Envejecer…
«Cuando los signos de la edad marquen mi cuerpo,
y más aún cuando afecten a mi mente,
cuando la enfermedad que vaya a disminuirme
o a causarme la muerte
me golpee desde fuera o nazca en mi interior;
cuando llegue el doloroso momento
de tomar conciencia de pronto
de que estoy enfermo o envejeciendo;
y sobre todo en ese último momento
en que sienta que pierdo el control de mí mismo
y que estoy absolutamente inerte en manos
de las grandes fuerzas desconocidas
que me han formado;
en todos esos oscuros momentos, oh Dios,
concédeme comprender que eres tú
-supuesto que mi fe sea lo bastante fuerte-
quien está separando dolorosamente
todas y cada uno de las fibras de mi ser
para penetrar hasta la médula misma
de mi esencia y llevarme contigo».
*
Pierre Teilhard de Chardin
***
Comentarios recientes