Pensar y vivir en su presencia
Del blog de Henri Nouwen:
En mi concepto, orar no significa pensar en Dios en vez de pensar en otras cosas, ni dedicarle tiempo a Dios con otras personas. Más bien, la oración significa pensar y vivir en presencia de Dios. Tan pronto como comenzamos a separar nuestros pensamientos acerca de Dios de los pensamientos acerca de diversas personas y situaciones, retiramos a Dios de nuestra vida diaria y lo colocamos en un pequeño nicho de santidad, en donde pensamos cosas santas y experimentamos sentimientos también santos. Aunque es importante, e incluso indispensable, para la vida espiritual dedicar tiempo exclusivamente para Dios, la oración sólo puede convertirse en un ejercicio incesante cuando todos nuestros pensamientos -hermosos o feos, elevados o bajos, enaltecedores o vergonzosos, tristes o felices- pueden estar en la presencia de Dios. Así, convirtiendo nuestro incesante pensar en una oración para Dios, pasamos de propiciar un monólogo, centrado en nosotros mismos, a generar un diálogo, centrado en Dios.
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Henri Nouwen,
Momentos de paz…
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