Un estilo de vida.
En la vida no se puede tener todo, sin embargo, es necesario aspirar a ello, ya que la felicida
En la vida no se puede tener todo, sin embargo, es necesario aspirar a ello, ya que la felicidad no es una meta, sino un estilo de vida (Perdona si te llamo amor, Federico Moccia)
11 de octubre. DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO
Mt 22, 1-14. El Reino de Dios se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo (v 2)
En la Biblia de Alonso Schökel, comenta el autor que en el fondo de esta parábola está la respuesta de la comunidad de Mateo a la pregunta ¿qué es el reinado de Dios?, y expresa la relación entre el Señor y sus invitados, entre los cuales hay dos categorías: los primeros, que se autoexcluyen del banquete por intereses propios de poder -uno se fue a su finca, el otro a su negocio-, y los segundos, malos y buenos, que están en los caminos cruces de los caminos.
La sala que se había preparado se llena de estos nuevos comensales, que inicialmente estaban excluidos, porque aceptan y acogen con gozo la invitación al banquete de reino, y por eso este pasaje concluye diciendo que son muchos lo invitados y pocos los elegidos.
En la segunda parte se añade un elemento nuevo a la parábola, que cambia la perspectiva que hasta ahora llevaba el relato: la presencia del rey ofrece la clave del juicio que recae sobre cada uno de los invitados al banquete.
En este marco de referencia tiene sentido la pregunta por el traje de fiesta: para entrar en el reino, es necesario un estilo de vida que ponga en práctica las enseñanzas de Jesús.
No todos los invitados al banquete se encontrarán al fin con los elegidos, pues lo que convierte a los invitados en elegidos es el amor encarnado en las circunstancias concretas de la vida.
El estilo de vida de Jesús es una vida llena de misericordia, perdón, confianza, fe, esperanza, y sobre todo mucho amor hacia nosotros, porque él nos perdonó y enseñó a ser mejores personas, murió en una cruz, no para salvarnos y darnos una nueva oportunidad para ser mejores, sino para que le imitemos en su forma de vivir.
Entre las diversas maneras de vivir, hay diferentes estilos de hacerlo: con amor, con compasión, entre los positivos y entre los negativos, los que perjudican al cuerpo, como las drogas.
En cuanto al estilo positivo de las ideas, las que se tienen sobre la felicidad y el amor a cuantos seres existen. Referentes al pensamiento, los que se piensan y sueñan con una conciencia tranquila tienen la mejor almohada para dormir bien.
Podemos decir que la buena conciencia es la mejor almohada para dormir. No hay nada mejor que tener una conciencia limpia, sin preocupaciones ni deudas con nadie, la mejor forma de dormir es hacerlo sin preocupación alguna.
Ser o no ser, esa es la pregunta. ¿Cuál es la más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, u oponer los brazos a este torrente de calamidades, con atrevida resistencia? Morir es dormir. ¿No más? ¿Y por un sueño, y darlas, diremos, las aflicciones se acabaron y los dolores sin número, patrimonio de nuestra débil naturaleza? (Shakespeare, en el Soliloquio de Hamlet)
Federico Moccia es un italiano autor de novelas para adolescentes, además de director de cine, que escribió en: Perdona si te llamo amor: “En la vida no se puede tener todo, sin embargo, es necesario aspirar a ello, ya que la felicidad no es una meta, sino un estilo de vida”.
Y Mateo dijo el versículo 2: El Reino de Dios se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo.
De mi libro Soliloquio, a modo de estilo de vida
LAS RANAS
No son Coros Angélicos
los coros de las ranas de mi charca.
No median entre hombres y Dios,
mas como ellos,
ejecutan los divinos juicios
sirviendo y protegiendo a los humanos.
Un Orfeón de voces celestiales
con su sordo croar en Primavera, Otoño y en Verano.
En el Invierno hibernan.
Y yo hiberno con ellas; y como ellas
también me recupero
de fatigas de Otoño, Verano y Primavera.
Como las de Aristófanes, las ranas de mi charca
me invitan a viajar al Tártaro
de mis oscuridades, y rescatar aquello
que me resta en la vida para ser más humano
Vicente Martínez
Fuente Fe Adulta
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