Inicio > Espiritualidad > Tiempo de reflexión

Tiempo de reflexión

Sábado, 23 de mayo de 2020

hombre-pensandoLos eudemonistas consideran la felicidad como el fin último de nuestra existencia; como la fuerza vital esencial que nos permite realizarnos como personas humanas. En consecuencia, su código ético identifica el bien con todo aquello que nos hace felices y el mal con todo lo que nos produce sufrimiento. Gottfried Leibniz, por ejemplo, dice que «La felicidad es al hombre, lo que la perfección a los entes», lo que significa que la perfección en el hombre consiste en ser feliz. Eudemonistas fueron Aristóteles o Tomás de Aquino, aunque este último remitía a la vida después de la muerte para el logro de la felicidad plena.

Nuestra naturaleza humana incluye un impulso irresistible que nos empuja en todo instante al logro de la felicidad, aunque cada uno de nosotros la busque por cauces diferentes. La persona altruista que se entrega incondicionalmente a los demás está movida por ese impulso, y el asesino que mata por venganza, también. No hay diferencia en la motivación última de las personas, pero sería un disparate mayúsculo equipararlas por esta causa. Actuamos siempre buscando el máximo grado de satisfacción en cada una de nuestras acciones, pero somos propensos a equivocarnos, y a menudo cosechamos sufrimiento. Como decía Sócrates: «Elegimos el mal por su apariencia de bien». El que asesina por venganza cree que matando a su enemigo se va a liberar de una carga insoportable, pero se equivoca y acaba haciendo el mal para sí mismo y para los demás.

Dentro de nuestra cultura occidental, buscamos preferentemente la felicidad a través de la satisfacción de deseos; deseo de tener más cosas, de viajar más lejos, de aparentar una prosperidad que a veces no tenemos, de ser respetados y reconocidos en nuestro trabajo o nuestra comunidad… Nuestros deseos son habitualmente deseos caros que hipotecan nuestra vida, que obligan a trabajar más, a trabajar los dos miembros de la pareja para poder pagar tanta factura, a sofocar el ansia de paternidad porque no llega para todo, a desatender la educación de los hijos, y en definitiva, a complicar nuestra vida y vivir permanentemente agobiados por nuestras cargas.

Pero, así las cosas, un chino se come un murciélago y nos condena (si hemos tenido la suerte de no infectarnos) a pena de confinamiento durante una buena temporada. Y comprobamos —al menos lo hace quien acepta la situación con actitud positiva—, que podemos ser tan felices confinados en nuestra casa como viajando a la Conchinchina o pagando a una multinacional para que nos divierta en su parque. O quizás, mucho más felices. Porque, apartados de la vorágine de nuestro mundo artificial, tenemos ocasión de convivir en familia; de redescubrir el placer de la conversación y el deleite de la lectura o de la música. Tenemos ocasión de volver a comprobar algo casi olvidado; que un libro es siempre mucho más apasionante que una película, y una conversación mucho más gratificante que el mejor programa de televisión. En definitiva, que todo cuanto necesitamos para ser felices lo tenemos dentro de nosotros, y que cuando alguien nos dice lo contrario, es que trata de vendernos algo que no necesitamos.

Entonces… ¿Por qué ese empeño en mantener un tren de vida que nos esclaviza y nos hace renunciar a una existencia centrada en lo importante?… ¿Qué estamos haciendo con nuestra vida y con el mundo en que vivimos?… A veces uno tiene la impresión de que somos como una cuadrilla de excursionistas que se ha perdido en el bosque y camina en círculos sin saber a dónde va, abriéndose paso a machetazos, arrasándolo todo y dejando por el camino un reguero de víctimas que no pueden aguantar el ritmo impuesto por los más fuertes.

Miguel Ángel Munárriz Casajús

Fuente Fe Adulta

Espiritualidad ,

Comentarios cerrados.

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.