Israel podría convertirse en el sexto país del mundo en abolir la práctica de la terapia de conversión gay ya que su gobierno considera una nueva legislación.
La llamada “terapia de conversión” se refiere a la práctica pseudocientífica peligrosa y desacreditada de tratar de cambiar la sexualidad o la identidad de género de una persona. A menudo se compara con la tortura y se ha relacionado con mayores riesgos de depresión, suicidio y drogadicción.
Nitzan Horowitz, líder del partido de izquierda Meretz de Israel, presentó un nuevo proyecto de ley para prohibirlo, comparándolo con el “asesinato”. “Es un asesinato del alma y muchas veces también del cuerpo. Estos procedimientos resultan en autolesiones hasta el suicidio. Lo que significa la terapia aquí es el abuso mental y físico de los adolescentes ”, dijo mientras presentaba el proyecto de ley.
Dijo que es el “deber legal y moral del gobierno salvar a las próximas víctimas”, enviando un mensaje claro a las personas LGBT + de que “no queremos cambiarlas. Eres hermosa y completa tal como eres ”.
El proyecto de ley de Horowitz prohibiría la terapia de conversión en todo el país y pondría a los terapeutas en riesgo de prisión, multas y revocación de su licencia profesional si continúan practicándola.
Si tiene éxito, Israel se uniría a solo otros cinco países para haber emitido una prohibición total de la terapia de conversión: Alemania, Malta, Ecuador, Brasil y Taiwán.
La práctica nociva está prohibida en 20 estados de EE. UU., Además de los territorios de Washington D.C. y Puerto Rico, pero no en el Reino Unido, a pesar de que los conservadores se comprometieron a introducir legislación hace dos años.
Sin embargo, fuentes del gobierno informan que el comité ministerial de legislación probablemente buscará retrasar el proyecto de ley debido a la presión de los partidos ultraortodoxos.
El medio de noticias israelí Haaretz sugirió que el comité ahora “examinará” el proyecto de ley una vez más para hacerlo más “moderado” para que los partidos religiosos no se opongan. Dijo que la única razón por la cual el proyecto de ley no fue descalificado de inmediato por la oposición fue para que puedan minimizar la reacción violenta contra dos ministros homosexuales que sirven en el comité de legislación. Pero el hecho de que el proyecto de ley haya llegado tan lejos en la coalición ultraconservadora es en sí un hito, particularmente porque los intentos previos de prohibición han fracasado.
Se produce después de que el ministro de educación, Rafi Peretz, atrajo fuertes críticas el año pasado por sugerir que apoyaba la terapia de conversión. “Creo que es posible convertir [la orientación sexual de alguien]”, dijo Peretz. “Puedo decirles que tengo una profunda familiaridad con el tema de la educación, y también lo he hecho”. Luego discutió cómo había aconsejado a un amigo gay que reconsiderara su sexualidad.
Los comentarios de Peretz fueron condenados como “inaceptables” por el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien dijo que “no reflejan la posición del gobierno que encabezo”. Agregó que el sistema educativo israelí “continuará aceptando a todos los niños judíos sean quienes sean y sin ninguna diferencia basada en la orientación sexual”. Ante la protesta ciudadana, el Ministro de Educación de Israel se retractó de su apoyo a las terapias de “curación” para gays.
Las últimas noticias acerca de este esperpento de las falsas “terapias” fue que la asociación española Abogados Cristianos se querella contra Ignacio Aguado por hacer pública la multa a la coach de terapias para personas LGTBI, y que, ante la protesta ciudadana, el Ministro de Educación de Israel se retractaba de su apoyo a las terapias de “curación” para gays.
Una tendencia creciente a la prohibición
En Europa la pionera fue Malta, que aprobó una ley en 2016. Irlanda y el Reino Unido también están dando pasos en esta dirección. En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y es una de las disposiciones que prevé la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI, que se discutió en el Congreso de los Diputados (aunque el PP intentó «colar»una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto). Un proyecto que naufragó con la convocatoria de elecciones anticipadas.
En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre “ayudar a cambiar sentimientos homosexuales”. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…
Mientras tanto, el Parlamento Europeo ha exigido la prohibición de estas terapias.
En EE.UU., gran aliado de Israel, California fue el primero en hacerlo en 2012, no sin controversia. Le siguieron el también estado de Nueva Jersey (varios meses después), Washington D.C. (cuyo Consejo legislativo aprobó la norma por unanimidad en 2014) y más tarde se sumaron los estados de Oregon, Illinois, Vermont, Nuevo México, Rhode Island, Nevada, Connecticut, Washington, Hawái, Maryland, Delaware y New Hampshire, Nueva York, Colorado y Massachusetts, cuyo texto entró en vigor el pasado 8 de abril tras la firma del gobernador republicano Charlie Baker.
En abril se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo aprobó por ejemplo el pasado enero por decisión unánime de sus concejales, así como el estado de Utah.
Y la última buena noticia que conocíamos se producía el pasado mes de marzo cuando Canadá anunció que prohibirá las «terapias de conversión» a nivel nacional.
No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras.
“Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
«Nada que Curar», la guía que ayuda a combatir con información científica las denominadas terapias de conversión
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Fuente Pink News/Cristianos Gays
General, Homofobia/ Transfobia.
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