Duro revés: Cámara rechaza el proyecto de ley sobre educación sexual integral
El proyecto incorporaba como categorías protegidas y como temáticas educativas a la orientación sexual, la identidad y la expresión de género.
La Cámara de Diputadas y Diputados rechazó por falta de quórum el Proyecto de Ley sobre Educación Sexual Integral, pasando por alto que la iniciativa “venía a mejorar la calidad de vida de docentes y estudiantes, además potenciar el cambio cultural a favor del respeto a todas las orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género”, señaló el Movilh
El Movilh, que propuso en la Comisión de Educación de la Cámara indicaciones para incluir en la ley a la orientación sexual, la identidad y la expresión de género, añadió que “es lamentable como la clase política opta por mantener y perpetuar la carencia de una educación sexual integral, lo que impacta negativamente en la salud sexual y reproductiva, la discriminación y los derechos humanos”.
Si bien el pasado jueves la sala aprobó en general el proyecto de ley; con 71 votos a favor; 65 en contra y 2 abstenciones; en una segunda votación no alcanzó el quórum de 4/7 para avanzar: hubo 73 votos a favor, 62 en contra y dos abstenciones.
En medio de una campaña desinformativa y del terror impulsada por grupos evangélicos y ONGs Anti-derechos que recurren a datos y noticias falsas para imponer sus puntos de vistas, muchos legisladores no lo hicieron mejor.
Ejemplos son los diputados Jorge Sabag (DC); quien calificó al proyecto como totalitario, y el Evópoli Sebastián Álvarez, quien llegó al extremo de sostener que “esta es una propuesta abiertamente totalitaria, este proyecto es totalmente ant-iliberal porque no respeta la libertad de los padres ni de los colegios”,
Añadió que la iniciativa “entra en evidente contradicción con muchos idearios educacionales totalmente legítimos y válidos. Esta uniformidad se manifiesta en ciertos objetivos y lineamientos obligatorios para todos los establecimientos educacionales, públicos o particulares, en consonancia con ideas progresistas como el fomento por el respeto de la diversidad y la no discriminación, especialmente basada en el sexo, orientación sexual, identidad y expresión de género (…) o el desarrollo de una sexualidad libre (…) o en el simple reconocimiento del género que incluso se incorporó en el título del proyecto. Imponer visiones como las anteriormente señaladas es imponer una visión abiertamente totalitaria, cuya oposición no pasa por declararse conservador o liberal. Es más este proyecto es totalmente anti-liberal, pues no respeta ni la libertad, ni la de los padres, ni la de los colegios”.
Para el Movilh, “este sujeto está diciendo que la educación en el respeto a la diversidad social y a las personas LGBTI es autoritario y una falta de respeto. Critica que la diversidad y solo quiere que se valide la heterosexualidad. Esto demuestra hasta dónde persiste la discriminación y odio, problemas que potencian nada más, ni nada menos que algunos legisladores”.
La diputada Camila Rojas, que impulsó el proyecto en la Comisión de Educación, reaccionó por twitter señalando que “rechazado y archivado el proyecto. Este Congreso solo ha dilatado la necesaria discusión de una ley moderna de Educación Sexual. Solo queda seguir empujando este proyecto que más temprano que tarde será ley, aunque a los conservadores les moleste”
De acuerdo a los Informes Anuales de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género, desde 2002 al 2019 unos/as 784 estudiantes o docentes han visto vulnerados sus derechos en sus establecimientos educacionales a raíz de la homofobia y la transfobia, “esto en un contexto donde solo el 8% se atreve a denunciar”, precisó el vocero del Movilh, Óscar Rementería.
El proyecto de ley establecía en su artículo 2 que “desde el primer nivel de transición de educación parvularia hasta cuarto año de educación básica, el foco estará en la afectividad, el au-tocuidado, el autoconocimiento y la prevención del abuso sexual infantil. Asimismo, a partir del quinto año de educación básica, o su equivalente, se abordarán aspectos biológicos, socioculturales, psicosociales de la sexualidad y temáticas encaminadas a la prevención de las infecciones de transmisión sexual, del embarazo adolescente y el abuso sexual, la violencia y el maltrato, el respeto por la diversidad y la no discriminación respecto de la orientación sexual e identidad de género, así como los diversos métodos anticonceptivos existentes y autorizados en Chile, entre otros, de acuerdo a cada ciclo educativo”.
“Para cumplir con lo anterior, el Ministerio de Educación incorporará Objetivos de Aprendizaje Transversal a las Bases Curriculares y Objetivos de Aprendizaje a las asignaturas ya existentes, incluyendo propósitos explícitos y enfoques de las asignaturas orientadas a que la educación en sexualidad, afectividad y género, teniendo en consideración (…) el fomentar el respeto por la diversidad y la no discriminación, especialmente basada en el sexo, orientación sexual, identidad y expresión de género”, señalaba la iniciativa legal.
Rementería explicó que con la inclusión de la diversidad sexual y de género “se avanzaba además en el cumplimiento de uno de los compromisos internacionales asumidos por Chile en el Acuerdo de Solución Amistosa (ASA) que el Estado firmó en 2016 con nuestra organización ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.
En efecto, en el ASA el Estado chileno se comprometió a “resguardar que el Plan de Formación Ciudadana y el Programa de Sexualidad, Afectividad y Genero, junto con los protocolos y cartillas sobre inclusión y no discriminación, incluyan contenidos que aborden la diversidad sexual y de género, complementarios a la base curricular nacional y los planes de estudios para los niveles de educación parvularia y escolar”.
Sin embargo, el Estado, esta vez representado por el Congreso Nacional, incumplió una vez más el compromiso.
Fuente MOVILH
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