La Fiscalía ha decidido finalmente denunciar por un delito de odio al sujeto que profirió amenazas homófobas a un joven el pasado mes de junio, pocas horas antes de la celebración del Día del Orgullo LGTBI, en un establecimiento de la cadena McDonald’s de Barcelona. El fiscal incluye en su denuncia al vigilante de seguridad del que presenció los hechos y no hizo nada para impedirlos.

Lo contamos en su momento. Sucedió pocas horas antes del 28 de junio de 2019 en un establecimiento de la cadena de hamburgueserías de la capital catalana. Un individuo agredió verbalmente (y amenazó con agredir físicamente) a un joven por considerar inadecuada su apariencia para estar en «un sitio público». Las imágenes, difundidas en redes sociales, se viralizaron rápidamente, provocando gran indignación y una ola de apoyo al joven. Y es que pocas veces como en esta ocasión se ha visto reflejada en imágenes la homofobia, muy especialmente cuando se dirige contra las expresiones de género no normativas.

Insertamos de nuevo el tuit de @paleo_20, el usuario de Twitter y amigo de la víctima que difundió el vídeo (grabado por otro amigo):

“Te voy a hacer heterosexual a ostias”
Hoy mi amigo ha sufrido un ataque en un McDonalds de barcelona por su forma de vestir tan “femenina”. Es irónico que esto pase el mismo día que el pregón del pride pero hay que seguir luchando para acabar con estos actos y estas personas. pic.twitter.com/N4yu9DJIYg

— (@paleo_20) June 27, 2019

«¡Córtate un poco, que estás en un sitio público», le gritaba el agresor, visiblemente molesto por la forma de vestir y moverse de la víctima. «Y tú también estás en un sitio público, contrólate», le respondió el joven. «Pero yo visto bien», le respondió el agresor. «Bueno, que tú vistes bien…», le respondió con ironía el chico.

La agresión verbal fue a más, sin que el vigilante de seguridad del establecimiento, testigo de lo que estaba sucediendo, interviniera para frenarla. «Es el Día del Orgullo», se defendió el joven. «A mí me da igual, también es el día de soltar hostias. ¿Quieres ver como te las suelto? (…) Te voy a hacer heterosexual a hostias», le replicó el agresor, invitándole a salir del establecimiento. «Yo voy a coger mi hamburguesa, me siento y me la como, y tú a mí no me tienes que decir nada, porque yo no te he hecho nada», le respondió el joven, tras lo cual el individuo continuó amenazando con agredirle cuando saliera del local. No faltó, por cierto, la referencia a que en este había «niños por delante».

Los Mossos d’Esquadra investigaron lo sucedido e identificaron al agresor. Ahora, casi ocho meses después, hemos conocido que la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación de Barcelona, a la que la policía autonómica trasladó lo sucedido, ha decidido acusar de un delito de odio al agresor. Aunque quizá lo más significativo sea que la Fiscalía ha decidido además denunciar al vigilante de seguridad por omisión del deber de impedir la comisión de un delito. Como recordamos, ya cuando se conocieron los hechos la actitud pasiva del vigilante generó numerosas críticas.

En su momento, cuando contamos la noticia de la agresión, incluimos una reflexión final que sigue plenamente vigente. El joven agredido en Barcelona lo fue por ser y mostrarse como es. Fue un ataque homófobo, sí, pero sobre todo un ataque plumófobo. El agresor se sintió insultado por la pluma del joven, por su imagen andrógina, por su feminidad. Fue un ataque por ser gay, pero sobre todo contra su expresión de género no normativa. No lo olvidemos, sobre todo cuando muchos hombres gais son también participes de este rechazo a lo diverso y participan de una homofobia internalizada que no dista demasiado de lo que vimos en aquel McDonald’s.

Fuente Dosmanzanas

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