Digna heredera del activismo de su abuela: la nieta de Dorothy Day, sentenciada a prisión por allanamiento de base de armas nucleares
Martha Hennessy es una de los siete ‘Plowshares de Kings Bay‘, pacifistas católicos
Sentenciada el 13 de noviembre a 10 meses de prisión por irrumpir en la Base Naval de Kings Bay en Georgia, hace dos años, para protestar por sus reservas de armas nucleares, ha alegado querer “evitar un holocausto nuclear”
Todos los miembros del grupo de los siete han sido condenados a libertad condicional y a devolver a la base nuclear un total de 33.500 dólares en daños y perjuicios
Henessy trabaja acompañando a personas sin hogar y desfavorecidas en una de las casas del Movimiento del Trabajador Católico, fundado por su abuela
22.11.2020 Lucía López Alonso
“Quería evitar un holocausto nuclear”. Así se ha defendido la americana Martha Hennessy, una nieta de Dorothy Day, al ser sentenciada el 13 de noviembre a 10 meses de prisión por irrumpir en la Base Naval de Kings Bay en Georgia, hace dos años, para protestar por sus reservas de armas nucleares.
La descendiente de Dorothy Day (fundadora del Movimiento del Trabajador Católico considerada por muchos ya una verdadera ‘santa’) es una de los pacifistas católicos (laicos y religiosos) a los que se les conoce como los siete ‘Plowshares de Kings Bay‘. A sus 65 años, en definitiva, es famosa en Estados Unidos por su activismo.
Todos los miembros del grupo de los siete han sido condenados a libertad condicional y a devolver a la base nuclear un total de 33.500 dólares en daños y perjuicios.
‘Conspirando’ contra la guerra nuclear
Dorothy Day con su nieta Martha Hennessy
Como ha explicado el National Catholic Reporter, se acusa a Hennessy de destrucción de la propiedad y conspiración. El movimiento habría derramado sangre sobre una insignia de la Marina, en la pared, y dejado también pintadas con mensajes antinucleares.
Si en los años 60 Day se manifestó constantemente contra la guerra (también la nuclear), en la actualidad su nieta sigue luchando por la erradicación de las armas atómicas. Además, Henessy trabaja acompañando a personas sin hogar y desfavorecidas en una de las casas del Movimiento del Trabajador Católico. Concretamente en la del vecindario de Bowery en la ciudad de Nueva York, donde Day vivió y murió.
Antes de conocerse la sentencia, Hennessy afirmó que sintió su acción como un “ejercicio religioso”. Estableciendo un paralelismo con la fuerza con la que Jesús de Nazaret expulsó a los mercaderes de las puertas del tempo de Jerusalén.
Fuente Religión Digital
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