La paciencia de Dios es nuestra salvación
Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre:
DOMINGO XVI del AÑO
- trigo y cizaña.
La historia de la humanidad, nuestra propia historia personal es un largo recorrido tejido de bien y de mal, de trigo y cizaña. En el lenguaje teológico se suele decir que estamos en una historia de salvación, al mismo tiempo que en una historia de daños y males, (historia salutis – historia damnationis).
La gran tentación suele ser la de extirpar cuanto antes el mal, arrancar la cizaña. Especialmente las posturas y temperamentos violentos y fanáticos enseguida esgrimen el hacha de guerra.
Jesús no actúa así. Jesús no es un fundamentalista violento que actúa agresiva e inmediatamente.
Las precipitaciones y las prisas no son buenas consejeras. El crecimiento es lento y paciente.
Dejad crecer juntos el trigo y la cizaña hasta la cosecha, hasta a siega.
- paciencia histórica.
La vida no crece a tirones, ni a golpes. Tanto personal como socialmente, la existencia y la madurez humana requieren procesos, recorridos, altibajos, retrocesos. Pasamos por momentos y situaciones de todo tipo, de trigo y de cizaña. Las ideologías tienen también sus tiempos, su hierba buena y su hierba mala.
No es cuestión de arrancar precipitadamente, no es cosa de excomulgar, de condenar, de imponerse con poder. Son tentaciones fanáticas.
Hay que tener paciencia histórica. Las personas podemos cambiar algunas de nuestras actitudes, podemos evolucionar, madurar. En ocasiones nacemos a una nueva vida -como Nicodemo- siendo ya mayores, quizás viejos.
Hay que saber esperar, que al fin y al cabo toda siembra es una esperanza.
Dios sabe esperar, es más, la paciencia de Dios es neustra salvación, (2Ped 3,15).
Tengamos paciencia histórica.
- situaciones de antiguo y de nuevo testamento.
En esta paciencia histórica como actitud sensata en la vida, podemos también pensar que, aunque estemos ya en el Nuevo Testamento desde hace dos mil años, sin embargo los pueblos, las personas, a veces la misma Iglesia puede encontrarse en situaciones de Antiguo Testamento: en las familias suelen darse casos de Caín y Abel, la Torre de Babel no es otra cosa que una campaña electoral o una lucha por el poder, no son extrañas las ansiedades del rey David por Betsabé, la mujer de Urías, etc…
Trigo y Cizaña en la historia de la humanidad. Dios tuvo pedagogía y una gran paciencia con la humanidad. Dios no reveló todo de una vez. Todo fue poco a poco, la misma cizaña histórica, fue una fuente de revelación, de crecimiento, de madurez.
Hay etapas en la vida en las que nos encontramos en situaciones de Antiguo Testamento. Muchas actitudes, normativas, ritos de los eclesiásticos actuales se parecen más al Templo de Jerusalén o al mundo fariseo que al mensaje de Jesús. A veces recorridos ideológicos, políticos, económicos son pura cizaña.
Podemos, pues, vivir nuestro Antiguo Testamento personal, eclesiástico, como pueblos, etc.
Dios es siempre paciente con nosotros, incluso cuando nosotros estamos en situación de Antiguo Testamento o de cizaña.
- No metamos cizaña. (a modo de estrambote).
Aunque sea al final de la homilía no quiero dejar de aludir a esa especie de refrán o conseja que solemos decir en castellano y que contiene una gran verdad: “no seamos cizañeros, no metamos cizaña”.
No seamos gente chismosa, que lleva los “cuentos” de aquí para allá, que ponemos zancadillas, que “malponemos” a las personas.
Seamos personas de bien, limpias en la vida, discretas. La crítica, la calumnia, el mentir sobre los demás no son juego honrado y limpio. Es cizaña.
Seamos “trigo limpio” en la vida.
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