Argentina festeja los 10 años de la Ley del Matrimonio Igualitario
Cristina Fernández de Kirchner firma la ley
Argentina festeja los 10 años de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario. Gracias a la que más de 20.244 parejas del mismo sexo han podido casarse en el país desde el 2010. Tras varios años de lucha, la Ley 26.618 de Matrimonio Igualitario, aprobada el 15 de julio de 2010 en Argentina, se convirtió en la primera de América Latina y el Caribe en reconocer este derecho en todo su territorio nacional.
Argentina se transformó en el primer país de América Latina en aprobar y legalizar el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo un 15 de julio del 2010. La euforia alegre estalló en miles de manifestantes que se encontraban en la Plaza de los Dos Congresos. Dentro del edificio, y luego de 14 horas de debate, la sanción de la ley concluía con 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones.
Esta ley contempla la posibilidad de la adopción de menores por parte de parejas homosexuales. Mientras que deja en claro que «ninguna norma puede ser interpretada ni aplicada en el sentido de limitar, restringir, excluir o suprimir la igualdad de derechos y obligaciones de los integrantes del matrimonio, y los efectos que éste produce, sea constituido por dos personas de distinto o igual sexo».
Y si bien fueron muchas los comentario u opiniones que, por priorizar creencias personales, lastimaron al colectivo LGBT en Argentina, se impuso la mayoría logrando priorizar los derechos LGBT.
Por este motivo, como forma de recordatorio y festejo, ya que debido a la cuarentena no se puede salir a las calles, los monumentos más icónicos de Argentina se iluminaron con los colores de la bandera LGBTQ+.
La iluminación comenzó el martes 14 de julio a las 23:59 y finaliza a las 23:59 del miércoles 15 de julio.
La bandera se podrá lucir en la Usina del Arte, Palacio Lezama, Planetario y Torre Monumental. Se verá forma completa y con todos los colores a la vez.
En la Plaza Congreso, Monumento a los Españoles, Floralis Genérica y el Puente de la Mujer los colores se irán alternando.
Y algunos, no podemos olvidar, ni olvidaremos, el papel que jugó el entonces cardenal Bergoglio y hoy Papa Francisco:
En 2010, en medio del debate que sostenían legisladores en Argentina para aprobar el matrimonio gay, el cardenal Jorge Bergoglio, elegido este miércoles como nuevo Papa de la iglesia católica, se pronunció contra las uniones entre personas del mismo sexo al menos dos veces.
En una carta en dirigida a los cuatro monasterios de Buenos Aires, que obtuvo el diario La Nación, el cardenal, ahora electo Papa, dijo: “No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una movida del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”, agregó.
En aquel entonces, pidió que los legisladores, quienes finalmente aprobaron el matrimonio gay en junio de 2010, “no lo hagan movidos por el error o por situaciones de coyuntura sino según lo que la ley natural y la ley de Dios les señala“.
Oficialmente, la Arquidiócesis de Buenos Aires difundió sólo una carta contra el matrimonio gay, la cual se reproduce a continuación:
Al Sr.
Dr. JUSTO CARBAJALES
Director del Departamento de Laicos
Conferencia Episcopal Argentina
Suipacha 1032
1008 – BUENOS AIRES
Querido Justo:
La comisión Episcopal de Laicos de la CEA, en su carácter de ciudadanos, tuvo la iniciativa de realizar una manifestación ante la posible sanción de la ley de matrimonio para personas del mismo sexo, reafirmando –a la vez- la necesidad de que los niños tengan derecho a tener padre y madre para su crianza y educación. Por medio de estas líneas deseo brindar mi apoyo a esta expresión de responsabilidad del laicado.
Sé, porque me lo has expresado, que no será un acto contra nadie, dado que no queremos juzgar a quienes piensan y sienten de un modo distinto. Sin embargo, más que nunca, de cara al bicentenario y con la certeza de construir una Nación que incluya la pluralidad y la diversidad de sus ciudadanos, sostenemos claramente que no se puede igualar lo que es diverso; en una convivencia social es necesaria la aceptación de las diferencias.
No se trata de una cuestión de mera terminología o de convenciones formales de una relación privada, sino de un vínculo de naturaleza antropológica. La esencia del ser humano tiende a la unión del hombre y de la mujer como recíproca realización, atención y cuidado, y como el camino natural para la procreación. Esto confiere al matrimonio trascendencia social y carácter público. El matrimonio precede al Estado, es base de la familia, célula de la sociedad, anterior a toda legislación y anterior a la misma Iglesia. De ahí que la aprobación del proyecto de ley en ciernes significaría un real y grave retroceso antropológico.
No es lo mismo el matrimonio (conformado por varón y mujer) que la unión de dos personas del mismo sexo. Distinguir no es discriminar sino respetar; diferenciar para discernir es valorar con propiedad, no discriminar. En un tiempo en que ponemos énfasis en la riqueza del pluralismo y la diversidad cultural y social, resulta una contradicción minimizar las diferencias humanas fundamentales. No es lo mismo un padre que una madre. No podemos enseñar a las futuras generaciones que es igual prepararse para desplegar un proyecto de familia asumiendo el compromiso de una relación estable entre varón y mujer que convivir con una persona del mismo sexo.
Tengamos cuidado de que, tratando anteponer y velar por un pretendido derecho de los adultos dejemos de lado el prioritario derecho de los niños (que deben ser los únicos privilegiados) a contar con modelos de padre y madre, a tener papá y mamá.
Te encargo que, de parte de Ustedes, tanto en el lenguaje como en el corazón, no haya muestras de agresividad ni de violencia hacia ningún hermano. Los cristianos actuamos como servidores de una verdad y no como sus dueños. Ruego al Señor que, con su mansedumbre, esa mansedumbre que nos pide a todos nosotros, los acompañe en el acto.
Te pido, por favor, que reces y hagas rezar por mí. Que Jesús te bendiga y la Virgen santa te cuide.
Fraternalmente
Card. Jorge Mario Bergoglio s.j.
Este es, para los aún inocentes, el papa “gayfriendly”…
Fuente Oveja Rosa/Cristianos Gays
Comentarios recientes