Albania se convierte en el tercer país europeo en prohibir la traumatizante terapia de conversión gay
(Gent Shkullaku/ AFP a través de Getty Images)
El órgano rector de los psicólogos de Albania prohibió el sábado la práctica, largamente denunciada, desacreditada y degradada, de la terapia de conversión, para sorpresa y deleite de innumerables activistas LGBT+ de todo el país europeo. Albania se une ahora a Malta y Alemania para impedir la práctica perjudicial, mientras que los legisladores de España y el Reino Unido están considerando la posibilidad de prohibirla en todo el país, y Suiza tiene una prohibición de facto.
Un comunicado de la organización LGBT+ Pink Embassy, visto por AP News, dice que la decisión: “Coloca a la Orden de Psicólogos de Albania en la vanguardia de las instituciones que respetan los derechos LGBTI”. Los psicólogos de Albania ahora tienen prohibido hacer terapia de conversión, dice el grupo de derechos de los LGBT+.
Todos los psicólogos registrados en Albania deben ser miembros de la Orden de Psicólogos. Como resultado, las decisiones del organismo son “legalmente válidas”, subrayó Pink Embassy, y no hay obstáculos que se avecinen. “Esta es la decisión final que no necesita pasar por el legislativo o el ejecutivo para entrar en vigor”, dijo el jefe de Pink Embassy, Altin Hazizaj. “Aunque los informes sobre el uso de esas terapias en Albania han sido escasos, permitirlas ha sido una grave preocupación”.
Los activistas esperan que esta medida pueda revitalizar los estancados movimientos de derechos de las personas LGBT+ en Albania. Las actitudes negativas contra la comunidad siguen acechando en el país conservador, chocando a veces con la urgencia de los legisladores de seguir adelante con las leyes de igualdad.
El matrimonio, la adopción y el derecho a cambiar de género legal han sido desde hace mucho tiempo pateados a la larga por el gobierno. El Mapa del Arco Iris anual – que clasifica el compromiso de los países europeos con los derechos de las personas LGBT+ – le dio a Albania una calificación del 31%.
¿Qué es la terapia de conversión?
También llamada terapia reparadora, las organizaciones médicas de todo el mundo han desacreditado y rechazado ampliamente el tratamiento como traumatizante y psicológicamente cicatrizante, especialmente para los menores. La práctica, que ha existido por más de un siglo, tiene muchas técnicas. La más común, la terapia de conversación.
Sin embargo, se sabe que algunos médicos que practican la terapia utilizan tratamientos de choque e inducen náuseas asociativas en los pacientes, según un estudio realizado en 2018 por el Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles.
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Las últimas noticias acerca de este esperpento de las falsas “terapias” fue que el destacado rabino Yigal Levenstein afirmaba que los adolescentes deberían ser forzados a una terapia de conversión para erradicar la homosexualidad. Canadá prohibirá las «terapias de conversión» a nivel nacional. Poco antes, la asociación española Abogados Cristianos se querella contra Ignacio Aguado por hacer pública la multa a la coach de terapias para personas LGTBI, y que, ante la protesta ciudadana, el Ministro de Educación de Israel se retractaba de su apoyo a las terapias de “curación” para gays.
Una tendencia creciente a la prohibición
En Europa la pionera fue Malta, que aprobó una ley en 2016. Irlanda y el Reino Unido también están dando pasos en esta dirección. Alemania la ha prohibido por completo para menores(2020). En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y es una de las disposiciones que prevé la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI, que se discutió en el Congreso de los Diputados (aunque el PP intentó «colar»una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto). Un proyecto que naufragó con la convocatoria de elecciones anticipadas.
En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre “ayudar a cambiar sentimientos homosexuales”. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…
Mientras tanto, el Parlamento Europeo ha exigido la prohibición de estas terapias.
En EE.UU., gran aliado de Israel, California fue el primero en hacerlo en 2012, no sin controversia. Le siguieron el también estado de Nueva Jersey (varios meses después), Washington D.C. (cuyo Consejo legislativo aprobó la norma por unanimidad en 2014) y más tarde se sumaron los estados de Oregon, Illinois, Vermont, Nuevo México, Rhode Island, Nevada, Connecticut, Washington, Hawái, Maryland, Delaware y New Hampshire, Nueva York, Colorado y Massachusetts, cuyo texto entró en vigor el pasado 8 de abril tras la firma del gobernador republicano Charlie Baker.
En abril se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Y el pasado 8 de mayo, la Cámara de Representantes de Maine aprobó el proyecto de ley 1025 por 91 votos a favor (de demócratas, independientes y cinco republicanos) frente a 46 en contra (todos ellos republicanos). Su tramitación continuó en el Senado, donde salió adelante el día 21 de mayo por 25 votos afirmativos (de los demócratas y cinco republicanos), frente a 9 contrarios (todos republicanos).
Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo aprobó por ejemplo el pasado enero por decisión unánime de sus concejales.
En abril se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo aprobó por ejemplo el pasado enero por decisión unánime de sus concejales, así como el estado de Utah.
No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras.
“Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
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Fuente Pink News/Cristianos Gays
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