Magda Bennásar: De gestaciones.
Lenguaje típicamente femenino, resulta incluso extraño en contextos litúrgicos.
De eso se trata, de visibilizar, dar nombre y con ello dar vida a tanta riqueza y sentido dejado en tinieblas, en la mentira, por intereses y mezquindades.
El icono de Adviento, por excelencia, es el de una mujer gestante. La vida que está latiendo en ella es metáfora para que comprendamos y tomemos consciencia de que en esa gestación estamos todos y todo.
Se nos invita a entrar en ese silencio habitado, para experimentar, al unísono, el latido de lo divino en nosotros, dentro de nosotros.
Conectar, atender, escuchar ese silencio es un regalo que tendríamos que hacernos las personas que cuidamos la espiritualidad, para no detener la gestación de la vida en todo.
¿Por qué tenemos emergencia climática? Es evidente, que al no aprender a escuchar la vida en todo, hemos “utilizado” y así abusado, violado la vida en el planeta y en las personas.
La espiritualidad se confundió con devociones… craso error de religiones que finalmente empiezan a reaccionar.
Detendrá el aborto de la vida en el universo quien la deje gestar en sí misma. La vida de Dios y la del universo y la nuestra es la misma vida, la Vida.
Son días sagrados, de andar de puntillas, para que el ruido de nuestros egos no impida que oigamos el latido real de todo, en todo, y en todos.
Sin Adviento no hay Navidad. Sin gestación no hay nacimiento. Sin espiritualidad seria no hay vida.
Proponemos desde nuestro blog una cadena de silencio consciente, por la mañana y por la tarde/noche, sabiendo que esta consciencia nos conecta al universo que no sólo desde el “kairos” o tiempo de Dios se está gestando, también hoy sabemos que desde el “kronos” o tiempo real podemos cambiar el rumbo de la vida.
Os invitamos, a sentirnos y respetarnos y respetar a todo desde el silencio que marcan los amaneceres y anocheceres, y que la liturgia ha marcado como tiempos en que todo se detiene para orar, para entrar en silencio en el misterio de la gestación de la vida.
La vida gestante escucha el latido del corazón que le da vida. ¿Y nosotros?
Aprendamos del proceso de gestación como si de una liturgia se tratara.
¡Feliz Adviento!
Magda Bennásar Oliver, sfcc
Fuente Fe Adulta
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