí donde la vida se regala (muriendo por los otros) puede surgir una experiencia superior de resurrección, esto es, de nueva y más alta humanidad. Dentro del proceso biológico, las plantas y animales que mueren por la evolución desaparecen y no existen más, pues no tienen individualidad, sólo perduran en sus descendientes. De un modo distinto, en la línea del mensaje y pascua de Jesús, los hombres que entregan o regalan la vida por los otros no mueren (de forma que se acaba lo que han sido), sino que resucitan, porque tienen individualidad, son personas concretas, en Cristo, y de esa forma viven precisamente en aquellos a quienes dan la vida, viviendo en el Dios que les acoge, porque él es, por Jesús, Presencia de Vida, resurrección de los muertos.
Entendida así, la resurrección no es algo del fin de los tiempos, cuando se ratifique la justicia escatológica (como pretendían muchos apocalípticos), sino que empieza en esta misma historia, en gesto de comunicación personal. Desde ese fondo se ilumina un elemento clave del mensaje de Jesús, conforme al cual la ofrenda de la vida a los demás (morir por ellos) significa renacer en Dios, en un nivel más alto, para una forma de vida compartida, resucitando al mismo tiempo en los hombres por quienes y para quienes se ha vivido (cf Mt 16, 25; Jn 12, 25).
En este contexto venimos hablando de una nueva humanización, en la que culmina la primera, para añadir que, invirtiendo el modelo de imposición del sistema dominante (que destruye y mata a los excluidos), el evangelio de Jesús sitúa a los hombres (empezando por los pobres y excluidos), en el comienzo de una nueva humanidad, de forma que la vida de los que mueren renace en la de aquellos que siguen viviendo (y en la de todos los resucitados en Cristo). Teniendo esto en cuenta, los cristianos han podido celebrar el Nacimiento de Jesús (Navidad) como fiesta de la Encarnación de Dios, que se introduce en la trama de la historia humana, pero no para seguir estando arriba, como han supuesto algunos, sino para formar parte del mismo despliegue humano, de manera que todo nacimiento personal es Nacimiento-Presencia de Dios (Navidad, encarnación) y toda muerte en unión con los demás es Pascua de Dios (Resurrección, en Cristo y como Cristo).
Muerte y nuevo nacimiento se vinculan, de tal forma que el proceso de evolución de las especies (que podía interpretarse como voluntad de poder) se traduce como despliegue gratuito y creador de vida, como resurrección en medio de la historia. Frente al sistema que se impone por presión, marginando de manera intolerable a los menos afortunados, el camino de encuentro o comunión en gratuidad se abre a todos los hombres y, de un modo especial, a los pequeños y expulsados.
En la evolución de las especies, la correlación entre vivientes está marcada por la ley selección y victoria de los más fuertes o adaptados, en línea de azar y necesidad. Por el contrario, en este contexto de resurrección, la relación entre los hombres y mujeres se define en términos de comunicación gratuita, con el “triunfo” y resurrección de los marginados, las víctimas del sistema (pero no para imponerse por venganza sobre los dominadores, sino para ofrecer a todos vida). Cada uno existe en la medida en que acoge a los demás y se entrega a ellos, en comunión de vida[7].
Una conclusión abierta. Como vengo diciendo, hemos surgido por evolución biológica. En ese nivel vivimos y en ese seguimos naciendo y muriendo, como seres personales, llamados por Dios a ser en y como él, en un mundo del que no podemos salir, pues somos mundo y como individuos nos hallamos inmersos dentro de un breve proceso vital, que empieza con el nacimiento y termina con la muerte. Pero tampoco nos podemos salvar únicamente en este mundo, en su forma actual, si rompemos de raíz nuestra relación con Dios, que es la Vida total de la Realidad, ni tampoco si empleamos métodos de manipulación y dominio, sin abrirnos a la gratuidad originaria de la Vida de Dios (que es raíz de toda vida). Los proyectos de organización puramente eu-genética y técnica que quieren definir al hombre solamente con métodos de ciencia, acaban siendo destructores, pues borran la Presencia del misterio y se oponen la libertad dialogal y creadora de los hombres[8].
Sin duda, las ciencias genéticas pueden y deben ayudar en un plano exterior, de condicionamientos biológicos, pero ellas resultan incapaces de «crear», pues el hombre no es un artificio que se pueda construir y programar técnicamente(como un PC o computadora), sino un viviente que surge en un proceso de engendramiento personal, por la palabra de otras personas que le llaman a la vida, en gesto de comunicación y afecto donde viene a desvelarse la Palabra‒Presencia suprema, pues de la Palabra de Dios nacemos, y en ella nos movemos y existimos.
Hemos nacido así por la Palabra, como seres racionales, capaces de comunicarnos en un plano simbólico, creando redes objetivas de relación familiar y social, económica y administrativa, que pueden precisarse y culminar en forma de sistema. Significativamente, la organización técnica del sistema (con sus planificaciones económicas y administrativas) se ha olvidado o ha dejado muchas veces en un segundo plano este «mundo de la vida», fundado en la Palabra personal y en la libertad de amor, convirtiendo al hombre en pura máquina.
Pues bien, allí donde los hombres nos cerramos en ese nivel de sistema, como piezas de un gran todo, organizado desde fuera, destruimos nuestro ser más hondo, poniendo nuestra esencia (libertad personal) en manos de algo que nosotros mismos fabricamos, para acabar así muriendo. Aquí no es posible la neutralidad: o nos abrimos a un nivel de gracia superior (de comunicación personal, en libertad) o nos destruimos a nosotros mismos. Quizá pudiéramos formularlo de otra manera: o nos dejamos transformar por la Palabra de Dios que es Cristo, revelación de su Presencia, o acabamos en manos de la Bestia o Diablo que nosotros mismos vamos segregando, como parásito que al fin nos devora.
1.- Debemos renacer en gracia, por amor de (y a) los demás. Por eso, si queremos vivir en plenitud debemos retornar en gesto de fe (reconocimiento agradecido) al lugar del nacimiento, esto es decir, al tiempo y lugar en que surgimos como seres personales. Ésta es nuestra tarea, éste el reto de la antropología bíblica: retornar humildemente con nuestro inmenso saber técnico, con las potencialidades del sistema, al lugar del surgimiento y despliegue humano, al mundo de la vida de Dios, que se expresa en cada uno de los seres personales que nacen y crecen en el mundo. Si el sistema triunfara del todo, logrando imponerse desde arriba y fabricar a los hombres como artefactos, el hombre se destruiría, en la línea de condena a muerte anunciada en Gen 2‒3: “El día en que comáis del fruto del árbol de conocimiento del bien y del mal moriréis…”. No es que nos mate o destruya un Dios, sino que nos destruimos nosotros mismos, a pesar y en contra de Dios[9].
2.- Muerte y nacimiento aparecen así vinculadas, como dos momentos esenciales del mismo proceso humano, desbordando el nivel del puro engendramiento biológico, superando el plano de un sistema de pura fabricación. En sentido estricto, los restantes vivientes y animales no nacen ni mueren, pues carecen de autonomía personal, de forma que no son más que partes o momentos de un único proceso genético. Sólo los hombres nacen de verdad, como Presencia personal de Dios, brotando de su Vida a través de la vida y amor de unos padres (de un entorno social, de una iglesia). Por eso, sólo ellos, los hombres pueden morir realmente, pues de verdad han nacido, y en esa línea debemos añadir que la muerte de aquellos que van dando la vida por los otros es muerte pascual, principio de nuevo nacimiento (morimos dando vida a otros y resucitando en ellos, como Jesús, culminando así como personas en la “memoria” de Dios)[10].
Notas
[1] Las propuesta de Jesús pertenecían a la historia del judaísmo, pero, llevadas hasta el límite e interpretadas de un modo universal, como lo hizo la Iglesia, al menos desde Pablo, ellas rompieron los límites y seguridades del judaísmo nacional, de manera que su antropología (su forma de entender al hombre) terminó apareciendo como peligrosa y contraria al imperio de Roma que respondió crucificándole. En esa línea, el Dios de Jesús no es simplemente aquel que crea y resucita a los hombres al fin de los tiempos (conforme a la experiencia de Abraham), sino aquel que ha resucitado ya a Jesús (cf Rom 4, 17.24), iniciando en la misma historia un camino de Reino.
[2] F. Nietzsche (1844‒1900) quiso anunciar la llegada de un hombre nuevo, que no fuera Jesús, un hombre que sería producto de la gran Naturaleza, en una línea de Voluntad de Poder. Un tipo de sistema económico y científico de la actualidad quiere fabricar esa humanidad con la ayuda de su propaganda, en línea de mercado. La genética intenta suscitarlo con sus poderes técnicos…
[3] Sólo así, desarrollando de un modo gratuito su libertad creadora, como resucitados, los hombres podrán superar el riesgo de encerrarse en una cárcel o jaula de hierro que les esclaviza (M. Weber), sin volverse animales de un parque genético donde un club de nuevos sabios decida lo que han de ser y hacer todos. Los hombres no somos esclavos de cárcel, ni animales de parque, sino vivientes libres, por don de Dios, buscando caminos que conducen al jardín de la vida verdadera, en gratuidad y comunicación universal, como resucitados, en Jesús (cf Gen 2-3; Ap 21-22).
[4] En sí mismo, el sistema se extiende por planificación objetiva, en una línea de poder. En contra de eso, la vida personal sólo se expande y logra mantenerse (resucita) en claves de gratuidad, de donación generosa y vida compartida, que se expresa, desde una perspectiva cristiana, en el nacimiento y pascua de Cristo.
[5] Muchos objetan que la oportunidad de los cristianos ha terminado: ellos han tenido XX siglos para expresar su aportación evangélica, configurando la sociedad al modo de Jesús. ¿Por qué no lo han hecho? ¿Por qué han terminado muchas veces defendiendo con su nueva violencia un sistema sacral de violencia? Ciertamente, han existido fallos, y todo parece indicar que un ciclo del cristianismo ha terminado. Pero en otra perspectiva podemos y debemos afirmar que el despliegue cristiano de los siglos precedentes ha sido fructuoso, aunque no ha logrado expresar plenamente el evangelio, pues ha preparado el terreno, ha creado condiciones para que ahora (en el tercer milenio) pueda expresarse la más honda humanización cristiana.
[6] Si empezamos por un tipo de dogmas o estructuras posteriores no podremos dialogar en fraternidad. En esa línea, las religiones monoteístas, podemos volver a nuestro principio (Éxodo judío, Hégira musulmana, Pascua de Jesús), pero sabiendo que cada religión ha de superar todo privilegio propio, buscando el bien de los demás más que el suyo. En esa línea, los cristianos podrían hablar de una “ventaja” cristiana, pero no como ventaja de superioridad, sino de renuncia creadora, pues ellos han de buscar el bien de los demás (como personas y/o grupos) antes que el propio.
[7] El cristianismo celebra ciertamente esta vida en común y lo hace en sus sacramentos (bautismo, eucaristía), pero sabiendo que no está la vida al servicio de los sacramentos, en cuanto separados, sino al contrario: están los sacramentos al servicio de la vida, que aparece así como experiencia de comunicación que supera las fronteras de la muerte, de manera tolerante y creadora. Me he tomado la libertad de desarrollar algunos pensamiento de G. Theissen, La fe bíblica.Una perspectiva evolucionista Verbo Divino, Estella 2002.
[8] Retomo la lectura bíblica de F. Rosenzweig, La Estrella de la redención, Sígueme, Salamanca 1987, y de mi libro Dios o el dinero. La economía bíblica, Sal Terrae, Santander 2018.
[9] En ese aspecto venimos suponiendo que cada nacimiento humano es una Creación, un momento de la Generación divina. Llegados aquí, debemos reformular la declaración básica del Credo de Constantinopla (año 381 d.C.), diciendo que somos “engendrados, no creados desde fuera”; no somos fabricados como una cosa más, sino que nacemos de Dios como don o regalo único de vida de otros hombres, igual que Jesucristo, es decir, por él.
[10] De esa forma se vinculan nacimiento y muerte, pero de tal forma que la muerte no es un simple retorno al nacimiento, sino resultado de un proceso de generación creadora por el que nos hemos introducido, de un modo personal, en la Vida que es Dios. No volvemos pues al principio, como si nada hubiera sucedido; no podemos olvidar lo que hemos hecho, ni abandonar las experiencias del camino, ni perder nuestra identidad personal, es decir, cristiana. La muerte del creyente no es un simple (vuelve el polvo al polvo, sube el alma al cielo…), sino plenitud del camino realizado en Dios, es decir, resurrección, de forma que por ella llegamos a ser lo que somos: Personas que vienen de Dios y en Dios pueden culminar, alcanzando forma su existencia verdadera, en relación con los demás.
Tener una homilía sobre la Sabiduría de Dios y el Verbo de Dios constituye siempre un gran desafío.
Una buena escapatoria (Efesios 1,3-6.15-18)
El sacerdote puede refugiarse en la segunda lectura. Aunque tampoco es demasiado fácil, contiene ideas importantes, fáciles de entender y que debemos poner en práctica: bendecir a Dios por todos los bienes que nos ha concedido, especialmente por ser sus hijos; darle graciaspor todas las personas buenas que nos han ayudado y siguen ayudando con su ejemplo y su fe; pedirle conocer cada día más y mejor a su hijo Jesucristo, para amarlo y seguirlo. Con esto podrían volver los fieles a sus casas más que satisfechos.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos. Él nos eligió en Cristo, antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor. Él nos ha destinado por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.
Por eso, habiendo oído hablar de vuestra fe en Cristo y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mis oraciones, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.
La visión optimista sobre la Sabiduría (Eclesiástico 24,1-4.12-16)
Las conquistas de Alejandro Magno, a finales del siglo IV a.C., supusieron una gran difusión de la cultura griega. En Judea, como en todas partes, los griegos ejercían un influjo enorme: cada vez se hablaba más su lengua, se imitaban sus costumbres, se construían edificios siguiendo su estilo, se abrían gimnasios, se enseñaba la doctrina de sus filósofos. Los judíos, al menos la clase alta, estaban encandilados con la sabiduría de Grecia. Sin embargo, algunos autores no compartían ese entusiasmo. Para ellos, la sabiduría griega era un producto reciente, obra del ingenio humano, y tenía su templo en un lugar pagano: Atenas. La verdadera sabiduría es eterna, procede de Dios, y reside en Jerusalén. Esto es lo que dice Jesús ben Sira, autor del libro del Eclesiástico, con un optimismo fuera de lo común.
La Sabiduría existe desde el principio, creada por Dios antes de los siglos; reside en la asamblea del Altísimo, donde es alabada, admirada y bendecida por todos. Entonces Dios decide que traslade su morada a Jerusalén, la ciudad santa y amada, y echa raíces en la porción del Señor. Ni una nube ensombrece el horizonte. La relación entre la Sabiduría eterna y el pueblo de Israel es perfecta.
La sabiduría hace su propia alabanza, encuentra su honor en Dios y se gloría en medio de su pueblo. En la asamblea del Altísimo abre la boca y se gloría ante el Poderoso.
El Creador del universo me dio una orden, el que me había creado estableció mi morada y me dijo: «Pon tu tienda en Jacob, y fija tu heredad en Israel». Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y nunca jamás dejaré de existir. Ejercí mi ministerio en la Tienda santa delante de él, y así me establecí en Sión. En la ciudad amada encontré descanso, y en Jerusalén reside mi poder. Arraigué en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad.
La visión pesimista/optimista sobre el Verbo de Dios (Juan 1,1-18)
Aunque en la Iglesia primitiva se identificó a Jesús con la Sabiduría De Dios, el autor del cuarto evangelio prefiere el término lógos, que a veces se traduce por «Palabra» (término muy frecuente en la teología judía de la época, con claras referencias a los antiguos profetas que recibían la palabra del Señor y la proclamaban) y otras veces por Verbo, como prefiere la última revisión litúrgica.
El Prólogo comienza hablando de ese Verbo con el mismo optimismo que el Eclesiástico: existía desde el principio, estaba junto a Dios, era Dios, todo fue hecho por medio de él, en él había vida y era luz de los hombres.
Pero, cuando Dios decide que el Verbo venga al mundo, «el mundo no lo conoció». Nisiquiera Israel, su propio pueblo. «Vino a su casa y los suyos no lo recibieron». Estamos en las antípodas de esa Sabiduría acogida y alabada de la que hablaba el libro del Eclesiástico.
¿Fracaso total? No. Algunos están dispuestos a recibirlo, se convierten en hijos de Dios y contemplan su gloria, lleno de gracia y de verdad.
Jesús es el mayor regalo de Dios, idea que encaja muy bien uno o dos días antes de la fiesta de los Reyes. Por desgracia, muchos no aprecian ese regalo y lo rechazan. Quienes lo acogemos tenemos motivos de sobra para agradecer la venida de «este Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad».
En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Apéndice:La historia de la Sabiduría de Dios
1ª etapa: la Sabiduría junto a Dios desde el comienzo (Proverbios 8,22-36).
El Señor me estableció al principio de sus tareas,
al comienzo de sus obras antiquísimas.
En un tiempo remotísimo fui formada,
antes de comenzar la tierra.
Antes de los océanos fui engendrada,
antes de los manantiales de las aguas.
Todavía no estaban encajados los montes,
antes de las montañas fui engendrada.
No había hecho aún la tierra y la hierba
ni los primeros terrones del orbe.
2ª etapa: la Sabiduría y la creación
Cuando colocaba el cielo, allí estaba yo;
cuando trazaba la bóveda sobre la faz del océano;
cuando sujetaba las nubes en la altura
y fijaba las fuentes abismales.
Cuando ponía un límite al mar,
y las aguas no traspasaban su mandato;
cuando asentaba los cimientos de la tierra,
yo estaba junto a Él, como aprendiz, yo era su encanto cotidiano,
todo el tiempo jugaba en su presencia;
jugaba con la bola de la tierra
disfrutaba con los hombres.
Tercera etapa: la Sabiduría se instala en Jerusalén (Eclesiástico, 24).
Por todas partes busqué descanso
y una heredad donde habitar.
Entonces el creador del universo me ordenó,
el creador estableció mi morada:
Habita en Jacob, sea Israel tu heredad.
En la santa morada, en su presencia ofrecí culto
y en Sión me establecí;
en la ciudad escogida me hizo descansar,
en Jerusalén reside mi poder.
Eché raíces entre un pueblo glorioso,
en la porción del Señor, en su heredad.
Sin embargo, cabe la posibilidad de que algunos rechacen los consejos de la sabiduría. De hecho, muchos judíos no aceptaban este mensaje. Otro autor presenta a la Sabiduría como una mujer que se queja de no ser escuchada (Proverbios 1,22-25).
Os llamé, y rehusasteis;
extendí mi mano, y no hicisteis caso;
rechazasteis mis consejos,
no aceptasteis mi reprensión.
En resumen: la sabiduría de Dios está junto a él desde el principio, lo acompaña en el momento de la creación, disfruta con los hombres, se establece en Israel. Pero muchos no disfrutan con ella. Prefieren seguir otro camino, no le hacen caso.
Muy a menudo Dios se nos presenta con una sencillez que nosotros hacemos complicada. Oímos que el Verbo se hizo carne. Y, aunque sepamos qué son los verbos y qué es la carne, la verdad es que parece un misterio bien complicado.
Quizás podemos pararnos a mirar a Jesús como una palabra de Dios. La palabra que pronuncia Dios Padre con su propia voz, se hace real y existe para otros.
Todas las personas que hablamos una lengua no lo hacemos de la misma manera. Hablamos un dialecto (según la zona geográfica), un sociolecto (según la clase social o la edad, por ejemplo), utilizamos un registro más formal o más coloquial. Pero a parte de estas características, hay una manera propia de hablar de cada uno: cada persona usa más unas expresiones y menos otras, repite mucho un término, tiene muletillas… sin ninguna razón. A esto le llamamos “idiolecto”. Es lo más propio de nosotros.
En Jesús escuchamos el idiolecto de Dios. Jesús es la palabra gestada en el interior de Dios, es el deseo de expresión y de comunicación de Dios, el sonido pronunciado por la misma voz de Dios. Es la palabra que queda entre nosotros, que a nuestra vez podemos escuchar, acoger, dejar que haga efecto, que nos impregne, nos despierte, nos remueva, que resuene.
Sabemos bien que las palabras pueden ser dichas sin pensar o salir con la forma que les ha dado pasar un tiempo largo en el corazón. Que pueden alentar o aplastar, humillar o amar, ser dichas para demostrar o para compartir, hacer transparente u ocultar.
La Palabra de Dios, Jesús, es luz, es vida, es gracia, es plenitud para la humanidad.
Oración
Padre, que sepamos pronunciar las palabras de vida que tu Espíritu Santo gesta en nosotras, que sepamos escucharte en la Palabra que has pronunciado en tu Hijo Jesús.
Comentarios desactivados en Antes del tiempo existías, eras Palabra de Dios.
Jn 1,1-18
El misterio de la encarnación no es cosa de niños sino algo muy serio. Tan serio que en él nos va la Vida. Retomamos la idea central de la Navidad: La palabra se hizo carne, se hizo vida, se hizo luz. La encarnación es la verdad fundamental del cristianismo, pero no siempre la hemos entendido bien. Estamos sin duda ante la página más sublime de toda la literatura universal que yo conozco. Se trata de himno cristológico anterior a la redacción del evangelio, fruto de la experiencia de una comunidad eminentemente mística. Es una condensación de todo el evangelio. Es prólogo pero podía ser epílogo.
Me parece una osadía atreverme a comentar este texto. Ni tengo la preparación filosófica y teológica suficiente ni la experiencia mística requerida para hincarle el diente. El único consuelo es saber que lo que yo digo no es palabra de Dios, sino solamente un apunte provisional que pueda ayudar a alguno a encontrar la dirección de su propia búsqueda. Querer expresar una experiencia mística con palabras es sencillamente imposible, por eso se recurre a un lenguaje simbólico, poético que violenta el sentido normal de las palabras.
El primer versículo nos dice ya tres cosas sobre Dios y el Logos: Que el Logos está en el origen (en el principio ya existía la Palabra). Que los dos estaban volcados el uno sobre el otro (la Palabra estaba junto a Dios). Que aunque distintos uno y otro eran lo mismo (la Palabra era Dios). No se trata de conceptos trinitarios posniceanos. Al comenzar con la misma palabra que el Génesis, nos está diciendo que la encarnación no es el comienzo de algo nuevo, sino la culminación de la creación. El Logos no comenzó, porque es el origen de todo. Luego se hace carne (comienza a ser en el tiempo) para terminar la creación del hombre. Archno significa principio de tiempo sino origen, fundamento.
La traducción de Logos por Palabra no creo que sea la más adecuada, porque se pierde la originalidad del concepto que quiere trasmitir el texto. La palabra Logos ya existía, pero el concepto al que quiere aludir es nuevo. Esta palabra se encuentra por primera vez en Heráclito. s. VI a C, (precisamente en Éfeso, donde parece que se escribió este evangelio) y significaba la realidad permanente dentro del devenir de la realidad material (panta rei). La utilizan los estoicos, Platón, y Filón de Alejandría que la emplea 1.200 veces en sus escritos. En el NT tiene un amplísimo significado; desde palabra engañosa hasta el sentido cristológico único del prólogo que estamos comentando.
Repito que aquí el concepto es original; no deducible de las distintas tradiciones. Ese concepto no se vuelve a repetir ni siquiera en Juan. El concepto es incomprensible sin la experiencia pascual. Sin una experiencia mística no se puede acceder al significado que se quiere expresar. Podíamos decir que es el Proyecto eterno que en un momento dado se ejecuta. Dios crea por medio de su Palabra. También nos puede ayudar a comprender lo que quiere decir la idea de Sabiduría preexistente de los libros sapienciales.
Es muy interesante la expresión: “junto a Dios“ (pros ton qeon)= vuelto hacia, volcado sobre. Expresa proximidad pero también distinción. Está en íntima unión por relación pero que no se confunda con Dios. Se deja un margen para el misterio. Este dato no siempre lo hemos tenido en cuenta… En griego (Kai qeos en o Logos) y en latín (et Deus erat Verbum), no se dice sólo que la Palabra era Dios, sino también que Dios era la palabra. qeos está aquí sin artículo. Podíamos traducir: lo que era Dios, lo era la Palabra. Para los judíos, Dios era el totalmente trascendente; no podía haber otro. Para los helenistas, el peligro era el politeísmo. Por eso nos dice que ni es una “mónada” ni son dos seres.
“Por medio de la Palabra se hizo todo”. En el AT Dios crea siempre por su Palabra. No se trata de un sonido que emite Dios. Otra vez tenemos que ir más allá del concepto primero. Nos está diciendo que el Logos es origen de todo. Con una redundancia, intenta llevarnos más allá de la misma palabra. Al margen de Dios y del Logos, no existe nada. No se trata solo de lo que existe en el tiempo, sino de todo lo que existe en absoluto.
“En la Palabra había Vida, y la Vida era la luz de los hombres”. No llegamos a la Vida a través de la luz, sino al revés. Aquí Jesús no es un Maestro que nos trae salvación con su enseñanza (como se da a entender en otras cristologías) sino Vida que nos lleva a la comprensión total viviéndola. Para nuestra Vida espiritual, este concepto es clave. Vivir es anterior a comprender. Sin vivencia no se puede comprender nada de Dios.
“Y la tiniebla no la recibió. El mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron”. Esta insistencia tiene que hacernos reflexionar. En Jn se percibe esa lucha incesante entre la luz y la tiniebla. Era una idea que flotaba en el ambiente de la época. En un escrito de Qumrán se dice: Que la luz no sea vencida por las tinieblas. Ni siquiera los suyos fueron capaces de descubrirla. Tenemos aquí el primer reproche al pueblo judío que no fue capaz de ver en Jesús la Vida que podía llevarle a la comprensión de la ley.
Pero a cuantos la recibieron… Vemos que lo anterior era una exageración. Unos no la recibieron pero otros sí la recibieron. Se habla aquí de creer en sentido bíblico. No se trata de la aceptación de verdades sino de la aceptación de su persona. Sería: A los que confían en lo que significa Jesús, les da poder para ser hijos de Dios. Tenemos aquí la buena noticia. El que cree es engendrado como hijo de Dios. En Juan, se advierte una diferencia clara en el concepto de hijo cuando se dice de Jesús y cuando se dice de otros. Para designar a Jesús dice uios y tekna para designar a otros, se emplea aquí y en Jn 11,52.
Es muy importante aclarar, en lo posible, este concepto. En AT se usa la expresión “hijo de Dios” para referirse a los ángeles, al rey y al pueblo. Estos conceptos no sirven ni para aplicarlos a Jesús ni a los demás hombres. Nos dan una pista para poder comprender lo que quiere decir Juan. En el AT, el término hijo, se empleaba con sentido mesiánico. Se decía del enviado a cumplir una tarea de salvación en nombre de Dios. Esta idea, unida a la de la Sabiduría, pudo dar origen al concepto de “Hijo”, ser preexistente vuelto al Padre.
Para los semitas “ser hijo” es, sobre todo, reproducir lo que es el padre, imitar, salir al padre, obedecer. En Jn 5,19 se dice: “Un hijo no puede hacer nada que no vea hacer al padre”. Se descubre que Jesús es Hijo porque actúa como Dios, no porque conozcamos su naturaleza. De ahí que todo el que se adhiere a Jesús y actúa como él, se hace hijo. En contra de lo que se ha intentado tantas veces, no podemos llegar por razonamiento al conocimiento de Jesús como hijo de Dios. Jesús no es hijo de Dios como yo soy hijo de mi padre. Lo importante no es nacer de la carne y de la sangre, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne. Meta de todo lo anterior. Se trata de una nueva presencia de Dios. Dios no está ya en el templo, ni en la tienda del encuentro. Ahora está en Jesús. No se identifica Palabra y Jesús. Se deja un margen para el misterio. Para la antropología semita hombre-carne, hombre-cuerpo, hombre-alma, hombre-espíritu, son aspectos de una solo realidad, el hombre. Se hizo hombre-carne; limitado pero susceptible de Espíritu. Se hizo carne, sin dejar de ser Logos, sin dejar de estar volcado sobre Dios.
“Y habitó entre nosotros”. “eskenosen” significa plantar una tienda para vivir en ella. Hace referencia a la presencia de Dios entre pueblo (tienda del encuentro). También de la Sabiduría se dice: “Habita en Jacob, pon tu tienda en Israel”. Siendo uno de nosotros, levantando su tienda en nuestro propio campamento, hizo presente y visible a Dios.
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Quien a mí me hace Dios, la santa voluntad de Dios traiciona (Goethe)
Domingo II después de Navidad
Jn 1, 1-18.
La Palabra se hizo hombre y acampó entre nosotros.
La Liturgia acaba de inaugurar el añonuevo con la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios. En Gálatas 4, 4, Pablo nos recuerda que “Dios envió a su hijo, nacido de mujer”. Theotokos –la Deípara- es el título que el Concilio de Éfeso (431) dio María en referenia a su maternidad divina. Un grave error teológico, que habría que corregir borrándola del calendario.
Casaldáliga nos dice de ella que el Verbo se hace carne en el vientre de su fe, y entonces sí podemos considerar que en su seno se engendra algo divino. Su mejor título, como el de toda mujer madre sin duda, el de haber dado a luz un ser humano. Todo lo demás, tinieblas de misterio.
Si Juan Evangelista hubiera conocido al toledano Rafael Morales (1918-2005), posiblemente nos hubiera puntualizado su “se hizo hombre” apostillándolo con esta estrofa de un Soneto al Jesús consustanciado por elementos terrenales en el vientre de su madre. De los mismos que hemos sido hechos el resto de los mortales:
El alba tomó cuerpo en tu figura, el aire se hizo carne, los rosales para crear tu piel silente y pura.
Y entonces, como dioses que somos, habremos nacido en nuestra paria, no en el exilio, como reza la novela del rumano Vintila Horia. Una tierra de esperanza que se abre a un horizonte de perspectivas infinitas. Aquí ninguna criatura es apátrida. Todas son terrenales. Sólo las celestiales, si existieran, pudieran considerarse como extrañas.
Quiero ser como él, hombre y sólo hombre, sin ribetes divinos. Pues considero con Goethe que
Quien a mí me hace Dios, la santa voluntad de Dios traiciona.
De todas las nominaciones de Dios, la más notable y sustanciosa es la de Palabra. Sólo ella se hizo encarnación en las entrañas de María. Siento la mía Dios por endiosarse en carne. Por hacerse hijo de él e hijo de María.
Permite Madre que repose mi cabeza en tu seno, y sienta dentro de él lo que con tanta claridad perennemente siento fuera. A Jesús, con el que siempre me encuentro en todas partes cuando recorro todos los caminos de la vida. Déjame que escuche el amor expresado en sus latidos. Quiero sintonizar con ellos y luego hacer que suenen en el bosque del Universo entero los suyos, los tuyos –y por qué no-, los míos.
En su primera intervención navideña, el rey Felipe VI pronuncia un discurso cuyas constreñidas fronteras peninsulares me permito transpasar y elevar algunos de sus contenidos a tono universal. Cualquier religión podría hacerlos suyos y reconocer como propia la resonancia espiritual que los impregna: “Es evidente –ha dicho- que todos nos necesitamos. Formamos parte de un tronco común del que somos complementarios los unos de los otros pero imprescindibles para el progreso de cada uno en particular y de todos en conjunto.
¿No es ésta, acaso, ecuménica música de Evangelio dirigida a todos los que quieren escucharla? ¿O quizás a ninguno?
QUIEN ME HACE DIOS, A DIOS TRAICIONA
¿Un Dios aquí en la Tierra? Lo dijeron los hombres y huyeron las montañas y los bosques. Las aves emprendieron fugaz vuelo y este Globo quedó yermo de vida poblado de desiertos.
La propia raza humana en desvarío, lo reencarnó en uno de los suyos, y todos menos él se lo creyeron.
Un Dios aquí en la Tierra: ¡qué locura!
La vida andaba triste en aquel tiempo buscando por el mundo cementerios.
-“¡Un Dios humano!” lamentaba.
…………………………….
Regresaron las aves. Los bosques y montañas repoblaron de vida los desiertos cuando Jesús pensando en el silencio, como de él cantó Goethe, alzó la voz y dijo:
-“Quien a mí me hace Dios, la santa voluntad de Dios traiciona”.
Comentarios desactivados en El poder de ser hij@s de Dios.
Jn 1,1-18
El prólogo del evangelio de Juan nos invita experimentar desde la hondura del corazón el misterio de la iniciativa divina de crear, sostener y acompañar al ser humano. Una iniciativa que se hace Palabra en la vida de Jesús de Nazaret. Una Palabra que se hace frágil y vulnerable a la espera de quien se atreva escucharla, a creer en ella.
El evangelista se aventura en la difícil tarea de expresar una certeza difícil de comunicar: Dios busca el encuentro con el ser humano desafiando cualquier obstáculo, resistiendo cualquier tormenta, afrontando el desafío de mostrarse humano.
En la Palabra está la Vida
Nombrar a alguien es reconocer que existe, que está ahí y su presencia es importante. La palabra que Dios pronuncia en nuestra vida, en la de cada una o cada uno, nos hace singularmente valiosas/os porque es gratuita y profundamente amorosa. En Jesús esa palabra se escribe con mayúscula, pero no por su excepcionalidad o su perfección sino porque la calidad y hondura de su humanidad transparenta lo que es Dios.
En su itinerario vital se fueron tejiendo juntos el misterio y lo cotidiano porque, como dice A. Torres Queiruga “Jesús vivió la filiación tentado, encarnada en la conducta, presentida en la misión y experimentada en la oración”. Así pudo dejar a Dios ser Dios en él. Así pudo ser Palabra de Vida en sus encuentros, en sus gestos y palabras. Y así, hoy podemos acoger en la fragilidad de nuestra existencia el Misterio como lo hizo Nicodemo, como lo hizo la mujer samaritana (Jn 3, 1-21; Jn 41-42), recibiendo las preguntas y construyendo poco a poco las respuestas.
La Palabra es la luz
La luz no tiene fronteras, no se deja atrapar, permanece ahí, aunque la ignores. La luz permite ver, reconocer y encontrar, por eso, Juan afirma que Jesús es la luz porque a pesar de las tinieblas que muchas veces nos rodean, en él podemos vernos, reconocernos, encontrarnos (Jn 8, 12).
La luz es también un símbolo que nos permite intuir el abrazo amoroso de Dios a cada ser humano porque la luz al existir rodea y calienta el mundo. Como la suavidad de una vela encendida, como la fuerza de un fuego reconfortante en la oscuridad de la noche, como la fecundidad del rayo de sol que nutre los campos así es el Dios de la vida, el Dios que crea por amor, el Dios que se hace en Jesús salud, misericordia y perdón. Así, lo experimentaron quienes se acercaron a él para liberar su vida del sufrimiento y la debilidad como el paralitico o la mujer adúltera (Jn 5, 1-9; Jn 8, 1-11).
Cada amanecer vemos llegar la luz como testigo de una promesa, de la posibilidad que ofrece el nuevo día. Cada atardecer se esconde llena de colores y formas dejando un recuerdo único de su presencia. Ese dinamismo de la luz del día es como el de nuestra propia vida que cada mañana se hace promesa, para recogerse en la noche como memoria agradecida de la existencia.
Así también Jesús se hace luz del mundo invitándonos, a confiar, a permanecer en el amor de Dios Padre/Madre como él lo hizo incluso en los momentos oscuros (Jn 15, 1-8). Un amor que no nos adormece con bellas palabras sino un amor que se enraíza en nuestra fragilidad, que nos hace fuertes, que nos hace mejores, porque ilumina lo que somos y nos recuerda que en Dios tenemos siempre un hogar.
La palabra habita entre nosotr@s
Acoger la Palabra que habita entre nosotras/os es, por tanto, consentir en ser hijas e hijos de Dios, reconocernos hermanas y hermanos, ser familia de fe y de destino. Pero esa filiación es un don y una tarea que nos compromete desde la libertad única que nos constituye.
Cuando Jesús anuncia el Reino es a eso a lo que invita, a hacer posible un mundo nuevo creado lazos, sanando corazones, acompañando sueños, posibilitando vidas. Porque ese es el deseo de Dios cuando decidió poner su tienda entre los seres humanos. No es cuestión de propósitos sino de hacer de la vida un propósito. No se trata de alcanzar perfecciones imposibles, sino de hacernos a nosotras/os posibles y accesibles para los/as demás (Jn 1, 16).
Por eso, cumplir la voluntad de Dios o ver su gloria (Jn 1, 14) no es otra cosa que descalzarnos ante un pesebre y disponernos a ser lo mejor de nosotros/as mismos/as para salir al encuentro del otro. El camino no será fácil, pero no caminaremos a oscuras porque confiamos en ese Amor con mayúsculas que aquella primera Navidad se hizo visible entre el llanto y la sonrisa de un niño.
Nuestro poder es sabernos hij@s de un Dios así (Jn 1, 12). A Dios nadie lo ha visto pero siguiendo a Jesús de Nazaret, acogiendo su Palabra y su propuesta podemos encontrarlo pues, parafraseando a L. Boff, sabemos desde el corazón que alguien tan humano solo puede ser Dios.
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