Sobrevivir a la transfobia. La dura experiencia de Génesis, una niña trans
Génesis es solo una niña, podría darnos una lección de resiliencia a todos. Una lección de vida, sin duda, porque en sus primeros años de vida, cuando era solo una bebé, Génesis, esta pequeña chilena, tuvo que enfrentar las más grandes bajezas humanas, la intolerancia, el odio hacia lo diferente, humillaciones y maltratos.
Con motivo del Día internacional contra la LGTBFobia, celebrado el pasado 17 de mayo, su madre, Sandra, visibilizó qué es la transfobia, cuál es el daño que hace y cómo puede acabar con la vida de nuestros seres queridos.
En un acto de valentía, Sandra decidió contar su historia en Facebook.
«Primera vez que cuento parte de nuestra historia en estos 5 años de transito y que quede claro que no es para provocar lástima ni nada parecido. Creo que es enriquecedor para quien puede pasar por lo mismo y porque me siento orgullosa de salir adelante. Son solo algunas cosas de las vividas y tengo fotos para demostrarlo. O que mejor dicho vivió mi hija Génesis.
Tuve un hijo, y desde los 2 años fue el bebé gay en su jardín (guardería, foto con corona). Le cortaron una orejita con una tijera, me lo quemaron con agua hirviendo, una mamá a la que le pedí que lo retirara porque no alcanzaba a llegar. Estuvo 1 mes en tratamiento.
A los 4 años una profesora de un jardín le hizo una zancadilla, la cual los compañeritos la acusaron y al trastabillar se golpeó su carita. Los profesores nunca aceptaron que jugara con las niñas ni con muñecas.
No sabíamos lo que era ser trans. A los 8 años su tutor en el colegio la tironeaba, le decía «Rodriga, bailarina, llorona, mariposa». Fueron sus mismas compañeras las que acusaron al profesor el día que se enfureció gritando y llorando, que salió de la sala y quebró dos vidrios del comedor. Lo empujaron al cubo de basura y se cortó su frente con la orilla del basurero y le pusieron 3 puntos.
Y así mil cosas. Un día llorando me dice: `mamá, ¿si te digo algo no te enojarás?» Le dije que no y que confiara en mi, estaba muy asustado y me dijo `mamá es que soy gay porque todo el mundo lo dice´. Yo ya segura de eso lo abracé y le dije que jamás me enojaría por eso, y que no tuviese miedo porque siempre estaría con él pase lo que pase, hasta que justo nos tocó una psicóloga de reemplazo en el hospital, y ella me dijo: ´No te preocupes, porque tu hijo no es gay. es una niña transgénero«.
De eso han pasado 5 años, de este transitar y es una niña inmensamente feliz…y gracias a eso es que ahora ayudamos a los padres a caminar en este tránsito y a los niños a ser quienes son, somos Alma Libre», el grupo que ayuda a las familias a aceptar los procesos y anteponer la felicidad de los hijos.
Una historia muy dura que afortunadamente tiene un final feliz. Gracias a su madre por apoyarla siempre, algo que no pueden decir otros niños, como es el caso de Gabriel, de 8 años, que fue torturado hasta la muerte por su madre y el novio de ésta, solo por «ser gay».
Fuente Oveja Rosa
Comentarios recientes