Una teóloga francesa, ‘candidata’ para suceder a Barbarin en Lyon
“Excluir a la mitad de la humanidad es contrario al mensaje de Cristo”, sostiene Anne Soupa
El gesto, inédito, pretende reivindicar el papel de la mujer en la Iglesia, al tiempo que apostar por un nuevo modo de participación en la toma de decisiones
Los últimos cuatro pastores de Lyon (Decourtray, Billé, Balland y Barbarin) “han fallado en su tarea principal de proteger a sus comunidades. Los pastores dejaron entrar a los lobos en el redil y los depredadores atacaron a los pequeños”
Invita a las mujeres del mundo “a presentarse donde se sientan llamadas, ya sea para ser obispo o para cualquier otra responsabilidad que hoy les está prohibida“
Es un gesto inédito en la historia reciente de la Iglesia católica, y una llamada de atención a una institución afectada por el excesivo clericalismo y el patriarcado. La teóloga y biblista francesa Anne Soupa, de 73 años, dio ayer un paso al frente y presentó formalmente su ‘candidatura’ para suceder al cardenal Barbarin como arzobispo de Lyon.
“Nada me impide presentarme y, sin embargo, todo me lo prohíbe”, señaló Soupa, quien calificó su gesto como “loco, aunque lo más loco es que parece loco, cuando no lo es”. La biblista pretende llamar la atención sobre el papel de la mujer en la Iglesia, así como denunciar cómo la estructura patriarcal de la Iglesia ha favorecido actitudes como el silencio ante los abusos sexuales a menores, la auténtica clave para entender la marcha de Barbarin.
Ninguna mujer decide en la Iglesia
“Observando que en el año 2020, en la Iglesia Católica, ninguna mujer dirige diócesis alguna, ninguna mujer es sacerdote, ninguna mujer es diácona, ninguna mujer vota en las decisiones de los sínodos; considerando que excluir a la mitad de la humanidad no sólo es contrario al mensaje de Jesucristo, sino que también es perjudicial para la Iglesia, que se mantiene así en un ambiente que favorece los abusos (…) Todo ello me permite decir decir que soy capaz de presentarme al título de obispo, todo me hace legítimo”, señala Anne Soupa en su petición.
“Si mi candidatura está prohibida por el derecho canónico, es simplemente porque soy mujer, porque las mujeres no pueden ser sacerdotes y porque sólo los sacerdotes, al convertirse en obispos, dirigen la Iglesia Católica”, escribió en su “dossier de candidatura”.
Obispos encubridores
La teóloga admite que su candidatura es una provocación, y así lo asume. Y lanza un nuevo dardo, señalando cómo en Lyon, los cuatro anteriores arzobispos – Decourtray, Billé, Balland y Barbarin – “han fallado en su tarea principal de proteger a sus comunidades. Los pastores dejaron entrar a los lobos en el redil y los depredadores atacaron a los pequeños”.
Su candidatura tiene dos objetivos: “Por un lado, poner de relieve la invisibilidad en la que se encuentran las mujeres en la Iglesia Católica. Por el otro, mostrar que hay otras formas de gobierno para la Iglesia Católica” frente al “enésimo obispo del mismo molde clerical” que, se presume, acabará siendo nombrado para Lyon.
No al clericalismo
“La Iglesia Católica sigue alimentando un clericalismo que ha sido denunciado por el Papa: abusos de todo tipo, sacralización del sacerdote, espíritu de división… Sabiendo y considerando todas estas cosas, solicito la archidiócesis de Lyon”, recalca la biblista, que invita a las mujeres del mundo “a presentarse donde se sientan llamadas, ya sea para ser obispo o para cualquier otra responsabilidad que hoy les está prohibida”.
Anne SOUPA, es cofundadora de la asociación “Le comité de la jupe” (El comité de la falda), que promueve la igualdad entre mujeres y hombres en la Iglesia, y de la Conferencia Católica de Francófonos Bautizados (CCBF).
Fuente Religión Digital
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